Parte de la fama de Paquirri se debe a lo siguiente.
Debido a que Paquirri murió, desde el dispensario de la plaza de toros de Pozoblanco camino al hospital de Reina Sofía de Córdoba, a 65 kms. por una carretera comarcal, ...
El torero no pudo ser bien atendido debido a las limitaciones de la enfermería y, sin poder contenerle la hemorragia, falleció cuando era trasladado al Hospital Reina Sofía de Córdoba.
En un intento desesperado de salvarle la vida, se le trasladó hasta el Hospital Militar, el más cercano, con la esperanza de conseguir reanimarlo allí, sin embargo, nada se pudo hacer por revertir el paro cardiorrespiratorio que había sufrido.
Aunque según el médico que lo atendió, la cornada no era mortal, la muerte del torero se debió a un fatal cúmulo de circunstancias: los servicios sanitarios con que contaba la plaza eran muy limitados, fue trasladado en una ambulancia convencional y la carretera que unía ambas localidades estaba en malas condiciones.
La trascendencia que su muerte tuvo en la prensa contribuyó a cambiar la legislación de espectáculos taurinos obligando a que las plazas de todas las categorías dispusieran de Unidades de Vigilancia Intensiva móviles, y a que las plazas de 1ª y 2ª categorías contaran con quirófanos convenientemente equipados.
Debido a que Paquirri murió, desde el dispensario de la plaza de toros de Pozoblanco camino al hospital de Reina Sofía de Córdoba, a 65 kms. por una carretera comarcal, ...
El torero no pudo ser bien atendido debido a las limitaciones de la enfermería y, sin poder contenerle la hemorragia, falleció cuando era trasladado al Hospital Reina Sofía de Córdoba.
En un intento desesperado de salvarle la vida, se le trasladó hasta el Hospital Militar, el más cercano, con la esperanza de conseguir reanimarlo allí, sin embargo, nada se pudo hacer por revertir el paro cardiorrespiratorio que había sufrido.
Aunque según el médico que lo atendió, la cornada no era mortal, la muerte del torero se debió a un fatal cúmulo de circunstancias: los servicios sanitarios con que contaba la plaza eran muy limitados, fue trasladado en una ambulancia convencional y la carretera que unía ambas localidades estaba en malas condiciones.
La trascendencia que su muerte tuvo en la prensa contribuyó a cambiar la legislación de espectáculos taurinos obligando a que las plazas de todas las categorías dispusieran de Unidades de Vigilancia Intensiva móviles, y a que las plazas de 1ª y 2ª categorías contaran con quirófanos convenientemente equipados.