Y pinpan pinpan pinpan .....también lo dice mucho, a mi me recuerda a las chonis de finales de los 90 bailando alrededor de los coches con aquellos altavocesYo lo que no aguanto de la madre son sus risitas constantes sin venir a cuento y su manía de decir "pinpon pinpon pinpon". Las risitas me llevan a hacer un análisis psicológico (no soy una profesional, pero me gusta ver lo que hay detrás de los gestos de las personas): la madre, igual que la hija, son personas que se ponen careta de "gente guay", cada una a su manera, para que la impresión que causen sea "¡Ay qué supermajísima es esta chica!". Pero como es careta (sin motivo que cause sus expresiones), detrás esconden un carácter y una moral totalmente contrarios a lo que aparentan. Me abstengo de calificarlos, por exigir calificativos nada amables, pero ya me entendéis. Eso me lleva a pensar: "Cuidado. No hacer tratos con ellas. Cuanto más lejos estén, mejor". Ah, y al parecer en casa de la Pocimadre tampoco encienden la calefacción. No hay más que ver que van todos con ropas polares.