Juicio al 'procés' - Referéndum en Cataluña — El conflicto catalán - Parte II

Otra opción. La veo más borrosa, pero ahí queda:
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Vuestra PES (percepción extrasensorial
para las no iniciadas),la tuya y la de @MMarina, es extraordinaria.

Ahí le veo yo también. Cuestión de tiempo
 
Habemus porra?
Sería tan simple como saber en qué colegio están matriculadas las niñas el año que viene.
Venga... va... habemus porra

En los fugitivos no es determinante las matriculas de las niñas. Pueden cambiar de un día para otro, según las necesidades del fugitivo. Y este ser, alocado, es capaz de transmuarse en ameba, si es necesario.
 
Desde un limbo
Javier Marías

Lo que me provocan los actuales políticos es infinito desprecio. Durante diez días que he seguido la televisión, los he visto como a personajillos grotescos

POR RAZONES QUE NO vienen a cuento, he estado en una especie de limbo durante diez días o así. Mi cabeza no daba para mucho, ni siquiera para leer como es debido y con continuidad, no digamos para escribir. Como quizá sepan algunos de ustedes, lo que cuesta menos esfuerzo en circunstancias raras es oír música y ver la televisión. Al no disponer de la primera durante varios de esos días, me vi abocado a seguir la segunda, que suele tener una programación infumable en general, entre pueril y aberrante, degradante en demasiados casos. Así que me concentré en los noticiarios, que son pésimos, gratuitamente alarmistas, reiterativos hasta la náusea y —con excepciones escasas— hechos por absolutos incompetentes. Hasta han perdido la noción fundamental del asunto, a saber: qué es noticia y qué no. Que haga un calor terrible no lo es, desde luego: lo sabemos cuantos vivimos en este país meridional y hemos atravesado muchos preveranos, veranos y postveranos (la estación calurosa dura aquí cinco meses). Qué sentido tiene dedicar media hora cada jornada a los efectos —exagerados para asustar— de nuestra torridez. Conexiones con cada provincia, en las que preguntan a los transeúntes cómo lo llevan, y cada uno nos informa de remedios extraordinarios de los que nunca habíamos oído hablar: buscar la sombra, no salir ni hacer ejercicio cuando el sol cae más a plomo, beber mucho, vestir ropa ligera, mojarse el que pueda, en fin. Cosas insospechadas y sabias que nos iluminan y nos descubren mediterráneos. Lo mismo los consejos de andar por casa de médicos, “expertos” y profesionales de la siembra de pánicos que se regodean comunicándonos que cada año, por culpa del calor, mueren decenas de miles de personas en Europa (digo yo que la mayoría serán por algo más).


Pero bueno: pasados los treinta minutos de monotema apasionante sobre lo que todos sabemos desde el inicio de los tiempos y es recurrente como que el sol salga y se ponga, aparecen nuestros políticos. En mis días “límbicos” andaban pactando —es decir, dándose codazos y metiéndose el dedo en el ojo unos a otros, amenazándose, insultándose, propinándose pellizcos y viniéndose con exigencias desmesuradas y megalomaniacas— para la formación de ayuntamientos y comunidades, y para la aún lejana investidura del próximo Presidente del Gobierno. Desde el limbo todo se ve con distancia, ajenidad y especial extrañeza, y uno se desliza fácilmente hacia el paso siguiente, que es el desprecio.

Y siento decirlo, pero lo que me provocan nuestros actuales políticos es sobre todo eso, infinito desprecio. Los he visto, casi sin salvedad, como a personajillos grotescos, de ambición personalindisimulada, pedigüeños y a la vez engreídos. La nación y sus ciudadanos les traen completamente sin cuidado, y ya ni siquiera hablan —con voz ahuecada y falsa, desde luego— de lo que creen mejor para nosotros. No se molestan ni en fingir. Sólo ansían cargos, puestos, sueldos, sentirse ridículamente importantes, que otros les deban pedir favores. No les importa el futuro, la venidera y salvaje pérdida de votos por el espectáculo que ofrecen. “Yo quiero un ministerio o varios, o la vicepresidencia; para mí la alcaldía y para ti la vicealcaldía; te quedas con la Comunidad de Navarra y yo con la de Castilla y León; no me conformo con ser menos que consejero o concejal; que al menos me den Correos, o Paradores, o la Lotería…” Gente mezquina, pequeñoburguesa, mediocre. En medio del panorama desolador, destacan la deriva, el desprestigio y el deterioro de Ciudadanos y de sus líderes Rivera y Arrimadas. El primero ha sido un personaje gris y poco simpático, pero su propia indefinición daba alguna esperanza, al menos no se había manchado ni había soltado demasiadas sandeces ni vilezas. A la segunda la elogié aquí abiertamente hace pocos meses. Da verdadera congoja verla, de pronto, convertida en un peón del “aparato”, con su independencia y su fuerte personalidad diluidas, dócil ante los disparates en que incurre su partido. Un partido que en breve tiempo ha dilapidado su potencialidad, ha adquirido los vicios que combatía y que sin duda (no me suelo equivocar mucho en mis pronósticos) perderá votos y apoyos a mansalva. ¿Quién puede querer un PP bis? ¿Quién puede confiar en quienes pactan con los franquistas de Vox y los ven con mejores ojos que al único político que se está mostrando coherente, con ideas claras y sentido de Estado (esto Francia lo enseña bien), Manuel Valls? El mero hecho de que los mayores totalitarios lo odien a muerte debería conferirle una pátina de cabalidad, algo hoy inestimable. En otros tiempos y lugares el corolario saldría por sí solo: “Si los nazis y los stalinistas me detestan, algo haré que no estará mal”. Los prenazis y prestalinistas de hoy (es decir, antes de sus respectivas matanzas) son los independentistas catalanes, Bildu, Podemos y algunos más. Uno se pregunta qué diablos hacen los socialistas acordando gobiernos con ellos, lo mismo que se pregunta qué hace Ciudadanos abrazando al PP más oscuro y al siniestrísimo Vox. Tan grave lo uno como lo otro. Desde un limbo todo se ve con pesimismo y desprecio, lo admito; pero quizá se vean las cosas tal como son, sin paciencia para disculpar ni relativizar. Antes o después saldré de ese limbo, descuiden, o así lo espero.

En este pais todos los politicos me parece que acaban siendo todos iguales o casi iguales, sufriendo los mismos defectos y siendo igualmente indignos de confianza.
 
ese hilo va de poner a parir a los catalanes¿?

uff, muy visto, pero enga, va.. me uno.



oye pos aquí el alcalde de alcantarilla bajuna apestosa no dice que sea cosa de los catalufos, eso de la prohibición del uso y abuso de animales en las fiestas de su pueblo.. ¿! cómo es posible !? (n)

¡Qué va a ir de eso! Aquí se habla de la mejor manera de cocinar el arroz para que no se quede duro...:ROFLMAO::ROFLMAO::ROFLMAO::ROFLMAO:
 
El Puchi a Tailandia o Brasil. Como el Dioni :ROFLMAO::ROFLMAO::ROFLMAO::ROFLMAO::ROFLMAO:

https://www.abc.es/espana/abci-puig...no-pida-extradicion-201907152303_noticia.html

Puigdemont estudia perpetuar su fuga en un país que no ceda a su extradición
De momento descarta la entrega y baraja los destinos: Tailandia es atractivo para su pareja
En su entorno también le advierten del coste de vivir fuera de la ley y le sugieren que espere a la sentencia


Ante la inminente sentencia del Tribunal Supremo del juicio sobre el proceso independentista, y la presunción de que será condenatoria, la Fiscalía prevé reactivar la euroorden de extradición contra Carles Puigdemont y los demás procesados rebeldes, fugados como él a Bélgica y a otros países europeos.


La Fiscalía entiende que la sentencia justificará con mucha más precisión los delitos por los que Puigdemont será nuevamente reclamado y cree por lo tanto que la justicia belga tendrá mucho más difícil negar su entrega como sucedió hace casi dos años. También lo creen Puigdemont y su abogado, Gonzalo Boye, que barajan abandonar Bélgica antes de que sea demasiado tarde, con destino a algún país que le pueda reconocer el estatus de perseguido político y que por lo tanto no le acabe cediendo en extradición.

Boye, condenado a 14 años de cárcel por colaborar con ETA, es un experto en buscar refugio para forajidos y estaría intentando establecer contacto con alguno de estos hipotéticos países y a la vez pensando en otros destinos donde comprar una identidad falsa para esconderse es más fácil. Tailandia es de un exotismo que no disgusta del todo ni a Puigdemont ni a su esposa. Sería una solución muy drástica, tanto vital como políticamente.

Difícil, remota y cara

El expresidente de la Generalitat aún no ha tomado su decisión, pero ha escuchado también a personas de su entorno que le han hecho la reflexión de lo difícil, remota y cara que sería su adaptación en cualquiera de estos países, y lo complicadas que igualmente serían sus apariciones mediáticas. Estas personas le habrían sugerido que dependiendo de cómo resulte la sentencia, tal vez le saldría más a cuenta poner fin a su aventura y pactar su entrega. Pero aunque es siempre azaroso especular sobre cuál será su decisión final, de momento el líder fugado no baraja esta posibilidad, y en cualquier caso asume que cuando se conozca la sentencia podría ser demasiado tarde para la posibilidad de dejar Bélgica.

Más en el terreno político, el expresidente culpa a Oriol Junqueras de haberle puesto en la agónica situación en la que se encuentra por haber colaborado desde el primer momento con la Justicia. Puigdemont cree que si Junqueras le hubiera acompañado en su fuga, el juicio del Supremo no habría podido juzgar a ninguno de los líderes del levantamiento y que por lo tanto la sería más difícil, y menos creíble, reactivar la euroorden de extradición.

Se estrecha el margen de Puigdemont y la realidad le es cada más severa. Los fracasos de las ocurrencias de Boye en el Congreso y en el Parlamento Europeo, así como la indiferencia y el rechazo de la comunidad internacional a la idea general de romper un Estado democrático como España, y más concretamente a los métodos usados por el independentismo catalán, aíslan al prófugo, enfrentado hasta el desprecio con el primer partido independentista de Cataluña -que ya es Esquerra- y con sus propias filas fuertemente divididas, y buscando pactos con los socialistas para recuperar la centralidad de la política catalana y la normalidad institucional..

Las últimas encuestas sugieren que en las eventuales elecciones autonómicas que tendrán lugar en Cataluña entre el otoño y la primavera, Esquerra será con holgura la primera fuerza política del Parlament, y los convergentes pelearán con Ciudadanos para ser la tercera, siempre por detrás del PSC, que experimentaría una fuerte subida. Se entregue o se fugue, la llama de Puigdemont se está extinguiendo, principalmente, entre los que en 2017 eran sus más fervientes partidarios.

En el independentismo ha cuajado la sensación que lo que se quedó en España podrá tarde o temprano arreglarse, y que lo que se escapó será, para unos y otros, un poco una penitencia y otro poco el recordatorio de que más listo que un Estado no hay absolutamente nadie.


Adivina quienes son los gilipollas que se lo van a pagar...:D
 
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