CorinnaGate. Cuentas en Suiza y nuevas amantes del Rey Juan Carlos. Crisis en Zarzuela.

Disiento. La jefatura del estado no es representativa, es ejecutiva. No nos damos cuenta cuando no pasa nada, en tiempos de calma, pero cuando se montan gordas, que se han montado y se montarán, es quien manda sobre las fuerzas armadas, por ejemplo. No es un asunto baladí.
Ese artículo de la Constitución es una ficción en el plano real y será modificado más pronto que tarde, pero, es cierto que así lo dice la Carta Magna por lo cual yo prefiero que ese mando lo tenga un gobierno y un jefe de estado elegido democráticamente que uno impuesto.
 
La verdad es que con la clase política que tenemos ni una cosa ni la otra funcionarán nunca...aún así prefiero la República, sería un primer paso y luego ya nos ocupamos de renovar a los políticos...

En mi caso, no. No pienso ir de la mano de los separatistas supremacistas por muy republicana que sea, antes soy española. Si se plantea un referéndum al respecto, no votaré si se exige quórum (lo lógico, pero también hubiera sido lógico para el referéndum Brexit y no se exigió). Y si no se exige quórum, votaré para que las cosas permanezcan como están.

''En tiempo de tribulación, no hacer mudanzas'' ;)

Quien esté de verdad dispuesto a trabajar para la república, primero que solucione el tema territorial.
 
Zazi, yo ya no sé lo que soy.

Pero lo que tengo claro es que los que piensen que una república española en el contexto actual tiene esperanzas de prosperar no sólo se equivocan, sino que se autoengañan.

Me parece objetivamente imposible construir una república española con una región que quiere separarse, y los que piensen que los catalanes se van a volver constitucionalistas porque seamos una república... :)

Un nuevo régimen incierto cuyo único “hecho fundacional” es la corrupción del anterior, construido de prisa y corriendo sobre el hastío y la indignación no puede funcionar. No porque yo no quiera, sino porque objetivamente no funcionará.

Añádele las tensiones territoriales, y tienes ahí una bomba atómica.

España no es propiedad de los Borbones, pero se ha demostrado que el único régimen bajo el cual puede existir o durar es la monarquía. Es así. Si quitamos la monarquía pues montamos repúblicas locales y todos tan felices, pero repúblicas españolas no funcionan.

Sin duda, y dejando aparte los sentimientos de españolidad que cada quien podamos tener, si a funcionamiento real y objetivo nos ceñimos, repúblicas por afinidad sería la solución más correcta y que mejor funcionaría, más o menos coincidiendo con las demarcaciones de los antiguos reinos. Eso sí, habría que negociar todo con la UE, y cada nuevo estado, también con la OTAN.

Pero, eso no interesa a las élites, porque nos quieren a TODOS como mercado. He ahí la cuestión. Y las élites catalanas, nos quieren más que nadie....
 
No hace falta ni que haya presidente de la República. Con elegir al Presidente del Gobierno, como en EEUU, es suficiente.
Miles de millones se ahorrarían. No hace falta ningún descorredor de cortinas, sea Rey o Presidente de República. SOBRAN.

En esto no estoy de acuerdo, prefiero un sistema parlamentario a uno presidencialista. El presidencialista es la antesala de una dictadura modern style. De hecho, es un invento estadounidense que a ellos les funciona, y bien por ellos, pero no en todos los países se dan las condiciones adecuadas.

Mejor que el Congreso elija presidente del Gobierno como hasta ahora, y, aparte, la jefatura del Estado. Cada quien en su casa.
 
POR JAVIER NEGRE

15/07/2018

Es periodista, hija de un carnicero de Vallecas y tiene 19 años menos que Villarejo: “Mi vida es un tormento. Aguanto por mi hija… ”, dice a sus amigos
A ella trasladó el ex policía sus planes de chantaje. “Si no estoy fuera de prisión en 6 meses, no podré parar” informaciones contra altas personalidades del Estado. Esta semana, tras 8 meses entre rejas, han salido las primeras filtraciones, comprometedoras para el Rey Emérito
De Corinna, protagonista de las cintas, el ex comisario Villarejo siempre le decía: “Es una tía de put* madre… Ella es una víctima de esta situación”
LA CONDENA DE SER LA SEGUNDA ESPOSA DEL COMISARIO DE
LAS CLOACAS DEL ESTADO
“YO HE DADO DE COMER A SECRETARIOS DE ESTADO”
LA PAREJA. El comisario jubilado José Villarejo y su mujer Gemma Alcalá en una imagen reciente. Se casaron en 2005 y tienen un hija. CRÓNICA

Repite Gemma a sus amigos que “Pepe no está enfrentado al CNI”, sólo al actual jefe de los espías. Y que en realidad “es monárquico”. Pero de su relato se desprende que habrá nuevas ‘bombas informativas’. Y que su marido, con el que había acordado un divorcio antes de ser detenido, le ha transmitido que las vidas de ella y de su hija de 10 años también correrían peligro
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Finales de los 90. Una periodista de la revista informática Unix atiende a la invitación de una amiga para tomar una copa en la cafetería Santander de Madrid. Aparentemente le quiere presentar a su novio, un apuesto militar, pero su interés era otro. Ejercer de celestina para colocar al «tronco» recién divorciado y con cuatro hijos de su primera pareja. Cuando la hija de un humilde carnicero del barrio de Vallecas se presenta en el concurrido local observa cómo había un tercer actor. Un hombre de voz ronca y 19 años mayor que ella. «Gemma, te presento a Pepe Villarejo que es empresario», le dice su amiga obviando su vinculación con la Policía. La joven pone cara de póker. Ve que es una encerrona. Una encerrona que acabaría en noviazgo. En boda. En una hija en común. Y «en una vida tormentosa» por verse enmarañada en el pulso al Estado de su marido, autor de las grabaciones a Corinna que han salido a la luz contra el rey Juan Carlos I. Ésta es la historia de una mujer empantanada en las laberínticas cloacas del Estado. En una guerra sucia entre espías. De la que no sabe cómo salir. «Sólo aguanto por mi hija», ha confesado estos días a sus allegados.

Miércoles pasado. Ok diario y El Español difunden varias conversaciones grabadas en 2015 por el entonces comisario José Villarejo a Corinna zu Sayn-Wittgenstein, la que fuera amiga del Rey Emérito. Los titulares en boca de la princesa alemana son pura dinamita: «Juan Carlos tiene cuentas en Suiza a nombre de su primo y de su abogado»; «El CNI envió agentes para entrar en los ordenadores de mi despacho de Mónaco». Es una cascada de información de alto voltaje que se publica prácticamente sin dosificar. Un torrente de supuestos trapos sucios del monarca y del jefe del CNI, Félix Sanz Roldán, que hacen tambalear los cimientos del Estado. El filtrador escogió un momento con un Gobierno en minoría y presionado por partidos republicanos que le llevaron a La Moncloa.

El teléfono de Gemma Alcalá (47) arde. «¿Pero por qué ha hecho eso tu marido?», le preguntan insistentemente. Ella responde asustada. «Me he enterado por la prensa. No sabía nada. Estoy asustada». El desafío de su pareja al Estado acaba de comenzar después de que se hayan negado a negociar con él, según fuentes de inteligencia. Gemma piensa que su vida y la de su hija corren peligro. Según traslada ella, es desconocedora de quién ha podido filtrar las grabaciones y asegura que todo esto sólo perjudica a Villarejo a la hora de lograr salir de la prisión adonde entró hace ocho meses. Lleva todo el día tratando de buscar respuestas. Su última comunicación con Villarejo había sido a las siete de la tarde del día anterior. Le había llamado él y no le informó del vendaval que venía. «Me dijo que su abogado seguía peleando por su libertad. Que él sólo quería salir en libertad sin atacar a nadie. Sin poner en riesgo la seguridad del Estado. Estoy desconcertada y con miedo».

La mujer se puso en contacto con los autores de la información en busca de claves. Para insistirles en que la publicación de estas grabaciones perjudicaría a su marido. Con un árbol de la vida dorado en su cuello como amuleto. «Mi vida es un tormento», le llegó a escribir a uno de ellos. Un tormento que, según ella, comenzó un viernes de hace ocho meses. El 3 de noviembre de 2017. Aquel día el comisario jubilado José Villarejo fue detenido en su casa-búnker de Boadilla del Monte (Madrid) por agentes de Policía acusado de organización criminal, cohecho y blanqueo. Una operación llamada Tándem y que también supuso el arresto del comisario Carlos Salamanca y de Gemma.

Aquella mañana de la detención, Villarejo había amanecido aparentemente tranquilo. Su mujer llevó a su hija a un colegio privado y luego hizo la compra. Cuando regresó se encontró a Villarejo haciendo estiramientos. El ex agente acababa de operarse de la columna en su clínica de Estepona, que él quería convertir en una referencia mundial. No eran los mejores tiempos de la pareja. De hecho, 10 días antes habían acordado el divorcio de forma amistosa. Esa relación que comenzó en aquella bulliciosa cafetería ya no funcionaba. Los continuos viajes del comisario al extranjero hicieron mella. También las consecuencias personales del enfrentamiento a cara de perro de su marido con Sanz Roldán. La mujer había pedido prudencia a Pepe, que es como Gemma Alcalá llama a José Villarejo. Tenía miedo porque sabía que enfrentarse al Estado no sale gratis. Ni para él ni para su familia.

La llama del amor se había apagado ante tanto vendaval de informaciones que minaban la estabilidad del núcleo familiar. A una pareja que había estado enamorada porque Gemma, a pesar de sus iniciales reticencias, cayó en los encantos de Villarejo. Le conoció cuando teóricamente era un empresario con negocios fuera de España y que había pegado un pelotazo inmobiliario en Córdoba. Con el tiempo descubriría que era un policía en excedencia. Y más tarde se enteraría de que, a pesar de su excedencia, seguía trabajando como agente doble haciendo misiones clave para el Estado. Porque la vida al límite de Pepe era una caja de sorpresas.

Fue entonces cuando Gemma cayó rendida a sus pies. Sus historias de espías, sus viajes por medio mundo, su relación con altas personalidades del Estado, con celebrities, con dirigentes de los grandes partidos y con periodistas de investigación le abrió un mundo nuevo a esta vallecana, que siempre había soñado con emular a los profesionales del caso Watergate. Le aburría tener que escribir de computadoras. Buscaba emociones fuertes. Y en Villarejo las encontró.

«Yo siempre quise ser periodista de investigación, pero al ser la esposa de quien era podía caer en un conflicto de intereses. Podría haber entrado en cualquier redacción porque Pepe era amigo de los directores de los principales medios de este país, pero yo preferí hacer mi vida al margen, dedicarme al SEO (posicionamiento de marcas en Internet), a la reputación online y a las empresas de Pepe. Me contentaba cuando me presentaba a los periodistas y me contaban sus historias», dijo esta semana a un amigo.

Cuando Gemma ya estaba decidida a comenzar una nueva vida llegó el tsunami. Justo cuando iba a iniciar los trámites para empezar su doctorado en Periodismo Digital. La mujer ese día hace pilates y su móvil empezó a sonar a las 11 de la mañana. Ahí empezó su pesadilla.

Cuando entró en su domicilio, se encontró a su marido arrestado y a decenas de agentes rebuscando por todos los rincones del inmueble. Vaciando ordenadores y discos duros. Analizando cada puerta. Cada metro cuadrado de suelo para ver si conducía a algún pasadizo secreto donde el comisario pudiese guardar esa información sensible que siempre había dicho tener para lograr la inmunidad. Y encontraron una llave que abría una caja fuerte detrás de una cómoda. Había material sensible. Cintas, dossieres con información contra altas personalidades del Estado.

A Gemma la esposaron. «Que me quitéis las esposas joder», gritaba. Los agentes accedieron y le hicieron creer que si colaboraba su calvario iba a ser más fácil. Pero ella dejó claro que no le traicionaría. La Policía trasladó al comisario a los calabozos de una comisaría. Una sensación horrible para una mujer que se había acostumbrado a un alto nivel de vida. Encerrada fue cuando recordó cómo días antes de la detención, su marido le trasladó un mensaje. Le pidió que se separase de su hija de 10 años para que no lo escuchase. «Me ha dicho un coronel del CNI que me pegue un tiro o me vaya del país muy lejos porque si no van a venir a por mí y a por vosotros. Sólo quiero que lo sepas por si pasa algo», le dijo. Gemma sufrió un ataque de pánico. Pero el comisario le pidió tranquilidad.

Villarejo confiaba en que fuese una de las tantas falsas amenazas que, según su entorno, le habían lanzado desde el CNI para que entregase todo el material sensible. Para que se declarase derrotado en esta batalla sin cuartel con el general Sanz Roldán. Una guerra iniciada, según el entorno de Villarejo, cuando el comisario denunció al jefe del CNI por la gestión de una operación de inteligencia. «Después de denunciar aquello implicaron a su amigo el comisario Salamanca en la operación Emperador, y a su hijo. Aquello le dolió y les declaró la guerra y ellos fueron a por él. Después le implican en el caso del Pequeño Nicolás, en el apuñalamiento de la doctora Pinto [en ambos está procesado] y fueron a por él y a por su familia», dice un policía de su círculo que destaca las grandes misiones que ha ejecutado Villarejo.

El policía jubilado se convirtió en un objetivo peligroso para la seguridad del Estado. Empezaron a vigilarle de cerca. También a personas que mantenían encuentros con él en hoteles del distrito financiero. Y Villarejo en las distancias cortas siempre decía sentirse inmune. La información que tenía a buen recaudo con personas en el extranjero era su escudo, y había dado el aviso de que si le pasaba algo a él o a su familia todo saltaría por los aires. A pesar de los avisos, de los seguimientos, él se sentía intocable.

Por ello, su aparatosa detención le pilló con el paso cambiado. Hasta el punto de que en los días previos trabajaba en volver a poner en marcha el medio Información Sensible y buscaba «periodistas con un par de huevos» para empezar a verter bombasinformativas. Se había cansado de «dar de comer» a otros periodistas que, según él, se habían hecho grandes gracias a él.

El comisario había conseguido cierta protección en determinados medios. Bien porque había cuidado a sus periodistas con exclusivas o bien porque guardaba información sensible de ellos. Grabaciones de algunos de los grandes de este país pidiéndole favores. Favores que quedaron grabados en sus archivos y por los que hoy muchos tiemblan.

Villarejo fue trasladado a la prisión de Estremera. Y su mujer liberada. Aunque comenzaba su calvario. El juez decretaba el embargo de sus cuentas y los bancos comenzaban a presionarla para el pago de sus cuatro millones en hipotecas. A Gemma, casada en separación de bienes, Villarejo sólo le había dejado, según decía, un piso en Estepona. La mujer comenzó su crowdfunding. Pidió ayuda a su entorno para sobrevivir y para permitir que su hija de 10 años siguiese yendo al mismo colegio y no detectase nada.

Sus padres comenzaron a llevarle comida en tuppers, sus tres hermanos a pagarle los altos gastos de su casa. La mujer se veía sin blanca. Y en sus encuentros con personas allegadas, se avergonzaba de no tener dinero ni para pagar la comida. «El Estado nos ha dejado sin un duro. Nos quieren asfixiar. Quieren acabar con Pepe presionándonos a nosotros», dijo en el reservado de un local peruano.

La presión del Estado se hizo notar, según ella, en las inmediaciones de su casa. «Desde que lo detuvieron, siempre hay un coche en las puertas de mi casa con un hombre y una mujer. Creo que tengo el coche balizado», dice una mujer, que heredó las técnicas de Villarejo para evitar la incerceptación de llamadas. Para probar estos seguimientos no ha dudado en enseñar las imágenes captadas por las 20 cámaras de seguridad que custodian su fortín en Boadilla. Desde la cocina, donde tiene instalada una pantalla gigante, ha podido observar a sus espías.

En los siguientes meses, Gemma trató de buscar trabajo. «Cuando meten mi nombre en Google y ven quien soy salen corriendo». La emujer empieza a usar los vis a vis con su marido para intercambiar información sobre su proceso judicial. «Lo paso fatal cuando voy. Porque los funcionarios nos dicen: ‘Pasadlo bien parejita’. Es algo asqueroso», se quejó Gemma a un amigo.

También mantiene reuniones con periodistas. Les traslada que en una de sus conversaciones con Villarejo éste le había dicho que había dejado el material a buen recaudo a personas de su confianza. Con un planning y órdenes precisas. Y un plazo: seis meses. «Les ha dicho ya que sólo puede evitar que se publique esa información estando fuera. Que después de ese plazo no podrá hacer nada». Les cuenta que sus últimos viajes antes del arresto han sido a los Emiratos Árabes y a Arabia Saudí. La mujer asegura desconocer quiénes son las personas que le guardan la información bomba.

Villarejo decidió no hacerle responsable de la custodia de ese material, conocedor de los métodos policiales. «Tenía miedo que me presionasen tanto que le traicionase. Siempre buscan a las esposas», dijo. A los dos meses de su ingreso en prisión aparecen unas grabaciones de las citas del monarca emérito con Bárbara Rey. Todos apuntan a Villarejo. Y su mujer se encarga de desmentirlo a varios periodistas. «Quiere que le dejen libre para estar tranquilo y dedicarse a la gestión de su hospital. No pretende atacar a nadie y menos a la Casa Real porque él es monárquico. Él ni siquiera está enfrentado al CNI. Está enfrentado al actual jefe. A Pepe le han abandonado los suyos. Ahora nadie parece conocerle pero yo he dado de comer a secretarios de Estado, a altos mandos policiales, a empresarios... Te puedo decir hasta cuáles son sus platos favoritos»,decía Gemma.

En esos encuentros, Gemma habla del llamado informe Jano, que tiene cientos de miles de datos personales y debilidades de personalidades. Fichas de personas relevantes y carpetas con títulos como control de togas. Porque hubo seguimientos a jueces, empresarios, políticos...». La mujer deja caer que ha caído en «manos extranjeras» y que su marido siempre trató de recuperarlo. «Como salga eso, no te imaginas lo que puede pasar. Son los hilos de seda que si los tocas todo se desemorona», contaba la mujer. Villarejo escribió una carta de advertencia al entonces presidente Rajoy.

Según el ex comisario, este informe fue entregado por el CNI al Rey Emérito y éste se lo dio a Corinna para que le sirviese de protección si él moría. Fue este informe el que llevó a Villarejo a buscar ganarse la confianza con Corinna a través del ex presidente de Telefónica Juan Villalonga, cuya esposa era su fotógrafa. Estrechan lazos y en unos de sus viajes en Londres, el comisario graba a Corinna atacando al Rey (las grabaciones ahora hechas públicas). «Pepe siempre me dijo que Corinna era una tía de put* madre. Que era una víctima más. Y me dijo que quería que fuese a su finca en Londres para conocerme en Navidades. Yo le dije: ¿Qué pintamos ahí? Ya me daba mucho miedo lo que estaba pasando», ha dicho ella.

El pasado abril, Gemma traslada su preocupación a su entorno de que el juez ha pedido a dos agentes de Asuntos Internos que vuelquen todo el material sensible incautado en la casa de Villarejo. «Ahora cualquiera puede filtrar la información y si sale van a acusar a Pepe de haber sido él. Él le pidió al juez que no hiciese eso», comentó. El plazo de seis meses que había lanzado Villarejo para salir de prisión y poder controlar la situación había vencido.

Paralelamente, un interlocutor de Villarejo insiste al Gobierno del PP en la necesidad de dejarle ya en libertad para evitar que «todo salte por los aires». Están varias semanas repitiendo el aviso. No obtienen respuesta. Llega mayo y la moción que desaloja al PP del Gobierno. Hay un hilo de esperanza en Villarejo, que se siente decepcionado por una dirigente del PP a la que ayudó a solucionar unos problemas personales. Esperan que el nuevo Gobierno mueva sus hilos para lograr su libertad y poder controlar esa información. Varios de sus interlocutores envían varios mensajes al Ejecutivo, que prefiere hacer caso omiso.

Llega el miércoles y estalla la hecatombe informativa. El Corinnagate. El CNI sospecha que él está detrás de la filtración y que puede que haya usado al comisario Enrique García Castaño, alias El Gordo, para facilitarle el material sensible a dos medios. Este policía fue detenido el pasado jueves. Villarejo se desmarca de las filtraciones y en su entorno lo atribuyen a unos policías con ganas de frustrar su salida de prisión. El jueves llamó a su mujer agobiado. «Esto va a acabar muy mal. Es una putada porque el abogado me había dicho que en agosto me darían la libertad provisional. El que lo ha hecho ha querido joder eso. Si hay un día que no te llamo a las siete preséntate en la cárcel. Habrán acabado conmigo, porque yo no me voy a su***dar. Pide protección para ti y la niña. Vuestras vidas también corren peligro y lo siento porque vosotras no tenéis nada que ver en esto», le confiesa a Gemna, que, en pánico, rompe a llorar. Dos antiguos profesores le ofrecen ayuda para solventar su crisis reputacional. Ella les responde. «Muchas gracias, pero ya tengo la vida destrozada. Ahora sólo me preocupa la de mi hija». @javiernegre10


Gracias por traer el artículo.

Vaya, vaya, otra quejica más, la tal Gemma. ¿Acaso se quejaba tanto cuando disfrutaba del alto nivel de vida que le proporcionaba su maridito?.

Aquí mucha amenaza, mucho drama, muchas historias de s*x* y tal, pero las únicas víctimas que hemos visto últimamente son de nos, gente del pueblo (atentados del año pasado, violencia machista, etc..)
 


130718 La testaferro Corinna zu Sayn-Wittgenstein y el archivo 'Jano''. Juan Carlos de Borbón entregó a Corinna archivos clave del CNI para protegerla si él moría, según Villarejo, incluyendo el Control Integral Central o Archivo JANO con cientos de miles de datos personales de españoles con exposición pública Régimen de España, 13 de julio, 2018. ---- Villarejo avisó a Rajoy de que Juan Carlos, siendo rey, había entregado a Corinna material de inteligencia con datos “sensibles” de miles de personas Author RedacciónPosted on 13 julio 2018 Compartir Según publica este viernes El Español, el diario ha tenido acceso a una carta que José Villarejo envió al presidente Rajoy en la que asegura que Corinna zu Sayn-Wittgenstein, amiga del rey emérito posee un archivo “con datos personales y privados de las personalidades más relevantes de España”. Este archivo, ‘Jano’, como se conoce, contendría “casi un millón de fichas individuales” que albergarían “los datos más sórdidos y oscuros” de quienes integran los poderes fácticos del país, como indica Villarejo en esa carta, en la que afirma que siendo Jefe del Estado, Juan Carlos de Borbón entregó a Corinna esa documentación por si él moría– hay que recordar que sufrió un cáncer en el año 2010-. El Gobierno recuerda que Juan Carlos de Borbón ya no es inviolable El anterior Jefe del Estado tiene un régimen de aforamiento, similar al de diputados y senadores, “pero no inviolabilidad”. Eso ha señalado la ministra de Justicia, Dolores Delgado, cuando se le ha preguntado si el rey emérito podría ser enjuiciado en relación con las revelaciones de su amiga Corinna. De acuerdo con una ley aprobada tras su abdicación, al anterior Jefe del Estado pueden exigírsele responsabilidades por sus actos…pero sólo tras su renuncia y únicamente ante las salas de lo Civil y lo Penal del Tribunal Supremo. https://www.vigoalminuto.com/2018/07/... La incalculable fortuna de Juan Carlos, rey: de la cuenta ‘Soleado’ a los negocios con Corinna PATRICIA LÓPEZ/ CARLOS ENRIQUE BAYO 13 abril, 2018 Es un secreto a voces pero la magnitud es inestimable. Los negocios internacionales del rey Juan Carlos I le han permitido acumular una gran fortuna desde sus primeros pasos como príncipe. Sin embargo, este patrimonio no se refleja en ninguna de las cuentas oficiales del Estado y es prácticamente imposible conocer, a ciencia cierta, cuánto dinero acumulan los Borbones y, en concreto, el rey emérito. La última cantidad atribuida a Juan Carlos I se aproximó a 2.000 millones, según la revista Forbes. A pesar de este desconocimiento, sí que se han ido conociendo con el paso de los años algunos de los negocios privados del monarca emérito. Así, en 1977, el rey Juan Carlos I recibió del todavía príncipe saudí Fahd bin Abdulaziz el montante de 100 millones de dólares a interés cero con el supuesto objetivo de “fortalecer la democracia” en España. No obstante, hay quien asegura, como los periodistas Gregorio Morán y José García Abad, que de esa multimillonario cifra solo llegaron unos centavos a la Moncloa de Adolfo Suárez. La clave de los negocios del primer Borbón que reinó en España tras la II República es el petróleo. El economista neoliberal Roberto Centeno, exconsejero delegado de Campsa, asegura que, una vez asentada la democracia, las comisiones especiales ingresadas por la compra de cada barril de petróleo que adquiría España iba destinada a llenar las arcas personales del monarca Juan Carlos I, que en pocos años entró en las listas de potentados de la revista Forbes. Sin embargo, su nombre salió de la lista de los más ricos, seguramente a raíz de gestiones diplomáticas. “Entre 1 y 2 dólares por cada barril de petróleo” Para entonces, Juan Carlos I ya tenía por valido a Manuel Prado y Colón de Carvajal, con el que cobraba entre “uno o dos dólares” por barril de petróleo que compraba el erario público de España en los países árabes. Durante esos primeros años de la monarquía parlamentaria, se sumaron a la corte del rey otros empresarios que también hicieron grandes fortunas en la época del pelotazo, como los Albertos o Javier de la Rosa. Y todos –también los Pujol o dirigentes del Partido Popular– acabaron poniendo su dinero en la misma saca, la del suizo Arturo Fasana, también conocida como la cuenta Soleado, que se encuentra en la banca de Suiza. Sigue: http://temas.publico.es/14-abril-repu... Juan Carlos entregó a Corinna archivos clave del CNI para protegerla si él moría, según Villarejo, incluyendo el Control Integral Central o Archivo JANO con cientos de miles de datos personales de españoles con exposición pública https://www.elespanol.com/espana/2018...
 

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