Todas las maestras que tuve en mi infancia fueron unas maltratadoras de manual. En párvulos, tuvimos una que era muy querida por los padres y tenía fama de tener la mano larga. A mí, por suerte, solo me tocó una vez. Me pego un cogotazo bien fuerte la cabrona, por distraerme, con 4 añitos.
Pero la peor sin duda fue la que tuvimos en primaria, hasta 4°. Los de mi clase y yo aprendimos a base de hostias: si no te sabes la tabla del 7, tirón de pelos; que no sabes reconocer un sujeto en una oración, pellizco retorcido... Le cogí asco a estudiar y no se me pasó hasta bien grandecita, en Bachillerato. Como curiosidad, diré que era una época en la que las maestras eran seños y los maestros don Pepito, don Manolito... Pues esta señora era DOÑA. Tremenda era la cabrona. Cuando se jubiló encima tuvimos una especie de síndrome de Estocolmo y nos quedamos muy tristes.
Los dos últimos años de primaria, horribles. Ésta no pegaba pero la tomó con una chica de clase, que era un poco especial y la llegó a llamar guarra y que la iba a lanzar por la ventana. Todo por tener los apuntes desordenados y revueltos en la mochila. Generaba un ambiente muy tenso la tía... En la ESO tuvimos otra amargada del estilo, pero no me quiero enrollar.
Luego te las encuentras por la calle y te paran, te preguntan cómo te va... No tienen ni una mijita de vergüenza. Ellas creen que lo hicieron bien. Hablo de los años 90 y primera década de los 2000... Si con nosotros fueron así, no me quiero ni imaginar las maestras y los maestros que existieron en generaciones anteriores. Expertos en crear traumas, muchos de ellos curas y monjas...
En fin... Abro hilo para desahogarnos, para hablar de malos recuerdos y contar cómo lo resolvimos, si es que pudimos resolverlo. Hoy en día no es tan frecuente encontrar a este tipo de docentes, pero seguro que alguno hay.
Pero la peor sin duda fue la que tuvimos en primaria, hasta 4°. Los de mi clase y yo aprendimos a base de hostias: si no te sabes la tabla del 7, tirón de pelos; que no sabes reconocer un sujeto en una oración, pellizco retorcido... Le cogí asco a estudiar y no se me pasó hasta bien grandecita, en Bachillerato. Como curiosidad, diré que era una época en la que las maestras eran seños y los maestros don Pepito, don Manolito... Pues esta señora era DOÑA. Tremenda era la cabrona. Cuando se jubiló encima tuvimos una especie de síndrome de Estocolmo y nos quedamos muy tristes.
Los dos últimos años de primaria, horribles. Ésta no pegaba pero la tomó con una chica de clase, que era un poco especial y la llegó a llamar guarra y que la iba a lanzar por la ventana. Todo por tener los apuntes desordenados y revueltos en la mochila. Generaba un ambiente muy tenso la tía... En la ESO tuvimos otra amargada del estilo, pero no me quiero enrollar.
Luego te las encuentras por la calle y te paran, te preguntan cómo te va... No tienen ni una mijita de vergüenza. Ellas creen que lo hicieron bien. Hablo de los años 90 y primera década de los 2000... Si con nosotros fueron así, no me quiero ni imaginar las maestras y los maestros que existieron en generaciones anteriores. Expertos en crear traumas, muchos de ellos curas y monjas...
En fin... Abro hilo para desahogarnos, para hablar de malos recuerdos y contar cómo lo resolvimos, si es que pudimos resolverlo. Hoy en día no es tan frecuente encontrar a este tipo de docentes, pero seguro que alguno hay.