El Mundo Orbyt.
MI SEMANA AZUL & ROSA
JAIME PEÑAFIEL
02/09/2017
CHSSS...
¿QUÉ ESTABAS HACIENDO AQUEL DÍA?
ENCEFALOGRAMA PLANO...
SE APROVECHARON DE ELLA
¿Dónde estabas?, se preguntó al mundo el día que murió Diana. A muchos les sorprendió la tragedia donde no debían. Como al presidente francés, Chirac, a quien se intentó localizar. Ni su esposa, la sufridora Bernadette, ni el jefe de Gobierno, Jospin, supieron dar razón sobre el paradero del Jefe del Estado. Pero, ¿dónde se encontraba el señor presidente?Aunque no lo crean ... ¡en la cama de la actriz Claudia Cardinale! ¡También es mala suerte¡! Como la tuvo el príncipe Felipe de Edimburgo la noche en la que ardió el castillo de Windsor en aquel annus horribilis, mientras él se encontraba encamado en Buenos Aires con Susan Mary Wright, la madre de su nuera Sarah Ferguson. Y si preguntamos al jefe del Estado español, Felipe y a su inefable esposa Letizia, ¿dónde se encontraban el día del atentado de Barcelona? Será tan difícil de saber como lo del jefe del Estado francés.
Este columnista no olvidará nunca la mañana del 31 de agosto de 1997, que era domingo. Ese día yo dedicaba esta columna a las andanzas enloquecidas de la princesa Diana con su amante Dodi Al-Fayed, durante el mes de agosto, en el que llegó a visitar, incluso a una vidente. “Lady Di tiene el encefalograma plano”, titulaba yo el artículo. Era muy de mañana cuando me telefoneó, indignada mi querida amiga y compañera Rosa Villacastín. “Eres un cabrón. No tienes humanidad. ¿Cómo puedes escribir lo que estoy leyendo en El Mundo?”. Juro que no entendía nada. “¿No te has enterado? Se ha muerto Diana”. Sin saberlo, el fallecimiento se había producido esa madrugada y los periódicos no lo recogían, yo anticipaba la noticia. Porque, a esa hora en la que escribí la columna, la princesa tenía el encefalograma plano porque ya estaba muerta. Siempre me arrepentiré de aquellas palabras tan crueles e inoportunas, como las calificó mi compañera, quien además era pro Diana, mientras la humanidad gemía histéricamente ante aquella tragedia. Aunque estaba convencido, entonces y ahora, de que se trataba de una muchacha sin dos dedos de frente, inculta y amoral. “La maravillosa Diana es una persona inestable y una pobre mujer desequilibrada mentalmente”, como ella misma reconoció en la lastimosa entrevista en la BBC. También a Peter Settelen, el coach traidor que vendió las confidencias a Chanel 4 y a la NBC: “Los amigos de Carlos decían que yo era una inestable, que estaba enferma y que deberían internarme en un centro”. No hay duda de que Diana era una muchacha desgraciada, obsesionada con el s*x* o la falta de s*x*. “Mi marido nunca me pide que hagamos el amor... Sólo lo hacemos cada tres semanas”, reconoció en la citada entrevista en la BBC. También a su suegra la reina Isabel: “A su hijo no le gusta hacerme el amor”. Pero lo que Diana buscaba era que la quisieran. Lo demostró durante sus vacaciones en Marivent, en el verano de 1988, cuando le confió a su escolta Ken Wharfe (hay que tener poca dignidad): “¿Sabes una cosa ? Creo que le gusto bastante al Rey. Don Juan Carlos es tremendamente encantador, Ken, pero es demasiado atento, una persona muy táctil” (escribe Marcos Torío en su libro Veranos en Mallorca (La Esfera 2010).
Todos los que conocieron a esta desgraciada muchacha han arrastrado su memoria. Empezando por James Hewitt, uno de sus amantes más conocidos y del que estuvo muy enamorada: “Le adoraba. Cuando me abandonó, me quedé hundida”; James Gilbert, otro con el que mantenía relaciones sexuales telefónicas: “Bésame (ruido de besos). ¡Oh Dios mío!, es maravilloso, ¿verdad?”. Diana: ¡Me encanta! Gilbert: “Lo sé, querida. Es como ....” Diana: “Como si me masturbara”. Tampoco podemos olvidar al Dr. Hasnat Khan; el guardaespaldas Barry Mannakee y hasta el presidente Giscard D’Estaing quien, al parecer, mantuvo un eventual idilio con Diana y a la que prometió, según él, que un día novelaría su historia de amor. Y lo hizo publicando un libro titulado Promesa cumplida. Para acabarlo de arreglar, la revista de mis amores y dolores recrea, esta mi semana, la última imagen de Diana, en el yate Jonikal en Portofino, en la persona de La Pantoja, también en la pasarela de otro yate, éste de alquiler, con un bañador azul celeste igualito, cabizbaja y pensativa. Como la Princesa. ¡Qué mal gusto, queridos! Cambiando de asunto: hoy comemos con Isabel. Chanquetes (de piscifactoría porque está prohibida su pesca) revueltos con huevo y anchoas del Cantábrico. Fue en el restaurante El Ancla de Marbella, donde han puesto el broche de oro a unas espectaculares y sofisticadas vacaciones por Ibiza y Saint-Tropez, a bordo de un mega yate con helipuerto, y en Marbella, con un repaso por la clínica Buchinger, donde les han puesto, a ella (a Tamara) y a Mario, a punto. Dicen que el doctor que ha retocado a la niña Isabel, parece, se la ha ido la mano en la boca. Lo veremos. A la comida ofrecida por el importante empresario portugués Joao Flores y su esposa Tita asistieron, también, Marisa de Borbón y su marido Alfonso y José María Amusátegui y su esposa Amalia, en cuya casa se alojaron los Preysler. Buen final gastronómico de las mejores vacaciones.
Tuvo el valor y el coraje de rechazar las banderillas con los colores de la ikurriña para sustituirlas con los de la bandera nacional. Se llama Cayetano y es... español. (...)No está bien que mamá las enseñe a mentir por miedo a que comenten con las amigas del colegio el lugar donde han pasado las vacaciones. Sigue siendo un secreto de “Estado”. (...) “Si sólo ves t*tas, no me des trabajo”, ha declarado la presentadora, aunque buen partido les están sacando quienes las tienen. (...) ¿A qué “alcaldesa maravillosa” se refiere la compañera en ‘Camisa de once varas’ del pasado jueves? Porque yo no veo ninguna. Y felicidades por tu libro ‘No soy un monstruo’, querida. (...) Entre junio, julio y agosto cinco parejas, muy famosas, con nueve hijos en total, se han divorciado. Y es que si “las bicicletas son para el verano”, también éste para las separaciones. (...) La ‘socialite’ más histriónica de España ha confesado, refiriéndose a la reina de corazones, que ella no se acostaría nunca con el famoso escribidor. Había que preguntarle si a él le gustaría. (...) Hasta cuando sonríe es incapaz de abandonar ese gesto de asco que le hace ser tan hermosamente antipática. Y es que en ella se cumple eso de que “con azúcar está peor”. (...) Buen jugo le están sacando tanto el padre y la impresentable madre, sobre todo ésta, al hijo de ambos, con sus disputas y exclusivas mediáticas. ¡Qué desgraciada vida la del pequeño, haber nacido de tales padres y ser nieto de tal abuela! ¡Vaya panda de parientes!
MI SEMANA AZUL & ROSA
JAIME PEÑAFIEL
02/09/2017
CHSSS...
¿QUÉ ESTABAS HACIENDO AQUEL DÍA?
ENCEFALOGRAMA PLANO...
SE APROVECHARON DE ELLA
¿Dónde estabas?, se preguntó al mundo el día que murió Diana. A muchos les sorprendió la tragedia donde no debían. Como al presidente francés, Chirac, a quien se intentó localizar. Ni su esposa, la sufridora Bernadette, ni el jefe de Gobierno, Jospin, supieron dar razón sobre el paradero del Jefe del Estado. Pero, ¿dónde se encontraba el señor presidente?Aunque no lo crean ... ¡en la cama de la actriz Claudia Cardinale! ¡También es mala suerte¡! Como la tuvo el príncipe Felipe de Edimburgo la noche en la que ardió el castillo de Windsor en aquel annus horribilis, mientras él se encontraba encamado en Buenos Aires con Susan Mary Wright, la madre de su nuera Sarah Ferguson. Y si preguntamos al jefe del Estado español, Felipe y a su inefable esposa Letizia, ¿dónde se encontraban el día del atentado de Barcelona? Será tan difícil de saber como lo del jefe del Estado francés.
Este columnista no olvidará nunca la mañana del 31 de agosto de 1997, que era domingo. Ese día yo dedicaba esta columna a las andanzas enloquecidas de la princesa Diana con su amante Dodi Al-Fayed, durante el mes de agosto, en el que llegó a visitar, incluso a una vidente. “Lady Di tiene el encefalograma plano”, titulaba yo el artículo. Era muy de mañana cuando me telefoneó, indignada mi querida amiga y compañera Rosa Villacastín. “Eres un cabrón. No tienes humanidad. ¿Cómo puedes escribir lo que estoy leyendo en El Mundo?”. Juro que no entendía nada. “¿No te has enterado? Se ha muerto Diana”. Sin saberlo, el fallecimiento se había producido esa madrugada y los periódicos no lo recogían, yo anticipaba la noticia. Porque, a esa hora en la que escribí la columna, la princesa tenía el encefalograma plano porque ya estaba muerta. Siempre me arrepentiré de aquellas palabras tan crueles e inoportunas, como las calificó mi compañera, quien además era pro Diana, mientras la humanidad gemía histéricamente ante aquella tragedia. Aunque estaba convencido, entonces y ahora, de que se trataba de una muchacha sin dos dedos de frente, inculta y amoral. “La maravillosa Diana es una persona inestable y una pobre mujer desequilibrada mentalmente”, como ella misma reconoció en la lastimosa entrevista en la BBC. También a Peter Settelen, el coach traidor que vendió las confidencias a Chanel 4 y a la NBC: “Los amigos de Carlos decían que yo era una inestable, que estaba enferma y que deberían internarme en un centro”. No hay duda de que Diana era una muchacha desgraciada, obsesionada con el s*x* o la falta de s*x*. “Mi marido nunca me pide que hagamos el amor... Sólo lo hacemos cada tres semanas”, reconoció en la citada entrevista en la BBC. También a su suegra la reina Isabel: “A su hijo no le gusta hacerme el amor”. Pero lo que Diana buscaba era que la quisieran. Lo demostró durante sus vacaciones en Marivent, en el verano de 1988, cuando le confió a su escolta Ken Wharfe (hay que tener poca dignidad): “¿Sabes una cosa ? Creo que le gusto bastante al Rey. Don Juan Carlos es tremendamente encantador, Ken, pero es demasiado atento, una persona muy táctil” (escribe Marcos Torío en su libro Veranos en Mallorca (La Esfera 2010).
Todos los que conocieron a esta desgraciada muchacha han arrastrado su memoria. Empezando por James Hewitt, uno de sus amantes más conocidos y del que estuvo muy enamorada: “Le adoraba. Cuando me abandonó, me quedé hundida”; James Gilbert, otro con el que mantenía relaciones sexuales telefónicas: “Bésame (ruido de besos). ¡Oh Dios mío!, es maravilloso, ¿verdad?”. Diana: ¡Me encanta! Gilbert: “Lo sé, querida. Es como ....” Diana: “Como si me masturbara”. Tampoco podemos olvidar al Dr. Hasnat Khan; el guardaespaldas Barry Mannakee y hasta el presidente Giscard D’Estaing quien, al parecer, mantuvo un eventual idilio con Diana y a la que prometió, según él, que un día novelaría su historia de amor. Y lo hizo publicando un libro titulado Promesa cumplida. Para acabarlo de arreglar, la revista de mis amores y dolores recrea, esta mi semana, la última imagen de Diana, en el yate Jonikal en Portofino, en la persona de La Pantoja, también en la pasarela de otro yate, éste de alquiler, con un bañador azul celeste igualito, cabizbaja y pensativa. Como la Princesa. ¡Qué mal gusto, queridos! Cambiando de asunto: hoy comemos con Isabel. Chanquetes (de piscifactoría porque está prohibida su pesca) revueltos con huevo y anchoas del Cantábrico. Fue en el restaurante El Ancla de Marbella, donde han puesto el broche de oro a unas espectaculares y sofisticadas vacaciones por Ibiza y Saint-Tropez, a bordo de un mega yate con helipuerto, y en Marbella, con un repaso por la clínica Buchinger, donde les han puesto, a ella (a Tamara) y a Mario, a punto. Dicen que el doctor que ha retocado a la niña Isabel, parece, se la ha ido la mano en la boca. Lo veremos. A la comida ofrecida por el importante empresario portugués Joao Flores y su esposa Tita asistieron, también, Marisa de Borbón y su marido Alfonso y José María Amusátegui y su esposa Amalia, en cuya casa se alojaron los Preysler. Buen final gastronómico de las mejores vacaciones.
Tuvo el valor y el coraje de rechazar las banderillas con los colores de la ikurriña para sustituirlas con los de la bandera nacional. Se llama Cayetano y es... español. (...)No está bien que mamá las enseñe a mentir por miedo a que comenten con las amigas del colegio el lugar donde han pasado las vacaciones. Sigue siendo un secreto de “Estado”. (...) “Si sólo ves t*tas, no me des trabajo”, ha declarado la presentadora, aunque buen partido les están sacando quienes las tienen. (...) ¿A qué “alcaldesa maravillosa” se refiere la compañera en ‘Camisa de once varas’ del pasado jueves? Porque yo no veo ninguna. Y felicidades por tu libro ‘No soy un monstruo’, querida. (...) Entre junio, julio y agosto cinco parejas, muy famosas, con nueve hijos en total, se han divorciado. Y es que si “las bicicletas son para el verano”, también éste para las separaciones. (...) La ‘socialite’ más histriónica de España ha confesado, refiriéndose a la reina de corazones, que ella no se acostaría nunca con el famoso escribidor. Había que preguntarle si a él le gustaría. (...) Hasta cuando sonríe es incapaz de abandonar ese gesto de asco que le hace ser tan hermosamente antipática. Y es que en ella se cumple eso de que “con azúcar está peor”. (...) Buen jugo le están sacando tanto el padre y la impresentable madre, sobre todo ésta, al hijo de ambos, con sus disputas y exclusivas mediáticas. ¡Qué desgraciada vida la del pequeño, haber nacido de tales padres y ser nieto de tal abuela! ¡Vaya panda de parientes!
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