Argentina crisis institucional .

OPINIÓN'Lawfare' contra Cristina o el Sanedrín argentino​

El 'lawfare' al que se somete a la vicepresidenta argentina pone en relieve la instrumentalización de la Justicia con fines políticos, algo que ya sucedió en Brasil o Bolivia.​



Fotografía cedida por la oficina de prensa de Cristina Fernández de Kirchner que muestra a la Vicepresidenta mientras saluda a un grupo de personas congregadas en la puerta del Congreso de la Nación, en Buenos Aires.
Fotografía cedida por la oficina de prensa de Cristina Fernández de Kirchner en la que saluda a un grupo de personas congregadas frente al Congreso de la Nación, en Buenos Aires. — Patrick Haar / EFE


BUENOS AIRES
27/08/2022 13:52 ACTUALIZADO: 27/08/2022 17:09
BALTASAR GARZÓN (PÁGINA 12)
El derecho es, ante todo, un instrumento facilitador de la convivencia humana pacífica, ya que pretende resolver los conflictos acudiendo a reglas, normas y principios previamente definidos, aplicados por un tercero independiente e imparcial, es decir, un juez, que evalúa las pruebas y los argumentos que sustentan una y otra posición en tal conflicto.

De ahí entonces que, cuando el derecho, y particularmente el derecho penal, se utiliza con fines distintos a la paz social, es decir, como un arma arrojadiza para derrotar políticamente a los contrarios, valiéndose para ello de la connivencia de fiscales y jueces que no son ni pretenden ser imparciales, sino que están desde el inicio comprometidos con los intereses de una de las partes en conflicto, se produce la perversión misma del derecho y del más elemental sentido de justicia.

Cuando esto sucede estamos frente al más crudo ejercicio del poder, porque si un fiscal o un juez renuncia a su deber de imparcialidad es ya parte de un bando enfrentado en contra del otro, echando por tierra siglos de evolución jurídica y civilizatoria.




Por desgracia, esto está ocurriendo cada vez con más frecuencia, al punto que fue necesario ponerle un nombre. Se trata del lawfare o guerra jurídica que ha sido definido por Camila Vollenweider como "el uso indebido de instrumentos jurídicos para fines de persecución política, destrucción de imagen pública e inhabilitación de un adversario político", en el que usualmente se combinan "acciones aparentemente legales con una amplia cobertura de prensa para presionar al acusado y su entorno (incluidos familiares cercanos), de forma tal que este sea más vulnerable a las acusaciones sin prueba".

Aun cuando en muchas ocasiones estas denuncias y querellas basadas en hechos falsos no prosperan, provocan un daño reputacional muy difícil de reparar en la persona imputada maliciosamente. Sin embargo, hay ocasiones en las que estas acusaciones prosperan y el caso termina en condena, ya que las injerencias políticas en el poder judicial generalmente no se dirigen a los tribunales inferiores, sino que se instalan en las altas esferas de la judicatura, como una Corte Suprema o un Tribunal Constitucional.

¿Cómo saber cuándo estamos en presencia de uno de estos casos? Hay que analizar la argumentación. Las resoluciones judiciales más importantes deben ser motivadas, es decir, fundamentadas, y esta es una garantía porque por mucho que el derecho sea interpretable y la prueba evaluable, no se puede justificar lo injustificable, y allí entonces quedará patente la evidencia de este lawfare.



La instrumentación del derecho con fines políticos es una de las estrategias preferidas del fascismo que, aunque cueste, debemos reconocer que ha regresado, y lo ha hecho en todo el mundo. El fascismo usa códigos muy parecidos a los que utiliza la mafia y en general el crimen organizado. Se castiga la deslealtad, la venganza es algo normal y necesario, impera la omertá (ley del silencio que proviene de los mafiosos sicilianos) y se plantea la eliminación del contrario como medio para conseguir sus fines. Si la eliminación física es posible, se perpetra, como sucedió en las dictaduras del siglo XX en Europa y en América Latina, incluido el nazismo y el franquismo, pero hoy, que es más difícil garantizar la total impunidad del asesinato o la desaparición forzada, se recurre al desprestigio constante o a su encarcelamiento en base a acusaciones falsas (lawfare) o a su bloqueo mediático como actor político y social. La idea es la misma, neutralizar al oponente y sacarlo del camino, haciendo sinónimas las palabras adversario político y enemigo.

Latinoamérica y Argentina​

Por desgracia, este fenómeno está presente en todo el mundo, también en España y, cómo no, en América Latina donde, como digo en mi último libro Los disfraces del fascismo: "Se están normalizando verdaderos procesos penales de autor". Evo Morales y García Linera en Bolivia; Rafael Correa y Jorge Glas en Ecuador; Lula da Silva y Dilma Rousseff en Brasil; y, nuevamente, en la Argentina, la exprimera dama, expresidenta, actual vicepresidenta y posible futura candidata, Cristina Fernández de Kirchner.

Pretenden impedir que Cristina se presente nuevamente de candidata, proscribiéndola del próximo acto electoral, para lo cual los fiscales Diego Luciani y Sergio Mola (sí amigas y amigos, hay que nombrarlos), no tienen recato alguno ni temen al juicio de la historia, por lo que intentan como pueden defender lo indefendible y mantener una acusación que naufraga estrepitosamente en las aguas de la razón. Es la degradación del sentido de la justicia y del derecho en Argentina, pues se trata de servidores públicos que han mancillado su juramento de independencia e imparcialidad para vergüenza del gremio completo de juristas.



Cristina Fernández fue procesada en más de doce ocasiones, en casi todas ellas con la intervención de los mismos fiscales y jueces, con probados vínculos con el anterior presidente Mauricio Macri. Hay evidencia de operativos de vigilancia e inteligencia contra Cristina Fernández, así como de escuchas ilegales que fueron convenientemente filtradas a los medios. Se trató de una constante persecución judicial y de las agencias de inteligencia hacia ella y a sus hijos desde la toma del poder de Mauricio Macri. En la causa Vialidad, la líder peronista está siendo acusada por supuestas irregularidades que habrían ocurrido hace más de 15 años y que nunca fueron probadas, pero por las que la Fiscalía pide ahora 12 años de prisión e inhabilitación perpetua para el ejercicio de cargos públicos. Se quiere hacer responsable a la actual vicepresidenta de la nación acudiendo prácticamente a un concepto de responsabilidad objetiva, algo terminantemente prohibido por el derecho penal desde la Ilustración.

También se ha vulnerado su derecho a la defensa, al no permitírsele ampliar su declaración frente a hechos nuevos agregados en los alegatos del fiscal. Además, el juez Gustavo Hornos, integrante de la Sala IV de la Cámara de Casación Penal, visitó al entonces presidente Macri en la Casa Rosada dos días antes de dictar el procesamiento de Cristina Fernández. Asimismo, otros jueces del tribunal que está juzgando a la vicepresidenta y del tribunal de la Casación, frecuentemente visitaban a Macri en su residencia presidencial y en la privada, y jugaban al tenis y al fútbol juntos con el fiscal Luciani. Una verdadera camaradería política que une a jueces y fiscales con el poder político conservador más retrógrado de los últimos años en Argentina.

Aunque se dictará sentencia próximamente, todo indica que la apelación y el recurso de casación no estarán resueltos antes de las próximas elecciones presidenciales, por lo que la injerencia del poder judicial en el próximo proceso electoral es más que evidente al carecer de fundamentos y estar viciada en su origen.

Como bien señala el Consejo Latinoamericano de Justicia y Democracia (CLAJUD) en su declaración pública: "La gravedad de la situación ya había sido alertada en un informe de la relatoría especial sobre independencia judicial de los magistrados y abogados de Naciones Unidas, de 2019".

Y es que ya vivimos esto en Brasil con el lawfare contra Lula y la presidenta Dilma Rousseff, obligada a dimitir en lo que tuvo toda la apariencia de un golpe de Estado blando, detrás del cual estuvo Jair Bolsonaro, así como en el otro golpe, este no tan blando, perpetrado en Bolivia que propició Jeanine Áñez apoyada por otros líderes y con la inestimable ayuda del secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA).

Las estrategias son las mismas, y en todos los casos se trata de una guerra judicial que alimenta campañas de desinformación y odio político con un claro propósito de favorecer a la ultraderecha, en contra de la voluntad mayoritaria. Es decir, que son estrategias antidemocráticas por quienes quieren imponer su voluntad por sobre la de la mayoría.

¿Qué hacer?​

Hoy es el turno de Argentina, pero la ultraderecha está actuando coordinadamente en todo el mundo, por lo que los progresistas debemos unirnos para defender la democracia, nuestras libertades, los derechos humanos y el medioambiente. Como dijera en otro de mis libros, La encrucijada: "Es nuestro deber como demócratas, porque ya sabemos adónde lleva este camino por el que nos quieren arrastrar nuevamente los fascistas. Acaba en Auschwitz, en Dachau, en Buchenwald, en Mauthausen-Gusen, acaba en una cámara de gas y en un crematorio, acaba en la ESMA y en los vuelos de la muerte, acaba en Villa Grimaldi y en Colonia Dignidad".

Frente a todo esto, creo que nuestro deber es señalar y responsabilizar a quienes han abdicado de sus altas funciones y se han doblegado al poder, por interés, conveniencia o afinidad ideológica, a quienes han dejado de ser auténticos servidores públicos, fiscales y jueces independientes e imparciales, y se han convertido en cómplices de un show mediático y judicial con consecuencias nefastas para la democracia.

A los fiscales Diego Luciani y Sergio Mola, y al juez Gustavo Hornos, como a los demás magistrados del grupo a quienes alguien podría tildarles de formar una auténtica "asociación ilícita" para favorecer sus espurios intereses político-económicos comunes, les digo, lo que estáis haciendo no hay como justificarlo por los caminos del derecho. Como dijo Unamuno, Venceréis, pero no convenceréis. A los demás jueces que deben decidir, que al parecer y según dice la prensa de uno y otro signo, serían también contrarios a Cristina Fernández y leales a Macri, así como a los jueces de los tribunales superiores de justicia que revisarán las sentencias; a todos ellos les digo: el mundo los está mirando, no podéis tapar el sol con un dedo, pensad muy bien si queréis ser recordados y estudiados en las universidades como aquellos jueces que se prestaron para que el poder judicial de vuestro país incida de manera indebida en la política contingente y en un proceso electoral democrático, porque una cosa es segura, la Historia no les absolverá. No cometáis la torpeza de convertiros en el Sanedrín argentino.

 

OPINIÓN'Lawfare' contra Cristina o el Sanedrín argentino​

El 'lawfare' al que se somete a la vicepresidenta argentina pone en relieve la instrumentalización de la Justicia con fines políticos, algo que ya sucedió en Brasil o Bolivia.​



Fotografía cedida por la oficina de prensa de Cristina Fernández de Kirchner que muestra a la Vicepresidenta mientras saluda a un grupo de personas congregadas en la puerta del Congreso de la Nación, en Buenos Aires.
Fotografía cedida por la oficina de prensa de Cristina Fernández de Kirchner en la que saluda a un grupo de personas congregadas frente al Congreso de la Nación, en Buenos Aires. — Patrick Haar / EFE


BUENOS AIRES
27/08/2022 13:52 ACTUALIZADO: 27/08/2022 17:09
BALTASAR GARZÓN (PÁGINA 12)
El derecho es, ante todo, un instrumento facilitador de la convivencia humana pacífica, ya que pretende resolver los conflictos acudiendo a reglas, normas y principios previamente definidos, aplicados por un tercero independiente e imparcial, es decir, un juez, que evalúa las pruebas y los argumentos que sustentan una y otra posición en tal conflicto.

De ahí entonces que, cuando el derecho, y particularmente el derecho penal, se utiliza con fines distintos a la paz social, es decir, como un arma arrojadiza para derrotar políticamente a los contrarios, valiéndose para ello de la connivencia de fiscales y jueces que no son ni pretenden ser imparciales, sino que están desde el inicio comprometidos con los intereses de una de las partes en conflicto, se produce la perversión misma del derecho y del más elemental sentido de justicia.

Cuando esto sucede estamos frente al más crudo ejercicio del poder, porque si un fiscal o un juez renuncia a su deber de imparcialidad es ya parte de un bando enfrentado en contra del otro, echando por tierra siglos de evolución jurídica y civilizatoria.




Por desgracia, esto está ocurriendo cada vez con más frecuencia, al punto que fue necesario ponerle un nombre. Se trata del lawfare o guerra jurídica que ha sido definido por Camila Vollenweider como "el uso indebido de instrumentos jurídicos para fines de persecución política, destrucción de imagen pública e inhabilitación de un adversario político", en el que usualmente se combinan "acciones aparentemente legales con una amplia cobertura de prensa para presionar al acusado y su entorno (incluidos familiares cercanos), de forma tal que este sea más vulnerable a las acusaciones sin prueba".

Aun cuando en muchas ocasiones estas denuncias y querellas basadas en hechos falsos no prosperan, provocan un daño reputacional muy difícil de reparar en la persona imputada maliciosamente. Sin embargo, hay ocasiones en las que estas acusaciones prosperan y el caso termina en condena, ya que las injerencias políticas en el poder judicial generalmente no se dirigen a los tribunales inferiores, sino que se instalan en las altas esferas de la judicatura, como una Corte Suprema o un Tribunal Constitucional.

¿Cómo saber cuándo estamos en presencia de uno de estos casos? Hay que analizar la argumentación. Las resoluciones judiciales más importantes deben ser motivadas, es decir, fundamentadas, y esta es una garantía porque por mucho que el derecho sea interpretable y la prueba evaluable, no se puede justificar lo injustificable, y allí entonces quedará patente la evidencia de este lawfare.



La instrumentación del derecho con fines políticos es una de las estrategias preferidas del fascismo que, aunque cueste, debemos reconocer que ha regresado, y lo ha hecho en todo el mundo. El fascismo usa códigos muy parecidos a los que utiliza la mafia y en general el crimen organizado. Se castiga la deslealtad, la venganza es algo normal y necesario, impera la omertá (ley del silencio que proviene de los mafiosos sicilianos) y se plantea la eliminación del contrario como medio para conseguir sus fines. Si la eliminación física es posible, se perpetra, como sucedió en las dictaduras del siglo XX en Europa y en América Latina, incluido el nazismo y el franquismo, pero hoy, que es más difícil garantizar la total impunidad del asesinato o la desaparición forzada, se recurre al desprestigio constante o a su encarcelamiento en base a acusaciones falsas (lawfare) o a su bloqueo mediático como actor político y social. La idea es la misma, neutralizar al oponente y sacarlo del camino, haciendo sinónimas las palabras adversario político y enemigo.

Latinoamérica y Argentina​

Por desgracia, este fenómeno está presente en todo el mundo, también en España y, cómo no, en América Latina donde, como digo en mi último libro Los disfraces del fascismo: "Se están normalizando verdaderos procesos penales de autor". Evo Morales y García Linera en Bolivia; Rafael Correa y Jorge Glas en Ecuador; Lula da Silva y Dilma Rousseff en Brasil; y, nuevamente, en la Argentina, la exprimera dama, expresidenta, actual vicepresidenta y posible futura candidata, Cristina Fernández de Kirchner.

Pretenden impedir que Cristina se presente nuevamente de candidata, proscribiéndola del próximo acto electoral, para lo cual los fiscales Diego Luciani y Sergio Mola (sí amigas y amigos, hay que nombrarlos), no tienen recato alguno ni temen al juicio de la historia, por lo que intentan como pueden defender lo indefendible y mantener una acusación que naufraga estrepitosamente en las aguas de la razón. Es la degradación del sentido de la justicia y del derecho en Argentina, pues se trata de servidores públicos que han mancillado su juramento de independencia e imparcialidad para vergüenza del gremio completo de juristas.



Cristina Fernández fue procesada en más de doce ocasiones, en casi todas ellas con la intervención de los mismos fiscales y jueces, con probados vínculos con el anterior presidente Mauricio Macri. Hay evidencia de operativos de vigilancia e inteligencia contra Cristina Fernández, así como de escuchas ilegales que fueron convenientemente filtradas a los medios. Se trató de una constante persecución judicial y de las agencias de inteligencia hacia ella y a sus hijos desde la toma del poder de Mauricio Macri. En la causa Vialidad, la líder peronista está siendo acusada por supuestas irregularidades que habrían ocurrido hace más de 15 años y que nunca fueron probadas, pero por las que la Fiscalía pide ahora 12 años de prisión e inhabilitación perpetua para el ejercicio de cargos públicos. Se quiere hacer responsable a la actual vicepresidenta de la nación acudiendo prácticamente a un concepto de responsabilidad objetiva, algo terminantemente prohibido por el derecho penal desde la Ilustración.

También se ha vulnerado su derecho a la defensa, al no permitírsele ampliar su declaración frente a hechos nuevos agregados en los alegatos del fiscal. Además, el juez Gustavo Hornos, integrante de la Sala IV de la Cámara de Casación Penal, visitó al entonces presidente Macri en la Casa Rosada dos días antes de dictar el procesamiento de Cristina Fernández. Asimismo, otros jueces del tribunal que está juzgando a la vicepresidenta y del tribunal de la Casación, frecuentemente visitaban a Macri en su residencia presidencial y en la privada, y jugaban al tenis y al fútbol juntos con el fiscal Luciani. Una verdadera camaradería política que une a jueces y fiscales con el poder político conservador más retrógrado de los últimos años en Argentina.

Aunque se dictará sentencia próximamente, todo indica que la apelación y el recurso de casación no estarán resueltos antes de las próximas elecciones presidenciales, por lo que la injerencia del poder judicial en el próximo proceso electoral es más que evidente al carecer de fundamentos y estar viciada en su origen.

Como bien señala el Consejo Latinoamericano de Justicia y Democracia (CLAJUD) en su declaración pública: "La gravedad de la situación ya había sido alertada en un informe de la relatoría especial sobre independencia judicial de los magistrados y abogados de Naciones Unidas, de 2019".

Y es que ya vivimos esto en Brasil con el lawfare contra Lula y la presidenta Dilma Rousseff, obligada a dimitir en lo que tuvo toda la apariencia de un golpe de Estado blando, detrás del cual estuvo Jair Bolsonaro, así como en el otro golpe, este no tan blando, perpetrado en Bolivia que propició Jeanine Áñez apoyada por otros líderes y con la inestimable ayuda del secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA).

Las estrategias son las mismas, y en todos los casos se trata de una guerra judicial que alimenta campañas de desinformación y odio político con un claro propósito de favorecer a la ultraderecha, en contra de la voluntad mayoritaria. Es decir, que son estrategias antidemocráticas por quienes quieren imponer su voluntad por sobre la de la mayoría.

¿Qué hacer?​

Hoy es el turno de Argentina, pero la ultraderecha está actuando coordinadamente en todo el mundo, por lo que los progresistas debemos unirnos para defender la democracia, nuestras libertades, los derechos humanos y el medioambiente. Como dijera en otro de mis libros, La encrucijada: "Es nuestro deber como demócratas, porque ya sabemos adónde lleva este camino por el que nos quieren arrastrar nuevamente los fascistas. Acaba en Auschwitz, en Dachau, en Buchenwald, en Mauthausen-Gusen, acaba en una cámara de gas y en un crematorio, acaba en la ESMA y en los vuelos de la muerte, acaba en Villa Grimaldi y en Colonia Dignidad".

Frente a todo esto, creo que nuestro deber es señalar y responsabilizar a quienes han abdicado de sus altas funciones y se han doblegado al poder, por interés, conveniencia o afinidad ideológica, a quienes han dejado de ser auténticos servidores públicos, fiscales y jueces independientes e imparciales, y se han convertido en cómplices de un show mediático y judicial con consecuencias nefastas para la democracia.

A los fiscales Diego Luciani y Sergio Mola, y al juez Gustavo Hornos, como a los demás magistrados del grupo a quienes alguien podría tildarles de formar una auténtica "asociación ilícita" para favorecer sus espurios intereses político-económicos comunes, les digo, lo que estáis haciendo no hay como justificarlo por los caminos del derecho. Como dijo Unamuno, Venceréis, pero no convenceréis. A los demás jueces que deben decidir, que al parecer y según dice la prensa de uno y otro signo, serían también contrarios a Cristina Fernández y leales a Macri, así como a los jueces de los tribunales superiores de justicia que revisarán las sentencias; a todos ellos les digo: el mundo los está mirando, no podéis tapar el sol con un dedo, pensad muy bien si queréis ser recordados y estudiados en las universidades como aquellos jueces que se prestaron para que el poder judicial de vuestro país incida de manera indebida en la política contingente y en un proceso electoral democrático, porque una cosa es segura, la Historia no les absolverá. No cometáis la torpeza de convertiros en el Sanedrín argentino.

Buenísimo, gracias!
 
No. Masas no pensantes porque sus reclamos no resisten el menor análisis. Masas no pensantes porque piensan que la causa contra una presunta delincuente, por más pruebas que existan, son una persecusión a sus derechos.

La corrupción no tiene tinte político. La corrupción es lo que se cuestiona en este caso.

Vaya, suena sospechosamente parecido al accionar kirchnerista...
Tenés respuesta para todo. No te interesa ningún intercambio sino confirmar tus juicios. Avantti con eso, yo paso.
 
Simplemente, porque esa respuesta existe. Guste o no guste...
La retórica que sostienes no permite ningún intercambio, tampoco...
Hablás como si supieses! . El tema es: por qué la gente que se manifiesta frente al domicilio de la vicepresidente, dos veces presidente y líder política de un espacio NO es una "masa no pensante" sino gente con motivos reales y concretos para hacerlo. Se manifiesta porque un fiscal ha pedido la proscripción y la imposibilidad de ejercer cargos públicos de por vida para la persona en cuestión. Y como en Argentina hay una historia respecto de las proscripciones, es muy razonable que la gente se exprese, aunque no te gusten o te parezcan vulgares.
Lo de "masas no pensantes" deja muy en claro tus ideas "antipopulares". Así que esa intención de mostrarte equilibrada, ecuánime, razonable, no es creíble.
 
Simplemente, porque esa respuesta existe. Guste o no guste...
La retórica que sostienes no permite ningún intercambio, tampoco...
No hay respuestas para todo, son sólo opiniones y puntos de vista. Salvo para las fórmulas químicas que tienen una respuesta, en cuestiones políticas, sociales, económicas, históricas, hay tantas respuestas como personas opinemos. El tema es que cerrás el debate como si tus respuestas fuesen las únicas válidas.
 
Se manifiesta porque un fiscal ha pedido la proscripción y la imposibilidad de ejercer cargos públicos de por vida para la persona en cuestión. Y como en Argentina hay una historia respecto de las proscripciones, es muy razonable que la gente se exprese, aunque no te gusten o te parezcan vulgares.
Es evidente que si durante su actividad política cobijó tremenda corrupción y se benefició económicamente (basta ver el crecimiento de su patrimonio), se la debe apartar de cualquier posibilidad de ejercer cargos públicos. A ella y a cualquiera que se beneficie de manera personal a expensas del estado/pueblo.
Si fuera Macri el imputado, bajo las mismas condiciones, qué dirías?
No hay respuestas para todo, son sólo opiniones y puntos de vista. Salvo para las fórmulas químicas que tienen una respuesta, en cuestiones políticas, sociales, económicas, históricas, hay tantas respuestas como personas opinemos. El tema es que cerrás el debate como si tus respuestas fuesen las únicas válidas.
Ponte de acuerdo contigo misma. Primero me dices que tengo respuestas para todo, pero resulta que luego no hay respuestas...
 

INTERNACIONAL

Intento de asesinato contra Cristina Fernández de Kirchner​


Alberto Fernández asegura que la vicepresidenta “permanece con vida porque, por alguna razón, el arma, que contaba con cinco balas, no se disparó pese a haber sido gatillada” e insta a “desterrar” la violencia y el odio del discurso político y mediático.

Ver el archivo adjunto 2651908
Imagen del atentado contra la vicepresidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner

Las autoridades argentinas han detenido este viernes a un hombre por encañonar con una pistola a la expresidenta y actual vicepresidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, en las inmediaciones del domicilio bonaerense de la mandataria. El individuo apuntó a la cabeza de Kirchner, a pocos centímetros de esta, e intentó dispararle con el arma, cargada con cinco balas de calibre 380, aunque por motivos aún desconocidos la pistola no se disparó, según el diario argentino ‘Ámbito Financiero’. En una retransmisión en directo de la cadena de televisión argentina TVP se observó cómo una multitud de personas apoyaba a la vicepresidenta argentina en los alrededores de su casa, momento en el que un hombre levanta una pistola y apunta con ella a la cabeza de Kirchner.

El ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, ha destacado que el detenido “tenía un arma” y ha sido arrestado, inicialmente, “por personal de la custodia” de Kirchner. “Lo apartan y encuentran el arma; ahora tiene que ser analizada esta cuestión por nuestra gente para ver la disposición que tenía esta persona”, ha explicado el ministro. El Gobierno argentino ha confirmado que el detenido es un hombre de 35 años de origen brasileño y con antecedentes por tenencia ilícita de armas, pues ya había sido detenido el pasado mes de marzo, según ha informado el diario argentino ‘Clarín’.

Las autoridades argentinas han detenido este viernes a un hombre por encañonar con una pistola a la expresidenta y actual vicepresidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, en las inmediaciones del domicilio bonaerense de la mandataria. El individuo apuntó a la cabeza de Kirchner, a pocos centímetros de esta, e intentó dispararle con el arma, cargada con cinco balas de calibre 380, aunque por motivos aún desconocidos la pistola no se disparó, según el diario argentino ‘Ámbito Financiero’. En una retransmisión en directo de la cadena de televisión argentina TVP se observó cómo una multitud de personas apoyaba a la vicepresidenta argentina en los alrededores de su casa, momento en el que un hombre levanta una pistola y apunta con ella a la cabeza de Kirchner.

El ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, ha destacado que el detenido “tenía un arma” y ha sido arrestado, inicialmente, “por personal de la custodia” de Kirchner. “Lo apartan y encuentran el arma; ahora tiene que ser analizada esta cuestión por nuestra gente para ver la disposición que tenía esta persona”, ha explicado el ministro. El Gobierno argentino ha confirmado que el detenido es un hombre de 35 años de origen brasileño y con antecedentes por tenencia ilícita de armas, pues ya había sido detenido el pasado mes de marzo, según ha informado el diario argentino ‘Clarín’.


El presidente argentino, Alberto Fernández, ha asegurado que el intento de magnicidio es el hecho “más grave” ocurrido desde la vuelta de la democracia al país. “Querido pueblo argentino: poco después de las 21:00 horas, un hombre atentó contra la vida de la vicepresidenta de la nación (…) Cristina permanece con vida porque, por alguna razón, el arma, que contaba con cinco balas, no se disparó pese a haber sido gatillada”, dijo Fernández en un mensaje televisado minutos antes de la medianoche, hora local. “Este atentado merece el más enérgico repudio de todos los sectores políticos, de todos los hombres y mujeres que integran la república; estos hechos afectan a nuestra democracia”, añadió el presidente argentino, que instó a “desterrar” la violencia y el odio del discurso político y mediático.

 
Ah, pero Macri... desde hace casi tres años vienen recordando a Macri. Haya sido como haya sido su gestión, no exonera para nada al gobierno actual.
El ARA San Juan no es el tema acá. Igualmente, hasta donde sé, la investigación no ha concluido. Si Macri llegara a ser enjuiciado, con las pruebas correspondientes por supuesto, esperemos que sus partidarios NO lo defiendan, sino que acepten las conclusiones de la justicia...

Los votantes de Macri no han reconocido ni siquiera una imputación de su referente político, corrupto reconocido hasta por uno de sus hermanos. Hasta asumió procesado!!!. Y las escandalosas decisiones judiciales para protegerlo de denuncias varias y gravísimas, capítulo aparte. Lo del ARA San Juan se mantiene porque los defensores de esa pobre gente, olvidada y maltratada, han apelado la desestimación de acusaciones como la de las escuchas ilegales a familiares (una canallada) para “anticipar” estrategias del gobierno y respuestas a los reclamos. Son un papelón. No entiendo xq alguien que tiene tan clara su postura antiperonista y mantiene un halo de protección del Sr. Macri (como si la necesitara) se toma el trabajo de leer mis posts y flipar x comentarios que no comparte.
[/QUOTE]
😴😴😴😴😴😴😴😴
 
El de ayer debió ser contratado por la campora, porque el tipo gatillo 2 veces y no salió ninguna bala. Si hubieran querido matarla ya estría muerta. Ya es una barbarie lo que hacen, y el pelotudo de Alberso decreta "feriado nacional". Son todos unos psicópatas.
 

INTERNACIONAL

Intento de asesinato contra Cristina Fernández de Kirchner​


Alberto Fernández asegura que la vicepresidenta “permanece con vida porque, por alguna razón, el arma, que contaba con cinco balas, no se disparó pese a haber sido gatillada” e insta a “desterrar” la violencia y el odio del discurso político y mediático.

Ver el archivo adjunto 2651908
Imagen del atentado contra la vicepresidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner

Las autoridades argentinas han detenido este viernes a un hombre por encañonar con una pistola a la expresidenta y actual vicepresidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, en las inmediaciones del domicilio bonaerense de la mandataria. El individuo apuntó a la cabeza de Kirchner, a pocos centímetros de esta, e intentó dispararle con el arma, cargada con cinco balas de calibre 380, aunque por motivos aún desconocidos la pistola no se disparó, según el diario argentino ‘Ámbito Financiero’. En una retransmisión en directo de la cadena de televisión argentina TVP se observó cómo una multitud de personas apoyaba a la vicepresidenta argentina en los alrededores de su casa, momento en el que un hombre levanta una pistola y apunta con ella a la cabeza de Kirchner.

El ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, ha destacado que el detenido “tenía un arma” y ha sido arrestado, inicialmente, “por personal de la custodia” de Kirchner. “Lo apartan y encuentran el arma; ahora tiene que ser analizada esta cuestión por nuestra gente para ver la disposición que tenía esta persona”, ha explicado el ministro. El Gobierno argentino ha confirmado que el detenido es un hombre de 35 años de origen brasileño y con antecedentes por tenencia ilícita de armas, pues ya había sido detenido el pasado mes de marzo, según ha informado el diario argentino ‘Clarín’.

Las autoridades argentinas han detenido este viernes a un hombre por encañonar con una pistola a la expresidenta y actual vicepresidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, en las inmediaciones del domicilio bonaerense de la mandataria. El individuo apuntó a la cabeza de Kirchner, a pocos centímetros de esta, e intentó dispararle con el arma, cargada con cinco balas de calibre 380, aunque por motivos aún desconocidos la pistola no se disparó, según el diario argentino ‘Ámbito Financiero’. En una retransmisión en directo de la cadena de televisión argentina TVP se observó cómo una multitud de personas apoyaba a la vicepresidenta argentina en los alrededores de su casa, momento en el que un hombre levanta una pistola y apunta con ella a la cabeza de Kirchner.

El ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, ha destacado que el detenido “tenía un arma” y ha sido arrestado, inicialmente, “por personal de la custodia” de Kirchner. “Lo apartan y encuentran el arma; ahora tiene que ser analizada esta cuestión por nuestra gente para ver la disposición que tenía esta persona”, ha explicado el ministro. El Gobierno argentino ha confirmado que el detenido es un hombre de 35 años de origen brasileño y con antecedentes por tenencia ilícita de armas, pues ya había sido detenido el pasado mes de marzo, según ha informado el diario argentino ‘Clarín’.


El presidente argentino, Alberto Fernández, ha asegurado que el intento de magnicidio es el hecho “más grave” ocurrido desde la vuelta de la democracia al país. “Querido pueblo argentino: poco después de las 21:00 horas, un hombre atentó contra la vida de la vicepresidenta de la nación (…) Cristina permanece con vida porque, por alguna razón, el arma, que contaba con cinco balas, no se disparó pese a haber sido gatillada”, dijo Fernández en un mensaje televisado minutos antes de la medianoche, hora local. “Este atentado merece el más enérgico repudio de todos los sectores políticos, de todos los hombres y mujeres que integran la república; estos hechos afectan a nuestra democracia”, añadió el presidente argentino, que instó a “desterrar” la violencia y el odio del discurso político y mediático.

Obviamente que el arma estaba cargada pues de otra manera por qué el hombre se iba a exponer a ser detenido por sacar el arma y en dirección hacia ella? Además se ve que manipula el arma mientras la apunta.
 

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