CASO NOOS. Iñaki Urdangarin en la cárcel de Brieva. Voluntariado en Hogar Don Orione. Traslado al centro de inserción social Melchor Rodríguez García

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Con su carrito del Mercadona.:eek:
:eek:
 
Raro todo. Ahora resulta que Roca es bueno mhmhmhm.
La Vanguardia pertenece a Godó (amigo de JC) y Roca escribe o escribía una columna en ese medio.
Escandaloso y asqueroso todo lo que está saliendo de casos de corrupción, no se salva uno.
Lo de Castro Villacañas me ha dejado azorada. No me lo esperaba. Su cuenta de tuiter ha desaparecido. Espero que García Trevijano comente algo.

La cosa va así: el grupo Godó, que es monárquico hasta la médula, se lleva desde hace años la parte del león de las subvenciones a medios de la Generalitat, unos 800.000 del ala en 2015. Esta subvención la concede a dedo, como quien dice, CiU, del que Roca ha sido secretario general, portavoz y número uno en Madrid. No es que Miquel Roca escriba una columna en La Vanguardia, es que Miquel Roca dicta la línea editorial de La Vanguardia.
 
...los contactos para tratar de llegar a un acuerdo que lleve a retirar la acusación contra la infanta, que el asunto “es una oportunidad de la hostia, la mejor” con la que han contado ambas organizaciones. En otra conversación que sostiene con sus interlocutores del sindicato, el presidente de Ausbanc manifiesta que esa ocasión hay que aprovecharla, porque las ocasiones hay que aprovecharlas y esta “es el tren de nuestra vida”.

La conversación en la que Pineda alude a que el caso Nóos representa “una oportunidad de la hostia” para Ausbanc y Manos Limpias se desarrolló con el secretario de comunicación del sindicato, Javier Castro Villacañas. El presidente de la citada asociación consumidores de servicios bancarios le pide a su interlocutor de Manos Limpias que le recuerde a Miguel Bernad, secretario general de este sindicato, que “tenemos un plan y una hoja de ruta”, y que se centre en el tema porque –y aquí es donde manifiesta sus grandes expectativas- “es un oportunidad de la hostia, la mejor”.

Se percibe en el diálogo que Pineda está preocupado por la posibilidad de que cualquier fallo haga que la operación se les escape de las manos. Pineda insiste en que no pueden permitirlo y solicita también a Castro Villacañas que controle a Bernad cuando hable con el interlocutor de la defensa de la Infanta a quien se va a hacer la propuesta relativa a archivar la acusación que, en ejercicio de la acción popular, sostiene Manos Limpias contra la hermana delRey en el caso Nóos.

El presidente de Ausbanc también deja claro que sigue muy de cerca el desarrollo del juicio y, sobre todo, los interrogatorios que realiza la abogada de Manos Limpias, Virginia López Negrete. Tras la declaración del asesor contable de Nóos, Luis Tejeiro, Castro Villacañas le dice a Pineda que el antiguo empleado de dicho instituto “ha desmentido lo declarado por Urdangarin y por Diego Torres, pero lo de la infanta, parece que no ha dicho nada, con lo cual, pues eso es también positivo”. El presidente de Ausbanc, a su vez, afirma que, en efecto, “de la infanta parece que no dice nada, o sea que tampoco ahí Virginia se ha cebado con esta historia, ¿sabes?”. Este diálogo pone de relieve, en suma, que a ambos les complace que los interrogatorios de ese día no estén perjudicando, aparentemente, sus expectativas de lucro con la operación que habrían puesto en marcha.

Perdonad, pero hay cosas que no me quedan claras.
- ¿Las negociaciones tienen lugar antes que dé inicio el juicio? ¿No llegan a ningún acuerdo y siguen negociando ya iniciado el juicio?
- ¿Quién extorsionó a quién? Tres millones es una suma ridícula para salvar a una Ifanta. ¿Quién paga la extorsión? Ah, claro, de los fondos esos, con dinero del contribuyente.
- ¿Castro Villacanas es el intermediario entre ML/Ausbanc? ¿Recibió dinero a cambio?
- ¿El acuerdo era interrogar a la Infanta y a Tejeiro de forma light para aparentar que ML iba a por todas por la Infanta, pero en realidad era un paripé? RECORDAD QUE NOS QUEDAMOS MUY DECEPCIONADOS DE LAS PREGUNTAS LIGHT QUE HIZO NEGRETE A LA INFANTA Y A TEJEIRO, ÉSTE ÚLTIMO NO APORTÓ NADA NUEVO AL CASO, MÁS BIEN SUS DECLARACIONES FUERON INOFENSIVAS.
¿Cómo es posible que un Bernard y un Pineda sean capaces de extorsionar a toda la banca, a las empresas y a Casa Real??? ¿O es que es una tapadera de las cloacas que hacen y deshacen a su antojo...y como estamos en guerra...?
Qe putrefacción de sociedad.

Yo creo que la cosa va así (aunque soy conspiranoica por naturaleza, así que no me hagas mucho caso):

1- Pineda y Bernad se lían la manta a la cabeza y se lanzan a hacer de acusación particular de la Hurtanga. Para un sindicato de extrema derecha (que no es monárquica por definición) es la oportunidad de oro para conseguir nuevos simpatizantes/afiliados y mucha, mucha, cobertura mediática. Y, quién sabe, algún que otro milloncejo.

2- Miquel Roca, que está en el consejo de administración del Sabadell, ya sabe de qué palo van estos dos, extorsionando a diestro y siniestro (porque en el mundillo bancario todo se sabe), así que habla con CR y se adelanta a Bernad y Pineda ofreciéndoles un millón y medio (de fondos reservados?? de los que guarda tita Pili en la caja de galletas??) por retirar la acusación. Y de paso, lo comenta con seguridad del Estado (él mismo lo ha dicho, que habló con la poli un mes antes pero sin denunciar, hello????), que les pincha los teléfonos, por si acaso (nada de por orden judicial; CNI y cloacas a saco, ya se redactará la orden judicial más adelante, si es necesario). Mientras Pineda y Bernad se piensan si aceptan la oferta o si se tiran a pedir más pasta como locos, ponen a Virgi al ralentí para que no se "cebe" con la Hurtanga (fuera el contable e interrogatorio light a la bourbon).

3 - Pineda y Bernad deciden que millón y medio les parece poco (es "una oportunidad de la hostia", "el tren de nuestra vida") y piden 3 kilos, sin acordarse de lo que les pasa en este país a quienes se pasan de listos y/o ambiciosos (véase Mario Conde). Roca se cabrea y lanza un primer aviso. El 4 de Marzo 2016, Pau Molins, en una entrevista concedida a RAC1, una emisora de radio que pertenece (surprise, surprise) al Grupo Godó, pone a Manos Limpias a caer de un burro (cito del artículo publicado en La Vanguardia, www.lavanguardia.com/politica/20160304/40188978512/infanta-abogado-manos-limpias.html

"El nombre en cuestión, ‘Manos Limpias’, “se lo tendrían que revisar”. Molins ha lamentado que “se autodenominan sindicato de extrema derecha y se les ve en todas las causas, pero nadie sabe quién está detrás ni qué intereses hay” para llevar a cabo esta acusación en el caso.
El letrado ha argumentado que el papel que está llevando a cabo Manos Limpias en el proceso judicial “cuesta mucho dinero”, por lo que la persona o personas que está/n detrás del sindicato deben tener los recursos suficientes para presentar dicha acusación y tantas otras en las que participan y han participado. “¿Qué interés tiene en defender esto si el Ministerio Fiscal ya ejerce de acusación? ¿Para qué los tenemos como acusación?”, ha lanzado el abogado.

Sin tener “ni idea” de quién puede haber detrás de Manos Limpias, Molins ha asegurado que quien financia esta participación en el proceso debe tener ciertos intereses aún por descubrir, ante lo cual ha instado a los medios de comunicación a investigar sobre el asunto."



4 - Como Bernad y Pineda siguen sin bajarse de la mula y los medios no parecen especialmente interesados en "investigar sobre el asunto" (entretenidos como están con los Panama Papers), 10 días después Roca destapa el pastel, justo antes de que declaren dos de los pesos pesados, Revenga y Fontao, para desviar la atención y que no nos demos cuenta de cómo se pitorrean en nuestra cara. Y Bernad y Pineda pal trullo, donde no me cabe duda de que recibirán (si no lo han hecho ya) la visita de algún "silenciador", que con amabilidad y buenos modos les convencerá de la conveniencia de ajustarse a la versión oficial de los hechos, por su propio bien y el de sus familias y esas cositas.

Pero bueno, que esto son paranoias mías :cool:
 
Yo creo que la cosa va así (aunque soy conspiranoica por naturaleza, así que no me hagas mucho caso):

1- Pineda y Bernad se lían la manta a la cabeza y se lanzan a hacer de acusación particular de la Hurtanga. Para un sindicato de extrema derecha (que no es monárquica por definición) es la oportunidad de oro para conseguir nuevos simpatizantes/afiliados y mucha, mucha, cobertura mediática. Y, quién sabe, algún que otro milloncejo.

2- Miquel Roca, que está en el consejo de administración del Sabadell, ya sabe de qué palo van estos dos, extorsionando a diestro y siniestro (porque en el mundillo bancario todo se sabe), así que habla con CR y se adelanta a Bernad y Pineda ofreciéndoles un millón y medio (de fondos reservados?? de los que guarda tita Pili en la caja de galletas??) por retirar la acusación. Y de paso, lo comenta con seguridad del Estado (él mismo lo ha dicho, que habló con la poli un mes antes pero sin denunciar, hello????), que les pincha los teléfonos, por si acaso (nada de por orden judicial; CNI y cloacas a saco, ya se redactará la orden judicial más adelante, si es necesario). Mientras Pineda y Bernad se piensan si aceptan la oferta o si se tiran a pedir más pasta como locos, ponen a Virgi al ralentí para que no se "cebe" con la Hurtanga (fuera el contable e interrogatorio light a la bourbon).

3 - Pineda y Bernad deciden que millón y medio les parece poco (es "una oportunidad de la hostia", "el tren de nuestra vida") y piden 3 kilos, sin acordarse de lo que les pasa en este país a quienes se pasan de listos y/o ambiciosos (véase Mario Conde). Roca se cabrea y lanza un primer aviso. El 4 de Marzo 2016, Pau Molins, en una entrevista concedida a RAC1, una emisora de radio que pertenece (surprise, surprise) al Grupo Godó, pone a Manos Limpias a caer de un burro (cito del artículo publicado en La Vanguardia, www.lavanguardia.com/politica/20160304/40188978512/infanta-abogado-manos-limpias.html

"El nombre en cuestión, ‘Manos Limpias’, “se lo tendrían que revisar”. Molins ha lamentado que “se autodenominan sindicato de extrema derecha y se les ve en todas las causas, pero nadie sabe quién está detrás ni qué intereses hay” para llevar a cabo esta acusación en el caso.
El letrado ha argumentado que el papel que está llevando a cabo Manos Limpias en el proceso judicial “cuesta mucho dinero”, por lo que la persona o personas que está/n detrás del sindicato deben tener los recursos suficientes para presentar dicha acusación y tantas otras en las que participan y han participado. “¿Qué interés tiene en defender esto si el Ministerio Fiscal ya ejerce de acusación? ¿Para qué los tenemos como acusación?”, ha lanzado el abogado.

Sin tener “ni idea” de quién puede haber detrás de Manos Limpias, Molins ha asegurado que quien financia esta participación en el proceso debe tener ciertos intereses aún por descubrir, ante lo cual ha instado a los medios de comunicación a investigar sobre el asunto."



4 - Como Bernad y Pineda siguen sin bajarse de la mula y los medios no parecen especialmente interesados en "investigar sobre el asunto" (entretenidos como están con los Panama Papers), 10 días después Roca destapa el pastel, justo antes de que declaren dos de los pesos pesados, Revenga y Fontao, para desviar la atención y que no nos demos cuenta de cómo se pitorrean en nuestra cara. Y Bernad y Pineda pal trullo, donde no me cabe duda de que recibirán (si no lo han hecho ya) la visita de algún "silenciador", que con amabilidad y buenos modos les convencerá de la conveniencia de ajustarse a la versión oficial de los hechos, por su propio bien y el de sus familias y esas cositas.

Pero bueno, que esto son paranoias mías :cool:
Y nonos olvidemos del pequeño Nicolas mediando con Manos Limpias, cuando lo solto en la tele, Roca se querria morir:dead::dead::dead:
 
Muy acertado ha estado el primo con lo de Verges,

II. La Estrategia de la Ruptura

Antes de empezar a analizar la obra de Vergès, es necesario advertir que estamos ante un intelectual ecléctico en el que conviven fuentes doctrinales muy diversas, que se combinan con diferente intensidad según la época de su vida personal que se analice. De entre estas corrientes, Jonathan Widell, que acaba de publicar una tesis doctoral sobre Vergès[5], destaca las siguientes cuatro: su amor por Francia, su respeto por De Gaulle[6], su comunismo y su lucha a favor del anticolonialismo. Ideas todas ellas difíciles de conjugar si se quieren aplicar en sus más rígidos términos, y que dan una imagen sobre la personalidad compleja de Vergès.

Centrándonos en lo que se ha venido a conocer como La Estrategia de Ruptura, vemos que ésta es una táctica procesal desarrollada por Vergès al hilo de las singulares circunstancias que le tocaron vivir durante los juicios asociados a la Guerra de Argelia, y cuya doctrina sistematizó años después, en 1968, en su libro: "De la stratègie judiciaire".

Nosotros empezaremos nuestro estudio por la sistematización, primero de la obra escrita, para después explicar los hechos históricos judiciales que la originaron.

La primera nota a destacar del libro: "De la stratègie judiciaire", es que se trata de una obra fundamentalmente bolchevique, no solamente por la propia manera de argumentar, sino también por su contenido, siendo continuas las citas a las grandes figuras del panteón comunista: Marx, Lennin, Mao, Che Guevara .. Y teniendo en la obra un peso propio los trabajos del abogado marxista Marcel Willard.

En este libro sobre la estrategia judicial, Vergès contrapone dos tipos de actitudes que un letrado puede adoptar frente al tribunal que debe de juzgarlo: el de la connivencia o el de la ruptura[7].

Según Vergés: "La distinción fundamental que determina el estilo del proceso penal es la actitud del acusado frente al orden público. Si lo acepta, el proceso es posible y constituye un diálogo entre el acusado que se explica y el juez cuyos valores son respetados. Si lo rechaza, el aparato judicial se desintegra, es el proceso de ruptura".

El planteamiento de la estrategia de ruptura es en la obra de Vergès la negación de la autoridad al sistema judicial.

Esta teoría tiene su origen en la carta de Lennin de 19 de enero de 1905 a Elena Stasova y a otros camaradas en Prisión en Moscú, que Willard recoge en su libro "Défense accuse: de Babeuf à Dimitrov[8]", y que Vergès adapta a la nueva coyuntura histórica que a él le toca vivir.

Según Lennin el planteamiento que debía seguirse en la defensa de Elena Stasova y sus camaradas debía de ser el siguiente: (I) No reconocer el derecho de la Corte a juzgar a los acusados y por ende proceder a boicotearla; (II) No participar en los procedimientos judiciales y a tal fin utilizar la figura del abogado con el exclusivo fin de explicar que el Tribunal carece de jurisdicción, siendo éste el argumento único que debe de esgrimirse en el juicio; (III) Utilizar por último el juicio como medio de agitación.

Esta carta motiva el comentario de Willard: "Autodefensa política y subsidiariamente jurídica, nada de defensas personales"[9].

Vergès pone como ejemplos de procesos donde predominó la estrategia de la ruptura: los de Sócrates, el de Luis XVI y el juicio de Leipzig de Gregori Dimitrov en 1933[10].

El reverso de esta Estrategia de Ruptura, es la Estrategia de Connivencia. De acuerdo con Vergès: "la connivencia" hace que en el proceso se compartan entre el acusado y los magistrados destinados a juzgarle los fines políticos del sistema judicial y del poder político. Por el contrario "la ruptura" defiende los objetivos políticos del acusado, desafiando al mismo tiempo el sistema judicial.

Estos dos acercamientos entre el ciudadano y la justicia (la ruptura o la connivencia) reflejan la existencia o la falta de un acuerdo subyacente y tácito entre el sistema judicial y el acusado: "el proceso tiene como función arreglar las contradicciones entre los individuos y las sociedades con el acuerdo, o al menos la aquiescencia, de los propios acusados"[11]

Dado que el éxito del juicio depende de dicha aquiescencia por el acusado, Vergès argumenta que el acusado puede decir "No" a la autoridad del sistema judicial frustrando el fin del proceso.

Por el contrario, lo que normalmente sucede es que el acusado, que no es consciente de que se necesita de su aquiescencia, acaba diciendo "Sí" en contra de su voluntad. Vergès llama a dicho consentimiento otorgado en contra de la voluntad del acusado como una "falsa connivencia" o una "ruptura no reconocida"[12].

En unión a lo anterior, Vergès rescata el concepto de "agitación", tan utilizado en el mundo bolchevique, para darle un nuevo enfoque mientras lo adapta al procedimiento judicial.

Según Vergès, la defensa nunca tiene que olvidar que los tribunales están constituidos por aquellos que detentan el poder, para obtener a través de la práctica judicial un fin político. El sistema judicial es un organismo inherentemente político porque sirve a los intereses del Estado. Esta acción la ejercitan no solamente los fiscales sino también la judicatura[13].

Bajo este planteamiento Vergès estima que el acusado debe exponer en el proceso la causa política subyacente, tanto más cuanto que es la propia política la que determina la legitimidad del tribunal que va a enjuiciarle[14].

Este planteamiento en cierta manera ya había sido adelantado por los bolcheviques, quiénes propugnaban que se utilizasen los juicios contra sus afiliados como medio para expandir las ideas marxistas. Vergès, quien abandonó en 1957 el Partido Comunista Francés por su tibieza a la hora de apoyar el anticolonialismo, no considera que las ideas a expandir en todo juicio debían de ser las comunistas, sino que centra su defensa política en torno a tres puntos: El entusiasmo revolucionario, una llamada al Derecho Internacional Público y una llamada a la opinión pública.

Esta línea es la que se recoge en su libro, "De la stratégie judiciare", y la que desarrollará en la defensa judicial de los argelinos insurgentes contra Francia durante la Guerra de Independencia de Argelia. Vergès manifestó a posteriori, refiriéndose a dichos juicios: "Era consciente de que la condena de los acusados estaba programada dentro del marco estrecho del proceso, pero esta relación de fuerza podía cambiar si entraba en juego la opinión pública internacional. Por lo tanto consideré el pretorio como un campo de batalla que tendría que hacerse público, a fin de que pudiese luchar en situación de igualdad con los jueces"[15].

El caso más paradigmático, en el que se da origen y en el que se provoca la denominada Estrategia de la Ruptura, es el del juicio a la terrorista argelina Djemila Bohuired[16], que era acusada de participar en el atentado terrorista acaecido el 26 de enero de 1957[17] y también de almacenar material explosivo para fines terroristas.

Siguiendo el relato del proceso en las propias palabras de Vergès[18], cuando a él se le asigna el caso en 1957, la primera noticia que tiene de su cliente es que está detenida en un hospital de Argelia y que estaba sufriendo allí mismo, en la propia cama del hospital, torturas por parte de los paracaidistas franceses.

Sin embargo, no se le permite contactar inmediatamente con la detenida, teniendo que esperar hasta más de siete días, a partir de su puesta a disposición judicial, para poder entrevistarse por primera vez con ella.

Bajo estos antecedentes se inicia un proceso, en el cual, según Vergés, el diálogo entre la defensa y los jueces deviene imposible. Para los jueces, Djemila no era más que una asesina y una primate como ellos mismos la denominaban, y el mismo Vergès no era más que un traidor a la patria francesa por defender a una terrorista argelina. Por lo tanto, Vergès se percata que ni los Jueces eran capaces de comprenderles, ni tampoco los abogados de la defensa y los acusados, eran capaces de ponerse en su lugar y de comprender su manera de razonar. El juicio se convierte en palabras de Vergès en un "mitin" por asesinato por parte del Tribunal.

Vergès pone el siguiente ejemplo sobre el imposible diálogo entre la acusada y los magistrados. El juez decía: "Usted es francesa" y la acusada respondía: "No, soy argelina"; el Juez decía: "Usted está acusada de formar parte de una organización para delinquir", y la acusada respondía: "yo soy miembro de una organización de resistencia"; El juez decía: "Vd. ha cometido un asesinato" y la acusada respondía: "He ejecutado a un traidor". Y así hasta el infinito.

A esta situación, hay que unir el hecho de que Jean- Baptise Biaggi, quien apoyaba políticamente a los colonos franceses de Argelia, vino a comunicar a Vergès, que los ultras habían realizado un pacto, quince días antes de celebrarse el juicio, con el Ministro Residente de Francia, Robert Lacoste, para que Djamila fuese ejecutada[19].

Es en ese momento, en el que según Vergès, nace la necesidad de realizar "una defensa de ruptura", donde el objetivo no es por lo tanto el de convencer a los magistrados que iban a decidir el caso, como aconsejaban realizar los abogados de izquierda, sino por el contrario, el objetivo es el de provocar incidentes y escándalos en la sala de vistas que hiciesen que se hablase del juicio en Paris en Londres o en Bruselas.

Uno de los medios de los que se vale Vergès en dicha estrategia, es el de convertir al acusado en acusador a través de la impugnación de la legitimidad del Tribunal para poder juzgar los hechos. Esta contestación, le permite a Vergès al mismo tiempo, presentar a Djemila frente a la opinión pública internacional como el verdadero rostro de la revolución argelina.

Esta estrategia acabó dando sus frutos, si bien no en sede judicial, donde dicho proceso terminó con cinco condenas a muerte, entre ellas la de la propia Djemila, sino en sede política.

Tras haber convertido Vergès el caso de Djemila en un asunto de interés internacional, se pide por parte de la Defensa la gracia al Presidente de la República Francesa. Dicha petición es sostenida en el momento de su presentación por un gran número de personalidades internacionales, entre ellos: Nehru, el Presidente de Jordania, 76 diputados ingleses, y Ho Chi Minh.

Esta campaña judicial-mediática acaba dando sus frutos, y finalmente el Presidente Coty acuerda dicha gracia permutando la condena a muerte por una condena perpetua de trabajos forzados. La condena tampoco será cumplida en su integridad, pues los Acuerdos de Évian de 1962, que pusieron fin a la Guerra de Argelia, incorporaron una serie de medidas de amnistía muy amplias de las que se beneficia la propia Djemila.

Jacques Derrida resume con bastante clarividencia como aplica el propio Vergès su propia doctrina de la ruptura:

"Lo que sería interesante analizar de más de cerca ... es la estrategia de Vergès... La forma en que él litiga. Su estrategia de ruptura... (Vergès) negocia; aún con todo se presenta a sí mismo como un abogado, hace su trabajo de abogado, utiliza todos los recursos de la Ley, mientras que radicalmente contesta la legitimidad de la Ley y todas sus consecuencias: las políticas y el cinismo y la hipocresía política que requieren la aplicación de la Ley, donde por otra parte el mismo se ubica. ¿Hace todo esto en nombre de la ética de la política o de otra clase de ley? Esta es una cuestión muy difícil que, en mi opinión no se puede abordar sin traer al inicio del debate todos los argumentos de nuevo. (...) Encuentro muy fuerte y muy sólido el discurso de Vergès, por muy chocante que pueda aparecer ...".

Bajo dichas circunstancias históricas podemos concluir que a efectos prácticos lo que Vergès denomina Estrategia de Ruptura consistió en lograr que la opinión pública internacional se interesara por sus juicios, simpatizase con sus defendidos; mientras que él mismo alargaba lo máximo posible los procedimientos judiciales hasta que se produjese un cambio político -que sus propios juicios también impulsaban-, que beneficiase a sus clientes en forma de perdón.

El propio Vergès se ufanaba en vida de la efectividad de esta estrategia durante los juicios de Argelia, diciendo que había asistido a decenas personas sin que ninguna de ellas hubiese sido al final ejecutada.
 
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