Ella es pariente de los Aranda. La madreNo es broma, no.
En el barrio hay miedo al pronunciar el apellido Aranda, una familia que ha dado varios futbolistas en un barrio que es una importante cantera de fútbol profesional pero que, por algunos de sus miembros, se asocia también a cierta delincuencia y peleas desde hace muchos años. Algunos de los más jóvenes del clan se fotografían en las redes sociales con cachorros de pitbull o de paseo por el paseo marítimo del barrio con ejemplares de mastines napolitanos. Otros son conocidos por expulsiones de los centros educativos de la zona. «Dan un miedo que flipas, encima, la naturaleza los hizo muy grandes», explica un vecino del barrio de toda la vida. Ahora mismo, hay varios Aranda en las categorías del equipo de fútbol. Según un amigo, son chicos bastante guapos que frecuentan mucho la noche y suelen tener éxito con las chicas de Los Limoneti, como se conoce a los chavales de la zona alta del Limonar.