Ah, ya ví: la niña le ayuda y ella le toca el hombro en agradecimiento.
Se lo han ensayado casi bien.
Y digo casi porque Sofía emérita ambos días bajó del coche mirándo ávida a ver si estaban los fotógrafos listos para registrar el momento.
Antes era más sutil, o eso no trascendía.