Bob Dylan Premio Nobel de Literatura 2016

Me parece un chiste y más comparado con el nivel que tenían los nobeles de poesía hasta ahora. Wislawa Szymborska, Tomas Transtromer... Estos dos poetas me los descubrió el nobel y comparar la calidad poética de bob dylan con estos dos... En fin.

Supongo que universal o sony o quien tenga los derechos de aquí a un tiempo nos bombardeara con recopilatorios y todos contentos.

Bueno, todos menos aquellas personas que como yo han usado el nobel de literatura como un cierto criterio para descubrir autores. Yo no habría conocudo a los dos anteriores, o a Alice Munro o a Kenzaburo oe o a Imre Kertesz si no les hubieran dado el premio. De hecho algunos de ellos no estarían ni traducidos al español. Porque oye, yo ingles se, pero polaco húngaro o sueco, pues no.

Me da mucha pena que hayan desaprovechado este año la posibilidad que tenia de haber descubierto a un gran autor para dárselo a un buen cantante. Pero vamos, que es un nobel para que unos cuantos ganan dinero y para las masas se reconozcan ahí. Bueno, mas de la cultura del espectáculo.

Pd: a mi me gusta bob dylan... Pero es cantante con buenas letras, la poesía es otra cosa.

Pues mira, es lo que digo: Cuando se lo dan a un desconocido la gente no se queja tanto. Lo toma como invitación a conocer una obra. ¿Por qué lo mismo no pasa con Dylan? ¿De verdad cuántos aquí somos expertos en su obra? Yo no.

Hasta hace algún tiempo yo le rehuía a los cantautores como Dylan. Siempre pensé que lo particular de música era la música en sí misma, es decir la combinación de sonidos (tomando la voz como un instrumento generador de sonidos) para crear un lenguaje nuevo. En ese sentido, lo que más valoraba no eran las letras elaboradas ni las voces privilegiadas. Por eso no tenía feeling con Serrat, Sabina, Cabral, Milanés, Rodríguez o Alberto Cortés que, salvando distancias, son gente a la que yo no lo encuentro exploración en los sonidos, cosa que en Dylan sí encontré,aunque para nada soy experta en su obra. No sé en qué álbum está qué canción. Lo único que quería señalar con esto es que es paradójico que a Dylan se lo rechace por recibir un premio de literatura cuando precisamente en el mundo de la música se lo critica por estar demasiado interesado en la letra. La gente que, como yo lo hacía algún tiempo, valora el sonido más que la interpretación o la letra, suele decir sobre muchos de los artistas que mencioné: Y si querés hacer literatura, escribite un libro...La música es otra cosa.

Sobre tradiciones orales: Yo ahora ando muy interesada en conocer sobre country, pero no el country meloso pop de Miranda Lambert, Faith Hill, shania Twain, sino ese country rural y profundamente narrativo, ese que está hermanado con el blues, con el folk, parte de eso que llaman la canción americana y que es por lo que premian a Dylan. Y bueno...me fui a ver I saw the light, una peli donde Tom Hiddleston interpreta a Hank Williams, una de las leyendas de ese género. La verdad no pegué onda con la música de Williams y la película se me hizo aburrida, pero me llamó la atención la preocupación por la construcción del texto que tenían unos campesinos mínimamente escolarizados, bueno supongo que así son todos los géneros realmente populares, tomando popular en el sentido alemán (que viene del pueblo) y no en el sentido estadounidense (aquello que es masivo). En fin...que a mí el premio de Dylan me dio ganas de ahondar en ese tema y no de comprarme una de sus recopilaciones.
 
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En serio, no estoy de acuerdo con que le den el Premio Nóbel de Literatura a un autor de canciones y artista consagrado, por muy bueno que sea. Es igual a que le dieran el Premio Nóbel de medicina porque es tan buen artista que mucha gente se ha curado de sus enfermedades al oir sus canciones o el Premio Nóbel de la Paz porque después de uno de sus conciertos miles de personas se abrazan en sentimientos de amor y amistad. Es ridículo.

Nadie niega que Dylan sea un artista bueno, menos yo, que solo conozco una de sus canciones "Things have changed" y me fascina. Pero de ahí a merecer el Nóbel de Literatura porque las canciones también son literatura.... eso es hilar muy delgado. Es como darme el Premio Nóbel de Literatura a mí porque he escrito ochocientas cincuenta mil páginas de comentarios en Coticom y esos párrafos también son literatura.

Eso, y el Premio Nóbel de la Paz para el Presidente Santos de Colombia, sin querer entrar en polémicas más profundas, me parecen síntomas de que después de varias décadas los miembros de la Academia Sueca se murieron y fueron reemplazados por jovencitos con cultura de supermercado, crucigrama y reality shows. No encuentro otra explicación.

Genial tu post hasta el final, lo de cultura de supermercado, crucigrama y reality shows me ha gustado. Tal cual.

Ahora si no estas de acuerdo con Dylan y su premio de literatura, eres un iliterato total, incurrrrrto además y a lo mejor fascista.
Pues no, basandome en esos criterios, como oveja descarriada propongo un Manuel Alejandro, Joan Manuel Serrat ,Bowie, Juan Gabriel, Perales, Juan Luis Guerra? cantautores tal cual. Y bonitas las letras, indiscutiblemente preciosas, son poesias tb.
 
propongo un Manuel Alejandro, Joan Manuel Serrat ,Bowie, Juan Gabriel, Perales, Juan Luis Guerra? cantautores tal cual. Y bonitas las letras, indiscutiblemente preciosas, son poesias tb.

Para mí el ganador indiscutible sería Juan Gabriel; pero no descartaría como candidatos también a Ricardo Arjona, apodado "El poeta" y a Franco de Vita, que no ha hecho más que escribir canciones para todos los artistas durante los últimos 40 años. (Estéfano, Kike Santander, Piero, Les Luthiers... ¡ay, tantos otros!)

Pero definitivamente para mi gusto, este es el Rey de Reyes (O el Nóbel de Nóbeles)
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Genial tu post hasta el final, lo de cultura de supermercado, crucigrama y reality shows me ha gustado. Tal cual.

Ahora si no estas de acuerdo con Dylan y su premio de literatura, eres un iliterato total, incurrrrrto además y a lo mejor fascista.
Pues no, basandome en esos criterios, como oveja descarriada propongo un Manuel Alejandro, Joan Manuel Serrat ,Bowie, Juan Gabriel, Perales, Juan Luis Guerra? cantautores tal cual. Y bonitas las letras, indiscutiblemente preciosas, son poesias tb.
ay mi madre... no puedes comparar a Dylan con estos cantautores, no tiene nada que cver ni en compeljidad ni en magnitud de la obra.
como poesia te acepto serrat pero tiene mucha obra adaptada de poetas andaluces

bowie era ante todo un musico

Juan luis guerra y Juan Gabriel hacian bonitas canciones pero no compares la complejidad de la letra xD

no se le ha dado especificamente a Dylan porque si, si es que tendrñia que publicar todas sus letras en un libro, iba a flipar muchos criticos
 
Para mí el ganador indiscutible sería Juan Gabriel; pero no descartaría como candidatos también a Ricardo Arjona, apodado "El poeta" y a Franco de Vita, que no ha hecho más que escribir canciones para todos los artistas durante los últimos 40 años. (Estéfano, Kike Santander, Piero, Les Luthiers... ¡ay, tantos otros!)

Pero definitivamente para mi gusto, este es el Rey de Reyes (O el Nóbel de Nóbeles)
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me encnata juan gabriel pero ¿en serio?

Juan Gabriel era une xcelente interprete sus canciones son bonitas pero es un conjunto de cosas, Dylan es letra y letra 8su voz es hasta desagradable y su acompañamiento musical es muy simple) y muuucha mas complejidad, ademas de que las canciomnes de Dylan tienen un sistema de rimas y muchas cosas como cambiar completamente la composición a nivel mundial. Yo creo que la gente lee que Dylan es un cantante y no ven nada mas allá

es un cantante que empezó en el folk que es algo parecido a lo trovadoresco, sin casi acompañmiento musical, es un tipo de musica ritmica que se asemeja a la poesia cantada, juan Gabriel escribe canciones preciosas, pero no es algo semejante a la poesia, no tiene ni la complejitud, ni tiene un ssitema ritmico... ni se le puede quitar la musica y tirar solo de letra ...
 
me encnata juan gabriel pero ¿en serio?
Por supuesto que no es en serio porque 1. Soy una completa ignorante en Bob Dylan, excepto que me gusta mucho la canción "Things have changed" y que me parece un payaso (en el buen sentido) cuando canta; y 2. Creo que con este Nóbel todo se ha convertido en una broma así que me he envalentonado y he puesto la mía.

Lo que pienso es que por muy buen cantante, artista y autor de canciones que sea Dylan, el Premio Nobel de literatura es para escritores de obras literarias en una acepción más rigurosa que decir "es que todo es literatura" porque en ese caso vuelvo a repetir, entonces que me lo den a mí o a cualquier forera en coticom por nuestra prolífica contribución al mundo de la prosa.
 
Ahora recuerdo que la profesora de literatura, que interpreta Michelle Pfeiffer, en Dangerous minds el primer autor que le enseña a sus alumnos para estimularlos a escribir poesía es Bob Dylan. De allí pasa a Dylan Thomas.

Hablando de memes, a mí me hizo gracia uno que decía: Si en lugar de guitarra eléctrica usara laud, no habría tanto escándalo.
 
Bob Dylan, ¿el primer nobel del futuro?
Por Jorge Carrión 13 de octubre de 2016

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Bob Dylan en 2012 Credit Fred Tanneau/Agence France-Presse — Getty Images
Bob Dylan ha ganado el Premio Nobel de Literatura: por primera vez en la historia la gran beneficiada no será la industria editorial sino la discográfica. Las letras de sus canciones han sido recopiladas en algunos volúmenes, pero hay más libros suyos como artista plástico que como autor/escritor/juntapalabras. Esas paradojas y desplazamientos invitan a reflexionar sobre el premio y sobre la literatura a estas alturas del siglo XXI. Digamos: el Nobel de Literatura a Dylan como grieta en un sistema, ¿como síntoma de una transformación?

Como recuerda Kjell Espmark, presidente del Comité Nobel de 1988 a 2005, en su imprescindible El premio Nobel de Literatura: Cien años con la misión (Nórdica), los estatutos remarcan que por “literatura” se entienden “no solo trabajos puramente literarios sino también otros escritos que por la forma de presentarse posean valor literario”. Alfred Nobel probablemente pensara en el ensayo, pero después de Beckett y Darío Fo (quien por cierto murió ayer), que dilataron lo que entendemos por “teatro”; o de Svetlana Alexiévich, que nutre su literatura de periodismo e historia oral; era cuestión de tiempo que se lo dieran a alguien que no fuera estrictamente un “escritor literario”.

Sorprende que el primer caso sea el de un cantautor porque puede interpretarse como apertura o como retroceso (hacia los rapsodas y trovadores). Pero eso abre el camino hacia el reconocimiento del aporte a la tradición literaria de escritores/guionistas/juntapalabras que la entienden como excelencia y complejidad. Escritores que no se dedican a la poesía-en-papel o a la novela-en-libro, los dos géneros más valorados por la Academia Sueca, sino al guion-en-palabra-e-imágenes televisivo, cinematográfico, videolúdico o de historieta. Si se me permite la bolañada: Alan Moore ganará el Premio Nobel de Literatura en 2018 (nadie más ha escrito tantas obras maestras del cómic; Aaron Sorkin lo ganará en 2031 (su maestría absoluta ha quedado clara tanto en series como en películas), y Hideo Kojima en 2040 (para entonces, el “diseñador de videojuegos y proyectos transmedia” también entrará en la categoría de “autor de literatura expandida”).

Cuando Alice Munro ganó el premio, muchos diarios de todo el mundo se refirieron a ella como “la Chéjov canadiense”. Pero Chéjov no lo ganó. Ni Tolstói, Ibsen, Proust, Kafka, Joyce, Celan o Borges. En la nómina sí figuran, en cambio, nombres y apellidos como los de Sully Prudhomme, Rudolf Eucken, José Echegaray o Grazia Deledda, a quienes no lee nadie. El gran canon de la literatura de la primera mitad del siglo XX se construyó en las orillas del Premio Nobel. Durante sus primeras veintidós ediciones no destacó a nadie que hoy sea relevante. A partir de Yeats en 1923, Thomas Mann en 1929 y Pirandello en 1934, el ritmo se fue estabilizando en un autor realmente importante cada cuatro o cinco años. Hasta que a partir de los años cincuenta sí que empiezan a acertar casi siempre. Si es que en literatura se puede acertar. Si es que la literatura no es siempre perfeccionamiento del fracaso.

Quién sabe si a principios del XXII ya habremos asumido que la escritura de gran ambición narrativa es siempre literaria, que la novela en nuestros días se dilató para acoger también el cómic (la novela gráfica), las series y todos los proyectos que, de manera consciente o inconsciente, tienen la estructura narrativa y la voluntad de trascendencia que durante milenios fue patrimonio exclusivo de la literatura. A los lectores de ese futuro, quién sabe, tal vez les parecerán ridículos algunos de los premios a “escritores literarios” de estos años.

Pese a todo, confiamos en el Premio Nobel. Creemos en él como en una superstición. O como en un espectáculo. Un espectáculo global que, generado por un agente cultural que nadie esperaba, ha modernizado la dramaturgia de la Academia Sueca. En los últimos años las casas de apuestas han entrado en juego, expandiendo el tiempo del premio como sucesión de noticias. Lo cierto es que las apuestas, al traducirse en serie mediática, favorecen a la literatura de calidad. En una época en que los autores de best-sellers disfrutan de publicidad continuada a causa de las adaptaciones audiovisuales de sus obras o por la mera cifra de sus ventas, algunos de los escritores más importantes de hoy reciben una atención increíble gracias a las fluctuaciones de su presunta rentabilidad. De no ser por ellas, muchísima menos gente sabría que existen el escritor keniano Ngugi wa Thiong’o o el dramaturgo sueco Jon Fosse. Sería interesante saber las cifras de ventas de las extraordinarias novelas de Philip Roth durante las semanas en que está en todas las cábalas.

En un mundo literario global donde nadie puede aspirar a una lectura completa, de conjunto, de ningún fenómeno cultural políglota, las casas de apuestas se han convertido en una extraña forma de inteligencia colectiva, de radar internacional, que visualiza aquello que las convenciones del premio no son capaces de hacer visible. Porque los premios creados más recientemente ponen en escena una estructura dramática: anuncian a los finalistas, concitan la atención, crean un suspenso en forma de cuenta atrás (con los candidatos como concursantes de Gran Hermano) y nos sacuden con una traca final, en que una cara se impone al resto de caras ya conocidas. Como el Nobel no crea toda esa tensión a través de finalistas, las apuestas lo hacen en su lugar.

Si entras en Amazon, los libros están junto a la ropa de mujer, las tabletas, los pañales o las bicicletas. Si entras en Ladbrokes, puedes apostar tanto por partidos de fútbol o carreras de caballos como por el próximo papa, el próximo actor que interpretará a James Bond o el Premio Nobel de Literatura. En la lógica de Google y del trending topic no hay jerarquías culturales. Pero los que nos dedicamos a leer y a escribir tenemos suerte de que en esas nuevas plataformas la literatura siga teniendo su espacio reservado. Y que los medios lo amplifiquen, aunque sea durante unas pocas semanas al año.

Antes de terminar de escribir este artículo leo la lista completa de escritores por los que alguien ha apostado algunos dólares. Me extraña que no se encuentre entre ellos quien para mí es el mejor novelista en activo, David Grossman, autor de tres obras maestras: Véase: amor, El libro de la gramática interna y La vida entera. Hágase el favor: léalas. Esas lecturas no le harán ganar dinero, pero son apuestas seguras.


Jorge Carrión es el autor de "Teleshakespeare".
 
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