Fran Rivera y Lourdes Montes. Boda religiosa, hijos y otros temas.




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No hace falta que vaya a Las Ventas, con el cartel este de Villalba del Alcor, ya se le caéra la cara de verguenza torera.
Torear , con el Fandi, Juan Jose Padilla, y Lopez Simón, es suicidarse, hasta el novillero le pasara a mano por la cara, por mal que lo haga. Es penoso, solo arrastra el culazo. malo, malo malo . Al minuto de salir el toro ya le da un par de revolcones.
 
Perdón, que me descolgué del hilo, esos pantalones, ¿qué son? ¿y esas mujeres?
¿Y qué es eso de que ya no existe el negocio de Chanelesco de Lourdes?
La palurdes ha sacado una nueva marca de diseño de vestidos de flamenca, se llama miabril (mibraguil en elfico) a analerdos le quedan dos telediarios, esta la palur tratando de desentenderse de ello, vamos que analerdos nunca existió...hoy ya su sueño no es la moda nupcial es la flamenca...estas mujeres es segunda vez q usan una perpetracion de la palur, no.tienen sentido de la vergüenza
 
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El Mundo Orbyt.

05/03/2017


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Miércoles pasado. Una de la tarde en una concurrida cafetería de la localidad madrileña de Pozuelo de Alarcón. Aparece un señor con una gabardina y un maletín de cuero. «Tengo munición contra una persona muy conocida», asegura con voz siniestra. El hombre saca un dossier de 20 páginas elaborado por un detective privado y una denuncia de siete folios presentada ante el juzgado de Instrucción de Sevilla el 3 de noviembre de 2016 que acaba de ser admitida a trámite. El nombre del denunciado está en negrita: «D. Francisco de Asís Rivera Ordóñez», mediático torero a las puertas de su retirada e hijo del legendario Paquirri. Uno de sus denunciantes es Manuel Moreno Maestre, empresario sevillano dedicado al negocio de las tuberías y cónsul de Turquía en España. Junto a otro socio, acusa al matador de haber cometido un delito societario, administración desleal y apropiación indebida. También de usar como «testaferro» a El Pai, el que fuera compañero de saraos de su madre Carmina Ordóñez junto a El Cabra y El Chuli. A Rivera le reclaman 1,3 millones de euros.

Todo comenzó con un ruinoso negocio a 5.300 kilómetros de Madrid. En la República Democrática de El Congo. El que fuera yerno de toda una duquesa de Alba y rostro de las revistas del papel cuché quiso buscar oportunidades en el país de los diamantes de sangre. Y del preciado coltán cuyo control había motivado una cruenta guerra civil entre 1998 y 2003 en la que murieron seis millones de personas. A nivel empresarial era como ponerse delante de un toro bravo en una plaza de tercera. Un país inestable, con estafadores profesionales y con problemas de seguridad que hacían que el turismo estuviese prohibido. Pero él quiso jugársela cuando vio que su negocio de la chatarra, al que se había dedicado un tío paterno, se estancaba en España.

Se había adentrado en él en 2010 recomendado por un amigo propietario de una conocida siderúrgica. El 8 de febrero de aquel año montó Steel Supply junto a Manuel Moreno Maestre [detenido el pasado mes de enero por el fraude de la empresa pública Acuamed] y el empresario Martín Bilbao Alexiades para comerciar con la chatarra. Importaban la materia prima desde Rusia para luego venderla a siderúrgicas españolas. A lo grande. Pero la crisis inmobiliaria les embistió con fuerza. La construcción se frenó en seco y colocar la chatarra era ya una misión imposible. Había que encontrar una alternativa y un amigo intermediario le habló a Rivera de la posibilidad de aterrizar en el Congo para dedicarse a manipular chatarra. A cambio de una comisión, esta persona le ofrecía sus contactos con el Gobierno congoleño para conseguir licencias que le permitiesen desguazar ferrocarriles y barcos antiguos.

Según la denuncia a la que ha accedido Crónica, el torero convenció para esta «oportunidad» de negocio a Manuel Moreno y al empresario Javier Cabrera, que también ha denunciado a Rivera y que entró en la sociedad Steel Supply en 2013 a través de su compañía Solar Lighting S.L. El administrador único de Steel Supply era Manuel Moreno, aunque en el escrito judicial se asegura que «los verdaderos gestores» de la misma fueron Francisco Rivera y Martín Bilbao, «quienes se encargaban de la búsqueda de contratos y negocios que pudieran aportar rentabilidad a la sociedad». Para los negocios en el Congo, el torero y sus socios se aliaron con la empresa SOIEGA, con la que lograron una concesión para desguazar barcos y vagones de trenes viejos en el país africano. La empresa de Rivera y Moreno inyectó un total de 800.000 euros y destinó maquinaria para un negocio que consistía «en achatarrar, acopiar y exportar dicha chatarra».

Llegaron a desguazar dos barcos para extraer la chatarra. La cortaron en láminas y la metieron en contenedores con rumbo a Corea del Sur. El negocio iba bien pero, según Rivera, «hubo un cambio de Gobierno» y les retiraron las licencias. La operación africana acabó siendo un fracaso. «Desgraciadamente salió mal y perdimos todos. No entiendo la denuncia, y todavía no he recibido la notificación. Yo no puedo controlar que me pongan querellas. Mi socio estaba enterado de todo, la firma era mancomunada y me defenderé de las acusaciones», asegura a este suplemento Rivera, quien toreó ayer en la plaza abulense de Candeleda después de realizar una gira por México.

Sus ex socios no se creen su versión sobre el fallido business congoleño. «Fue una tomadura de pelo», según los denunciantes. «En total se aportaron a esta oportunidad 680.000 euros, pero en ningún momento se han obtenido beneficios por mis clientes, y por parte de Francisco Rivera y Martín Bilbao no se ha justificado el fin de ese negocio. Es decir, ¿qué ha pasado? Presume esta parte que se ha producido una apropiación indebida de los beneficios obtenidos en ese negocio por parte de D. Francisco Rivera y D. Martín Bilbao, ya que si han obtenido beneficios del Congo han sido desviados de su normal destino, el cual habría sido Steel Supply y su reparto con el resto de socios. Por lo tanto, entendemos que se ha producido el elemento subjetivo necesario para que se dé la administración desleal», expone el abogado de los denunciantes en el escrito judicial.

La operación africana, según varios empresarios con intereses en la zona, implicaba sus riesgos. «El Congo puede ser el segundo país más arriesgado para invertir después de Nigeria, donde son estafadores profesionales. En el Congo la única manera de hacer negocios sin que te timen es llegar en avión privado y ser recibido por el presidente para que se entere todo el mundo y el resto de cargos e intermediarios te respeten. Es lo que llaman en África el efecto tan tan por el sonido que provocaban los tambores cuando uno llegaba a una tribu. Además, tienes que enterarte muy bien si los barcos y ferrocarriles son realmente de la persona con la que llegas al trato», sostiene un acaudalado comisionista.

La pregunta que se hacen los denunciantes es dónde está el dinero que invirtieron. ¿Se ha esfumado o fue desviado por Rivera a otra empresa? En el escrito se expone que a principios de 2014 el torero y Martín Bilbao, «a espaldas del resto de socios», comienzan la creación de una sociedad paralela llamada Prodata Consulting S.L. La constituyen en marzo de 2014 y utilizan para ello a un amigo «como testaferro». Se refieren a Fernando Rodríguez Luque, conocido como El Pai, que era compañero de juergas hasta altas horas de la madrugada de la difunta Carmina Ordóñez en El Rocío, la Feria de Sevilla o en los chiringuitos del municipio gaditano de Zahara de los Atunes. El Pai, El Cabra y El Chuli conformaban el tridente que escoltaba en sus salidas nocturnas a la madre de Rivera. Eran de carne y hueso a pesar de que se llegó a decir que eran personajes de ciencia ficción. A El Pai nunca se le conoció oficio ni beneficio, pero el abogado de los denunciantes parece tener claro que es el hombre de Paj* del matador de toros que este año abandonará los ruedos. «Nos atrevemos a utilizar la expresión de testaferro, porque la mencionada entidad es del Sr. Rivera Ordóñez, ya que éste actúa en su nombre y representación». La empresa Prodata Consulting S.L. facturó 2,3 millones de euros en 2015. Ahora ya no existe.

Los denunciantes basan estas sospechas en un informe que encargaron a un detective. En este documento, al que ha accedido este suplemento, se disecciona el entramado empresarial de Rivera y en un apartado se razona por qué El Pai es su testaferro. «La información inicial que esta parte recibe en relación con Prodata Consulting S.L. es que presuntamente es una empresa pantalla, que se utiliza para el desvío de fondos, cuyo dueño real es Francisco Rivera Ordóñez, aunque el administrador único de la sociedad sea Fernando Rodríguez Luque, el cual apunta a ser el testaferro de Francisco Rivera», se explica en el dossier. En él se incluye una imagen de la «modesta» casa de El Pai en la localidad sevillana de Castilleja de la Cuesta para justificar que es un testaferro. «Esa vivienda tan modesta no parece estar acorde al administrador único de una sociedad que en 2015 ha tenido ventas superiores a los 2,3 millones de euros», razona el detective, incorporando imágenes del El Pai en República Dominicana y noticias que le vinculan con el torero, así como que la dirección de Prodata Consulting es la calle Antonia Díaz 16, junto a la Real Maestranza de Sevilla, domicilio social de empresas cuyo administrador único es Rivera.

Además, se subraya que una mujer llamada María Elena García Pastrana ocupó el cargo de administradora única entre el 20 de noviembre de 2013 y el 25 de febrero de 2014, «el período de tiempo que se necesita para vender la sociedad» a El Pai. El detective tiene claro el papel instrumental de García Pastrana. «En relación con María Elena García Pastrana decir que nació en Francia, que reside en Badalona y que ha ocupado un total de 551 cargos en sociedades tal y como hemos comprobado en Informa. En la mayoría de ellos ya ha cesado, pues forma parte de las sociedades el tiempo necesario para su venta, en muchas casos a personas interpuestas o testaferros», reza el escrito donde se incluye que los movimientos de Rivera han sido consultados 83 veces por empresas de recobro y otras 22 por bancos. El detective concluye que «es un auténtico estafador».

En la denuncia se expone que Solar Lighting, representada por Javier Cabrera, compró el 50% de Steel Supply a finales de 2013, por una cantidad de 500.000 euros, de los cuales se entregaron 250.000 a la firma para después aportar los 250.000 restantes. Esta última aportación nunca se produjo porque, según su abogado, se negó a desembolsar esa cantidad porque Steel Supply «no tenía credibilidad, ni en su gestión, mercado, ni en los números presentados ante la compra, maniobras que llevaban a cabo los verdaderos gestores de la empresa, que eran el Sr. Rivera y el Sr. Bilbao». Aquella falta de pago provocó cambios accionariales. «Por esa razón Steel Supply redujo el porcentaje de participación de Solar Lightning al 25%, aunque la compra se hizo por el 50% del capital social. Por lo que es más que evidente que se ha producido una falsedad en las cuentas de Steel Supply por parte de sus administradores de hecho, de forma idónea para causar un perjuicio económico, en este caso a un tercero, Javier Cabrera, que en función de esa supuesta viabilidad que reflejaban las cuentas de Steel Supply aportó 250.000 euros que le concedieron el 25% de su capital social», explica el letrado en la denuncia. En ésta se detalla otro movimiento. La compra de Steel Supply del 45% del capital social de la empresa Inglés Steel.

«En ella se invirtió 1.200.000 euros aproximadamente, cantidad en total entre financiación bancaria y un crédito de 700.000 euros de Rivera con un coste del 8% anual que se devolvería al matador de toros en cinco años, pero que siguen pendientes de pago 325.000 euros. Ese crédito se firmó por el resto de socios pero como avalistas personales, por lo que mis clientes responden del 25% de esa deuda en el caso de que la entidad no la pueda devolver, por tener ambos esa participación en Steel Supply. Pero claro, es imposible que la entidad pueda hacer frente a ese pago, si el mismo Rivera gestionó dolosamente la sociedad, que ha supuesto un grave perjuicio para mis clientes», dice el abogado de los denunciantes. Éstos tienen claro que estos hechos «son constitutivos de un delito societario, así como un delito de administración deseal que le han provocado un perjuicio» que cifran en 1,3 millones de euros que ahora reclaman a Rivera y Martín.

Por ejemplo, el letrado pide «250.000 para Cabrera, de la aportación a Steel Supply, por el 25% de su capital, cantidad desembolsada por la falsificación en las cuentas de la sociedad que mostraba una imagen irreal de la misma»; «perjuicio para Steel Supply», de la que sus clientes son accionistas, «de 171.000 euros por la diferencia entre compras y ventas, resultado de la mala gestión de Rivera y Martín»; o «perjuicio de 680.000 euros por el negocio del Congo, cuya aportación se efectuó y cuyos beneficios nunca se han obtenido».

Ahora tendrá que ser un juez el que confirme las acusaciones que desmiente Fran Rivera. Como que compró en la capital Kinshasa un diamante del tamaño de un garbanzo a su mujer Lourdes Montes para su pedida de mano o que haya dado el salto a la televisión por problemas económicos. «Son más mentiras», sentencia el torero que no pudo salir por la puerta grande del Congo. @javiernegre10

m
no creo que la paca hable de este tema en antena3, pero javier negre, el que ha escrito el artículo, creo que a veces trabaja en Ana Rosa y ahí no descarto de que puede que hablen del tema
 
La palurdes ha sacado una nueva marca de diseño de vestidos de flamenca, se llama miabril (mibraguil en elfico) a analerdos le quedan dos telediarios, esta la palur tratando de desentenderse de ello, vamos que analerdos nunca existió...hoy ya su sueño no es la moda nupcial es la flamenca...estas mujeres es segunda vez q usan una perpetracion de la palur, no.tienen sentido de la vergüenza
son unas petardas de las gordas!!!
 
El Mundo Orbyt.

05/03/2017


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Miércoles pasado. Una de la tarde en una concurrida cafetería de la localidad madrileña de Pozuelo de Alarcón. Aparece un señor con una gabardina y un maletín de cuero. «Tengo munición contra una persona muy conocida», asegura con voz siniestra. El hombre saca un dossier de 20 páginas elaborado por un detective privado y una denuncia de siete folios presentada ante el juzgado de Instrucción de Sevilla el 3 de noviembre de 2016 que acaba de ser admitida a trámite. El nombre del denunciado está en negrita: «D. Francisco de Asís Rivera Ordóñez», mediático torero a las puertas de su retirada e hijo del legendario Paquirri. Uno de sus denunciantes es Manuel Moreno Maestre, empresario sevillano dedicado al negocio de las tuberías y cónsul de Turquía en España. Junto a otro socio, acusa al matador de haber cometido un delito societario, administración desleal y apropiación indebida. También de usar como «testaferro» a El Pai, el que fuera compañero de saraos de su madre Carmina Ordóñez junto a El Cabra y El Chuli. A Rivera le reclaman 1,3 millones de euros.

Todo comenzó con un ruinoso negocio a 5.300 kilómetros de Madrid. En la República Democrática de El Congo. El que fuera yerno de toda una duquesa de Alba y rostro de las revistas del papel cuché quiso buscar oportunidades en el país de los diamantes de sangre. Y del preciado coltán cuyo control había motivado una cruenta guerra civil entre 1998 y 2003 en la que murieron seis millones de personas. A nivel empresarial era como ponerse delante de un toro bravo en una plaza de tercera. Un país inestable, con estafadores profesionales y con problemas de seguridad que hacían que el turismo estuviese prohibido. Pero él quiso jugársela cuando vio que su negocio de la chatarra, al que se había dedicado un tío paterno, se estancaba en España.

Se había adentrado en él en 2010 recomendado por un amigo propietario de una conocida siderúrgica. El 8 de febrero de aquel año montó Steel Supply junto a Manuel Moreno Maestre [detenido el pasado mes de enero por el fraude de la empresa pública Acuamed] y el empresario Martín Bilbao Alexiades para comerciar con la chatarra. Importaban la materia prima desde Rusia para luego venderla a siderúrgicas españolas. A lo grande. Pero la crisis inmobiliaria les embistió con fuerza. La construcción se frenó en seco y colocar la chatarra era ya una misión imposible. Había que encontrar una alternativa y un amigo intermediario le habló a Rivera de la posibilidad de aterrizar en el Congo para dedicarse a manipular chatarra. A cambio de una comisión, esta persona le ofrecía sus contactos con el Gobierno congoleño para conseguir licencias que le permitiesen desguazar ferrocarriles y barcos antiguos.

Según la denuncia a la que ha accedido Crónica, el torero convenció para esta «oportunidad» de negocio a Manuel Moreno y al empresario Javier Cabrera, que también ha denunciado a Rivera y que entró en la sociedad Steel Supply en 2013 a través de su compañía Solar Lighting S.L. El administrador único de Steel Supply era Manuel Moreno, aunque en el escrito judicial se asegura que «los verdaderos gestores» de la misma fueron Francisco Rivera y Martín Bilbao, «quienes se encargaban de la búsqueda de contratos y negocios que pudieran aportar rentabilidad a la sociedad». Para los negocios en el Congo, el torero y sus socios se aliaron con la empresa SOIEGA, con la que lograron una concesión para desguazar barcos y vagones de trenes viejos en el país africano. La empresa de Rivera y Moreno inyectó un total de 800.000 euros y destinó maquinaria para un negocio que consistía «en achatarrar, acopiar y exportar dicha chatarra».

Llegaron a desguazar dos barcos para extraer la chatarra. La cortaron en láminas y la metieron en contenedores con rumbo a Corea del Sur. El negocio iba bien pero, según Rivera, «hubo un cambio de Gobierno» y les retiraron las licencias. La operación africana acabó siendo un fracaso. «Desgraciadamente salió mal y perdimos todos. No entiendo la denuncia, y todavía no he recibido la notificación. Yo no puedo controlar que me pongan querellas. Mi socio estaba enterado de todo, la firma era mancomunada y me defenderé de las acusaciones», asegura a este suplemento Rivera, quien toreó ayer en la plaza abulense de Candeleda después de realizar una gira por México.

Sus ex socios no se creen su versión sobre el fallido business congoleño. «Fue una tomadura de pelo», según los denunciantes. «En total se aportaron a esta oportunidad 680.000 euros, pero en ningún momento se han obtenido beneficios por mis clientes, y por parte de Francisco Rivera y Martín Bilbao no se ha justificado el fin de ese negocio. Es decir, ¿qué ha pasado? Presume esta parte que se ha producido una apropiación indebida de los beneficios obtenidos en ese negocio por parte de D. Francisco Rivera y D. Martín Bilbao, ya que si han obtenido beneficios del Congo han sido desviados de su normal destino, el cual habría sido Steel Supply y su reparto con el resto de socios. Por lo tanto, entendemos que se ha producido el elemento subjetivo necesario para que se dé la administración desleal», expone el abogado de los denunciantes en el escrito judicial.

La operación africana, según varios empresarios con intereses en la zona, implicaba sus riesgos. «El Congo puede ser el segundo país más arriesgado para invertir después de Nigeria, donde son estafadores profesionales. En el Congo la única manera de hacer negocios sin que te timen es llegar en avión privado y ser recibido por el presidente para que se entere todo el mundo y el resto de cargos e intermediarios te respeten. Es lo que llaman en África el efecto tan tan por el sonido que provocaban los tambores cuando uno llegaba a una tribu. Además, tienes que enterarte muy bien si los barcos y ferrocarriles son realmente de la persona con la que llegas al trato», sostiene un acaudalado comisionista.

La pregunta que se hacen los denunciantes es dónde está el dinero que invirtieron. ¿Se ha esfumado o fue desviado por Rivera a otra empresa? En el escrito se expone que a principios de 2014 el torero y Martín Bilbao, «a espaldas del resto de socios», comienzan la creación de una sociedad paralela llamada Prodata Consulting S.L. La constituyen en marzo de 2014 y utilizan para ello a un amigo «como testaferro». Se refieren a Fernando Rodríguez Luque, conocido como El Pai, que era compañero de juergas hasta altas horas de la madrugada de la difunta Carmina Ordóñez en El Rocío, la Feria de Sevilla o en los chiringuitos del municipio gaditano de Zahara de los Atunes. El Pai, El Cabra y El Chuli conformaban el tridente que escoltaba en sus salidas nocturnas a la madre de Rivera. Eran de carne y hueso a pesar de que se llegó a decir que eran personajes de ciencia ficción. A El Pai nunca se le conoció oficio ni beneficio, pero el abogado de los denunciantes parece tener claro que es el hombre de Paj* del matador de toros que este año abandonará los ruedos. «Nos atrevemos a utilizar la expresión de testaferro, porque la mencionada entidad es del Sr. Rivera Ordóñez, ya que éste actúa en su nombre y representación». La empresa Prodata Consulting S.L. facturó 2,3 millones de euros en 2015. Ahora ya no existe.

Los denunciantes basan estas sospechas en un informe que encargaron a un detective. En este documento, al que ha accedido este suplemento, se disecciona el entramado empresarial de Rivera y en un apartado se razona por qué El Pai es su testaferro. «La información inicial que esta parte recibe en relación con Prodata Consulting S.L. es que presuntamente es una empresa pantalla, que se utiliza para el desvío de fondos, cuyo dueño real es Francisco Rivera Ordóñez, aunque el administrador único de la sociedad sea Fernando Rodríguez Luque, el cual apunta a ser el testaferro de Francisco Rivera», se explica en el dossier. En él se incluye una imagen de la «modesta» casa de El Pai en la localidad sevillana de Castilleja de la Cuesta para justificar que es un testaferro. «Esa vivienda tan modesta no parece estar acorde al administrador único de una sociedad que en 2015 ha tenido ventas superiores a los 2,3 millones de euros», razona el detective, incorporando imágenes del El Pai en República Dominicana y noticias que le vinculan con el torero, así como que la dirección de Prodata Consulting es la calle Antonia Díaz 16, junto a la Real Maestranza de Sevilla, domicilio social de empresas cuyo administrador único es Rivera.

Además, se subraya que una mujer llamada María Elena García Pastrana ocupó el cargo de administradora única entre el 20 de noviembre de 2013 y el 25 de febrero de 2014, «el período de tiempo que se necesita para vender la sociedad» a El Pai. El detective tiene claro el papel instrumental de García Pastrana. «En relación con María Elena García Pastrana decir que nació en Francia, que reside en Badalona y que ha ocupado un total de 551 cargos en sociedades tal y como hemos comprobado en Informa. En la mayoría de ellos ya ha cesado, pues forma parte de las sociedades el tiempo necesario para su venta, en muchas casos a personas interpuestas o testaferros», reza el escrito donde se incluye que los movimientos de Rivera han sido consultados 83 veces por empresas de recobro y otras 22 por bancos. El detective concluye que «es un auténtico estafador».

En la denuncia se expone que Solar Lighting, representada por Javier Cabrera, compró el 50% de Steel Supply a finales de 2013, por una cantidad de 500.000 euros, de los cuales se entregaron 250.000 a la firma para después aportar los 250.000 restantes. Esta última aportación nunca se produjo porque, según su abogado, se negó a desembolsar esa cantidad porque Steel Supply «no tenía credibilidad, ni en su gestión, mercado, ni en los números presentados ante la compra, maniobras que llevaban a cabo los verdaderos gestores de la empresa, que eran el Sr. Rivera y el Sr. Bilbao». Aquella falta de pago provocó cambios accionariales. «Por esa razón Steel Supply redujo el porcentaje de participación de Solar Lightning al 25%, aunque la compra se hizo por el 50% del capital social. Por lo que es más que evidente que se ha producido una falsedad en las cuentas de Steel Supply por parte de sus administradores de hecho, de forma idónea para causar un perjuicio económico, en este caso a un tercero, Javier Cabrera, que en función de esa supuesta viabilidad que reflejaban las cuentas de Steel Supply aportó 250.000 euros que le concedieron el 25% de su capital social», explica el letrado en la denuncia. En ésta se detalla otro movimiento. La compra de Steel Supply del 45% del capital social de la empresa Inglés Steel.

«En ella se invirtió 1.200.000 euros aproximadamente, cantidad en total entre financiación bancaria y un crédito de 700.000 euros de Rivera con un coste del 8% anual que se devolvería al matador de toros en cinco años, pero que siguen pendientes de pago 325.000 euros. Ese crédito se firmó por el resto de socios pero como avalistas personales, por lo que mis clientes responden del 25% de esa deuda en el caso de que la entidad no la pueda devolver, por tener ambos esa participación en Steel Supply. Pero claro, es imposible que la entidad pueda hacer frente a ese pago, si el mismo Rivera gestionó dolosamente la sociedad, que ha supuesto un grave perjuicio para mis clientes», dice el abogado de los denunciantes. Éstos tienen claro que estos hechos «son constitutivos de un delito societario, así como un delito de administración deseal que le han provocado un perjuicio» que cifran en 1,3 millones de euros que ahora reclaman a Rivera y Martín.

Por ejemplo, el letrado pide «250.000 para Cabrera, de la aportación a Steel Supply, por el 25% de su capital, cantidad desembolsada por la falsificación en las cuentas de la sociedad que mostraba una imagen irreal de la misma»; «perjuicio para Steel Supply», de la que sus clientes son accionistas, «de 171.000 euros por la diferencia entre compras y ventas, resultado de la mala gestión de Rivera y Martín»; o «perjuicio de 680.000 euros por el negocio del Congo, cuya aportación se efectuó y cuyos beneficios nunca se han obtenido».

Ahora tendrá que ser un juez el que confirme las acusaciones que desmiente Fran Rivera. Como que compró en la capital Kinshasa un diamante del tamaño de un garbanzo a su mujer Lourdes Montes para su pedida de mano o que haya dado el salto a la televisión por problemas económicos. «Son más mentiras», sentencia el torero que no pudo salir por la puerta grande del Congo. @javiernegre10

m

El ex de Mar Flores haciendo negocios en Sudán y la Paca en el Congo. Y los dos en problema. Claro, los muy tontos pensaban que invertir en países recuperándose de guerras civiles era fácil.
 
Que las señoras de Siempre "asín" se autodenominen niñas es para hacerse el hara-kiri

Esos pantalones no me los pongo yo ni para disfrazarme. Mal cosidos de verdad, con tela fea y que ni son actuales ni rompedores ni ná.

Y lo del Congo. Pues que un matador (ergo persona que mata) sin haber acabado ni la EGB (1 y 2 de la ESO para las nuevas generaciones) se dedique al comercio internacional con países en conflictos de primer nivel junto a la hostelería en un mercado de Sevilla, el alquiler del mausoleo de escritores internasionales , el pack de sensaciones "sea torero por un día", los desvaríos costureros de su mujer aburrida, las tertulias de bar en prime time matutino, la muerte anunciada de unos pobres toros que lo último que ven en su vida sea su careto a punto de retirarse, la apología del derecho a la custodia compartida al lado de un partido muuuuuuuuuy a la derecha lejísimos de su trayectoria de vida, sus luchas legítimas de cofrade mayor de una virgen que, de existir, le habrá pedido al dios supremo que por favor-por favor interceda para no verlo más, el rocío, la feria de miAbril, las corridas goyescas, las comilonas con amigos, familia adosada, líos con hermanos, mediohermanos y madrastra... Aún no entiendo cómo no le ha dado un golpe de estrés, porque telita...

menuda perla...
 
Que estamos hablando de la paca, el q sabe de comercio internacional y países en conflictos bélicos? A el le dijeron el Congo lo asocio con los conguitos q después de las palmeras de chocolate son sus favoritos y dijo pa'lante
 
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