Una galantería basada en requiebrosA mí más que machista me parecía que ejercía una galantería anticuada y cursi, que la mayoría de las mujeres de hoy en día no entendemos ni aceptamos.
Creo que sentía verdadera debilidad por las mujeres guapas e interesantes, pero las admiraba, jamás las despreciaba o minusvaloraba, como haría un machista. Era demasiado educado para ser machista. Se ha ido todo un caballero, que además era simpático y humano.
DEP
en respetuosos piropos
en recoger abrigos
y presentar sillas a sus femeninas acompañantes
clase, educación y maneras
y sobre todo la mejor virtud en un hombre galante
saber guardar silencio y no hacer gala de sus galanterías.
Un gran actor y mejor persona, nuestro Arturo Fernández, último eslabón de una "estirpe" de actores, definitivamente extinguidos y me temo que al margen de las escuelas actuales de interpretación.
Que Dios lo guarde en su Gloria.
Serendi,