El Chicle: “Creí que la chica me iba a delatar por robar. Le apreté el cuello, le di palmadas, vi que no se movía”
El autor confeso de la muerte de Diana Quer sostiene que la estranguló cuando la muchacha apareció por la calle y lo descubrió robando gasoil de camiones
SILVIA R. PONTEVEDRA
Santiago de Compostela 12 NOV 2019 - 16:20 CET
José Enrique Abuín Gey, 'El Chicle', hoy en el juicio por el asesinato de la joven Diana Quer. En vídeo, declaraciones del padre de Diana este martes. ÓSCAR CORRAL
"Yo estaba robando gasoil de camiones con dos garrafas y vi llegar a la chica. Iba en dirección a los gitanos y pensé que era uno de los feriantes de las fiestas patronales que había allí acampados. Creí que me iba a delatar. Yo no podía cometer delitos o entraría en prisión, porque estaba pendiente una sentencia por drogas, con la condena suspendida". José Enrique Abuín Gey, alias El Chicle, ha descrito pasado el mediodía de este martes en su juicio, con todo lujo de detalles y sin rechazar ninguna pregunta, su versión sobre la muerte de la joven Diana Quer. "Me fui hacia ella y la agarré con la mano derecha por el cuello. Luego le sostuve la cabeza con la izquierda por detrás y apreté. Se fue al suelo y se quedó con los ojos abiertos. Vi que no se movía, que estaba parada. Le pegué en la cara dos o tres palmadas. Estaba muerta y me asusté". En la primera sesión por la muerte de Diana Quer, el único acusado ha insistido en que acabó con la vida de la chica de forma accidental ("tengo mucha fuerza en los dedos, con dos de cada mano puedo levantar mi propio peso") y que una vez fallecida la cargó en los asientos traseros de su Alfa Romeo y la llevó hasta la nave abandonada de Rianxo donde finalmente arrojó el cadáver en un pozo de agua dulce. "Sé que reaccioné mal, pero reaccioné así", se ha justificado.
La madre de Diana, la última en prestar declaración, al filo de las dos y media de la tarde, ha descrito a su hija entre lágrimas como "una niña tremendamente bondadosa, un ángel. Muy miedosa y precavida". "No podía ver películas de terror", ha contado tratando de reponerse a los sollozos, "siempre fue muy frágil". La joven madrileña de 18 años era "obediente" y en su pueblo gallego de vacaciones siempre hacía la misma ruta para regresar a casa, que no coincide con la calle poco transitada, oscura y con naves industriales en ruinas en la que, según la versión del acusado, se la topó aquella madrugada del 22 de agosto de 2016. Diana volvía a casa "siempre" por el paseo litoral y luego seguía el último tramo hasta la urbanización donde se ubica el chalé en el que veraneaba desde niña "por la carretera principal".
Este es el relato que sostendrá en este mediático juicio la defensa, ejercida por una abogada de oficio. Según su versión, escondió el cuerpo a 17 kilómetros y le sacó la ropa por "si quedaban pelos o rastros de él", o incluso rastros biológicos de su propia esposa, ya que el vehículo era el que usaba la que ahora es expareja de Abuín. La declaración se ha producido durante la primera jornada del juicio que comienza hoy contra el El Chicle, autor confeso de la muerte de la madrileña de 18 años que desapareció del pueblo donde pasaba sus vacaciones, A Pobra do Caramiñal (A Coruña), en la madrugada del 22 de agosto de 2016. El acusado se enfrenta a las acusaciones de asesinato, detención ilegal y violación de la chica.
Después de declarar El Chicle, ha llegado el turno para los padres de Diana Quer. Juan Carlos Quer ha asegurado que el crimen "ha dejado cuatro víctimas", la fallecida, su padre, su madre y su hermana, Valeria. "Yo escenifico la imagen [del asalto] como si mi hija fuera un cervatillo indefenso frente a este individuo", ha descrito el progenitor de Diana. "Mi hija no era una persona que supiera ponerse en defensa, nació muy prematura, con apenas un kilo de peso y eso seguía arrastrándolo. No era atlética, era absolutamente vulnerable". Juan Carlos Quer, que hace tres años dejó de trabajar para dedicarse al cuidado de su hija Valeria y tratar de sacar adelante una fundación por los derechos de los desaparecidos, ha explicado ante el tribunal del jurado los "efectos devastadores" que la desaparición y muerte de Diana ha causado en la hermana menor, que entonces tenía 16 años.
"Ha perdido a su compañera de juegos, de vida, de todo. Ha dejado los estudios, ha estado ingresada durante meses, ha pasado por diferentes centros y acude a cuatro sesiones semanales con psicólogos", ha contado Quer sobre la hija que le queda. "Vive recluida en casa, tiene miedo, no quiere tener relaciones sociales con nadie y sus únicos compañeros son dos perros de defensa", ha proseguido. "Una vez se provocó 15 quemaduras sin manifestar una sola expresión de dolor. El dolor físico le supuso un alivio" ante tanto dolor que llevaba dentro.
"Ustedes van a tener que mandar un mensaje muy claro a la sociedad. Aquí no hay patente de corso. El que la hace la paga", ha encomendado al jurado popular durante su turno el abogado de los padres de Diana Quer, Ricardo Pérez Lama, que también había ejercido la acusación popular en el caso Asunta. "¿Para qué detiene [Abuín] a una chica joven, guapa, con una melena lacia muy bonita si no es para atentar contra su libertad sexual?", se ha preguntado el también representante legal de la Asociación Clara Campoamor, "Es un depredador, un cazador sexual", ha calificado al acusado. Y ha insistido en que El Chicle "mató a Diana Quer para ocultar su fechoría. Tenía la experiencia de lo que le había pasado con su cuñada, que lo denunció" por una violación en 2005, un asunto archivado que se ha reabierto siguiendo la estela del caso Quer.
La acusación (tanto fiscalía como el abogado que representa a los padres de Diana) reclama la prisión permanente revisable por un supuesto asesinato ligado a una violación y un rapto. La letrada defensora, María Fernanda Álvarez, pide tan solo dos años y medio por un delito de homicidio imprudente. Álvarez ha explicado al jurado que se encuentra "ante el caso más difícil" de su carrera como abogada. "Me tengo que enfrentar a una condena social. A un bombardeo mediático, a un linchamiento", ha argumentado y luego se ha dirigido a los miembros del tribunal: "Les pido encarecidamente que se desinfecten del juicio mediático". Según ella, si no se han encontrado rastros biológicos de Abuín en el cuerpo de la víctima "en unos tiempos en que se puede extraer ADN de fósiles de hace millones de años" es porque "no los ha habido".
La representante del ministerio fiscal, Cristina Margalet, ha mantenido, por el contrario, que El Chicle desarrolló un "modus operandi" para "violarla, asesinarla y esconder su cadáver, tirándolo a un pozo". Para ello, la transportó viva, encerrada en el maletero de su vehículo, "durante al menos 25 minutos". También le quitó el teléfono móvil, que tiró al mar desde el coche en marcha, a la altura de un viaducto de la autovía. La agresión sexual, para la fiscal, se produjo dentro de la nave de Rianxo donde también murió y donde apareció el cadáver dentro del pozo, desnudo, boca abajo y lastrado con bloques de cemento. Fue víctima de "un estrangulamiento con rotura del hueso ioides", compatible "con el uso de una brida", ha concretado basándose en la autopsia y en el hallazgo de una cincha plástica enredada en la melena de la muchacha.
Antes de empezar el juicio, la madre de Diana Quer, Diana López-Pinel, enfrentada con el padre, al que ha denunciado recientemente dos veces por presuntos malos tratos, ha abandonado el juzgado, según dijo, para no tener que esperar su turno "dos horas con el señor Quer". Más tarde, ante el jurado, se ha mostrado muy molesta por no haber sido debidamente informada sobre la organización del juicio en el que debía declarar y sobre el propio sumario, de 14 tomos, que no ha visto. "Vengo en blanco a este juicio, no se me ha aportado ninguna documentación", ha protestado al llegar a la sala donde se celebra la vista en los juzgados de Santiago. Al terminar su declaración, después de que el presidente del tribunal, el magistrado de la Audiencia de A Coruña Ángel Pantín, levantase la sesión, ha hecho ademán de aproximarse hacia su exmarido pero dos personas han bloqueado su avance.
El autor confeso de la muerte de Diana Quer sostiene que la estranguló cuando la muchacha apareció por la calle y lo descubrió robando gasoil de camiones
SILVIA R. PONTEVEDRA
Santiago de Compostela 12 NOV 2019 - 16:20 CET
José Enrique Abuín Gey, 'El Chicle', hoy en el juicio por el asesinato de la joven Diana Quer. En vídeo, declaraciones del padre de Diana este martes. ÓSCAR CORRAL
"Yo estaba robando gasoil de camiones con dos garrafas y vi llegar a la chica. Iba en dirección a los gitanos y pensé que era uno de los feriantes de las fiestas patronales que había allí acampados. Creí que me iba a delatar. Yo no podía cometer delitos o entraría en prisión, porque estaba pendiente una sentencia por drogas, con la condena suspendida". José Enrique Abuín Gey, alias El Chicle, ha descrito pasado el mediodía de este martes en su juicio, con todo lujo de detalles y sin rechazar ninguna pregunta, su versión sobre la muerte de la joven Diana Quer. "Me fui hacia ella y la agarré con la mano derecha por el cuello. Luego le sostuve la cabeza con la izquierda por detrás y apreté. Se fue al suelo y se quedó con los ojos abiertos. Vi que no se movía, que estaba parada. Le pegué en la cara dos o tres palmadas. Estaba muerta y me asusté". En la primera sesión por la muerte de Diana Quer, el único acusado ha insistido en que acabó con la vida de la chica de forma accidental ("tengo mucha fuerza en los dedos, con dos de cada mano puedo levantar mi propio peso") y que una vez fallecida la cargó en los asientos traseros de su Alfa Romeo y la llevó hasta la nave abandonada de Rianxo donde finalmente arrojó el cadáver en un pozo de agua dulce. "Sé que reaccioné mal, pero reaccioné así", se ha justificado.
La madre de Diana, la última en prestar declaración, al filo de las dos y media de la tarde, ha descrito a su hija entre lágrimas como "una niña tremendamente bondadosa, un ángel. Muy miedosa y precavida". "No podía ver películas de terror", ha contado tratando de reponerse a los sollozos, "siempre fue muy frágil". La joven madrileña de 18 años era "obediente" y en su pueblo gallego de vacaciones siempre hacía la misma ruta para regresar a casa, que no coincide con la calle poco transitada, oscura y con naves industriales en ruinas en la que, según la versión del acusado, se la topó aquella madrugada del 22 de agosto de 2016. Diana volvía a casa "siempre" por el paseo litoral y luego seguía el último tramo hasta la urbanización donde se ubica el chalé en el que veraneaba desde niña "por la carretera principal".
Este es el relato que sostendrá en este mediático juicio la defensa, ejercida por una abogada de oficio. Según su versión, escondió el cuerpo a 17 kilómetros y le sacó la ropa por "si quedaban pelos o rastros de él", o incluso rastros biológicos de su propia esposa, ya que el vehículo era el que usaba la que ahora es expareja de Abuín. La declaración se ha producido durante la primera jornada del juicio que comienza hoy contra el El Chicle, autor confeso de la muerte de la madrileña de 18 años que desapareció del pueblo donde pasaba sus vacaciones, A Pobra do Caramiñal (A Coruña), en la madrugada del 22 de agosto de 2016. El acusado se enfrenta a las acusaciones de asesinato, detención ilegal y violación de la chica.
Después de declarar El Chicle, ha llegado el turno para los padres de Diana Quer. Juan Carlos Quer ha asegurado que el crimen "ha dejado cuatro víctimas", la fallecida, su padre, su madre y su hermana, Valeria. "Yo escenifico la imagen [del asalto] como si mi hija fuera un cervatillo indefenso frente a este individuo", ha descrito el progenitor de Diana. "Mi hija no era una persona que supiera ponerse en defensa, nació muy prematura, con apenas un kilo de peso y eso seguía arrastrándolo. No era atlética, era absolutamente vulnerable". Juan Carlos Quer, que hace tres años dejó de trabajar para dedicarse al cuidado de su hija Valeria y tratar de sacar adelante una fundación por los derechos de los desaparecidos, ha explicado ante el tribunal del jurado los "efectos devastadores" que la desaparición y muerte de Diana ha causado en la hermana menor, que entonces tenía 16 años.
"Ha perdido a su compañera de juegos, de vida, de todo. Ha dejado los estudios, ha estado ingresada durante meses, ha pasado por diferentes centros y acude a cuatro sesiones semanales con psicólogos", ha contado Quer sobre la hija que le queda. "Vive recluida en casa, tiene miedo, no quiere tener relaciones sociales con nadie y sus únicos compañeros son dos perros de defensa", ha proseguido. "Una vez se provocó 15 quemaduras sin manifestar una sola expresión de dolor. El dolor físico le supuso un alivio" ante tanto dolor que llevaba dentro.
"Ustedes van a tener que mandar un mensaje muy claro a la sociedad. Aquí no hay patente de corso. El que la hace la paga", ha encomendado al jurado popular durante su turno el abogado de los padres de Diana Quer, Ricardo Pérez Lama, que también había ejercido la acusación popular en el caso Asunta. "¿Para qué detiene [Abuín] a una chica joven, guapa, con una melena lacia muy bonita si no es para atentar contra su libertad sexual?", se ha preguntado el también representante legal de la Asociación Clara Campoamor, "Es un depredador, un cazador sexual", ha calificado al acusado. Y ha insistido en que El Chicle "mató a Diana Quer para ocultar su fechoría. Tenía la experiencia de lo que le había pasado con su cuñada, que lo denunció" por una violación en 2005, un asunto archivado que se ha reabierto siguiendo la estela del caso Quer.
La acusación (tanto fiscalía como el abogado que representa a los padres de Diana) reclama la prisión permanente revisable por un supuesto asesinato ligado a una violación y un rapto. La letrada defensora, María Fernanda Álvarez, pide tan solo dos años y medio por un delito de homicidio imprudente. Álvarez ha explicado al jurado que se encuentra "ante el caso más difícil" de su carrera como abogada. "Me tengo que enfrentar a una condena social. A un bombardeo mediático, a un linchamiento", ha argumentado y luego se ha dirigido a los miembros del tribunal: "Les pido encarecidamente que se desinfecten del juicio mediático". Según ella, si no se han encontrado rastros biológicos de Abuín en el cuerpo de la víctima "en unos tiempos en que se puede extraer ADN de fósiles de hace millones de años" es porque "no los ha habido".
La representante del ministerio fiscal, Cristina Margalet, ha mantenido, por el contrario, que El Chicle desarrolló un "modus operandi" para "violarla, asesinarla y esconder su cadáver, tirándolo a un pozo". Para ello, la transportó viva, encerrada en el maletero de su vehículo, "durante al menos 25 minutos". También le quitó el teléfono móvil, que tiró al mar desde el coche en marcha, a la altura de un viaducto de la autovía. La agresión sexual, para la fiscal, se produjo dentro de la nave de Rianxo donde también murió y donde apareció el cadáver dentro del pozo, desnudo, boca abajo y lastrado con bloques de cemento. Fue víctima de "un estrangulamiento con rotura del hueso ioides", compatible "con el uso de una brida", ha concretado basándose en la autopsia y en el hallazgo de una cincha plástica enredada en la melena de la muchacha.
Antes de empezar el juicio, la madre de Diana Quer, Diana López-Pinel, enfrentada con el padre, al que ha denunciado recientemente dos veces por presuntos malos tratos, ha abandonado el juzgado, según dijo, para no tener que esperar su turno "dos horas con el señor Quer". Más tarde, ante el jurado, se ha mostrado muy molesta por no haber sido debidamente informada sobre la organización del juicio en el que debía declarar y sobre el propio sumario, de 14 tomos, que no ha visto. "Vengo en blanco a este juicio, no se me ha aportado ninguna documentación", ha protestado al llegar a la sala donde se celebra la vista en los juzgados de Santiago. Al terminar su declaración, después de que el presidente del tribunal, el magistrado de la Audiencia de A Coruña Ángel Pantín, levantase la sesión, ha hecho ademán de aproximarse hacia su exmarido pero dos personas han bloqueado su avance.
El Chicle: “Le apreté el cuello, le di palmadas, vi que no se movía”
El autor confeso de la muerte de Diana Quer sostiene que la estranguló cuando la muchacha apareció por la calle y lo descubrió robando gasoil de camiones
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