El hilo paranormal de Cotilleando

Vamos a ver cómo me explico.
-Primer caso. Hará unos tres años. Compañero profesor de Ciclos Formativos de Electrónica y Tecnología. Que se sepa, no estaba enfermo. Solía ir al instituto en bicicleta. Un día me lo encontré mientras él bajaba por la escalera y yo estaba en la planta baja. Me saludó y yo le noté algo extraño. Nos quedamos mirando y noté una sensación rara. Me pregunté si le sucedía algo. Pocas semanas después falleció de repente, en el campo, sobre la bicicleta.
-Segundo caso. Profesora de religión de casi 50 años. Fallaba mucho a clase porque tenía dos niñas pequeñas y un marido (también profesor del centro) enfermo, con fuertes dolores de rodilla. Un día, tras mucho tiempo sin verla, vino al instituto y me la encontré hablando con el director. Me fijé en ella, la vi más bella que nunca, con una triste sonrisa en la mirada. Yo no sabía que estaba enferma. Sentí algo extraño al observarla. Meses después, murió de cáncer.
-Tercer caso. El director del centro (al que antes he aludido). Persona de 57 años. Hombre sano, jovial, divertido, magnífica persona. Un viernes de hace unos nueve o diez meses lo vi en el pasillo. Me preguntó si iba a la sala de profesores. Yo le dije que no, que me iba arriba, a mi aula. Mientras se lo decía, noté un brillo en su mirada. La luz del exterior me devolvía una faz luminosa. También sentí un escalofrío, algo extraño. Murió esa misma noche, de repente, mientras cenaba.
En los tres casos, he de decir que yo no noté en ningún momento que iban a morir; pero, a posteriori, una vez muertos y atando cabos, me di cuenta de que en los tres casos había experimentado esa misma sensación extrañísima.
Una noche cualquiera, como no podía dormirme, empecé a pensar, como quien no quiere la cosa, en Sara Montiel. Me dije que hacía tiempo que no se sabía nada de ella. Y recuerdo que pensé: "Mira que si resulta que se ha muerto...". Murió a la mañana siguiente.
No soy creyente, sino todo lo contrario. Lo fui de pequeña y en la adolescencia. Actualmente, soy una atea convencida.
 
Vamos a ver cómo me explico.
-Primer caso. Hará unos tres años. Compañero profesor de Ciclos Formativos de Electrónica y Tecnología. Que se sepa, no estaba enfermo. Solía ir al instituto en bicicleta. Un día me lo encontré mientras él bajaba por la escalera y yo estaba en la planta baja. Me saludó y yo le noté algo extraño. Nos quedamos mirando y noté una sensación rara. Me pregunté si le sucedía algo. Pocas semanas después falleció de repente, en el campo, sobre la bicicleta.
-Segundo caso. Profesora de religión de casi 50 años. Fallaba mucho a clase porque tenía dos niñas pequeñas y un marido (también profesor del centro) enfermo, con fuertes dolores de rodilla. Un día, tras mucho tiempo sin verla, vino al instituto y me la encontré hablando con el director. Me fijé en ella, la vi más bella que nunca, con una triste sonrisa en la mirada. Yo no sabía que estaba enferma. Sentí algo extraño al observarla. Meses después, murió de cáncer.
-Tercer caso. El director del centro (al que antes he aludido). Persona de 57 años. Hombre sano, jovial, divertido, magnífica persona. Un viernes de hace unos nueve o diez meses lo vi en el pasillo. Me preguntó si iba a la sala de profesores. Yo le dije que no, que me iba arriba, a mi aula. Mientras se lo decía, noté un brillo en su mirada. La luz del exterior me devolvía una faz luminosa. También sentí un escalofrío, algo extraño. Murió esa misma noche, de repente, mientras cenaba.
En los tres casos, he de decir que yo no noté en ningún momento que iban a morir; pero, a posteriori, una vez muertos y atando cabos, me di cuenta de que en los tres casos había experimentado esa misma sensación extrañísima.
Una noche cualquiera, como no podía dormirme, empecé a pensar, como quien no quiere la cosa, en Sara Montiel. Me dije que hacía tiempo que no se sabía nada de ella. Y recuerdo que pensé: "Mira que si resulta que se ha muerto...". Murió a la mañana siguiente.
No soy creyente, sino todo lo contrario. Lo fui de pequeña y en la adolescencia. Actualmente, soy una atea convencida.

Qué extraordinario!!! Esto demuestra lo mucho que nos falta por conocer. No cabe duda que eres muy sensitiva.
 
Tambien tuve una experiencia parecida de haber salido de mi cuerpo. Estaba muy deprimida porque me estaba divorciando, en aquella epoca vivia en Houston. Una arde me eche en mi cama para tratar de dormir una siesta. De pronto senti que me habia separado de mi cuerpo. Yo solo era un pensamiento que flotaba en el techo. Es muy dificil explicarlo, yo era un nucleo pero solo de pensamiento o de energia y estaba por encima del cuerpo, casi cerca al techo.

Me entro una desesperacion muy grande porque no sabia quien iba continuar mi vida. Es decir no sabia si la que iba a continuar era la del cuerpo inerte o la del pensamiento que se hallaba en el techo. Por otro lado estaba preocupada por ese cuerpo inerte. Sabia que el no podia continuar porque su conciencia y pensamiento estaba en otro lado ( es decir yo, mi esencia). No queria abrir los ojos, tenia miedo de ver mi cuerpo. Rogue a Dios que me regresara y recuerdo que antes de abrir los ojos jale las sabanas para asegurarme que ya estaba de regreso en mi cuerpo.

Me asuste mucho e hice una cita con un psiquiatra, le conte lo que me habia sucedido y me dijo que habia tenido una experiencia fuera del cuerpo ( Out of body experience fueron sus palabras). Cuando intente que me dijera si eso era racional o cientificamente aceptable me dijo que realmente no tenia explicacion alguna pero que habia tenido pacientes que habian pasado por la misma experiencia. Me dijo que es mas comun entre gente que esta viviendo una experiencia traumatica. Es como si tu consciencia ya no aguantara mas y sale de tu cuerpo. Me gustaria explicarles lo extrano que se siente ser solo pensamiento. Lo mas cercano que puedo decir es como si yo fuera un nucleo de pensamiento y energia flotando cerca al techo.

Marianda, a mí me ocurrió lo mismo en circunstancias igualmente traumáticas. Sé lo que sentiste y lo explicas muy bien. En mi caso fue en una reunión de un trabajo con muy mal ambiente. No quería trabajar en ese sitio, no quería estar allí; Aunque se trataba de un trabajo envidiable, el ambiente era deplorable. Estabamos unos 20 en torno a una gran mesa de reuniones y me entró como un agotamiento, puse mi cabeza entre las manos y sentí que mi conciencia subía y se dirigía hacia la puerta, percibiendo mi cuerpo inerte vacío sentado y apoyado en la mesa. No me decidí a traspasar la puerta. Me lo pensé y afronté regresar a mi cuerpo con una mezcla de resignación y valentía. Cuando lo decidí volví a la normalidad. No volvió a pasarme nunca.
 
Vamos a ver cómo me explico.
-Primer caso. Hará unos tres años. Compañero profesor de Ciclos Formativos de Electrónica y Tecnología. Que se sepa, no estaba enfermo. Solía ir al instituto en bicicleta. Un día me lo encontré mientras él bajaba por la escalera y yo estaba en la planta baja. Me saludó y yo le noté algo extraño. Nos quedamos mirando y noté una sensación rara. Me pregunté si le sucedía algo. Pocas semanas después falleció de repente, en el campo, sobre la bicicleta.
-Segundo caso. Profesora de religión de casi 50 años. Fallaba mucho a clase porque tenía dos niñas pequeñas y un marido (también profesor del centro) enfermo, con fuertes dolores de rodilla. Un día, tras mucho tiempo sin verla, vino al instituto y me la encontré hablando con el director. Me fijé en ella, la vi más bella que nunca, con una triste sonrisa en la mirada. Yo no sabía que estaba enferma. Sentí algo extraño al observarla. Meses después, murió de cáncer.
-Tercer caso. El director del centro (al que antes he aludido). Persona de 57 años. Hombre sano, jovial, divertido, magnífica persona. Un viernes de hace unos nueve o diez meses lo vi en el pasillo. Me preguntó si iba a la sala de profesores. Yo le dije que no, que me iba arriba, a mi aula. Mientras se lo decía, noté un brillo en su mirada. La luz del exterior me devolvía una faz luminosa. También sentí un escalofrío, algo extraño. Murió esa misma noche, de repente, mientras cenaba.
En los tres casos, he de decir que yo no noté en ningún momento que iban a morir; pero, a posteriori, una vez muertos y atando cabos, me di cuenta de que en los tres casos había experimentado esa misma sensación extrañísima.
Una noche cualquiera, como no podía dormirme, empecé a pensar, como quien no quiere la cosa, en Sara Montiel. Me dije que hacía tiempo que no se sabía nada de ella. Y recuerdo que pensé: "Mira que si resulta que se ha muerto...". Murió a la mañana siguiente.
No soy creyente, sino todo lo contrario. Lo fui de pequeña y en la adolescencia. Actualmente, soy una atea convencida.

Esto también me ha pasado a mi però sólo en tres ocasiones, por suerte. No siento nada raro, simplemente que al mirar a la persona directamente le veo la muerte en la cara, y al cabo de poco tiempo me entero de que ha muerto. Hace años que no me ocurre, espero que así siga.
 
Marianda, a mí me ocurrió lo mismo en circunstancias igualmente traumáticas. Sé lo que sentiste y lo explicas muy bien. En mi caso fue en una reunión de un trabajo con muy mal ambiente. No quería trabajar en ese sitio, no quería estar allí; Aunque se trataba de un trabajo envidiable, el ambiente era deplorable. Estabamos unos 20 en torno a una gran mesa de reuniones y me entró como un agotamiento, puse mi cabeza entre las manos y sentí que mi conciencia subía y se dirigía hacia la puerta, percibiendo mi cuerpo inerte vacío sentado y apoyado en la mesa. No me decidí a traspasar la puerta. Me lo pensé y afronté regresar a mi cuerpo con una mezcla de resignación y valentía. Cuando lo decidí volví a la normalidad. No volvió a pasarme nunca.

Que bueno saber de alguien que paso por lo mismo. Es una experiencia que a uno lo deja en shock. Nunca lo voy a olvidar. Gracias por compartir tu experiencia conmigo. A mi tampoco me ha vuelto pasar otra vez.
 
Tengo un problema y no tengo a nadie con quien hablar del tema (mis amigas pasan totalmente de estas cosas y no quiero preocupar a mi familia) como la cosa es " bastante extraña" lo pongo aquí si no les molesta. Estoy muy agobiada y el solo poder comentarlo creo que me haría bien.

Hace un tiempo tuve a una persona trabajando en mi casa, en el momento que la vi no me gusto demasiado pero como la necesitaba hice la vista gorda.
Al principio muy bien, muy educada y agradable pero a los pocos meses cambió. Estaba como ausente y andaba con ojos llorosos todo el tiempo.
Le pregunté si tenía algún problema y me dijo que la situación con su esposo era muy mala y quería divorciarse,se había ido de casa pero "algo" hacía que siempre terminara volviendo con el.

Me preguntó si conocía a un abogado y le pase el número de una amiga mía. La cuestión es que se divorció y yo terminé pagándole hasta el trámite y entonces me contó.
Su marido era cubano y santero y ella también estaba metida en eso. Supuestamente el motivo por el que ella siempre volvía con el era por un trabajo que el le estaba haciendo para hacerla volver.

Yo no entiendo nada de santeria y tampoco es algo que me interese,aunque lo respete,y simplemente me olvidé del tema.

Meses después empezó mi calvario, empecé a notar que me faltaban rollos de papel higiénico, otro día las servilletas bajaban de forma inexplicable, productos de limpieza, etc y si le pedía algo como limpiar una ventana o algo así me miraba horrorosamente llegando incluso a contestarme mal.

Empezó a fastidiarme toda la ropa, tirandole cloro por encima y me harté, yo no puedo trabajar con alguién que hace estas cosas.

Iba a esperar al viernes para pagarle la semana completa y decirle que ya no la necesitaba para que fuera buscandose otro trabajo cuando el martes me meto a bañar y al salir descubro que desapareció dinero de mi cartera. La gota que derramó el vaso. Le dije que se fuera y hasta hoy.

Aquí viene mi problema, al día siguiente me caí por las escaleras. Y un año después no hay mes que no tenga que ir al hospital por algo,en la casa empezaron a estropearse cosas sin motivo alguno y yo ya estoy harta. Me tiraron huevos a la fachada de la casa poco después.

Puse agua bendita por toda la casa y esto sigue y sigue cada vez peor. En mi vida creí yo en estas cosas pero ultimamente no dejo de pensar que esta mujer me esté haciendo algo por venganza.

Como no conozco a ningun santero no tengo ni idea de que hacer. Si alguien supiera algo del tema le agradecería muchísimo su ayuda porque a este ritmo me matan.

Pues ya lo solté,les agradezco mucho cualquier comentario.

Uy Hanna, si bien como te comentan puede ser cosa de sugestión, esta persona también pudo hacer algo para afectarte, hay gente demasiado enferma suelta por el mundo. Conozco algunas cosas que puedes hacer para protegerte y las conozco porque de una u otra forma, también me ha afectado esa clase de gente. No es para mal de ellos ni para regresarles lo que te hayan hecho, es simplemente protección: En un pedazo de papel blanco, escribe el nombre completo de esa persona en tinta roja, llenas el vaso con agua y lo pones en la nevera (específicamente en el congelador) a que se congele y lo dejas ahí, de vez en cuando reza por la persona y pide que te deje en paz, que le deseas lo mejor pero que se aleje de ti. También usa una pulsera roja en la mano izquierda, carga en tu bolso o cartera un limón (cuando se seque, lo cambias), pon una manzana roja en un plato blanco en alguna esquina de tu casa (de forma discreta, que no se vea mucho para que la gente no ande preguntando qué es y para qué) y cuando se seque o se pudra, la cambias. Y si te es posible, pon una planta de áloe vera en la entrada de tu casa, afuera.

Hace poco a mi madre y a mí nos pasó algo curioso: mi padre vivía con una señora que por lo que nos dijeron, lo tenía con ella por medio de brujería, una brujería muy fuerte. Esta señora hace 3 años murió de un cáncer muy agresivo, que yo supongo fue el pago por lo que hizo con mi familia. Hace poco fui a casa de mi padre y vi que tenía una nevera casi nueva y sin usar y le dije que si me lo regalaba porque la mía ya estaba haciendo ruidos raros. Me dijo que sí, lo llevé a casa y tal. Mi madre sentía algo raro con el aparato y una vez vio pasar una sombra. Debido a que tuvimos un problema fuerte con los hijos de la muerta y como sabemos que andan en brujería igual que su mamá, mi madre hizo lo del vaso de agua, puso sus nombres y los congeló. Yo le dije que por las dudas, también pusiera el nombre de la nueva pareja de mi padre (que me cae muy bien, pero más vale, la paranoia está a tope). Puso cada nombre en un vaso y a congelar. A los dos días, abrí el congelador para sacar hielos y vi que uno de los vasos estaba hecho pedazos, era el de la pareja nueva de mi padre. Se lo comenté a mi madre, lo sacó y lo cambió. Tres días despues, estábamos en el salón viendo una peli cuando escuchamos que revienta algo en la cocina. Buscamos y nada, abro el conge y ahí estaba, el vaso otra vez roto. Nos quedó claro que la nevera traía algo de la mujer muerta y en cierto modo estaba atacando a la señora con la que está mi padre ahora. Mi madre se enojó, volvió a poner el vaso y lo puso en medio de los que contenían el nombre de los hijos de la muerta, le habló al espíritu de la señora esa con groserías, diciéndole que qué más quería, si ya le había quitado a su marido y que dejara en paz a la otra porque ya no podía hacer nada. Desde entonces el vaso sigue intacto.

Le comentamos el episodio a mi amiga y su madre que son videntes y nos dijeron que tal vez el aparato sí traía alguna carga energética de la muerta, que pusiéramos una vela blanca grande, con el nombre grabado de esa mujer y la dejáramos encima de la nevera día y noche hasta que se consumiera, para mostrarle la luz y que se fuera de una buena vez. Así lo hicimos y hasta ahora, todo bien. Esperemos que las cosas sigan así.
 
Última edición:
@Carolino : muchas gracias. Coincido con la otras foreras en que tienes una sensibilidad especial y como dice el refrán "No hay nada nuevo bajo el sol pero cuántas cosas viejas están por conocer".
 
Uy Hanna, si bien como te comentan puede ser cosa de sugestión, esta persona también pudo hacer algo para afectarte, hay gente demasiado enferma suelta por el mundo. Conozco algunas cosas que puedes hacer para protegerte y las conozco porque de una u otra forma, también me ha afectado esa clase de gente. No es para mal de ellos ni para regresarles lo que te hayan hecho, es simplemente protección: En un pedazo de papel blanco, escribe el nombre completo de esa persona en tinta roja, llenas el vaso con agua y lo pones en la nevera (específicamente en el congelador) a que se congele y lo dejas ahí, de vez en cuando reza por la persona y pide que te deje en paz, que le deseas lo mejor pero que se aleje de ti. También usa una pulsera roja en la mano izquierda, carga en tu bolso o cartera un limón (cuando se seque, lo cambias), pon una manzana roja en un plato blanco en alguna esquina de tu casa (de forma discreta, que no se vea mucho para que la gente no ande preguntando qué es y para qué) y cuando se seque o se pudra, la cambias. Y si te es posible, pon una planta de áloe vera en la entrada de tu casa, afuera.

Hace poco a mi madre y a mí nos pasó algo curioso: mi padre vivía con una señora que por lo que nos dijeron, lo tenía con ella por medio de brujería, una brujería muy fuerte. Esta señora hace 3 años murió de un cáncer muy agresivo, que yo supongo fue el pago por lo que hizo con mi familia. Hace poco fui a casa de mi padre y vi que tenía una nevera casi nueva y sin usar y le dije que si me lo regalaba porque la mía ya estaba haciendo ruidos raros. Me dijo que sí, lo llevé a casa y tal. Mi madre sentía algo raro con el aparato y una vez vio pasar una sombra. Debido a que tuvimos un problema fuerte con los hijos de la muerta y como sabemos que andan en brujería igual que su mamá, mi madre hizo lo del vaso de agua, puso sus nombres y los congeló. Yo le dije que por las dudas, también pusiera el nombre de la nueva pareja de mi padre (que me cae muy bien, pero más vale, la paranoia está a tope). Puso cada nombre en un vaso y a congelar. A los dos días, abrí el congelador para sacar hielos y vi que uno de los vasos estaba hecho pedazos, era el de la pareja nueva de mi padre. Se lo comenté a mi madre, lo sacó y lo cambió. Tres días despues, estábamos en el salón viendo una peli cuando escuchamos que revienta algo en la cocina. Buscamos y nada, abro el conge y ahí estaba, el vaso otra vez roto. Nos quedó claro que la nevera traía algo de la mujer muerta y en cierto modo estaba atacando a la señora con la que está mi padre ahora. Mi madre se enojó, volvió a poner el vaso y lo puso en medio de los que contenían el nombre de los hijos de la muerta, le habló al espíritu de la señora esa con groserías, diciéndole que qué más quería, si ya le había quitado a su marido y que dejara en paz a la otra porque ya no podía hacer nada. Desde entonces el vaso sigue intacto.

Le comentamos el episodio a mi amiga y su madre que son videntes y nos dijeron que tal vez el aparato sí traía alguna carga energética de la muerta, que pusiéramos una vela blanca grande, con el nombre grabado de esa mujer y la dejáramos encima de la nevera día y noche hasta que se consumiera, para mostrarle la luz y que se fuera de una buena vez. Así lo hicimos y hasta ahora, todo bien. Esperemos que las cosas sigan así.
Eso se llama congelar a una persona, de hecho es mejor usar tu propia orina y miel (se hace en un frasco con tapa y se cierra, el papel blanco lo amarras con cinta roja), se hace por ejemplo cuando tienes gente difícil alrededor, un jefe, compañero de trabajo, la pulserita roja es para evitar el mal de ojo y la envidia, también es bueno cargar un ajo macho (o eso dicen) lo mismo que usar pulseras con ojos turcos para repeler las envidias y las malas energías.
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