Asesinato de Manuela Chavero. Eugenio Delgado. Monesterio.

Yo creo que Emília en su desesperación dice muchas cosas que a veces no son ciertas. La oí decir que la UCO sabía perfectamente quién lo había hecho y en el mismo vídeo una guardia civil perteneciente a la UCO decía todo lo contrario, que no sabían quién había sido.
Ojo, también date cuenta que la UCO en privado habla con Emilia. Y a las cámaras en público cuentan lo que quieren. A la tele la UCO dice que no saben. A Emilia le habrán especificado cositas que a nosotros no.
 
Ahh,una cosa que me he enterado hoy precisamente,,, la famosa ventana que supuestamente no se habría,,, pues sí, si se habría ,pero solo un pelin,una cuarta ,si acaso,y ese día estaba hasta arriba.
Y si Manuela escuchó ruidos o, incluso, alguien le llamó cerca de esta ventana y por eso la abrió y decidió bajar a la calle o a la puerta?
 
Ojo, también date cuenta que la UCO en privado habla con Emilia. Y a las cámaras en público cuentan lo que quieren. A la tele la UCO dice que no saben. A Emilia le habrán especificado cositas que a nosotros no.





Por ejemplo, el enlace que había entre la gc y los padres de Diana Quer fue el comandante Arturo Marcos que no pertenecía a la UCO sino a Judicial Coruña.


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“Los padres necesitaban saber, pero yo no les podía contar más”
Arturo Marcos es un hombre de frases precisas que se ayuda de los silencios. Seguramente no siempre fue así. En este año y medio tuvo que aprender a callar y a no contar, nunca, nada que pudiera interferir en la investigación. El problema no era que no confiara en los padres. Al contrario. Con el tiempo, él ha aprendido a confiar en ellos y, lo más importante, ellos en él. El comandante construyó un dique infranqueable que separaba lo que les podía explicar y lo que no.

Marcos estaba al corriente de los detalles de la investigación y él mismo decidía y gestionaba lo que podía trasladar a unos padres que en ocasiones preguntaban con desespero porque “necesitaban saber”. Ni una sola vez, ni en los peores momentos de la investigación, cruzó la raya. Y aprovecha estas líneas para agradecerles públicamente su comprensión. “Nunca hubo un reproche, siempre entendieron mis silencios”.

Al final los conocía tanto que casi en la primera palabra que pronunciaban en cada llamada, solamente por la manera en que le saludaban, sabía si alguno no estaba pasando un buen momento. “Había días que notabas que uno tenía una mayor necesidad de saber. Por lo que fuera. Quizás ese día no había nada nuevo que contar. Nunca les prometí nada, pero sí logré que confiaran en mí y en el trabajo de mis compañeros”.

“Desmentir lo que se contó los primeros momentos fue complicado. La relación entre nosotros aún no estaba madura. Ellos desconfiaban. No tenían la certeza de que no les estaba mintiendo. Necesitaban saber si lo que se publicaba era cierto”. ¿Que hacía? “Les pedí que dejaran de estar pendientes de los medios de comunicación. No era bueno para ellos. Al final logramos que cada vez les afectara menos el ruido mediático”. ¿Cómo? “Entendieron que ni uno de los periodistas que escribía o hablaba de Diana estaba al corriente de la investigación. Me creyeron cuando les prometí que el día que hubiera una noticia se enterarían por mí”. Y cumplió su palabra.

No entendían lo que estaba pasando. El comandante les aseguraba que la investigación avanzaba y, de repente, el juez le daba carpetazo. “Les pedí que siguieran confiando en mí. Que no se rindieran. Esos días traté de aportarles algún detalle más concreto que les hiciera comprender que avanzábamos en la buena dirección. Nunca les mentí”.

¿Supieron que había un sospechoso? “Nunca”. Les transmitió que había una muy buena línea de investigación. Ni siquiera les dijo que estaban ultimando los informes para solicitar la reapertura del caso. Aunque Marcos tenía previsto visitarles a primeros de enero para avanzárselo.

Llegaron las Navidades y se desearon que fueran buenas. Hablaron tanto, tantas veces, que en ocasiones en mitad de la charla por la investigación se colaron trocitos de la vida de todos.



Marcos respiró. Telefoneó primero a uno y después al otro. Habían detenido al sospechoso. Se enteraron por el guardia civil. Fueron dos llamadas breves. No les facilitó el nombre, sólo les confió que llevaban tiempo tras él y que su detención estaba bien armada. Apenas hicieron preguntas, ni ella ni él. Lo que tuvieran que saber, sabían que Arturo se lo contaría. Ninguno preguntó por Diana. No insistieron. Pocas horas después recibieron la siguiente llamada. Les comunicó que el detenido había confesado ser el autor de la muerte de su hija. Preguntaron cómo. El comandante les trasladó lo que declaró el acusado, que había sido un accidente. Y evitó contarles las dos versiones que dio en ese momento sobre dónde estaba el cuerpo.

Las dos llamadas más complicada y a la vez ansiadas fueron las de la madrugada del día 31. Debían ser las cinco y los pilló dormidos. Fue la conversación más breve. En este momento de la entrevista se resquebraja el muro de hormigón armado que el comandante ha levantado a su alrededor y se adivina una grieta. Respira y comparte: “Para Juan Carlos y Diana fue muy importante aquel día saber que yo estaba allí con Diana, en aquella nave junto a su hija”.



https://www.lavanguardia.com/suceso...dia-civil-desaparicion-diana-quer-chicle.html
 
Tras leer el artículo sobre el comandante Arturo Marcos que fue el encargado de hacer de enlace entre la gc y la familia de Diana...
queda claro que a Emilia no se le va a comunicar a quien pertenece la línea de investigación buena...
si que le podrán comunicar que el caso no está estancado, que vamos muy bien o que pronto se podrá saber porque tenemos una línea de investigación muy buena...
 
Cómo en las películas de terror. Estás sola en la noche oyes un ruido y sales semidesnuda a ver quién es.
No lo veo.
Esa es otra..! En cuanto a la ropa tampoco se ponen de acuerdo. Depende de dónde veas o leas la noticia puede ir en pantalón y camiseta, en pijama de verano o en ropa interior. Ah y descalza o calzada. Se han dicho tantas cosas que a saber con que nos quedamos
 
Yo sinceramente creo que a Emília la UCO lo único que le dice que es están investigando, que no dejan el caso y que tenga paciencia. Eso de que saben quién es pero les falta suerte se lo saca ella de la manga. Porque lo lleva diciendo desde hace más de un año, y todo parece que sigue igual.
 
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