Saritisima dándolo todo
No queda claro por los berridos que pega si está cantando una saeta o vendiendo en un mercadillo
Cómo la echo de menos, era la hostia esta mujer y una de mis máximas ídolas, junto con Lola.
Todavía recuerdo este descojonante momento, por cierto, ¿el de los dedos qué hace?. Y la de la mantilla ahí bien peripuesta e intensa y Sara montando el pollo, si es que esto no vuelve, señores.