ASÍ SE ALIMENTA A UNA FUTURA REINA.

Igual es con el ánimo de mejorar su imagen y tal, pero todos los artículos sobre esta mujer y su celo maternal dejan la sensación de que es una persona maniática, obsesiva, dominante y controladora.
Tienes toda la razón!en vez de tener la sensación que es una persona muy maternal,sana y razonable (lo que pretenden) te das cuenta de que lo que pensabas de ella (que es una controladora obsesiva y egocéntrica) se queda corto ...es incluso mucho peor!
 
Yo estoy hablando de los industriales. Creo que se ha entendido bien. No hablo de las croquetas de la abuela.
Lo sé, por eso lo digo. El colegio al que yo fui tenía tres cocineras y preparaban las croquetas y los san jacobos a mano y te hablo de un colegio muy grande. Si se quiere, se puede. No hay porque eliminarlos.
 
Lo sé, por eso lo digo. El colegio al que yo fui tenía tres cocineras y preparaban las croquetas y los san jacobos a mano y te hablo de un colegio muy grande. Si se quiere, se puede. No hay porque eliminarlos.
Y en mi colegio igual pero ahora ya no preparan casi nada a mano. En el colegio en que trabajo protestaron algunos padres por la excesiva cantidad de fritos industriales y se cambió el menú.
 
Lo sé, por eso lo digo. El colegio al que yo fui tenía tres cocineras y preparaban las croquetas y los san jacobos a mano y te hablo de un colegio muy grande. Si se quiere, se puede. No hay porque eliminarlos.

Pues yo sí eliminaría los fritos, así sean caseros, de un menú infantil colegial.
 
Y yo que soy muy mal pensada digo que Letizia se obsesionó tanto con la comida para tener un tipín de quinceañera, no engordar jamás de los jamases y ser la más guapa. Comer tenemos que comer todos, pues ya que comemos, que sea lo más ligerito posible.

Con esto no digo que no se preocupe por la salud de sus hijas, pero de ahí a no dejar a las niñas comer ni una simple gominola en un cumple infantil me parece un abuso. El día que esas niñas salgan de palacio y vean el mundo por un agujero, va a tener que salir la Leti con con un látigo a meterlas en cintura. Es cierto que debemos fomentar un dieta saludable y practicarla, pero un capricho de vez en cuando no le hace un mal a nadie y tiene efectos muy positivos en nuestra salud mental. Comer es un placer y si en casa te ponen todo hervido, eso parece un hospital.

En los eventos a los que va la Kuin, que le pongan canapé de suela de zapato de buey y tiza orgánica con finas hiervas del jardín de los monjes tibetanos, riquísimo todo y poco graso.
 

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