Doña Letizia lleva meses acudiendo a un psicólogo

A mí lo que me resulta interesante es saber cómo gestiona su impopularidad , en suma conocer la correlación entre las expectativas que ella tiene respecto a su trabajo y cómo es percibido este por el público. También me interesa conocer su inquietud por la permanencia de la Institución, o acaso de su estatus social. Como bien dijo Felipe en uno de sus mensajes, España es un país difícil, claro que lo es. El español siempre ha sido muy crítico y nada conformista de lo que pretende vivir de él. Ha sido un país tradicionalmente rumorólogo: en plazas, en corralas, en las calles, en los teatros, zarzuelas, libelos, en bares y ahora en internet. Y el centro de esa rumorología, siempre crítica y recelosa, ha sido lo que a la plebe le duele los bolsillos. Esta circunstancia es algo que no se podrá cambiar nunca aunque se intente censurar con leyes, decretos o persecuciones contra la libertad de expresión. Pienso que no se puede tener todo sin pagar un peaje. ¿Qué es lo que tiene la realeza ? El mundo a sus pies: palacios con servicio 24 horas, sastres, modistos, peluquería, maquiladores, tratamientos de estética y spa, bibliotecas, sala de cine en casa, mobiliario y piezas de arte a su disposición, joyerías, calzado y marroquinería de lujo, aviones, coches blindados, tratamiento vip, restaurantes con manjares de distinta índole, hoteles de lujo, piscina y pistas deportivas privadas, acceso a hipódromos con caballerizas de primer nivel, cacerías, bodega con arena del Índico, óperas y conciertos, palcos en estadios, formarse en colegios y universidades de relumbrón si así se desea, guardaespaldas y asistentes personales, conocer personalidades de primer orden mundial, acceder a las entrañas de museos y al patrimonio ... Pero lo más importante, que es la opinión pública y la crítica es algo que, por mucho que se intente con todos los mecanismos jurídicos que se tenga a su disposición, nunca se va a poder comprar con dinero. Debe ser muy frustrante no tenerlo todo.
 
Última edición:
Yo también leí esto por la mañana ,(la pobre esta en urgente necesidad de un psiquiatra ) pero ahora que he pensado en traerlo aquí, resulta que ya no esta en el periódico ¿ habrá habido llamada de Zarzu para que no se publicara lo pa-ya que esta la muchacha ?

En este momento sí está la noticia, acabo de leerla.
 
Leticia es y será siempre, SOLAMENTE consorte, no soberana y su único cometido, una vez producida la heredera y la suplente, es dar visibilidad a los actos a los que acude
Su cargo, al igual que el de su marido son meramente figurativos. Todo lo que leen en un discurso tiene que estar aprobado por el gobierno. Lo demás MERDE.
 
El artículo 58 de la sacrosanta Constitución española dice:
" La reina consorte o el consorte de la reina no podrán asumir funciones constitucionales, salvo en lo dispuesto para la Regencia"

Si lo que está ocurriendo es cierto la cosa es grave.

Como tenemos unos gobiernos, (¡ah! ¿que no tenemos gobierno?), que no son capaces de hacer frente a las duras realidades actuales casi imposible pensar en una puesta a punto acerca de las limitaciones en lo que se refiere a la presencia de la real casa en actos puramente propagandísticos.

Hace ya mucho tiempo comenté aquí que esta real casa debiera tener unos estatutos que regulasen desde los nombramientos del personal de alto nivel que conformando su día a día están separados de la Administración pública, hasta el más humilde puesto de trabajo que prestase sus servicios en ella así como normas a seguir y establecimiento de comportamientos. Pero además dado que nada en ella es ajeno a los intereses del Estado, matrimonio, decendencia, educación de hijos, todo y más tendría que estar sometido al refrendo por parte del Presidente del Gobierno, todo.

Que una consorte desorejada pida más protagonismo habla primeramente de un complejo del que no logra desprenderse, el de inferioridad recubierto de intemperancia, pero eso es pecatta minuta. Lo que importa es la pasividad aparente de un gobierno, que curiosamente no existiendo, se somete a la casa del Jefe del Estado, cuando su verdadero papel con respecto a ella es vigilar y controlar los posibles desafueros que pueda cometer. Y éste es uno de ellos.

Pues hala, españoles a los que tanto gusta censurar, criticar, opinar, etc., sobre el vestuario de esta mujer, tendréis un mayor campo para hacerlo, nada menos que relaciones internacionales.

Y, eso sí, a apretarse el cinturón porque los gastos aumentarían en progresión geométrica.
 
Si quiere tener una agenda amplia y más potente que se ponga a recorrer a España,que visité hospitales,centro de atención para la mujer,si de verdad ella quisiera trabajar por España que hubiera seguido el ejemplo de la Reina Sofia
Ella quiere salir mucho más al extranjero,que le alaben los modelos y ser portada del vogue americano.
 
A mí lo que me resulta interesante es saber cómo gestiona su impopularidad , en suma conocer la correlación entre las expectativas que ella tiene respecto a su trabajo y cómo es percibido este por el público. También me interesa conocer su inquietud por la permanencia de la Institución, o acaso de su estatus social. Como bien dijo Felipe en uno de sus mensajes, España es un país difícil, claro que lo es. El español siempre ha sido muy crítico y nada conformista de lo que pretende vivir de él. Ha sido un país tradicionalmente rumorólogo: en plazas, en corralas, en las calles, en los teatros, zarzuelas, libelos, en bares y ahora en internet. Y el centro de esa rumorología, siempre crítica y recelosa, ha sido lo que a la plebe le duele los bolsillos. Esta circunstancia es algo que no se podrá cambiar nunca aunque se intente censurar con leyes, decretos o persecuciones contra la libertad de expresión. Pienso que no se puede tener todo sin pagar un peaje. ¿Qué es lo que tiene la realeza ? El mundo a sus pies: palacios con servicio 24 horas, sastres, modistos, peluquería, maquiladores, tratamientos de estética y spa, bibliotecas, sala de cine en casa, mobiliario y piezas de arte a su disposición, joyerías, calzado y marroquinería de lujo, aviones, coches blindados, tratamiento vip, restaurantes con manjares de distinta índole, hoteles de lujo, piscina y pistas deportivas privadas, acceso a hipódromos con caballerizas de primer nivel, cacerías, bodega con arena del Índico, óperas y conciertos, palcos en estadios, formarse en colegios y universidades de relumbrón si así se desea, guardaespaldas y asistentes personales, conocer personalidades de primer orden mundial, acceder a las entrañas de museos y al patrimonio ... Pero lo más importante, que es la opinión pública y la crítica es algo que, por mucho que se intente con todos los mecanismos jurídicos que se tenga a su disposición, nunca se va a poder comprar con dinero. Debe ser muy frustrante no tenerlo todo.


A mi me resulta frustrarte recordar todo lo que tiene a cambio de nada, bueno a cambio de hacer el ridículo en persona y encima aguantar los malos modos que se gasta en publico, cuando todos estos deberían de besar la tierra que pisan y dar gracias a Dios por la bicoca que tienen.

Debemos de estar un poco locos todos para tolerar tanto absurdo.
 

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