Tras la imagen demoledora acudiendo al colegio, hoy va con la sonrisa impostada y mirando al suelo.
No hay miraditas, no hay manitas entrelazadas, no hay cuchicheos al oído.
La que se debió de montar el fin de semana pasado en Zarzu fue de órdago.
Me recuerda al Titanic en sus últimos momentos.
No hay miraditas, no hay manitas entrelazadas, no hay cuchicheos al oído.
La que se debió de montar el fin de semana pasado en Zarzu fue de órdago.
Me recuerda al Titanic en sus últimos momentos.