Que también parece que dejaba su casa a Eugenia y el Conde cuando estaban supuestamente juntos y su futuro marido con la Guruburu
Lo que el HOLA no cuenta
- AutorForovoguecerró
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Su futuro marido no, que ya estaban casados.
Tal cual. Yo la recuerdo en revistas francesas como MarieClaire o Elle a finales de los 90. Trabajo bastante en Paris aunque mas en editoriales que en pasarela. Tambien en Francia y en Italia era la imagen de los champus Elvive de L'Oreal.
Era vox populi, lo del viaje a Londres a "arreglar el accidente" cuando salia con un marroqui que se llamaba Fadi o algo por el estilo...uno de estos millonarios que vivian en Marbella a principios de los 90.
Fran y Eugenia se casaron en el 1998, Cayetano y Blanca en 2001.
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Si... a fondo!!!
Estos ya se conocían ....
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Me meoooooooooo buenísima q eres!!! Lo adopto!!!!
El Hola y primeros años de los 70 es todo uno.
Gunter Sachs y Mirja. (la etapa de BB y de Soraya no me pilló). El Sha de Persia, la Begum Yvette o como se escriba.
Helmut Berger!!!!!!! Todos los asiduos y ya de paso, el Burda.
Este documental es oro puro.
Gunter Sachs y Mirja. (la etapa de BB y de Soraya no me pilló). El Sha de Persia, la Begum Yvette o como se escriba.
Helmut Berger!!!!!!! Todos los asiduos y ya de paso, el Burda.
Este documental es oro puro.
http://cristinatosio.com/art-music/nostalgia-de-un-playboy/
Nostalgia de un playboy.
Cristina Tosio · octubre 08, 2014 · Art & Music, Fashion, LifeStyle · Comments23
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¨¿Playboy, yo?¨- le preguntó al periodista. ¨Prefiero denominarme un caballero¨. Probablemte el adjetivo ¨seductor¨ le sabía a poco a un hombre que derrochaba estilo allá donde iba, un hombre con una cultura y una clase que muchos quisieran, un verdadero señor (…). Gunter Sachs, multimillonario heredero de la automovilística Opel que fundó su abuelo, fue durante su juventud uno de los grandes playboy de la historia. Junto a Gianni Agnelli, Rubirosa, Kosinski, Mick Jagger, Aristóteles Onassis, Stavros Niarchos, Rosellini o Marcello Mastroianni, forma parte de los playboy de antaño, los auténticos.
Estos hombres de distinguida elegancia, muchos de los cuales compartían atributos nobles, tenían un gusto impecable, extrema discreción respecto al dinero que poseían y a las mujeres que conquistaban y una bondad natural general. Para ellos era de fundamental importancia ser un hombre de mujeres y también un hombre de hombres. Estos conquistadores eran tan queridos por los medios por una sencilla razón: porque eran adorados por cantidad de hombres que querían ser como ellos y por cantidad de mujeres que querían estar con ellos.
Por su autenticidad hoy les dedico este post. Sobretodo a Sachs, una leyenda para mí, y el romántico que formó una de las parejas más admiradas en los sesenta junto a quien recién ha celebrado su ochenta cumpleaños, Brigitte Bardot. Sachs, nacido en Alemania en 1932, presumía de no haber trabajado un día en su vida. Sin embargo, fue el hombre de las mil y una historias. Hombre de negocios, galerista, director de museo, productor y director de cine, celebridad y fotógrafo (se convirtió en uno de los fotógrafos más cotizados del momento fotografiando a una joven Claudia Schiffer en múltiples ocasiones).
También un gran deportista. Creó la famosa carrera ¨Cresta Run¨en St Moritz donde también fundó ¨Dracula Club¨, un club privado para los amantes de la juerga que, a día de hoy, sigue siendo el club más selecto de la zona.
Como astrólogo publicó un bestseller en la materia y fundó el Institute for the Empirical and Mathematical Examination of the Possible Truth of Astrology in Relation to Human Behaviour.No obstante, su mayor pasión fue el arte, de ahí que se convirtiera en un gran y respetado coleccionista. Sachs se fue a París en 1958 al quedarse viudo de su primera esposa. Fue ahí cuando empezó a comprar arte. Se hizo con piezas de Yves Klein, Frautier, César o Arman, infinitamente más conocidos ahora que en aquellos tiempos. Compraba por amor al arte.
Este genio tuvo romances con las más bellas mujeres, incluyendo Brit Ekland y Tina, la ex-mujer de Onassis, al tiempo que disfrutaba en las fiestas que se celebraban en los resorts de moda de Europa. Sin embargo, él se consideraba hombre de una sola mujer. Ocho años después de mudarse a París conoció a la que se convertiría en su segunda mujer: Brigitte Bardott. Fue en un restaurante en la Riviera Francesa. Hablaron y se enamoró de ella hasta las trancas. En ese momento supo que se casaría con ella. Por su parte ella, que ya había vivido apasionadas relaciones con otros hombres, reconoció quedarse hipnotizada aquella noche: ¨Sentía estar volando, como si Gunter me llevara a un mundo de hadas que jamás conocí ni volveré a conocer¨. Un amor a primera vista que llevó a Sachs a envolver la casa de la actriz con cientos de rosas rojas que dejó caer desde un helicóptero a los dos días de conocerla. Dos meses después, un jet privado les traería a Las Vegas para contraer matrimonio en una ceremonia que duró tan sólo ocho minutos.
Totalmente enamorados, continuaron su poética historia en Tahití donde celebraron su luna de miel. Fue un romance de cuento.
Sin embargo, tras su luna de miel, nunca pasaron juntos más de tres meses seguidos. Su relación no estuvo exenta de infidelidades por ambas partes. Su romance con Serge Gaingbourg terminó con la paciencia de Sachs llevándole a pedir el divorcio en 1969. El matrimonio duró tres años pero él nunca la dejó de amar. Fue una separación amistosa y muy generosa por parte de ella que no mostró intención alguna de sacarle beneficio económico al asunto. Tanto que él, cumplidos diez años desde el divorcio, le regaló un diamante valorado en más de un millón de euros. Después de divorciarse fue cuando dijo Sachs dijo la famosa frase: ¨Un año con Brigitte Bardot equivale a diez con cualquier otra mujer¨. Aquella época fue el auge de St Tropez. El gran círculo de amigos de Sachs encontró en este resort su casa espiritual conviertiéndose este pueblo pescador francés en la capital de la gente guapa de los 60. Tras su divorcio en 1969 se casó con la que sería mujer hasta el día de su muerte, la modelo Mirja Larsson.
Desde entonces vivió entre St Moritz, Gstaad y Nueva York. Decoró sus casas con su exquisito gusto incluyendo obras de sus amigos artistas: Lichtenstein, Dalí, Warhol, Klein… Las decoraba con intención de crear espacios para la diversión. Una vez animó a Dalí a disparar una pistola en su Penthouse de St Moritz para poner a prueba una pared de cristal antibalas con vistas a Los Alpes. Este interesante vídeo cuenta cómo Warhol quiso conocer a Gunter y éste, enloquecido con su obra, fue quien pondría de moda el Pop-art. Sachs fue a Nueva York y compró la famosa casa de Halston en el Upper East Side, conocida por ser el punto de encuentro de numerosas celebridades como Bianca Jagger, Liza Minelli o Elizabeth Taylor. La decoró, entre otras obras de arte, con fotografías que Warhol había tomado tanto en Estudio 54 como en la propia casa. Sachs es mencionado en la memoria de Warhol como uno de los jóvenes europeos que fueron a Nueva York y vivieron lo que fue la experiencia de Estudio 54. -¨En aquel tiempo no se pensaba mucho sobre ello, pero era divertido. No aprecias lo suficiente aquellos momentos porque no te das cuenta¨. La Factory, donde Warhol componía sus serigrafías, se hizo famosa por sus escandalosas fiestas y por ser lugar de encuentro de músicos como Lou Reed, Bob Dylan, Brian Jones o Mick Jagger. Sachs se suicidó en mayo de 2011 a los 78 años dejando una nota donde explicaba que se debía a una: ¨enfermedad sin esperanzas¨. Se especuló que se refería al Alzheimer. Su abuela perdió la lucha contra el Alzheimer. Esta enfermedad le aterrorizaba. ¨Mi abuela pasó sus últimos años simplemente existiendo, sin saber quien era, dónde estaba, ni quién era su nieto. La robaron plenamente de sus recuerdos¨- explicaba Sachs.
Hace días empecé a escribir este post con intención de dedicárselo, por su fuerza y amor, a mi tía Tony, que ha estado los últimos años de su vida apoyando a su marido a convivir con esta enfermedad. Casualmente anoche, a punto de terminar el post, recibí la noticia de que mi tío se despedía de nosotros. Gracias por la felicidad que nos diste. Descansa en paz tío Javier.
Nostalgia de un playboy.
Cristina Tosio · octubre 08, 2014 · Art & Music, Fashion, LifeStyle · Comments23
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¨¿Playboy, yo?¨- le preguntó al periodista. ¨Prefiero denominarme un caballero¨. Probablemte el adjetivo ¨seductor¨ le sabía a poco a un hombre que derrochaba estilo allá donde iba, un hombre con una cultura y una clase que muchos quisieran, un verdadero señor (…). Gunter Sachs, multimillonario heredero de la automovilística Opel que fundó su abuelo, fue durante su juventud uno de los grandes playboy de la historia. Junto a Gianni Agnelli, Rubirosa, Kosinski, Mick Jagger, Aristóteles Onassis, Stavros Niarchos, Rosellini o Marcello Mastroianni, forma parte de los playboy de antaño, los auténticos.
Estos hombres de distinguida elegancia, muchos de los cuales compartían atributos nobles, tenían un gusto impecable, extrema discreción respecto al dinero que poseían y a las mujeres que conquistaban y una bondad natural general. Para ellos era de fundamental importancia ser un hombre de mujeres y también un hombre de hombres. Estos conquistadores eran tan queridos por los medios por una sencilla razón: porque eran adorados por cantidad de hombres que querían ser como ellos y por cantidad de mujeres que querían estar con ellos.
Por su autenticidad hoy les dedico este post. Sobretodo a Sachs, una leyenda para mí, y el romántico que formó una de las parejas más admiradas en los sesenta junto a quien recién ha celebrado su ochenta cumpleaños, Brigitte Bardot. Sachs, nacido en Alemania en 1932, presumía de no haber trabajado un día en su vida. Sin embargo, fue el hombre de las mil y una historias. Hombre de negocios, galerista, director de museo, productor y director de cine, celebridad y fotógrafo (se convirtió en uno de los fotógrafos más cotizados del momento fotografiando a una joven Claudia Schiffer en múltiples ocasiones).
También un gran deportista. Creó la famosa carrera ¨Cresta Run¨en St Moritz donde también fundó ¨Dracula Club¨, un club privado para los amantes de la juerga que, a día de hoy, sigue siendo el club más selecto de la zona.
Como astrólogo publicó un bestseller en la materia y fundó el Institute for the Empirical and Mathematical Examination of the Possible Truth of Astrology in Relation to Human Behaviour.No obstante, su mayor pasión fue el arte, de ahí que se convirtiera en un gran y respetado coleccionista. Sachs se fue a París en 1958 al quedarse viudo de su primera esposa. Fue ahí cuando empezó a comprar arte. Se hizo con piezas de Yves Klein, Frautier, César o Arman, infinitamente más conocidos ahora que en aquellos tiempos. Compraba por amor al arte.
Este genio tuvo romances con las más bellas mujeres, incluyendo Brit Ekland y Tina, la ex-mujer de Onassis, al tiempo que disfrutaba en las fiestas que se celebraban en los resorts de moda de Europa. Sin embargo, él se consideraba hombre de una sola mujer. Ocho años después de mudarse a París conoció a la que se convertiría en su segunda mujer: Brigitte Bardott. Fue en un restaurante en la Riviera Francesa. Hablaron y se enamoró de ella hasta las trancas. En ese momento supo que se casaría con ella. Por su parte ella, que ya había vivido apasionadas relaciones con otros hombres, reconoció quedarse hipnotizada aquella noche: ¨Sentía estar volando, como si Gunter me llevara a un mundo de hadas que jamás conocí ni volveré a conocer¨. Un amor a primera vista que llevó a Sachs a envolver la casa de la actriz con cientos de rosas rojas que dejó caer desde un helicóptero a los dos días de conocerla. Dos meses después, un jet privado les traería a Las Vegas para contraer matrimonio en una ceremonia que duró tan sólo ocho minutos.
Hace días empecé a escribir este post con intención de dedicárselo, por su fuerza y amor, a mi tía Tony, que ha estado los últimos años de su vida apoyando a su marido a convivir con esta enfermedad. Casualmente anoche, a punto de terminar el post, recibí la noticia de que mi tío se despedía de nosotros. Gracias por la felicidad que nos diste. Descansa en paz tío Javier.
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