Es que si queremos estar informados en cualquier tema (sucesos, política, economía, cotilleo, lo que sea...) no nos queda más remedio que bucear en internet por nuestra cuenta. Unos streamers lo hacen mejor y otros lo hacen peor pero investigan y se lo curran. En cambio los periodistas tradicionales, ya sea en tv o en prensa, hace mucho que no hacen su trabajo, se limitan a decir lo que les ordenan quienes los financian y a robar la información que se curran esos youtubers a los que miran por encima del hombro.En efecto, es que tiene narices que al final sean esta cuadrilla los que se lo curran, hacen entrevistas interesantes, y aportan algo a los temas. ¿Dónde están los periodistas?: Haciendo corta y pega de la agencia Efe.
Esto mismo pensé el día que vi a Iker Jiménez estrenar en un massmedia nada menos que una "mesa de actualidad" para hablar de política, de guerra, de economía... Un tipo que llevaba cuarenta años viviendo a costa de confundir farolas encendidas con ovnis y de sacarse de la manga casos poltergeist falsos, de pronto convertido en un periodista con credibilidad absoluta, héroe de la resistencia popular, la voz del pueblo.
Magia.
El periodismo tradicional, el oficial que se nos impone cada día en prensa y televisión, está acabado: cada día baja el número de espectadores y ya hace años que la prensa en papel no la compra nadie, sobreviven por la publicidad institucional y por las subvenciones.
Los medios tradicionales son como zombis: están muertos pero no lo saben.