Debo confesar algo...las tiaras de mi familia solo las uso los domingos para ir a la misa de 12.
El día que yo tenga una tiara, que la tendré, será más que probable que duerma con ella puesta.
Lo único bueno es que será más parecida a la de rubís de la que hablábamos antes que a la de la Barbie que le regaló su bajestad a su señora para el aniversario, con lo cual disminuyen mucho las posibilidades de preocupar a nadie por mi salud mental