El asesinato de la viuda del presidente de la CAM

El lavadero de ese concesionario está a 32 metros de la entrada y es un rectángulo oscuro (tiene, eso sí, un interruptor de la luz) con una sola salida. Mide casi nueve metros y medio de profundidad, casi cinco de alto y seis y medio de ancho. Cerrado por tres paredes, solo queda abierta hacia fuera la que da al parking interior. Todo el concesionario menos el lavadero, tiene cámaras de seguridad y está conectado a una central de alarmas. El lavadero es, lo escribe así la policía, el mejor lugar del concesionario de coches para cometer un crimen. Su yerno le entrega las llaves, la mujer camina unos diez metros más hacia su coche, entra en el lavadero y alguien le dispara dos veces, en la cabeza. Todo fue muy rápido. La viuda entró en el coche, se sentó en el asiento del conductor, pero no tuvo tiempo ni de meter las llaves en el contacto.Su asesino le dispara primero en la sien izquierda y luego en el pómulo. Nadie oyó nada ni vio nada.

Los testimonios de los trabajadores no dejan en buen lugar al yerno, a Miguel López. Herminio, encargado de lavar los coches, había terminado su trabajo con el Porsche de la señora, así la llamaban, por la mañana. Sacó el coche al parking exterior y allí lo dejó, hacia las once y media de la mañana. El coche seguía allí, fuera, listo para ser entregado, al menos hasta las cuatro y media de la tarde, pero entonces ocurren dos cosas. La administrativa del concesionario, Cristina, siguiendo instrucciones de su jefe, llama por teléfono a doña Mari Carmen, le dice que no vaya a las cinco sino a última hora de la tarde, a recogerlo (el concesionario cierra a las siete) y otro empleado, Israel recibe la orden de Miguel, el yerno, de que le de las llaves del coche de la señora. Finalmente, el coche aparece en el lavadero cuando la anciana acude a recogerlo. Y allí va a morir asesinada.

Miguel cuenta que dejó a su suegra camino del lavadero y el se fue al taller del concesionario, recogió su cartera y se fue. En el camino vio Israel. Este le indica que su suegra sigue en el lavadero, porque ve la puerta del coche abierta y la luz interior, de cortesía, encendida. Miguel no va a ver a la suegra, sino en dirección contraria, hacia la puerta, y su empleado le sigue. A las 18 horas 35 minutos y 35 segundos una cámara de seguridad le graba conduciendo su coche hacia la casa familiar. Dentro, en el lavadero,queda agonizando Mari Carmen.

Miguel López conduce a toda velocidad hasta su casa. El cuenta a la policía que tarda 20 minutos en llegar. Los investigadores de la UDEV de Alicante han reconstruido el viaje y estiman en unos 13 minutos el tiempo necesario para llegar a la enorme finca familiar si se va rápido. Las cámaras de seguridad muestran que Miguel López tardó apenas nueve minutos en ese camino. La de la entrada a su chalet lo graba llegando a las 18.47.27 y graba un comportamiento digamos peculiar.
La policía apunta en sus informes que Miguel López quería llegar a casa antes de que en el concesionario de coches descubrieran el cadáver. El establecimiento cerraba a las siete de la tarde y el sabía que no tenía mucho tiempo. Y en efecto, hacia las siete menos diez, el empleado encargado del lavadero, Herminio, acude al lavadero a dejar unos destornilladores y alicates y ve una sombra de una persona moviéndose, ensangrentada. Avisa a varios compañeros, acuden y ven que es Mari Carmen Martínez, la jefa, que ha logrado salir del coche, se apoya sobre él y se derrumba. Como es lógico, sus empleados llaman inmediatamente a Miguel López para comunicarle lo que ha ocurrido. Y la policia cree que el yerno quería estar ya en casa para tener una coartada. En cuanto a su comportamiento, las grabaciones de la cámara de seguridad que da a su chale le muestra parado en la puerta de su garaje. No entra y entonces se ve el reflejo de una luz dentro del coche, la policía afirma que acaba de encender su teléfono móvil, que ha tenido apagado una hora, algo totalmente inusual en él. Recibe el mensaje a las 18.48 y va a casa de su cuñada, un chalet que está al lado. Las cámaras lo muestran salir corriendo del coche tras aparcar pero luego frenar su paso a la altura de la vivienda. Entra y a los cinco minutos recibe la llamada que le avisa de que su suegra ha sido atacada. Sale de casa de sus cuñadas sin decir nada tampoco a su mujer: la cámara otra vez, le muestra caminando tranquilo y hablando por el teléfono móvil. Y entonces hace algo, otra vez, sorprendente para la policía. Miguel decide ir en coche a su casa, que está muy cerca, en la finca familiar de los Sala. Llega a las 18.59.05, se mete dentro del garaje y esta alli tres minutos, luego vuelve a salir (19.02.19). La policía cree que en esos tres minutos se deshace del arma del crimen y se limpia de restos de disparo. Entonces sí, va hacia el concesionario de coches: Esta vez tarda en llegar 20 minutos (el viaje de ida, tras el crimen, lo hizo en 9 minutos). La policía ya está allí y está investigando.

Y es el propio yerno, además de otras personas, las que hablan de un posible robo. Incluso se localiza y se interroga a dos árabes, dos moros dicen los testigos, uno de ellos con pocos dientes y conocido cmo moro sucio, pero la policía lo descarta muy pronto. Qué ladrón iba a saber que una anciana iba a ir al lavadero de un concesionario, cruzar los 32 metros sin ser visto y, sobre todo, matar a la anciana para luego dejar allí su bolso, su cartera, sus joyas y su reloj, un estupendo Patek Phillippe. Es entonces cuando desde la propia familia de la víctima se habla también de un sicario, de negocios oscuros en Latinoamérica. La policía también lo descarta. Nadie sabía que Mari Carmen iba al concesionario tan tarde, nadie, salvo su yerno, tenía las llaves del coche, nadie la siguió (se han comprobado todos los móviles que pasaron por las antenas del recorrido que hizo la viuda) y un sicario debería haber cruzado el lugar sin ser visto ni oido. Las empresas familiares habían crecido mucho en Latinoamérica (México, Perú, Argentina y Colombia) pero no habían recibido una sola amenaza ni el más mínimo aviso.

Eso que es un articulo o la declaración de un testigo.

Es que yo he leído que en todo el concesionario no hay camaras, solo detectores de movimiento para la alarma.
Y carteles de que había camaras, pero falsos, solo para persuadir a los cacos.

Que la defensa ha aportado hasta el informe de la empresa de seguridad que realizo la instalación
 
Yo no soy ninguna experta y hablo por hablar pero creía que los restos de pólvora serán muy difíciles de eliminar, incluso llevando guantes. Esto, que yo sepa, no se ha aclarado en el juicio todavía. Ni siquiera pueden probar que se cambiara de ropa.
Luego hay cosas que chirrían, como por ejemplo que no puedan detectar dónde compro el silenciador y la pistola. De ahí puedes ir tirando del hilo y llegar a Miguel, si es que fue el. Pero en vez de eso, se centran en convencer al jurado de los indicios: que si se llevaban mal, que si fue él el último que la vio.... y que? . La señora era de armas tomar. Pudo tener más enemigos, sobre todo otros empleados del concesionario. Esto no prueba nada.
Por otro lado, descartan lo del sicario, no sé por qué. En mi opinión, con lo que ha salido hasta ahora sería una explicación razonable.
Se supone que descartan al sicario porque dicen que nunca habría dejado los casquillos y que él Segundo tiro fue innecesario... pues no sé, ya hemos visto otras chapuzas... y esto no salió tan mal..
 
La policía apunta en el sumario que Miguel López es tirador federado, que le encontraron dos escopetas y una pistola en casa. Miguel López es socio de la federación de tiro olímpico y participó en algo que se llama “tiradas con pistola de fuego central” en circuitos open autonómicos, comprando hasta 300 cartuchos. En este tipo de circuitos se permite usar pistolas con modificaciones. El asesino de Mari Carmen Martínez modificó artesanalmente los cartuchos para que pudieran ser disparados por una pistola nueve milímetros, el calibre más común y dificultar así que se siguiera la pista del arma del crimen.
Creo que el hijo Vicente también está federado.
 
Creo que el hijo Vicente también está federado.

Desde que Mari Carmen entra hasta que el yerno sale coinciden más de 10 min en el mismo sitio. Puede ser o no el asesino, pero al menos coinciden.
El hijo estaba en otro sitio por lo que a imposible que fuera el. Para molestarse en mirar si está o no federado etc habría que creer mínimo en el teletransporte
 
Aquí se ha dicho varias veces que pincharon el teléfono del bando de las hijas y no del hijo ni la hermana, y no recuerdo si lo vi en prensa pero sí recuerdo ver publicado que el hijo fue descartado desde el principio, entonces entiendo que no pidieron orden siquiera.
Pues creía haber oído que tenemos la mejor policía de Europa...
 
El lavadero de ese concesionario está a 32 metros de la entrada y es un rectángulo oscuro (tiene, eso sí, un interruptor de la luz) con una sola salida. Mide casi nueve metros y medio de profundidad, casi cinco de alto y seis y medio de ancho. Cerrado por tres paredes, solo queda abierta hacia fuera la que da al parking interior. Todo el concesionario menos el lavadero, tiene cámaras de seguridad y está conectado a una central de alarmas. El lavadero es, lo escribe así la policía, el mejor lugar del concesionario de coches para cometer un crimen. Su yerno le entrega las llaves, la mujer camina unos diez metros más hacia su coche, entra en el lavadero y alguien le dispara dos veces, en la cabeza. Todo fue muy rápido. La viuda entró en el coche, se sentó en el asiento del conductor, pero no tuvo tiempo ni de meter las llaves en el contacto.Su asesino le dispara primero en la sien izquierda y luego en el pómulo. Nadie oyó nada ni vio nada.

Los testimonios de los trabajadores no dejan en buen lugar al yerno, a Miguel López. Herminio, encargado de lavar los coches, había terminado su trabajo con el Porsche de la señora, así la llamaban, por la mañana. Sacó el coche al parking exterior y allí lo dejó, hacia las once y media de la mañana. El coche seguía allí, fuera, listo para ser entregado, al menos hasta las cuatro y media de la tarde, pero entonces ocurren dos cosas. La administrativa del concesionario, Cristina, siguiendo instrucciones de su jefe, llama por teléfono a doña Mari Carmen, le dice que no vaya a las cinco sino a última hora de la tarde, a recogerlo (el concesionario cierra a las siete) y otro empleado, Israel recibe la orden de Miguel, el yerno, de que le de las llaves del coche de la señora. Finalmente, el coche aparece en el lavadero cuando la anciana acude a recogerlo. Y allí va a morir asesinada.

Miguel cuenta que dejó a su suegra camino del lavadero y el se fue al taller del concesionario, recogió su cartera y se fue. En el camino vio Israel. Este le indica que su suegra sigue en el lavadero, porque ve la puerta del coche abierta y la luz interior, de cortesía, encendida. Miguel no va a ver a la suegra, sino en dirección contraria, hacia la puerta, y su empleado le sigue. A las 18 horas 35 minutos y 35 segundos una cámara de seguridad le graba conduciendo su coche hacia la casa familiar. Dentro, en el lavadero,queda agonizando Mari Carmen.

Miguel López conduce a toda velocidad hasta su casa. El cuenta a la policía que tarda 20 minutos en llegar. Los investigadores de la UDEV de Alicante han reconstruido el viaje y estiman en unos 13 minutos el tiempo necesario para llegar a la enorme finca familiar si se va rápido. Las cámaras de seguridad muestran que Miguel López tardó apenas nueve minutos en ese camino. La de la entrada a su chalet lo graba llegando a las 18.47.27 y graba un comportamiento digamos peculiar.
La policía apunta en sus informes que Miguel López quería llegar a casa antes de que en el concesionario de coches descubrieran el cadáver. El establecimiento cerraba a las siete de la tarde y el sabía que no tenía mucho tiempo. Y en efecto, hacia las siete menos diez, el empleado encargado del lavadero, Herminio, acude al lavadero a dejar unos destornilladores y alicates y ve una sombra de una persona moviéndose, ensangrentada. Avisa a varios compañeros, acuden y ven que es Mari Carmen Martínez, la jefa, que ha logrado salir del coche, se apoya sobre él y se derrumba. Como es lógico, sus empleados llaman inmediatamente a Miguel López para comunicarle lo que ha ocurrido. Y la policia cree que el yerno quería estar ya en casa para tener una coartada. En cuanto a su comportamiento, las grabaciones de la cámara de seguridad que da a su chale le muestra parado en la puerta de su garaje. No entra y entonces se ve el reflejo de una luz dentro del coche, la policía afirma que acaba de encender su teléfono móvil, que ha tenido apagado una hora, algo totalmente inusual en él. Recibe el mensaje a las 18.48 y va a casa de su cuñada, un chalet que está al lado. Las cámaras lo muestran salir corriendo del coche tras aparcar pero luego frenar su paso a la altura de la vivienda. Entra y a los cinco minutos recibe la llamada que le avisa de que su suegra ha sido atacada. Sale de casa de sus cuñadas sin decir nada tampoco a su mujer: la cámara otra vez, le muestra caminando tranquilo y hablando por el teléfono móvil. Y entonces hace algo, otra vez, sorprendente para la policía. Miguel decide ir en coche a su casa, que está muy cerca, en la finca familiar de los Sala. Llega a las 18.59.05, se mete dentro del garaje y esta alli tres minutos, luego vuelve a salir (19.02.19). La policía cree que en esos tres minutos se deshace del arma del crimen y se limpia de restos de disparo. Entonces sí, va hacia el concesionario de coches: Esta vez tarda en llegar 20 minutos (el viaje de ida, tras el crimen, lo hizo en 9 minutos). La policía ya está allí y está investigando.

Y es el propio yerno, además de otras personas, las que hablan de un posible robo. Incluso se localiza y se interroga a dos árabes, dos moros dicen los testigos, uno de ellos con pocos dientes y conocido cmo moro sucio, pero la policía lo descarta muy pronto. Qué ladrón iba a saber que una anciana iba a ir al lavadero de un concesionario, cruzar los 32 metros sin ser visto y, sobre todo, matar a la anciana para luego dejar allí su bolso, su cartera, sus joyas y su reloj, un estupendo Patek Phillippe. Es entonces cuando desde la propia familia de la víctima se habla también de un sicario, de negocios oscuros en Latinoamérica. La policía también lo descarta. Nadie sabía que Mari Carmen iba al concesionario tan tarde, nadie, salvo su yerno, tenía las llaves del coche, nadie la siguió (se han comprobado todos los móviles que pasaron por las antenas del recorrido que hizo la viuda) y un sicario debería haber cruzado el lugar sin ser visto ni oido. Las empresas familiares habían crecido mucho en Latinoamérica (México, Perú, Argentina y Colombia) pero no habían recibido una sola amenaza ni el más mínimo aviso.
Este resumen es demoledor
 
Desde que Mari Carmen entra hasta que el yerno sale coinciden más de 10 min en el mismo sitio. Puede ser o no el asesino, pero al menos coinciden.
El hijo estaba en otro sitio por lo que a imposible que fuera el. Para molestarse en mirar si está o no federado etc habría que creer mínimo en el teletransporte

No acabo de entender muy bien la frase marcada en rojo.

Yo no se si seria el hijo. Si lo fuese seria pagando a alguien, no haciéndolo con sus propias manos.
 
Este resumen es demoledor

Es un artículo totalmente parcial. Por ejemplo, dice que el imputado cambió la hora de recogida del coche y realmente la recepcionista dice que no se acuerda si fue él o la victima quien lo hizo. Tampoco habla nada del ADN desconocido que encontraron en el casquillo.
 
Copiado de El Confidencial:
La misma contradicción ha defendido el varón, Vicente Sala Martínez, desde hace años. Y la defiende con abogados y ante jueces distintos. En los litigios mercantiles, alegaba que la acción de oro le correspondía a él, porque así lo expresó su padre en su testamento; y en la investigación del crimen, alegó desde el primer día que, muerta su madre, “sin la acción de oro de ella, el control de la compañía pasa a sus tres hermanas”.

Entonces Vicente defendía en los juicios mercantiles que la accion de oro seria para el y controlaría La sociedad y en el de asesinato que el control lo tendrían sus hermanas. Interesante
 
El lavadero de ese concesionario está a 32 metros de la entrada y es un rectángulo oscuro (tiene, eso sí, un interruptor de la luz) con una sola salida. Mide casi nueve metros y medio de profundidad, casi cinco de alto y seis y medio de ancho. Cerrado por tres paredes, solo queda abierta hacia fuera la que da al parking interior. Todo el concesionario menos el lavadero, tiene cámaras de seguridad y está conectado a una central de alarmas. El lavadero es, lo escribe así la policía, el mejor lugar del concesionario de coches para cometer un crimen. Su yerno le entrega las llaves, la mujer camina unos diez metros más hacia su coche, entra en el lavadero y alguien le dispara dos veces, en la cabeza. Todo fue muy rápido. La viuda entró en el coche, se sentó en el asiento del conductor, pero no tuvo tiempo ni de meter las llaves en el contacto.Su asesino le dispara primero en la sien izquierda y luego en el pómulo. Nadie oyó nada ni vio nada.

Los testimonios de los trabajadores no dejan en buen lugar al yerno, a Miguel López. Herminio, encargado de lavar los coches, había terminado su trabajo con el Porsche de la señora, así la llamaban, por la mañana. Sacó el coche al parking exterior y allí lo dejó, hacia las once y media de la mañana. El coche seguía allí, fuera, listo para ser entregado, al menos hasta las cuatro y media de la tarde, pero entonces ocurren dos cosas. La administrativa del concesionario, Cristina, siguiendo instrucciones de su jefe, llama por teléfono a doña Mari Carmen, le dice que no vaya a las cinco sino a última hora de la tarde, a recogerlo (el concesionario cierra a las siete) y otro empleado, Israel recibe la orden de Miguel, el yerno, de que le de las llaves del coche de la señora. Finalmente, el coche aparece en el lavadero cuando la anciana acude a recogerlo. Y allí va a morir asesinada.

Miguel cuenta que dejó a su suegra camino del lavadero y el se fue al taller del concesionario, recogió su cartera y se fue. En el camino vio Israel. Este le indica que su suegra sigue en el lavadero, porque ve la puerta del coche abierta y la luz interior, de cortesía, encendida. Miguel no va a ver a la suegra, sino en dirección contraria, hacia la puerta, y su empleado le sigue. A las 18 horas 35 minutos y 35 segundos una cámara de seguridad le graba conduciendo su coche hacia la casa familiar. Dentro, en el lavadero,queda agonizando Mari Carmen.

Miguel López conduce a toda velocidad hasta su casa. El cuenta a la policía que tarda 20 minutos en llegar. Los investigadores de la UDEV de Alicante han reconstruido el viaje y estiman en unos 13 minutos el tiempo necesario para llegar a la enorme finca familiar si se va rápido. Las cámaras de seguridad muestran que Miguel López tardó apenas nueve minutos en ese camino. La de la entrada a su chalet lo graba llegando a las 18.47.27 y graba un comportamiento digamos peculiar.
La policía apunta en sus informes que Miguel López quería llegar a casa antes de que en el concesionario de coches descubrieran el cadáver. El establecimiento cerraba a las siete de la tarde y el sabía que no tenía mucho tiempo. Y en efecto, hacia las siete menos diez, el empleado encargado del lavadero, Herminio, acude al lavadero a dejar unos destornilladores y alicates y ve una sombra de una persona moviéndose, ensangrentada. Avisa a varios compañeros, acuden y ven que es Mari Carmen Martínez, la jefa, que ha logrado salir del coche, se apoya sobre él y se derrumba. Como es lógico, sus empleados llaman inmediatamente a Miguel López para comunicarle lo que ha ocurrido. Y la policia cree que el yerno quería estar ya en casa para tener una coartada. En cuanto a su comportamiento, las grabaciones de la cámara de seguridad que da a su chale le muestra parado en la puerta de su garaje. No entra y entonces se ve el reflejo de una luz dentro del coche, la policía afirma que acaba de encender su teléfono móvil, que ha tenido apagado una hora, algo totalmente inusual en él. Recibe el mensaje a las 18.48 y va a casa de su cuñada, un chalet que está al lado. Las cámaras lo muestran salir corriendo del coche tras aparcar pero luego frenar su paso a la altura de la vivienda. Entra y a los cinco minutos recibe la llamada que le avisa de que su suegra ha sido atacada. Sale de casa de sus cuñadas sin decir nada tampoco a su mujer: la cámara otra vez, le muestra caminando tranquilo y hablando por el teléfono móvil. Y entonces hace algo, otra vez, sorprendente para la policía. Miguel decide ir en coche a su casa, que está muy cerca, en la finca familiar de los Sala. Llega a las 18.59.05, se mete dentro del garaje y esta alli tres minutos, luego vuelve a salir (19.02.19). La policía cree que en esos tres minutos se deshace del arma del crimen y se limpia de restos de disparo. Entonces sí, va hacia el concesionario de coches: Esta vez tarda en llegar 20 minutos (el viaje de ida, tras el crimen, lo hizo en 9 minutos). La policía ya está allí y está investigando.

Y es el propio yerno, además de otras personas, las que hablan de un posible robo. Incluso se localiza y se interroga a dos árabes, dos moros dicen los testigos, uno de ellos con pocos dientes y conocido cmo moro sucio, pero la policía lo descarta muy pronto. Qué ladrón iba a saber que una anciana iba a ir al lavadero de un concesionario, cruzar los 32 metros sin ser visto y, sobre todo, matar a la anciana para luego dejar allí su bolso, su cartera, sus joyas y su reloj, un estupendo Patek Phillippe. Es entonces cuando desde la propia familia de la víctima se habla también de un sicario, de negocios oscuros en Latinoamérica. La policía también lo descarta. Nadie sabía que Mari Carmen iba al concesionario tan tarde, nadie, salvo su yerno, tenía las llaves del coche, nadie la siguió (se han comprobado todos los móviles que pasaron por las antenas del recorrido que hizo la viuda) y un sicario debería haber cruzado el lugar sin ser visto ni oido. Las empresas familiares habían crecido mucho en Latinoamérica (México, Perú, Argentina y Colombia) pero no habían recibido una sola amenaza ni el más mínimo aviso.
Holaa, por shi comenta otro forero que este informe es demoledor, y efectivamente, así es. No he seguido mucho este caso. Tengo una duda, cuál es la fuente de este informe?
Están todos los datos contrastados??
 
Abacuc, uno de los nietos de la viuda de la CAM, antes de entrar al juicio, ha hablado con un reportero de ‘El Programa de Ana Rosa’, al cual le ha hablado claramente: Creo que mi tío es inocente”. Además ha dicho que el quería mucho a su abuela y que lo ha pasado muy mal. Por otro lado, durante su declaración, Abacuc ha hablado de cómo sus padres los utilizaron para intentar hacer un chantaje emocional a su abuela, y que él les hizo caso a sus padres: “Mi abuela siempre me dijo que hiciera caso a mis padres”. Esta declaración viene porque la madre de Abacuc, le dijo que le enviara un mensaje a su abuela diciéndole que le habían hecho daño a su madre y que no querían volver a verla: “Mi madre me dijo que lo escribiera, ya que era una estrategia que estaban siguiendo”.
Este abacuc es un “nietecito” con más de 20 tacos no? Me parece ridiculo q diga q su abuela siempre le decía q hiciera caso a sus padres y por eso mando esos mensajes. Vamos, aunque fuera verdad....esa respuesta es de párvulario
 

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