El Mundo Orbyt.
MI SEMANA AZUL & ROSA
JAIME PEÑAFIEL
21/10/2017
CHSSS...
‘ME TOO’
DE LOS ‘STILETTOS’ DE MELANIA A LETIZIA
LOS ZAPATOS ROJOS DEL HEREDERO
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La compañera Almudena Ariza, la magnífica corresponsal de Televisión Española en Nueva York, dedicó un tuit a este bochornoso tema el pasado 12 de octubre sobre el silencio de las estrellas españolas que han trabajado con Weinstein. Según Almudena, algunas han preferido no hacer declaraciones.
Pero ha habido una excepción: nuestra Penélope Cruz, quien durante una década trabajó con Harvey Weinstein, que siempre estuvo detrás de sus primeros pasos en Hollywood. Consideraba a la actriz española como una de sus jóvenes apuestas. Por todo ello, Penélope ha sido coherente midiendo sus palabras aunque evidentemente no conocía ese lado suyo... “Siempre fue respetuoso conmigo”, lo que no le impide declarar: “Las historias que han salido a la luz en los últimos días, me han producido una mezcla de asombro y profunda tristeza”.
Me gustaría conocer los nombres de los Weinstein españoles, si es que los ha habido, aunque en su día se barajaba algún nombre que otro. También los de las acosadas... si las hubo.
Tengo que confesar que la culpa de mi primer encuentro–desencuentro con Letizia la tuvieron sus stilettos. Aunque aún no era la consorte de Felipe, sí la prometida oficial, ya apuntaba maneras de lo que iba a ser después. Sucedió en el Ayuntamiento madrileño de Ruiz Gallardón. Aunque los dos procedíamos de la misma profesión, las hay peores, no nos conocíamos. Pero ella, nada más verme durante la recepción, vino hacia mí, con no muy buenos modales, reprochándome criticar, en LOC, la altura de sus tacones. Desconcertado y confuso recuerdo haberle respondido: “Mira Letizia, nunca he escrito sobre tus tacones”. No aceptó mi explicación y quiso mostrarme la longitud de los que llevaba. “No te molestes. No suelo mirar los zapatos de las señoras. A veces, las piernas”. Hubo más, que no viene al caso. De todos es sabido la pasión de la inefable consorte por los zapatos, dicen que tiene más de 300 pares. Y le gustan los de 10 centímetros de tacón como los peeptoes de color crudo de Magrit, modelo Marta. Pero hoy yo sólo quiero escribir de los zapatos, sobre todo “cuando estos se convierten en un símbolo”, según Vanessa Friedman, prestigiosa critica de moda de The New York Times, a propósito de la polémica de los taconazos de 10 centímetros, que Melania lució durante una visita a una zona de Texas afectada por el huracán Harvey. “A la primera dama americana no le mueve la comodidad al elegir los zapatos sino el deseo de realizar un fashion statement en cada aparición”, según la compañera María Contreras. Pero, como le sucede a veces a Letizia, sus dominios de los códigos de la moda la traicionaron. La primera ministra británica, Theresa May, también es criticada por lo inadecuado de sus zapatos. Llegó a calzarse unas botas de charol por encima de las rodillas en la visita a la reina Isabel.
El príncipe heredero de Marruecos, Moulay Hassan, a sus 14 años, ha sido recientemente noticia por los zapatos lucidos en un acto oficial con el rey de Arabia Saudí. Junto con la chilaba y el fezo tarbush, de intenso color rojo, calzaba, no las tradicionales y discretas babuchas marroquíes, sino unos modernísimos zapatos Berluti de alargadísima silueta, también rojos y con cordones. “Una elección rabiosamente a la moda”, según el artículo de María Luisa Funes en ABC. Este muchacho, que reinará en su día como sucesor de su padre, Mohamed VI, con el nombre de Hassan III, está dispuesto a cambiar el reino. No por lo de los zapatos, que es una anécdota, sino por negarse, retirando bruscamente la mano, para evitar que se la besasen. En el reino alauita lo del besamanos en las recepciones no es en sentido figurado, como aquí en España, sino una humillante tradición. Tanto como el plongeon de las señoras en la Monarquía española. Afortunadamente la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, la presidenta del Senado, Ana Pastor, y la mayoría de las ministras del gobierno del PP, salvo la de Agricultura y la de Defensa, han desterrado ya tan degradante, humillante y cortesana actitud.
Las dos personas de confianza que le acompañaban en el coche el día de su proclamación han muerto ya: el conductor, hace algún tiempo; el jefe de su seguridad, estos días. (...) Lo de Weinstein me ha recordado a la famosa abogada a quien, un conocidísimo empresario español, la llamó a su habitación en el hotel donde se alojaban, recibiéndola desnudo. Lo contó en el programa de Javier Cárdenas ‘Hora punta’ en Televisión Española. (...) La veinteañera con más títulos nobiliarios de España puede perderlos si la Justicia resuelve a favor de su tío abuelo y único hijo que ha sobrevivido a su madre, la titular de tanta grandeza. (...) Al amigo del ‘pequeño Nicolás’ le han nombrado un cargo de “altos vuelos”. ¿Le veremos también a él volar más alto? (...) Me gustaría que explicara por qué le asombró que el jefe del Estado, en su histórica comparecencia repitiera 10 veces la palabra democracia. (...) Aunque los dos hijos menores de los cinco que ha tenido en sus tres matrimonios anteriores asistieron a la fiesta con su cuarta esposa, sorprendió que no apareciera foto alguna de ellos. ¿Condición de mamá tan especial para estas manifestaciones sociales, incluso cuando era marquesa? (...) No me puedo creer que pagaran con dinero público 120.000 euros al hijo de mi compadre por dos tuits muy breves, “gracias Santander”. ¡De juzgado de guardia!
MI SEMANA AZUL & ROSA
JAIME PEÑAFIEL
21/10/2017
CHSSS...
‘ME TOO’
DE LOS ‘STILETTOS’ DE MELANIA A LETIZIA
LOS ZAPATOS ROJOS DEL HEREDERO
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La compañera Almudena Ariza, la magnífica corresponsal de Televisión Española en Nueva York, dedicó un tuit a este bochornoso tema el pasado 12 de octubre sobre el silencio de las estrellas españolas que han trabajado con Weinstein. Según Almudena, algunas han preferido no hacer declaraciones.
Pero ha habido una excepción: nuestra Penélope Cruz, quien durante una década trabajó con Harvey Weinstein, que siempre estuvo detrás de sus primeros pasos en Hollywood. Consideraba a la actriz española como una de sus jóvenes apuestas. Por todo ello, Penélope ha sido coherente midiendo sus palabras aunque evidentemente no conocía ese lado suyo... “Siempre fue respetuoso conmigo”, lo que no le impide declarar: “Las historias que han salido a la luz en los últimos días, me han producido una mezcla de asombro y profunda tristeza”.
Me gustaría conocer los nombres de los Weinstein españoles, si es que los ha habido, aunque en su día se barajaba algún nombre que otro. También los de las acosadas... si las hubo.
Tengo que confesar que la culpa de mi primer encuentro–desencuentro con Letizia la tuvieron sus stilettos. Aunque aún no era la consorte de Felipe, sí la prometida oficial, ya apuntaba maneras de lo que iba a ser después. Sucedió en el Ayuntamiento madrileño de Ruiz Gallardón. Aunque los dos procedíamos de la misma profesión, las hay peores, no nos conocíamos. Pero ella, nada más verme durante la recepción, vino hacia mí, con no muy buenos modales, reprochándome criticar, en LOC, la altura de sus tacones. Desconcertado y confuso recuerdo haberle respondido: “Mira Letizia, nunca he escrito sobre tus tacones”. No aceptó mi explicación y quiso mostrarme la longitud de los que llevaba. “No te molestes. No suelo mirar los zapatos de las señoras. A veces, las piernas”. Hubo más, que no viene al caso. De todos es sabido la pasión de la inefable consorte por los zapatos, dicen que tiene más de 300 pares. Y le gustan los de 10 centímetros de tacón como los peeptoes de color crudo de Magrit, modelo Marta. Pero hoy yo sólo quiero escribir de los zapatos, sobre todo “cuando estos se convierten en un símbolo”, según Vanessa Friedman, prestigiosa critica de moda de The New York Times, a propósito de la polémica de los taconazos de 10 centímetros, que Melania lució durante una visita a una zona de Texas afectada por el huracán Harvey. “A la primera dama americana no le mueve la comodidad al elegir los zapatos sino el deseo de realizar un fashion statement en cada aparición”, según la compañera María Contreras. Pero, como le sucede a veces a Letizia, sus dominios de los códigos de la moda la traicionaron. La primera ministra británica, Theresa May, también es criticada por lo inadecuado de sus zapatos. Llegó a calzarse unas botas de charol por encima de las rodillas en la visita a la reina Isabel.
El príncipe heredero de Marruecos, Moulay Hassan, a sus 14 años, ha sido recientemente noticia por los zapatos lucidos en un acto oficial con el rey de Arabia Saudí. Junto con la chilaba y el fezo tarbush, de intenso color rojo, calzaba, no las tradicionales y discretas babuchas marroquíes, sino unos modernísimos zapatos Berluti de alargadísima silueta, también rojos y con cordones. “Una elección rabiosamente a la moda”, según el artículo de María Luisa Funes en ABC. Este muchacho, que reinará en su día como sucesor de su padre, Mohamed VI, con el nombre de Hassan III, está dispuesto a cambiar el reino. No por lo de los zapatos, que es una anécdota, sino por negarse, retirando bruscamente la mano, para evitar que se la besasen. En el reino alauita lo del besamanos en las recepciones no es en sentido figurado, como aquí en España, sino una humillante tradición. Tanto como el plongeon de las señoras en la Monarquía española. Afortunadamente la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, la presidenta del Senado, Ana Pastor, y la mayoría de las ministras del gobierno del PP, salvo la de Agricultura y la de Defensa, han desterrado ya tan degradante, humillante y cortesana actitud.
Las dos personas de confianza que le acompañaban en el coche el día de su proclamación han muerto ya: el conductor, hace algún tiempo; el jefe de su seguridad, estos días. (...) Lo de Weinstein me ha recordado a la famosa abogada a quien, un conocidísimo empresario español, la llamó a su habitación en el hotel donde se alojaban, recibiéndola desnudo. Lo contó en el programa de Javier Cárdenas ‘Hora punta’ en Televisión Española. (...) La veinteañera con más títulos nobiliarios de España puede perderlos si la Justicia resuelve a favor de su tío abuelo y único hijo que ha sobrevivido a su madre, la titular de tanta grandeza. (...) Al amigo del ‘pequeño Nicolás’ le han nombrado un cargo de “altos vuelos”. ¿Le veremos también a él volar más alto? (...) Me gustaría que explicara por qué le asombró que el jefe del Estado, en su histórica comparecencia repitiera 10 veces la palabra democracia. (...) Aunque los dos hijos menores de los cinco que ha tenido en sus tres matrimonios anteriores asistieron a la fiesta con su cuarta esposa, sorprendió que no apareciera foto alguna de ellos. ¿Condición de mamá tan especial para estas manifestaciones sociales, incluso cuando era marquesa? (...) No me puedo creer que pagaran con dinero público 120.000 euros al hijo de mi compadre por dos tuits muy breves, “gracias Santander”. ¡De juzgado de guardia!