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Y ahora la prosa. Si geniales son las fotos, yo me quedo, de los últimos tiempos, con esta impagable versión de qué es el surrealismo. La pobre mujer oyó campanas del sueño y el inconsciente y se creyó que ser surrealista significa dormir mogollón, osea.
¿En primaria no hablan ya un poco de esto? ¿O es en secundaria? Porque el caso es que ella llegó hasta la universidad. La tiraron, pero llegar llegó, así que hizo secundaria. De una forma surrealista, o sea, durmiendo en clase, por lo que se ve.
Ojo a la Rosa Vúlgara Carla, que también va fina...
"EL SURREALISMO Y EL SUEÑO" EN EL MUSEO THYSSEN-BORNEMISZA. GRACIAS VANITY FAIR
Enviar por correo electrónicoEscribe un blogCompartir con TwitterCompartir con Facebook
El posado surrealista que organizó Vanity Fair
Turbante y abrigo-joya del peletero Miguel Marinero
Zapatos y bolso amarillos flúor de Dior
Museothyssen.org/surrealismo
Tengo que reconocer que soy una auténtica fan del surrealismo en el sentido más amplio de su palabra. Creo que la vida es, gracias a Dios, un puro ejemplo de surrealismo por lo que para mi equivale, paradójicamente, a la realidad más absoluta. Soy una dormilona empedernida. Me encanta dormir y cada noche, sin excepción, me adentro en sueños totalmente ilógicos pero que en el momento hacen toda lógica posible. Dormir es sano, dormir es clave. El sueño es el cargador del alma. En el sueño nuestro subconsciente aflora hasta aquello que hemos creído tapar para siempre.
Me fascina mi mundo onírico y siempre afirmo que yo tengo dos vidas, la real y la de mis sueños, porque ambas las vivo con la misma intensidad. Me encanta la frase que dice: “Despierta, es hora de dormir”. De alguna manera a veces así veo yo a la vida. ¿Qué es real y qué es un sueño?... porque ya lo dijo Calderón de la Barca en su fantástico poema:
¿Qué es la vida? Un frenesí.
¿Qué es la vida? Una ilusión,
una sombra, una ficción,
y el mayor bien es pequeño;
que toda la vida es sueño,
y los sueños, sueños son.
Es exactamente en este minúsculo intervalo entre la realidad y lo onírico donde la exposición del Museo Thyssen enfatiza su poder. El sueño es por tanto el hilo conductor de la exposición. No olvidemos que el surrealismo más que un movimiento artístico es una actitud ante la vida y sus artistas pretendían una revolución de la misma; en su comportamiento. Les parecía que no vivíamos una vida autentica. Estamos totalmente sometidos a convencionalismos religiosos, morales, sociales, las expectativas, la familia y por tanto ellos estaban muy preocupados en expresar las parcelas de libertad que les permitan desarrollar la vida en su esencia. Aquí es precisamente donde entra el papel del sueño ya que en el sueño todo es libre, no hay lógica ni razón. Inestibalidad, transformacionde formas y movimiento, nombres que no corresponden a objetos como hacía Magritte, los colores de Miró, el desprejuicio del gran Dalí…
La meta del surrealismo es derribar las barreras psíquicas y materiales que se interponen entre lo consciente y lo inconsciente, entre el mundo interior y el exterior, para crear una suprarrealidad en la que lo real y lo irreal, la meditación y la acción se encuentren y se mezclen, dominando la vida entera.
El bigote inconfundible de Dalí
Mi hermana Carla con Marina Castaño y Enrique Puras. El tocado de Carla es de Violeta&co
violetaandco.es
Con el diseñador Jorge Acuña. La pareja surrealista por excelencia.
María León, espectacular posando junto al retrato de Sus Majestades los Reyes de España que presiden el Museo.
Con Mónica de Tomás y Jorge Acuña
Con Asis y Cósima
El abrigo joya de alta costura es del peletero Miguel Marinero, con piedras preciosas y perlas bordadas a mano. Los accesorios, bolso y zapatos de pitón amarillos flúor son de Dior. El turbante también es de Miguel Marinero. Un look inspirado en las Zarinas rusas o en mi adorada Lara de la película Dr. Zhivago que tanto me ha inspirado siempre.
Detalles del abrigo joya de Miguel Marinero y anillo de diamantes y azabache vintage.
Con las mejores PR de Conde Nast
Ana Perez-Marina y Elena Giménez.
!Gracias chicas y enhorabuena¡
Con el diseñador Ion Fiz posando para Vanity Fair
Que pena de Vraga¡¡¡ está fatal. Veo muy bien Marinita, la misma cara que el Puras...miméticaY ahora la prosa. Si geniales son las fotos, yo me quedo, de los últimos tiempos, con esta impagable versión de qué es el surrealismo. La pobre mujer oyó campanas del sueño y el inconsciente y se creyó que ser surrealista significa dormir mogollón, osea.
¿En primaria no hablan ya un poco de esto? ¿O es en secundaria? Porque el caso es que ella llegó hasta la universidad. La tiraron, pero llegar llegó, así que hizo secundaria. De una forma surrealista, o sea, durmiendo en clase, por lo que se ve.
Ojo a la Rosa Vúlgara Carla, que también va fina...
"EL SURREALISMO Y EL SUEÑO" EN EL MUSEO THYSSEN-BORNEMISZA. GRACIAS VANITY FAIR
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El posado surrealista que organizó Vanity Fair
Turbante y abrigo-joya del peletero Miguel Marinero
Zapatos y bolso amarillos flúor de Dior
Museothyssen.org/surrealismo
Tengo que reconocer que soy una auténtica fan del surrealismo en el sentido más amplio de su palabra. Creo que la vida es, gracias a Dios, un puro ejemplo de surrealismo por lo que para mi equivale, paradójicamente, a la realidad más absoluta. Soy una dormilona empedernida. Me encanta dormir y cada noche, sin excepción, me adentro en sueños totalmente ilógicos pero que en el momento hacen toda lógica posible. Dormir es sano, dormir es clave. El sueño es el cargador del alma. En el sueño nuestro subconsciente aflora hasta aquello que hemos creído tapar para siempre.
Me fascina mi mundo onírico y siempre afirmo que yo tengo dos vidas, la real y la de mis sueños, porque ambas las vivo con la misma intensidad. Me encanta la frase que dice: “Despierta, es hora de dormir”. De alguna manera a veces así veo yo a la vida. ¿Qué es real y qué es un sueño?... porque ya lo dijo Calderón de la Barca en su fantástico poema:
¿Qué es la vida? Un frenesí.
¿Qué es la vida? Una ilusión,
una sombra, una ficción,
y el mayor bien es pequeño;
que toda la vida es sueño,
y los sueños, sueños son.
Es exactamente en este minúsculo intervalo entre la realidad y lo onírico donde la exposición del Museo Thyssen enfatiza su poder. El sueño es por tanto el hilo conductor de la exposición. No olvidemos que el surrealismo más que un movimiento artístico es una actitud ante la vida y sus artistas pretendían una revolución de la misma; en su comportamiento. Les parecía que no vivíamos una vida autentica. Estamos totalmente sometidos a convencionalismos religiosos, morales, sociales, las expectativas, la familia y por tanto ellos estaban muy preocupados en expresar las parcelas de libertad que les permitan desarrollar la vida en su esencia. Aquí es precisamente donde entra el papel del sueño ya que en el sueño todo es libre, no hay lógica ni razón. Inestibalidad, transformacionde formas y movimiento, nombres que no corresponden a objetos como hacía Magritte, los colores de Miró, el desprejuicio del gran Dalí…
La meta del surrealismo es derribar las barreras psíquicas y materiales que se interponen entre lo consciente y lo inconsciente, entre el mundo interior y el exterior, para crear una suprarrealidad en la que lo real y lo irreal, la meditación y la acción se encuentren y se mezclen, dominando la vida entera.
El bigote inconfundible de Dalí
Mi hermana Carla con Marina Castaño y Enrique Puras. El tocado de Carla es de Violeta&co
violetaandco.es
Con el diseñador Jorge Acuña. La pareja surrealista por excelencia.
María León, espectacular posando junto al retrato de Sus Majestades los Reyes de España que presiden el Museo.
Con Mónica de Tomás y Jorge Acuña
Con Asis y Cósima
El abrigo joya de alta costura es del peletero Miguel Marinero, con piedras preciosas y perlas bordadas a mano. Los accesorios, bolso y zapatos de pitón amarillos flúor son de Dior. El turbante también es de Miguel Marinero. Un look inspirado en las Zarinas rusas o en mi adorada Lara de la película Dr. Zhivago que tanto me ha inspirado siempre.
Detalles del abrigo joya de Miguel Marinero y anillo de diamantes y azabache vintage.
Con las mejores PR de Conde Nast
Ana Perez-Marina y Elena Giménez.
!Gracias chicas y enhorabuena¡
Con el diseñador Ion Fiz posando para Vanity Fair