Aristocracia: O como poner apodos ridículos

Ostras sí, pues ahora resulta que España está petada de Floras.

Por la zona de Córdoba sí que hay Floras. Santa Flora fue una mártir mozárabe junto con Santa Maria de Niebla y San Eulogio, todos ellos Santos mártires de Córdoba . Sus restos están en la iglesia de San Pedro. Precisamente de este barrio conozco a mujeres mayores que se llamaban así o llevaban Flora por segundo nombre al haber sido bautizadas en esta preciosa iglesia. Por cierto, también conozco a una María de Niebla, llamada símplemente Niebla.
 
Por la zona de Córdoba sí que hay Floras. Santa Flora fue una mártir mozárabe junto con Santa Maria de Niebla y San Eulogio, todos ellos Santos mártires de Córdoba . Sus restos están en la iglesia de San Pedro. Precisamente de este barrio conozco a mujeres mayores que se llamaban así o llevaban Flora por segundo nombre al haber sido bautizadas en esta preciosa iglesia. Por cierto, también conozco a una María de Niebla, llamada símplemente Niebla.


De esa zona está el nombre de María Salud o Salud, no conocía más Floras que las que conozco y justo eran andaluzas. Jamás en mi vida había escuchado Niebla y fíjate, no me parece feo ese nombre. Lo malo es que si la llamas a voces parezca que llames al perro de Heidi pero es curioso en una mujer.
 
De esa zona está el nombre de María Salud o Salud, no conocía más Floras que las que conozco y justo eran andaluzas. Jamás en mi vida había escuchado Niebla y fíjate, no me parece feo ese nombre. Lo malo es que si la llamas a voces parezca que llames al perro de Heidi pero es curioso en una mujer.

María de La Salud es todo un clásico, jajaja, hasta el antiguo cementerio se llamaba así, fíjate tú, el cementerio de la salud, así lo llamaban. Teniamos en nuestra clase a una Salud. Intentamos arreglarlo llamándola Lú, pero nada, no surtió efecto. Lo acabó arreglando su marido que dio un pelotazo inmobiliario a la sombra del Sandokán de Córdoba, de un día al otro a nadie le parecía provinciano el nombre, hasta gustaba por el sabor local.
 
María de La Salud es todo un clásico, jajaja, hasta el antiguo cementerio se llamaba así, fíjate tú, el cementerio de la salud, así lo llamaban. Teniamos en nuestra clase a una Salud. Intentamos arreglarlo llamándola Lú, pero nada, no surtió efecto. Lo acabó arreglando su marido que dio un pelotazo inmobiliario a la sombra del Sandokán de Córdoba, de un día al otro a nadie le parecía provinciano el nombre, hasta gustaba por el sabor local.


Es que hay una virgen por allí con esa advocación, muy típico. Ostras el Sandokán, madre mía que personaje el tipo aquel que de la nada se hizo cacique con la casa réplica de la White House.

El caso es que depende de la persona, el nombre adquiere un tono u otro, de hecho se dice que la persona hace al nombre y no al revés. Conozco a varias Joses, como la cuñada de la Bordiú, aquella presentadora, Jose Toledo, que son Josefas, que vamos a ver, ni de coña querría yo ese nombre para mi pero José, así rotundo, nombre de varón, me produce casta, dinastía, rotunidad, me gusta José (que no Jose). En una mujer pues Josefa sabe a pueblo, pero si la que lo porta tiene otro charme o personalidad le puede dar otro lustre. Conmigo estudió una Juana, de mi edad, entonces éramos veinteañeras, y si la decían Juani se enfadaba muchísimo, ella era JUANA, que me pasa lo mismo como con José, si es Juan, me fascina el nombre, atemporales, pero en una mujer...pues esta Juana rotunda era conocida en toda la facultad por su personalidad, era majísima, y el nombre ya no importaba tanto, entre Vanessas, Yolandas, Veros, etc, ahí estaba Juana y solo había una. Conozco por otra parte a otra Juana que la decían Jenny, que pensaba era Jennifer y joder qué mal lo pasó la chica, y qué hortera el cambio, Juana mola mucho más.

Andando yo un día por la calle Serrano de paseo me topé con una tía muy piji ñoñi que iba llamándole la atención a su hijo, de esos de tirabuzones, y la criatura se llamaba Ramiro, unos siete años de edad. Si tuviera mote imagino que le hubieran llamado por él pero no, por ahí iba correteando Ramiro, con ese nombre de señor que te da la vez en la panadería. Pero como este crío por pintas anunciaba ser de apellido compuesto, igual el nombre no funciona igual que se si lo pone alguien de clase media a un hijo suyo, entonces sonaría más a señor que te da la vez en la panadería.
 
Yo sé de un Eustaquio al que llaman Usta , así , para hacerlo más pronunciable; y a una María Eulalia a la que han llamado toda la vida marilala
 
Es que hay una virgen por allí con esa advocación, muy típico. Ostras el Sandokán, madre mía que personaje el tipo aquel que de la nada se hizo cacique con la casa réplica de la White House.

El caso es que depende de la persona, el nombre adquiere un tono u otro, de hecho se dice que la persona hace al nombre y no al revés. Conozco a varias Joses, como la cuñada de la Bordiú, aquella presentadora, Jose Toledo, que son Josefas, que vamos a ver, ni de coña querría yo ese nombre para mi pero José, así rotundo, nombre de varón, me produce casta, dinastía, rotunidad, me gusta José (que no Jose). En una mujer pues Josefa sabe a pueblo, pero si la que lo porta tiene otro charme o personalidad le puede dar otro lustre. Conmigo estudió una Juana, de mi edad, entonces éramos veinteañeras, y si la decían Juani se enfadaba muchísimo, ella era JUANA, que me pasa lo mismo como con José, si es Juan, me fascina el nombre, atemporales, pero en una mujer...pues esta Juana rotunda era conocida en toda la facultad por su personalidad, era majísima, y el nombre ya no importaba tanto, entre Vanessas, Yolandas, Veros, etc, ahí estaba Juana y solo había una. Conozco por otra parte a otra Juana que la decían Jenny, que pensaba era Jennifer y joder qué mal lo pasó la chica, y qué hortera el cambio, Juana mola mucho más.

Andando yo un día por la calle Serrano de paseo me topé con una tía muy piji ñoñi que iba llamándole la atención a su hijo, de esos de tirabuzones, y la criatura se llamaba Ramiro, unos siete años de edad. Si tuviera mote imagino que le hubieran llamado por él pero no, por ahí iba correteando Ramiro, con ese nombre de señor que te da la vez en la panadería. Pero como este crío por pintas anunciaba ser de apellido compuesto, igual el nombre no funciona igual que se si lo pone alguien de clase media a un hijo suyo, entonces sonaría más a señor que te da la vez en la panadería.
El abuelo Ramiro, acaudalado.
El abuelo Amancio, acaudalado.
No son nombres, es una inversión a largo.
 
Ya lo he contado aquí, pero para nombres raros, los vecinos de mis padres en la playa, Serapio Gilderico y Javiera de la Santísima Sangre.

De la quinta de mi madre hay una Angustias (Cuca) y una Expiación (Piti). Las dos señoras BIEN de las de antes. Y la amiga Sara de mi madre se llama en realidad Sagrario.

De mi quinta, del cole, conocí una Transfiguración a la que llaman Trantxi o algo así (no recuerdo bien, pero sonaba a las tranchettes de Kraft o al medicamento Tranxilium), y mi hermana tiene una amiga Tina en cuyo DNI pone María Exaltación (de ahí Exaltina...).

Algunas advocaciones marianas se las traen!

En actividades extra-escolares coincidía con una niña que se llamaba María Tomasa; en la Universidad me reencontré con ella pero esta vez como Tomasina. Y estaba casi como transfigurada, nunca mejor dicho, en la más pija de las pijas. Y ahora, años después, he vuelto a coincidir con ella y ahora es Tamsin / Tamsyn, que se ha enterado que es Tomasa / Tomasina en algunas zonas de Inglaterra y en Cornualles. Y queda mejor.

También conozco una Asunción / Chonchi a la que su noviete adolescente, en el año de la pera no, el anterior, la llamaba Chochi / Chochito y ahí se ha quedado para mucha gente, la pobre
 
Última edición:
Soy "L-dog" Beaufort-Molyneux,así que de llevarle el orinal de batalla a William The Conqueror nadie me libra.Me puede decir alguien si es unisex el mote o pasamos de estas pequeñeces en casa?
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