Pues decir que su hija llevaba muerta dos o tres días solo cuando el estado del cuerpo y la cabeza era el que era a mí me dejó noqueada.
Con decirte que eso que comentas de que no quería hablar más de las cintas ni lo escuché.Me quedé fría.
Coincido, bochornoso. García confiaba en todo lo que le contaba Blanco, que era periodista (y con muy buena labia) pero que no tenía ni idea de los temas sobre los que sentaba cátedra, por ejemplo esta afirmación.