BARCOS: historia y actualidad (a vapor, turísticos, de pasajeros, de carga, de guerra, deportivos)

El misterio del pesquero Montrove llega a 'Cuarto Milenio'

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cuatro.com

22/04/201302:16 h.
Veintinueve años han pasado desde que el pesquero Montrove zarpara del puerto de Las Palmas rumbo al banco sahariano y del que nunca más se supo, desapareciendo sin dejar rastro. Tras peinar el mar, e intentar descubrir qué había pasado, se pensó en un secuestro. Pero finalmente el informe oficial dictaminó que al Montrove se lo tragó el mar tras ser arrollado. ¿Pero qué pasó realmente?

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La desaparición del pesquero aún sigue en la mente de que aquellos que lo vivieron en primera persona. "Nunca nos explicaron realmente lo que pasó. Para mí, mi hermano no está muerto" nos ha contado Mercedes Pastoriza, hermana de uno de los desaparecidos. Mientras que para Juan José Martín, patrón de barco pesquero, no entiende como desaparecieron sin más: "Es muy raro que no se pusieran en contacto por radio o que no hicieran nada".

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José Manuel Muñiz, presidente de la Asociación Española de Titulados Náutico-Pesquera, investigo sin éxito la tragedia del Montrove: “Pasarán los años y las generaciones, desgraciadamente, se olvidarán de este caso”. Además, en la tertulia ha relatado las sensaciones que vivió mientras investigaba la tragedia del Montrove: “Estuve cerca de esa angustia terrible. Cuando no tienes una noticia, se pasa mal.”
Por su parte, Elías Meana, Oficial Radioelectrónico de la Marina Mercante, nos ha contado en la tertulia como en su época había muchos sucesos que relacionaban la desaparición o enfrentamientos entre el Frente Polisario y los pesqueros españoles. ¿Pudo ser esa la causa de la desaparición del Montrove? En un principio fue una de las hipótesis que se barajaron.

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El misterio del Montrove
Posted by jonkepa en abril 22, 2013


Pruebas de mar del pesquero “Montrove” (10/10/1964). desde http://fenecom.blogspot.com.es

Se cumplirán este verano veintinueve años de uno de los sucesos más trágicos y enigmáticos de la historia de la navegación: la desaparición del congelador gallego Montrove en aguas del banco canario-saharaui. El Montrove partió del puerto de Las Palmas el 19 de julio de 1984, con catorce tripulantes gallegos y dos marroquíes a bordo, y con los tanques llenos de combustible para una larga marea de dos meses. El tiempo era bueno y los barcos que lo avistaron, como el Borneira, no notaron nada extraño. El último contacto visual confirmado fue con otro pesquero, el Mar Rojo, ese mismo día y al sur de Gando, la pequeña península de la isla de Gran Canaria donde se ubica el aeropuerto homónimo. El Mar Rojo, que navegaba a mayor velocidad, lo dejó atrás por la aleta de babor. Desde entonces, nadie más vio al Montrove ni supo de él. La pieza de repuesto que llevaba para el Porlamar no llegó a entregarse. La radiobaliza con la que iba equipado no se disparó, y el nerviosismo comenzó a cundir entre las familias cuando el 10 de agosto, a raíz del hundimiento en la misma zona del sardinero onubense Islamar III, los intentos de contactar con el barco, que llevaba veinte días sin dar señales de vida, resultaron infructuosos. El Montrove había desaparecido. Para siempre. Pocas veces el mar ha sido tan cruel y determinante. No se encontró un solo cadáver, un solo vestigio, un mísero salvavidas a la deriva que diera pie a una desesperada explicación, por frágil que fuera, para semejante desgracia. Por no dejar, el Montrove no dejó siquiera un rastro de gasoil, la sangre de los naufragios modernos. Nada. Trescientos barcos y aviones de la Fuerza Aérea rastrearon la zona durante meses, sin éxito. La Moncloa, ocupada entonces por Felipe González, ordenó una investigación exhaustiva en medio de intensos rumores, que después se revelarían infundados, sobre un posible secuestro del Frente Polisario o la implicación del barco en actividades ilegales. Agentes del CESID se desplazaron a varios países africanos, e incluso, un año después, según algunas fuentes periodísticas, veraneaban en Bueu, la localidad de donde era la mayoría de la tripulación, a la búsqueda de pistas que nunca hallaron. El programa Onda Pesquera, en un ejercicio de delirio informativo, llegó a asegurar que el Montrove había estado cargando armas en unas grutas próximas al puerto argelino de Beni Saf, y algunas viudas, en una muestra de desesperación que hizo las delicias del periodismo mágico madrileño, se aferraron a las visiones de las meigas, que situaban al barco “en una isla grande, con negros”. Fue también célebre, tras meses de búsqueda, la pregunta de un alto cargo de la Administración central a los familiares, sobre si el Montrove era “de hierro o de madera”. Meigas, tristeza y soledad. Eso fue lo único que dejó tras de sí el Montrove. Veinticinco años después, los augures esotéricos han caído en el olvido, pero la tristeza y la soledad, y el desconcierto que acompaña a toda tragedia inexplicada, continúan latentes a pesar del tiempo transcurrido.

Faro de Vigo (fechas actualizadas)

Ver video

El Gobierno español sospecha que el pesquero gallego Montrove desaparecido misteriosamente hace un año (ya 29) en el banco sahariano, haya sido transformado en su estructura de casco y esté siendo utilizado, bajo pabellón extranjero, para actividades que se desconocen probablemente ilegales. Esta es una de las hipótesis a las que han llegado expertos policiales españoles, tras una minuciosa investigación encargada directamente por la Presidencia del Gobierno, según manifestó a este periódico el delegado gubernamental en Canarias Eligio Hernández.

La investigación, que aún no ha sido cerrada, lleva a la conclusión de que pierde consistencia la hipótesis, hasta ahora barajada, de un supuesto abordaje o hundimiento del buque. Todas estas revelaciones serán remitidas a modo de informe policial el próximo día 20 de septiembre al presidente del Gobierno, Felipe González, que sigue de forma muy personal este caso.El 19 de julio de 1984, una tripulación compuesta por 14 españoles y dos marroquíes partía del puerto de Las Palmas con destino al banco de pesca sahariano. Pasaron 27 días hasta, que el armador Luis Paz Casal comunicó la desaparición del Montrove. A pesar de desconocer el paradero del barco y de la tripulación, la Mutua de Previsión de Riesgo Marítimo pagó el importe total del seguro.

El armador Luis Paz cobró, el 25 de enero de 1984, 49 millones de pesetas de los 56 millones por los que estaba asegurada la embarcación. Según fuentes del Instituto Social de la Marina, entidad a la que pertenece la compañía aseguradora, “si el barco, apareciese ahora pasaría a ser de esta casa”. El Gobierno aceleró los trámites para conceder las pensiones de viudedad a las mujeres de los tripulantes, a pesar de que no existe confirmación de sus muertes. Hasta el 18 de julio de este año, según informaron fuentes del Instituto Social de la Marina, se han entregado a los familiares unos 18 millones de pesetas.

Todavía no han aparecido ni el más mínimo resto del Montrove ni pistas sobre los tripulantes. En opinión de las diversas fuentes consultadas, parece improbable que, en caso de que el pesquero hubiera naufragado, no se encontrara ni un solo rastro de la embarcación. Ninguno de los 300 barcos y aviones de la Fuerza Aérea que participaron en la operación de búsqueda del Montrove avistaron vestigios de éste, ni siquiera residuos dé gasóleo.

La tesis del hundimiento, fuera por abordaje o por pérdida del equilibrio de la embarcación, pierde aún más consistencia por el hecho de que el barco iba provisto de un equipo electrónico que hubiera emitido señales en caso de naufragio. Sólo sería probable la hipótesis de hundimiento, según expertos de la Dirección General de la Marina Mercante, si el pesquero hubiera detectado un importante banco de pesca y, para no alertar de su situación a otros barcos, hubiera desconectado ese sistema de socorro. Al mismo tiempo, el Instituto Meteorológico indica que en los días en que se produjo la desaparición del Montrove las condiciones en el mar fueron normales.

Los ministerios de Asuntos Exteriores y de Defensa, después de numerosas gestiones diplomáticas con Marruecos, Mauritania, Senegal y Gabón, no han podido confirmar la sospecha, que se barajó al principio, de que el barco hubiera sido apresado. Ninguno de estos países tuvo noticias del Montrove, según las afirmaciones oficiales que enviaron al Gobierno español.

En algún país africano

Varios expertos que han participado en la elaboración del informe interministerial sobre la desaparición del pesquero coinciden en afirmar que la única posibilidad es que el Montrove se encuentre en algún país africano al sur de Cabo Verde. Según estas fuentes, “cualquier cosa puede suceder en estos países sin que se enteren las autoridades”.

Esta hipótesis coincide con las últimas investigaciones ordenadas por la Presidencia del Gobierno, en el sentido de que el barco pueda haber sido transformado sin conocimiento de las autoridades africanas y estar realizando actividades distintas a las pesqueras.

En el caso de que esto fuera así, lo más probable es que los tripulantes pudieran haber sido secuestrados o asesinados, dado que ninguno de ellos se ha puesto en contacto con sus familias.

Cuatro policías adscritos a la Jefatura de Canarias investigan desde hace tres meses en las islas y en Galicia sobre el caso Montrove. Actualmente se encuentran veraneando en Bueu, lugar donde reside parte de las familias de los tripulantes y el armador del barco, Luis Paz. El informe estará concluido a finales de este mes.

Por “sugerencias superiores el ministro de la Presidencia, Javier Moscoso, ordenó al delegado gubernamental en Canarias, Eligio Hernández, que iniciara una amplia investigación sobre la misteriosa desaparición.

Al parecer, hace algunos meses, especialistas del Centro Superior de Información de la Defensa (CESID) se desplazaron a varios países africanos para estudiar las pistas del caso Montrove. Hasta ahora se desconoce el resultado concreto de estas investigaciones, aunque han circulado informaciones en las que el CESID vinculaba al barco con el tráfico de armas u otro tipo de actividades ilegales.

La Administración todavía no ha cerrado el caso. La Dirección General de Marina Mercante no ha borrado de la lista de pesqueros al Montrove. El presidente de la Asociación Española de Titulados Náuticos Pesqueros, José Manuel Muñiz, declaró a este periódico que, tras seguir desde el principio la desaparición del Montrove, piensa que “lo más probable es que el barco se haya hundido”.

Así nos informaban desde El País

El caso es que a día de hoy 22 de abril de 2.013 sigue sin haber ni un solo indicio de lo que pasó.

Características del pesquero Montrove:

Tipo de buque: Pesquero
Casco: Acero
Armador: Miguel Torres
Arqueo bruto, en toneladas: 243,00
Peso muerto, en toneladas: 111,30
Eslora, en metros: 33,13
Manga, en metros: 6,85
Puntal, en metros: 3,90
Propulsor: Motor
Potencia HP: 800
Fecha, de contrato: 2 febrero de 1963
Fecha, puesta en quilla: 30 marzo de 1964
Fecha, de botadura: 14 julio de 1964
Fecha, de pruebas: 30 octubre de 1964
Fecha, de entrega: 30 octubre de 1964
 
Detalles de la cubierta principal




Terminamos el estudio del casco con dos planos del navío Montañés que se conservan en el Museo Naval de Madrid.



La primera de ellas es el navío a vista de pájaro :


Navío Montañés, de dos puentes y 74 cañones, botado en El Ferrol en 1794. Diseño de Julián Martín de Retamosa.




Esta segunda imagen es una sección horizontal de la toldilla y de la cubierta, donde he señalado algunas partes de una y otra. Es imprescindible pulsar en la imagen para aumentarla y poder ver el plano con detalle.

Algunas de las denominaciones insertadas en el plano del Montañés ya se han explicado anteriormente a lo largo del estudio del casco. Terminaremos aquí con nuevas definiciones y, finalmente, veremos detalles en imágenes de diferentes maquetas.



ALCÁZAR : espacio comprendido entre el palo mayor y la toldilla. Si no hay toldilla, hasta la popa. El alcázar es el lugar donde habitualmente están el capitán y los más altos oficiales durante los combates.

CASTILLO : zona de la cubierta principal normalmente comprendida entre el combés y la proa. Llamar castillo a esta zona es una herencia de las denominaciones en los antiguos buques medievales donde la zona delantera tenía una elevación sobre la cubierta y, a veces, sus parapetos presentaban aspecto de almenas de castillos.

PASAMANOS : espacio estrecho junto a la borda que une el alcázar con el castillo.

GALERÍA : balcones de popa del navío, rematados con los llamados jardines.

MASCARÓN : escultura de madera colocada como adorno en el tajamar por debajo del bauprés.

CAMPANA : todos sabemos que una campana es un instrumento metálico sonoro en forma de copa invertida, cuyo sonido se emite al ser golpeada por un martillo o pieza similar, pero ... ¿qué hace una campana en un barco? Pues la campana, normalmente de bronce, es un símbolo del navío, que lleva su nombre, y además es un elemento de la vida marinera a bordo, porque es usada para diversas funciones, como llamar a la marinería a cubierta a escuchar una arenga del capitan, o para dar órdenes y señales de maniobra con sus repiques, por ejemplo en la niebla, o para avisar de la aparición cercana de un navío enemigo, o para hacer honores militares.


PESCANTE : especie de grua usada para izar y arriar botes o pesos. Hay pescantes a babor y estribor.

SERVIOLA : pescante muy robusto que sirve para izar, arriar y trincar (sujetar fuertemente) el ancla.

BEQUE : retrete.

CABRESTANTE : aparato destinado a cobrar cabos o maromas (tirar y recoger cuerdas) en faenas de fuerza como levar anclas, izar botes o mover grandes pesos. El cabrestante es un torno de eje vertical, es decir, una especie de rodillo giratorio; el giro se produce por la fuerza aplicada a unas barras: el cabo que se cobra se va enrollando en el torno, provocando el movimiento de la carga sujeta al extremo de dicho cabo.


BITÁCORA : con este vocablo podemos referirnos a dos cosas. La primera, el libro (cuaderno de bitácora) donde se anotan todas las incidencias de la navegación (rumbos, maniobras, singladuras, cambios climatológicos, etc.). La segunda, pequeña estructura o armario fijado a la cubierta por delante de la rueda del timón en el que se instala el compás magnético, es decir, la brújula, también llamada aguja de marear.

MESA DE GUARNICIÓN : plataformas ubicadas a babor y estribor en las que se afirma el conjunto de obenques (cabos gruesos) que sujetan cada palo. Por eso hay mesas de guarnición del mesana, del mayor y del trinquete.







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1.- Bitácora y rueda del timón. En esta maqueta aún no se ha colocado la toldilla, lo que nos permite ver la distribución de los camarotes de oficiales. El maquetista, Javier Escudero Cuervas-Mons, ha colocado para la foto una de las pequeñas piezas de artillería que irán en la borda de la toldilla.



2.- Combés, campana y cabrestante en una estupenda maqueta, aún en construcción, del navío San Juan Nepomuceno, obra del maquetista José Rodríguez. En el combés observamos las lanchas ya estibadas, una encima de otra, enjaretados a ambos lados y una escalera para bajar a la cubierta inferior. Al cabrestante del castillo de proa, que vemos tras la campana, se le colocarán posteriormente los brazos necesarios para efectuar los giros que enrollarán los cabos.



3.- Mascarón de proa, correctamente colocado en el tajamar y bajo el bauprés (palo inclinado de proa). Se trata de una de las muchas maquetas que se han realizado del navío Santísima Trinidad. El mascarón, un león rampante, es el característico de dicho navío.



4.- Pasamanos y combés en una magnífica maqueta del navío Montañés, obra de Salvador Pallarés. Vemos en primer término, en el pasamanos y a lo largo de la borda, una especie de "barandilla" de doble malla; esta "barandilla" se denomina BATAYOLA y en ella se colocaban los coys (hamacas) enrollados. Así, encajados y apretados, formando una especie de colchón continuo, los coys ofrecían cierta protección contra la fusilería enemiga en caso de combate. Las lanchas aún no están estibadas, sino que están sostenidas aún por cabos, lo que nos permite ver bajo ellas el cabrestante del combés. Vemos también parte del palo mayor y del alcázar, con enjaretados en la cubierta, así como la mesa de guarnición de estribor del palo mayor.



5.- Vista general de la maqueta del navío Montañés, de Salvador Pallarés. Vemos el costado del navío pintado con los colores reglamentarios (bandas negras y amarillas). Podemos ver detalles como parte del palo trinquete, el castillo de proa, el cabrestante del castillo, los cañones o las mesas de guarnición de babor de los palos trinquete y mayor. También se observan anclas, una de ellas, la que está más a proa, colocada en su lugar y suspendida de la serviola. Al fondo, el alcázar y parte de la toldilla.



6.- Otra vista general del navío Montañés, espléndida maqueta de Salvador Pallarés. Además de toda la cubierta, vemos casi completos los tres palos y en el costado de babor observamos las correspondientes mesas de guarnición. En la toldilla, en el centro de la misma, una pequeña construcción que alberga camarotes de pilotos. En popa, galería y jardines. La bandera es la reglamentaria en la época del navío: se trata de la bandera de la Real Armada cuando todavía no era la bandera de España (al respecto, se puede consultar El pabellón de la Armada, en esta misma página web).

https://singladuras.jimdo.com/navíos-y-navegación/nomenclatura-básica/casco-las-cubiertas/
 
El misterio del Montrove
Posted by jonkepa en abril 22, 2013


Pruebas de mar del pesquero “Montrove” (10/10/1964). desde http://fenecom.blogspot.com.es

Se cumplirán este verano veintinueve años de uno de los sucesos más trágicos y enigmáticos de la historia de la navegación: la desaparición del congelador gallego Montrove en aguas del banco canario-saharaui. El Montrove partió del puerto de Las Palmas el 19 de julio de 1984, con catorce tripulantes gallegos y dos marroquíes a bordo, y con los tanques llenos de combustible para una larga marea de dos meses. El tiempo era bueno y los barcos que lo avistaron, como el Borneira, no notaron nada extraño. El último contacto visual confirmado fue con otro pesquero, el Mar Rojo, ese mismo día y al sur de Gando, la pequeña península de la isla de Gran Canaria donde se ubica el aeropuerto homónimo. El Mar Rojo, que navegaba a mayor velocidad, lo dejó atrás por la aleta de babor. Desde entonces, nadie más vio al Montrove ni supo de él. La pieza de repuesto que llevaba para el Porlamar no llegó a entregarse. La radiobaliza con la que iba equipado no se disparó, y el nerviosismo comenzó a cundir entre las familias cuando el 10 de agosto, a raíz del hundimiento en la misma zona del sardinero onubense Islamar III, los intentos de contactar con el barco, que llevaba veinte días sin dar señales de vida, resultaron infructuosos. El Montrove había desaparecido. Para siempre. Pocas veces el mar ha sido tan cruel y determinante. No se encontró un solo cadáver, un solo vestigio, un mísero salvavidas a la deriva que diera pie a una desesperada explicación, por frágil que fuera, para semejante desgracia. Por no dejar, el Montrove no dejó siquiera un rastro de gasoil, la sangre de los naufragios modernos. Nada. Trescientos barcos y aviones de la Fuerza Aérea rastrearon la zona durante meses, sin éxito. La Moncloa, ocupada entonces por Felipe González, ordenó una investigación exhaustiva en medio de intensos rumores, que después se revelarían infundados, sobre un posible secuestro del Frente Polisario o la implicación del barco en actividades ilegales. Agentes del CESID se desplazaron a varios países africanos, e incluso, un año después, según algunas fuentes periodísticas, veraneaban en Bueu, la localidad de donde era la mayoría de la tripulación, a la búsqueda de pistas que nunca hallaron. El programa Onda Pesquera, en un ejercicio de delirio informativo, llegó a asegurar que el Montrove había estado cargando armas en unas grutas próximas al puerto argelino de Beni Saf, y algunas viudas, en una muestra de desesperación que hizo las delicias del periodismo mágico madrileño, se aferraron a las visiones de las meigas, que situaban al barco “en una isla grande, con negros”. Fue también célebre, tras meses de búsqueda, la pregunta de un alto cargo de la Administración central a los familiares, sobre si el Montrove era “de hierro o de madera”. Meigas, tristeza y soledad. Eso fue lo único que dejó tras de sí el Montrove. Veinticinco años después, los augures esotéricos han caído en el olvido, pero la tristeza y la soledad, y el desconcierto que acompaña a toda tragedia inexplicada, continúan latentes a pesar del tiempo transcurrido.

Faro de Vigo (fechas actualizadas)

Ver video

El Gobierno español sospecha que el pesquero gallego Montrove desaparecido misteriosamente hace un año (ya 29) en el banco sahariano, haya sido transformado en su estructura de casco y esté siendo utilizado, bajo pabellón extranjero, para actividades que se desconocen probablemente ilegales. Esta es una de las hipótesis a las que han llegado expertos policiales españoles, tras una minuciosa investigación encargada directamente por la Presidencia del Gobierno, según manifestó a este periódico el delegado gubernamental en Canarias Eligio Hernández.

La investigación, que aún no ha sido cerrada, lleva a la conclusión de que pierde consistencia la hipótesis, hasta ahora barajada, de un supuesto abordaje o hundimiento del buque. Todas estas revelaciones serán remitidas a modo de informe policial el próximo día 20 de septiembre al presidente del Gobierno, Felipe González, que sigue de forma muy personal este caso.El 19 de julio de 1984, una tripulación compuesta por 14 españoles y dos marroquíes partía del puerto de Las Palmas con destino al banco de pesca sahariano. Pasaron 27 días hasta, que el armador Luis Paz Casal comunicó la desaparición del Montrove. A pesar de desconocer el paradero del barco y de la tripulación, la Mutua de Previsión de Riesgo Marítimo pagó el importe total del seguro.

El armador Luis Paz cobró, el 25 de enero de 1984, 49 millones de pesetas de los 56 millones por los que estaba asegurada la embarcación. Según fuentes del Instituto Social de la Marina, entidad a la que pertenece la compañía aseguradora, “si el barco, apareciese ahora pasaría a ser de esta casa”. El Gobierno aceleró los trámites para conceder las pensiones de viudedad a las mujeres de los tripulantes, a pesar de que no existe confirmación de sus muertes. Hasta el 18 de julio de este año, según informaron fuentes del Instituto Social de la Marina, se han entregado a los familiares unos 18 millones de pesetas.

Todavía no han aparecido ni el más mínimo resto del Montrove ni pistas sobre los tripulantes. En opinión de las diversas fuentes consultadas, parece improbable que, en caso de que el pesquero hubiera naufragado, no se encontrara ni un solo rastro de la embarcación. Ninguno de los 300 barcos y aviones de la Fuerza Aérea que participaron en la operación de búsqueda del Montrove avistaron vestigios de éste, ni siquiera residuos dé gasóleo.

La tesis del hundimiento, fuera por abordaje o por pérdida del equilibrio de la embarcación, pierde aún más consistencia por el hecho de que el barco iba provisto de un equipo electrónico que hubiera emitido señales en caso de naufragio. Sólo sería probable la hipótesis de hundimiento, según expertos de la Dirección General de la Marina Mercante, si el pesquero hubiera detectado un importante banco de pesca y, para no alertar de su situación a otros barcos, hubiera desconectado ese sistema de socorro. Al mismo tiempo, el Instituto Meteorológico indica que en los días en que se produjo la desaparición del Montrove las condiciones en el mar fueron normales.

Los ministerios de Asuntos Exteriores y de Defensa, después de numerosas gestiones diplomáticas con Marruecos, Mauritania, Senegal y Gabón, no han podido confirmar la sospecha, que se barajó al principio, de que el barco hubiera sido apresado. Ninguno de estos países tuvo noticias del Montrove, según las afirmaciones oficiales que enviaron al Gobierno español.

En algún país africano

Varios expertos que han participado en la elaboración del informe interministerial sobre la desaparición del pesquero coinciden en afirmar que la única posibilidad es que el Montrove se encuentre en algún país africano al sur de Cabo Verde. Según estas fuentes, “cualquier cosa puede suceder en estos países sin que se enteren las autoridades”.

Esta hipótesis coincide con las últimas investigaciones ordenadas por la Presidencia del Gobierno, en el sentido de que el barco pueda haber sido transformado sin conocimiento de las autoridades africanas y estar realizando actividades distintas a las pesqueras.

En el caso de que esto fuera así, lo más probable es que los tripulantes pudieran haber sido secuestrados o asesinados, dado que ninguno de ellos se ha puesto en contacto con sus familias.

Cuatro policías adscritos a la Jefatura de Canarias investigan desde hace tres meses en las islas y en Galicia sobre el caso Montrove. Actualmente se encuentran veraneando en Bueu, lugar donde reside parte de las familias de los tripulantes y el armador del barco, Luis Paz. El informe estará concluido a finales de este mes.

Por “sugerencias superiores el ministro de la Presidencia, Javier Moscoso, ordenó al delegado gubernamental en Canarias, Eligio Hernández, que iniciara una amplia investigación sobre la misteriosa desaparición.

Al parecer, hace algunos meses, especialistas del Centro Superior de Información de la Defensa (CESID) se desplazaron a varios países africanos para estudiar las pistas del caso Montrove. Hasta ahora se desconoce el resultado concreto de estas investigaciones, aunque han circulado informaciones en las que el CESID vinculaba al barco con el tráfico de armas u otro tipo de actividades ilegales.

La Administración todavía no ha cerrado el caso. La Dirección General de Marina Mercante no ha borrado de la lista de pesqueros al Montrove. El presidente de la Asociación Española de Titulados Náuticos Pesqueros, José Manuel Muñiz, declaró a este periódico que, tras seguir desde el principio la desaparición del Montrove, piensa que “lo más probable es que el barco se haya hundido”.

Así nos informaban desde El País

El caso es que a día de hoy 22 de abril de 2.013 sigue sin haber ni un solo indicio de lo que pasó.

Características del pesquero Montrove:

Tipo de buque: Pesquero
Casco: Acero
Armador: Miguel Torres
Arqueo bruto, en toneladas: 243,00
Peso muerto, en toneladas: 111,30
Eslora, en metros: 33,13
Manga, en metros: 6,85
Puntal, en metros: 3,90
Propulsor: Motor
Potencia HP: 800
Fecha, de contrato: 2 febrero de 1963
Fecha, puesta en quilla: 30 marzo de 1964
Fecha, de botadura: 14 julio de 1964
Fecha, de pruebas: 30 octubre de 1964
Fecha, de entrega: 30 octubre de 1964
Gracias compañero Franfei por el aporte de estos casos enigmáticos, misteriosos. Llevas con absoluta soltura el ángulo "paranormal" dle hilo. Muchas gracias por tu maestría!
 
Gracias compañero Franfei por el aporte de estos casos enigmáticos, misteriosos. Llevas con absoluta soltura el ángulo "paranormal" dle hilo. Muchas gracias por tu maestría!
GRACIAS A TI, COMPAÑERA @Coti7495 , POR OBSEQUIARNOS CON ESTE HILO QUE TANTO DARA QUE HABLAR.-
SI, ME GUSTA EL MISTERIO, PARECE SER QUE A LOS SERVICIOS DE INTELIGENCIA ESPAÑOLES TAMBIEN, DE FORMA QUE COMO VERÁS NO SOY EL UNICO, AUNQUE NUESTROS ÉXITOS ANDAN APROXIMADOS POR DESGRACIA PARA ELLOS.- UN GRAN ABRAZO.-
 
El barco de vela más bonito del mundo
Por
Juan Suárez
-
17 agosto, 2015



El ‘Creole’ tiene 65 metros de eslora y tres palos y mil metros de vela.
En 1926 el millonario americano Alec Cochran decidió construir el barco de vela más bonito del mundo con la idea de tener un velero rápido con el mínimo de tripulación posible. Nicholson desarrolló una goleta vanguardista y exuberante de madera capaz de navegar como una silueta sobre el mar.


Foto aérea del ‘Creole’ con los mil metros de vela desplegados al viento.
El magnate Cochran quedó impresionado por la dimensiones del barco y pidió que se redujera la altura y envergadura. Lanzado como ‘Vira’, en 1927, la goleta salió a navegar por el Mediterráneo pero al no tener la configuración original el barco era muy pesado y reaccionaba mal al oleaje.
Cambio de dueño pasando a Maurice Pope, miembro del escuadrón real, y pasó a llamarse ‘Creole’. La goleta se restauró en 1937 según el diseño original de Nicholson y participó en muchas regatas. Después con la Segunda Guerra Mundial en 1939 fue abandonado. En 1947, el ‘Creole’ fue recuperado por el constructor de barcos griego Stavros Niarchos y lo llevó a Alemania para restaurarlo, hizo de nuevo cambios ampliando el salón y decorándolo con murales de Dalí, dotándolo de aire acondicionado especial con obras de Cezanne, Renoir, Van Gogh y Degas.


Detalles de la madera y utensilios originales.
Era un hombre meticuloso y Niarchos quería que la tripulación navegara con el barco a la perfección. Pasaba mucho tiempo a bordo, vivía y trabajaba allí pero después de la muerte de su esposa perdió el interés por la embarcación. En 1977 el gobierno danés adquirió el ‘Creole’ para su escuela de navegación, posteriormente se usó para rehabilitación de jóvenes adictos a las drogas y, en cinco años, el barco estaba arruinado.
Tras muchos años de infortunio, el ‘Creole’ encontró un final feliz cuando lo adquirió Maurizio Gucci en 1983, quien se interesó mucho por la historia del velero, lo restauró y modernizó respetando el pasado. La restauración fue un éxito y la actual instalación global del barco es preciosa. La cubierta principal muestra varios techos, dispone de cuatro lujosos camarotes con lujoso cuarto de baño incorporado, un salón, un comedor principal interior y otros en cubierta, cocina, baños y camarotes para una tripulación de 23 marineros, más capitán y cocineros.

El ‘Creole’ es una maravilla flotante sobre el mar, una barco hecho totalmente de madera, único en su genero capaz de navegar silueteando el mar y el viento con sus tres impresionantes mástiles que pueden desplegar cerca de mil metros de vela. Todo se hace a mano y de forma artesanal por lo que los 23 tripulantes necesitan una hora y media para desplegar todo el velamen.
Allegra Gucci, su actual propietaria, ha heredado de su padre Maurizo el amor por el mar, la navegación y el mimo y cuidado por este majestuoso velero que mantiene todos sus enseres, velas, herramientas y accesorios de navegación originales y está en un estado de conservación impecable, lo que hace una auténtica delicia navegar o disfrutar de una comida o cena a bordo de esta embarcación antigua e irrepetible.

«NO HAY NADA MÁS BONITO QUE EL ESPECTÁCULO DE VER AL ‘CREOLE’ NAVEGANDO LOS MARES. NECESITAMOS UNA HORA U HORA Y MEDIA PARA DESPLEGAR VELAS, YA QUE SE HACE TODO A MANO, CON EL GRAN TRABAJO DE NUESTROS MARINEROS».


Allegra Gucci en la proa del barco en la que ve el mítico nombre de la nave.
Nada más subir a la cubierta del ‘Creole’ llama poderosamente la atención el impecable estado de conservación de la nave. Algo que se consigue, según Allegra: «Gracias al amor y la dedicación que se le da al barco. Tiene 90 años y está en buen estado por el trabajo minucioso y laborioso de mantener toda la madera. Es un velero único e irrepetible en el mundo por su línea y esplendor, si se quisiera hacer uno igual hoy día no se podría hacer porque esta madera no está disponible para hacer un barco. No se puede hacer una réplica» En el ‘Creole’ se respira un ambiente particular. «La energía que se respira a bordo es como en casa porque este barco tiene su propio corazón y alma», señala Gucci.

https://mas.diariodeibiza.es/nautica/mar/creole-leyenda-del-viento-navega-mar-pitiuso/
 

Espectacular vista aérea del velero con los tres palos cargados de viento.

Allegra Gucci, actual propietaria del velero.

Detalles de la madera.

Vista del salón principal del barco con cuadros de la época.

Detalle de una de las confortables estancias.

Detalle del camarote principal con despacho.
El ‘Creole’ es una maravilla flotante sobre el mar, una barco hecho totalmente de madera,

https://mas.diariodeibiza.es/nautica/mar/creole-leyenda-del-viento-navega-mar-pitiuso/
 


Maltese Falcon - Perini Navi

Es un velero construido por el astillero italiano Perini Navi. Sus proporciones son colosales, dispone de 88 metros de eslora y 12,6 de manga. En su superficie se alza tres mástiles y quince velas. El Halcon Maltespuede alojar a 12 huéspedes y cuenta con seis cabinas independientes. Este velero tiene un gimnasio, un pequeño submarino y un barco motorizado. Su velocidad máxima es de 24,9 nudos. El precio de esta joya es de 128 millones de euros.
https://www.abc.es/summum/motor/abci-veleros-mas-exclusivos-mundo-201708111411_noticia.html
 


Sailing Yacht A

Un velero diseñado por el uno de los diseñadores de muebles más conocidos del mundo, el francés Philippe Stark. Se trata de uno de los veleros privados más grandes del mundo, 143 metros de eslora (más grande que un campo de futbol), 25 metros de manga y tiene una quilla de 8 metros de largo.

Este palacio flotante pertenece al empresario ruso Andrey Melnichenko y no solo presume de dimensiones. Dispone de ocho cubiertas y tres mástiles gigantes, en la parte superior de uno de ellos Melnichenko se ha construido una habitación. Por supuesto cuenta con varios jacuzzis, helipuerto, cristales antibalas, una capsula motorizada de escape de emergencia, apertura de puertas mediante huellas dactilares, sensores de movimiento y circuito cerrado de televisión, varias piscinas, habitaciones de lujo, varios salones, etc.

Este velero alcanza una velocidad de 22 nudos y está construido con fibra de carbono, acero y un compuesto ligero de materiales. Tiene capacidad para veinte personas y casi medio centenar de tripulación. El precio de esta embarcación ronda los 450 millones de euros.

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Resuelto el misterio del ‘Sam Ratulangi’, el barco fantasma que ha encallado en Myanmar
El buque, de 177 metros de eslora, no tenía tripulación ni carga. La tripulación lo abandonó por el mal tiempo cuando era remolcado hacia Bangladés

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El barco ya encallado frente a Thongwa. La foto procede del Facebook de la policía local.


Misterio resuelto. La policía de Myanmar ha logrado aclarar este sábado qué pasó a bordo del Sam Ratulangi, un buque oxidado de carga mixta de 177 metros de eslora que ha navegado sin control ni tripulantes durante días hasta encallar cerca del municipio de Thongwa, según ha informado el diario Myanmar Times. El último registro situaba al Sam Ratulangi en el Mar de China, en 2009, y desde entonces se desconocía su paradero. Ahora se ha sabido que el barco era remolcado hacia un desguace de Bangladés hasta que, hace unos días, el mal tiempo hizo que la tripulación decidiera abandonarlo y soltara el cable que lo arrastraba. Y así navegó sin nadie a bordo, como un barco fantasma, hasta encallar en una playa de la antigua Birmania.

el enorme buque, de 177,35 metros de eslora, 26.510 toneladas de peso muerto y 27,91 metros de manga, vagaba por las aguas del país aparentemente sin control.



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La búsqueda resultó inicialmente infructuosa, pero el buque encalló finalmente el jueves en las costas de la región de Yangón. "Hemos encontrado un barco varado en la playa que tenía bandera de Indonesia", ha puesto en su cuenta de Facebook la policía de Yangón, que ha colgado también fotos de la revisión que hizo del navío. No había nadie en su interior, solo cinco pescadores de un municipio cercano (Kyaikto) que habían llegado a echar un vistazo al barco, por si se podían beneficiar de la llamada ley del mar, según Eleven Myanmar.

ha dicho a la BBC Aung Kyaw Linn, secretario general de la Federación Independiente de Navegantes del Myanmar. Los últimos registros del barco, construido en 2001, lo sitúan en Taiwan en 2009 y, desde entonces, como si se lo hubiera trabado el mar.

Hasta ahora. Las autoridades de Myanmar han podido determinar que el barco estaba siendo remolcado hasta un astillero de Bangladés para su desguace. El mal estado del mar (la zona ha estado sacudida por tormentas que han causado graves inundaciones en el país) llevó a los encargados del remolque a soltar el buque y a marcharse, informa BBC. Esta era una de las principales teorías que se barajaban para aclarar el misterio del Sam Ratulangi, nombre de un héroe nacional de Indonesia.-
 
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