Entre las fotos pre-operaciones en las que era ella misma, sin artificios, con ese perfil terrible y horrible de nariz aguileña, mentón prominente y surcos y arrugas prematuras por doquier... Entre las fotos donde ya había pasado por quirófano y empieza a estar recauchutada, con bultos con todas partes, deformidades varias y primeros intentos de parecer una quinceañera y la prepotencia a flor de piel... Y entre las actuales, con caras raras, ojos en blanco, más deformidades, más botox, postizos, más mala leche, más intentos de parecer una eterna adolescente, la prepotencia y la frialdad ya asentadas en cada poro de su estirada piel y los efectos de las acelgas y los tranquilizantes varios que se chuta... Les enseño estas fotos a mis hijos y no vuelven a dormir solos y con la luz apagada por las noches hasta los 20