FELIPE VI
17/12/2022
Jose Apezarena.
Descubra Orbyt
Desde un punto de vista formal, Felipe nunca tuvo novias hasta que se anunció el compromiso con Letizia Ortiz, aquel 1 de noviembre de 2003. Ninguna fue a Zarzuela, donde sostienen que el anuncio de noviazgo implica anuncio de matrimonio. Pero novias, haberlas, las hubo.
Tres nombres sobre todo cabe citar antes de Letizia Ortiz: Isabel Sartorius, Gigi Howard y Eva Sannum. El compromiso con la actual Reina salió, por así decirlo, a la cuarta. Y ¿por qué finalmente siguió adelante con Letizia y no con las anteriores novias?. Las cosas tienen su explicación.
ISABEL SARTORIUS
Felipe nunca dio muestras de tener prisa por casarse. Pero todo cambió en el verano de 1989 cuando, con 21 años, encontró en Palma a Isabel Sartorius, rubia, de 24 años. Y se produjo el flechazo. Así comenzó el primer noviazgo, al menos oficioso, y desde luego casi público, aunque nunca fue reconocido por la Casa del Rey.
A los dos años de iniciada la relación se produjo la ruptura. Isabel, harta de esperar, y sobrepasada por las situaciones que estaba viviendo, lanzó a Felipe un ultimátum y lo perdió.
GIGI HOWARD
En enero de 1995 Felipe se encontraba estudiando en Georgetown, Estados Unidos. Acudió con Pablo de Grecia y su novia, Marie-Chantal, a la discoteca O’Bar, en Manhattan, para celebrar su 27 cumpleaños y allí encontró a Giselle, o Gigi Howard. Una mujer guapa y rubia, que había estudiado Ciencias Políticas y trabajado como modelo.
Nada se supo en España, hasta que en abril fueron fotografiados en la isla caribeña de San Martín. Las imágenes no gustaron en Zarzuela, porque días antes habían asegurado que Felipe no viajaría a Madrid esa Semana Santa debido a los exámenes de fin de curso, que le obligaban a quedarse en Washington.
En noviembre fueron fotografiados paseando por Manhattan. Ya no se ocultaban. Hasta se montaron encuestas periodísticas, preguntando si ella sería o no buena reina de España. En abril de 1996, Gigi viajó a Madrid y se instaló en la casa de Javier López-Madrid. Pero ese verano ya no volvieron a verse. Y ahí acabó todo
EVA SANNUM
La relación de Felipe con Eva Sannum duró casi cuatro años. Se conocieron en la primavera de 1997 en una cena organizada por Carlos Mundy, dueño de la agencia de modelos donde trabajaba Eva. Tenía 18 años y doce meses sabáticos para disfrutar en España.
Eva fue objeto de una campaña de presentación impulsada por Felipe, dirigida a ir acostumbrando a los españoles. Las primeras reacciones resultaron positivas. A la pregunta “¿Cree que el Príncipe puede casarse con Eva Sannum?”, las respuestas resultaron afirmativas. Sin embargo, poco a poco la opinión fue cambiando. Tuvo mucho que ver la publicación, a lo largo del año 2001, de artículos de acreditados monárquicos, inspirados por Zarzuela, dedicados a destacar que no reunía condiciones para ser reina.
La pregunta de las encuestas cambió a esta otra: “¿Cree usted que Eva Sannum puede ser reina de España?”. Y las respuestas se tornaron negativas.
A mediados de 2001, Felipe inició una serie de entrevistas con personas destacadas. Dieron su opinión los cuatro ex presidentes del Gobierno. Calvo-Sotelo le dijo: “Alteza, haga lo que quiera, pero entonces renuncie a sus derechos al trono”. Opinaron Rodríguez Zapatero, Sabino Fernández-Campo, Alberto Ruiz-Gallardón, Iñaki Gabilondo, Carmen Iglesias, monseñor Suquía... Y, en bastantes casos, la valoración resultó negativa.
Esa opinión empezó a ser mayoritaria entre los españoles, que tenían en contra de Eva Sannum que no era española, no conocía el país, no sabía cómo es la monarquía ni el tipo de vida que le esperaba, era luterana, se había educado en una familia rota... Además, había desfilado en ropa interior, existían unas fotografías suyas en top-less…
Siguieron viéndose en 2001. Se contó que Doña Sofía había visitado las obras de la futura residencia de Felipe, que la encontró en la piscina, en top less, y que Eva ni se levantó a saludar.
Con los atentados del 11-S y la presidencia española de la UE, el Rey pidió a su hijo una tregua, y este aceptó aplazar un año la boda. Pero Eva no aguantó. En agosto se publicó que estaba harta de “una relación clandestina”.
Sannum pareció tener su última oportunidad en la boda del príncipe Haakon Magnus de Noruega, el 25 de agosto. Pero unas fotografías suyas luciendo un generoso escote y con una copa de coñac en la mano fueron la gota que colmó el vaso. La suerte estaba echada. Solo faltaba la confirmación, hecha en persona por Felipe en Zarzuela, ante un grupo de periodistas.
Para algunos, Felipe no quiso provocar una crisis institucional al intuir que había posibilidades de que las Cortes negaran el permiso para la boda aunque el Rey lo diera. La polémica se convirtió en munición que algunos utilizaron para cargar contra la monarquía. Hasta se sugirió que a lo mejor quien debería suceder a Don Juan Carlos era la Infanta Elena.
Con la ruptura quedó un Felipe dolorido. Se prometió a sí mismo que en la siguiente ocasión haría las cosas de otra manera.
LETIZIA
Felipe y Letizia Ortiz se conocieron en casa de Pedro Erquicia. No es verdad que Felipe estuviera atraído por Letizia tras verla en televisión y que pidiera que la invitaran a la cena. Lo que sí está claro es que allí sintonizaron.
Fue Felipe quien llamó para quedar y Letizia se resistió. Puso como condición que no se supiera nada, porque podría perjudicar a su futuro como periodista. Para mantener la reserva, se montó una auténtica operación de camuflaje. Se publicó entonces que Felipe había dado un ultimátum a su padre: si no me dejas casarme con Letizia, renuncio el trono. No ocurrió así.
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17/12/2022
LO QUE VIO EN LETIZIA QUE NO ENCONTRÓ EN OTRAS NOVIAS CANDIDATAS
LETIZIA, UNA BODA POR AMOR
.Jose Apezarena.
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Desde un punto de vista formal, Felipe nunca tuvo novias hasta que se anunció el compromiso con Letizia Ortiz, aquel 1 de noviembre de 2003. Ninguna fue a Zarzuela, donde sostienen que el anuncio de noviazgo implica anuncio de matrimonio. Pero novias, haberlas, las hubo.
Tres nombres sobre todo cabe citar antes de Letizia Ortiz: Isabel Sartorius, Gigi Howard y Eva Sannum. El compromiso con la actual Reina salió, por así decirlo, a la cuarta. Y ¿por qué finalmente siguió adelante con Letizia y no con las anteriores novias?. Las cosas tienen su explicación.
ISABEL SARTORIUS
Felipe nunca dio muestras de tener prisa por casarse. Pero todo cambió en el verano de 1989 cuando, con 21 años, encontró en Palma a Isabel Sartorius, rubia, de 24 años. Y se produjo el flechazo. Así comenzó el primer noviazgo, al menos oficioso, y desde luego casi público, aunque nunca fue reconocido por la Casa del Rey.
A los dos años de iniciada la relación se produjo la ruptura. Isabel, harta de esperar, y sobrepasada por las situaciones que estaba viviendo, lanzó a Felipe un ultimátum y lo perdió.
GIGI HOWARD
En enero de 1995 Felipe se encontraba estudiando en Georgetown, Estados Unidos. Acudió con Pablo de Grecia y su novia, Marie-Chantal, a la discoteca O’Bar, en Manhattan, para celebrar su 27 cumpleaños y allí encontró a Giselle, o Gigi Howard. Una mujer guapa y rubia, que había estudiado Ciencias Políticas y trabajado como modelo.
Nada se supo en España, hasta que en abril fueron fotografiados en la isla caribeña de San Martín. Las imágenes no gustaron en Zarzuela, porque días antes habían asegurado que Felipe no viajaría a Madrid esa Semana Santa debido a los exámenes de fin de curso, que le obligaban a quedarse en Washington.
En noviembre fueron fotografiados paseando por Manhattan. Ya no se ocultaban. Hasta se montaron encuestas periodísticas, preguntando si ella sería o no buena reina de España. En abril de 1996, Gigi viajó a Madrid y se instaló en la casa de Javier López-Madrid. Pero ese verano ya no volvieron a verse. Y ahí acabó todo
EVA SANNUM
La relación de Felipe con Eva Sannum duró casi cuatro años. Se conocieron en la primavera de 1997 en una cena organizada por Carlos Mundy, dueño de la agencia de modelos donde trabajaba Eva. Tenía 18 años y doce meses sabáticos para disfrutar en España.
Eva fue objeto de una campaña de presentación impulsada por Felipe, dirigida a ir acostumbrando a los españoles. Las primeras reacciones resultaron positivas. A la pregunta “¿Cree que el Príncipe puede casarse con Eva Sannum?”, las respuestas resultaron afirmativas. Sin embargo, poco a poco la opinión fue cambiando. Tuvo mucho que ver la publicación, a lo largo del año 2001, de artículos de acreditados monárquicos, inspirados por Zarzuela, dedicados a destacar que no reunía condiciones para ser reina.
La pregunta de las encuestas cambió a esta otra: “¿Cree usted que Eva Sannum puede ser reina de España?”. Y las respuestas se tornaron negativas.
A mediados de 2001, Felipe inició una serie de entrevistas con personas destacadas. Dieron su opinión los cuatro ex presidentes del Gobierno. Calvo-Sotelo le dijo: “Alteza, haga lo que quiera, pero entonces renuncie a sus derechos al trono”. Opinaron Rodríguez Zapatero, Sabino Fernández-Campo, Alberto Ruiz-Gallardón, Iñaki Gabilondo, Carmen Iglesias, monseñor Suquía... Y, en bastantes casos, la valoración resultó negativa.
Esa opinión empezó a ser mayoritaria entre los españoles, que tenían en contra de Eva Sannum que no era española, no conocía el país, no sabía cómo es la monarquía ni el tipo de vida que le esperaba, era luterana, se había educado en una familia rota... Además, había desfilado en ropa interior, existían unas fotografías suyas en top-less…
Siguieron viéndose en 2001. Se contó que Doña Sofía había visitado las obras de la futura residencia de Felipe, que la encontró en la piscina, en top less, y que Eva ni se levantó a saludar.
Con los atentados del 11-S y la presidencia española de la UE, el Rey pidió a su hijo una tregua, y este aceptó aplazar un año la boda. Pero Eva no aguantó. En agosto se publicó que estaba harta de “una relación clandestina”.
Sannum pareció tener su última oportunidad en la boda del príncipe Haakon Magnus de Noruega, el 25 de agosto. Pero unas fotografías suyas luciendo un generoso escote y con una copa de coñac en la mano fueron la gota que colmó el vaso. La suerte estaba echada. Solo faltaba la confirmación, hecha en persona por Felipe en Zarzuela, ante un grupo de periodistas.
Para algunos, Felipe no quiso provocar una crisis institucional al intuir que había posibilidades de que las Cortes negaran el permiso para la boda aunque el Rey lo diera. La polémica se convirtió en munición que algunos utilizaron para cargar contra la monarquía. Hasta se sugirió que a lo mejor quien debería suceder a Don Juan Carlos era la Infanta Elena.
Con la ruptura quedó un Felipe dolorido. Se prometió a sí mismo que en la siguiente ocasión haría las cosas de otra manera.
LETIZIA
Felipe y Letizia Ortiz se conocieron en casa de Pedro Erquicia. No es verdad que Felipe estuviera atraído por Letizia tras verla en televisión y que pidiera que la invitaran a la cena. Lo que sí está claro es que allí sintonizaron.
Fue Felipe quien llamó para quedar y Letizia se resistió. Puso como condición que no se supiera nada, porque podría perjudicar a su futuro como periodista. Para mantener la reserva, se montó una auténtica operación de camuflaje. Se publicó entonces que Felipe había dado un ultimátum a su padre: si no me dejas casarme con Letizia, renuncio el trono. No ocurrió así.
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