Imagínate que ese chaval era justo lo contrario, un nini malcriadito que basta que su padre no quisiera que fuese, por ser peligroso, él si quería. Tenia la capacidad legal para firmar, por ser ya mayor de edad, y si tenía el dinero para pagarse su plaza en la lata de sardinas, pues ahí lo tenemos, se emperraría en ir, aunque el padre o/y madre no quisieran...nunca sabremosA mis19 años lo que decían mis padres iba a misa. Y sigue siendo así hoy día. Si mi madre dice que no hay peligro en bajar al Titanic metida dentro de un lavavajillas, ya puede aparecer el fantasma del capitán diciéndome que el Titanic está maldito, que mi madre seguirá teniendo razón.
Y como se me ocurra dudar de lo que me dice mi santa madre... me cae un chancletazo