Beatriz Montañez: del éxito con Wyoming a vivir en el campo con 150 euros al mes: "La soledad es la mejor amiga que he tenido nunca"
La periodista fue durante años una de las presentadoras de El Intermedio y hace mucho tiempo que no se sabía nada de ella
Han pasado cinco años desde que la popular presentadora Beatriz Montañez dejase El Intermedio y aunque su reaparición pública se debe a la promoción del libro que acaba de publicar, han sido sus confesiones sobre su nuevo estilo de vida lo que ha convertido en viral su vuelta a los medios de comunicación.
De hecho, resulta inevitable sorprenderse cuando se la escucha asegurar que se sentía "perdidísima" justo en el momento en el que socialmente se le asociaba a un momento de éxito brutal, como ha confesado durante una entrevista en Hoy por hoy en la Cadena Ser. Quizás, para muchos, la cumbre de su carrera profesional.
Hace un par de años, durante un paseo con amigos, Montañez encontró una casa en ruinas en mitad del bosque. En aquel momento la presentadora se encontraba en una situación difícil que le llevó a pensar: "Ninguna de las opciones me sirve salvo la soledad, que es el camino opuesto a lo que yo quería tomar. Había mucho ruido en mi vida y eso me provocaba mucha inestabilidad. Necesitaba silencio. Quería parar y conocerme más".
La escritora, que en 2018 consiguió ganar un premio Goya como guionista del documental Muchos hijos, un mono y un castillo, se puso el mundo por montera, consiguió permiso para habitar esa casa, instaló un equipo fotovoltaico que le permitiese tener electricidad, comenzó a surtirse de agua en un pozo cercano y cambió sus hábitos de vida para dedicarse a escribir. "El primer año que viví allí decidí hacerme vegana porque me parecía que era incoherente estar en mi familia rodeada de animales y luego comérmelos. Como legumbres, semillas, verduras frescas y raíces, como María Teresa de Calcuta".
La vida de la periodista está basada en la austeridad y, tal y como ella reconoce, actualmente no gasta más de "100 o 150 euros al mes". Un gasto que se debe casi en su totalidad al precio de la comida que compra, y que resulta muy reducido si se compara con el precio de la alimentación omnívora en el trajín de la civilización que Beatriz ha querido dejar atrás.
De esta experiencia ha nacido Niadela, el libro en el que cuenta cómo fue su primer año alejada de todas las comodidades de la que había sido su vida anterior. "La soledad es, ha sido y será la mejor amiga que he tenido nunca. Este tiempo en soledad me ha hecho mucho más sensible y más receptiva con todo lo que me rodea: sonidos, la belleza, la música, las personas".
Al cambiar de vida, Beatriz Montañez no ha perdido el contacto con su entorno, pero sí lo ha limitado mucho a pesar de que el contacto con otras personas es lo que más añora. "Cada cinco o seis meses salgo de ahí, pero para mí es suficiente; voy a Madrid, al teatro, al cine, veo a mis amigos y les abrazo, porque el contacto con otra piel es lo que más echo de menos".
