El motivo es el de siempre: el dinero. El Instituto Policlínico La Rosaleda es un hospital privado y tiene un concierto muy jugoso con el SERGAS (igual que POVISA, en Vigo, también otro hospital del que se podría hablar largo y tendido, así como de su relación con la actual Conselleira de Sanidade, Rocío Mosquera). Es un pozo sin fondo.
El hospital de Conxo es el último manicomio que queda en Galicia. Cuando digo manicomio lo digo porque mucha gente se refiere con este término. Tenía muchos pacientes psiquiátricos institucionalizados, cuando hoy se opta por la integración en la sociedad. Actualmente, además del servicio de psiquiatría, cuenta con servicios como Oftalmología y Traumatología y una unidad quirúrgica para cirugías menores. No tienen servicio de urgencias pero podrían haber asumido perfectamente el volumen de pacientes que se derivó a La Rosaleda. Allí había gente esperando y así se quedaron casi toda la noche, por si podían ayudar.
Lo de POVISA es de vergüenza total. Da para una tesis doctoral el tema. Y encima es un barco de negreros. Tienen al personal achuchao total.