45 años de la proclamación de Juan Carlos como Rey. Noviembre 22, 2020

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Los tres días en los que España pasó del franquismo a la monarquía de todos​

Se cumplen 45 años de la proclamación de Juan Carlos I. Con Franco todavía sin enterrar, en su discurso ya abogó por un país de libertades. Sólo un círculo muy reducido sabía que el mismo 22-N comenzaba el fin del régimen
Don Juan Carlos en el banquete de gala el 27-N


 
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Madrid, 22 de noviembre de 1975 – Juan Carlos I, rey de España.

Ese día amaneció con un sol radiante, un cielo azul, luminoso, madrileño hasta el tuétano, sin una sola nube que pudiera ensombrecer la histórica jornada.

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A las 8 de la mañana, la Carrrera de San Jerónimo ya estaba abarrotada de miles de españoles, que no se querían perder ni un detalle de lo que estaba a punto de suceder ante sus ojos. Tras 44 años de historia convulsa y trágica, con una II Republica incapaz de gobernar España, una Guerra Civil fraticida y sangrienta y una dictadura que acababa de tocar a su fin, la monarquía regresaba a España en la persona de D. Juan Carlos de Borbón y Borbón, que a partir de ese día iba a ser el rey de todos los españoles con el nombre de Juan Carlos I.

Y lo ha sido, ¡Vive Dios, que lo ha sido!

Desde la Puerta del Sol hasta Neptuno había banderas con los colores nacionales, el rojo y el gualda, adhesivos, banderines, pancartas… todo con la inscripción “Juan Carlos I, Rey de España”. A las 10 comenzaron a llegar los procuradores y los primeros invitados, entre los que se encontraban Nicolás Franco, hermano general Franco, los marqueses de Villaverde, los duques de Cádiz, las infantas Pilar y Margarita, hermanas de don Juan Carlos, los ex soberanos de Grecia, Constantino y Ana María y la princesa Irene, la infanta doña Alicia, tía de don Juan Carlos, y sus primos, los príncipes de Zamoysky. El primer representante extranjero en llegar a las Cortes fue el príncipe Raniero de Mónaco, que ocupó su lugar en el palco junto al rey Hussein de Jordania y el general Augusto Pinochet. A la 12 los palcos ya estaban completamente ocupados por los invitados, y poco después, todos ellos puestos en pie, recibieron a D. Juan Carlos y Dª. Sofía, cuya entrada en el Congreso fue recibida con una gran ovación, acompañados por sus hijos, y por los tres miembros del Consejo de Regencia. Don Juan Carlos vestía el uniforme de capitán general y de su cuello pendía el Toisón de Oro; Dª Sofía, traje largo de color fucsia; las infantas de terciopelo verde, y Don Felipe traje oscuro y corbata negra.

Acto seguido, el presidente del gobierno D. Carlos Arias Navarro, dio comienzo a al ceremonia y a las 12:35 en punto del día 22 de noviembre de 1975, solo dos días después de la muerte del general Franco, el príncipe D. Juan Carlos de Borbón y Borbón prestaba juramento como rey de España, con el nombre de Juan Carlos I, en presencia de la princesa Sofía, y de sus hijos, Elena, Cristina y Felipe y ante las Cortes, el Gobierno, el Consejo del Reino y el Consejo de Regencia, cuyo presidente Alejandro Rodríguez de Valcárcel le tomó juramento. D. Juan Carlos, con la mano derecha sobre los Evangelios y teniendo ante sí el cetro y la corona (los atributos de la realeza) y un crucifijo, pronunció las siguientes palabras: “Juro por Dios y sobre los Santos Evangelios cumplir y hacer cumplir las leyes fundamentales del Reino y guardar lealtad a los principios que informan el movimiento nacional”. Acto seguido, el presidente de las Cortes gritó “¡Viva el Rey!”, y las 1.500 personas que se encontraban presentes en el hemiciclo del Palacio de las Cortes respondieron emocionadas “¡Viva!”

ABC - Proclamación Juan Carlos 1

Don Juan Carlos, serio y visiblemente emocionado, dio comienzo a su primer discurso:

“Hoy comienza una nueva etapa de la historia de España. Esta etapa que hemos de recorrer juntos se inicia en la paz, el trabajo y la prosperidad, fruto del esfuerzo común y de la decidida voluntad colectiva. La Monarquía será el fiel guardián de esa herencia y procurará en todo momento mantener la más estrecha relación con el pueblo. La institución que personifico integra a todos los españoles, y hoy en esta hora trascendental os convoco porque a todos nos incumbe por igual el deber de servir a España. Que todos entiendan con generosidad y altura de miras que nuestro futuro se basará en un efectivo consenso de concordia nacional. Asumo la Corona del Reino con pleno sentido de mi responsabilidad ante el pueblo español. Pido a Dios ayuda para todos y os prometo firmeza y prudencia. Confío en que todos sabremos cumplir la misión en la que estamos comprometidos. Si todos permanecemos unidos habremos ganado el futuro. ¡Viva España!”.

Un discurso emotivo y lleno de esperanza, pero muy realista que fue interrumpido por los aplausos hasta en cinco ocasiones y en el que transmitió D. Juan Carlos logro hacer llegar a todos los que estábamos siendo testigos de ese momento histórico, su deseo de ser el rey de todos los españoles. Los aplausos del hemiciclo duraron varios minutos. España era de nuevo monárquica, o al menos “juancarlista”.

Una nueva etapa se iniciaba en la historia de España, y todos habíamos sido testigos y eramos conscientes de ello.

Juan Carlos I, Rey de España Juan Carlos 1 - Jura

Finalizado el acto, a la 1 de la tarde, los ya reyes de España, D. Juan Carlos y Dª Sofía, abandonaron el Palacio de las Cortes mientras sonaba el himno nacional y en un Rolls-Royce Phantom IV descubierto de la Casa Real, iniciaron un recorrido por las calles de Madrid, desde la Carrera de San Jerónimo, hasta el Palacio Real, pasando por Neptuno, el paseo del Prado, la castiza Cibeles, Alcalá, Gran Vía y la plaza de España.

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Y ya en Palacio presidieron el primer acto público de su reinado: el último adiós a Franco en el Salón de Columnas. Un acto cargado de significado, pues suponía el cierre definitivo de una etapa de la historia de España, y el esperanzado y optimista inicio de una nueva.

Juan Carlos I - Balcón Palacio Real

La ceremonia fue retransmitida por televisión a más de 30 países y seguida por más de 300 millones de telespectadores en todo el mundo. Desde Francia a Dubái, pasando por Suiza, Alemania, Austria, Italia, Jordania, Brasil, Marruecos, Chile, Venezuela, Costa Rica, o Colombia, por enumerar tan solo algunos.

El Rey confirmó en su puesto al Presidente del Gobierno, Carlos Arias Navarro, pero su mas que evidente inmovilismo y apego al pasado, pronto se convirtió en un lastre, que hacía muy difícil llevar a cabo las reformas políticas necesarias, lo que desembocó en un distanciamiento cada vez mayor entre Arias Navarro y D. Juan Carlos. Finalmente el Presidente del Gobierno presentó su dimisión al rey el día 1 de julio de 1976 y a continuación, para sorpresa de propios y extraños, el rey nombró Presidente del Gobierno a Adolfo Suárez. La transición había comenzado.

La entronización de D. Juan Carlos representó la restauración de la monarquía en España después de 44 años. Quedaban felizmente atrás, las imágenes de Alfonso XIII, abuelo del nuevo monarca, partiendo hacia el exilio tras su abdicación en abril de 1931, tras la proclamación de una II República, absolutamente incapaz, surgida de unas simples elecciones municipales, quedaba atrás la cruel Guerra Civil, y quedaban atrás los 40 años de gobierno del general Franco. Ante los españoles, se presentaba un horizonte despejado y lleno de esperanza y eso fue precisamente, lo que Juan Carlos I nos dio a todos: esperanza en un futuro en paz y mejor. Una esperanza que el tiempo se encargo de convertir en feliz realidad.


Bandera de España

¡Viva España! ¡Viva el Rey!

 

El Rey, ante las Cortes Generales, el 22 de noviembre de 1975

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Juan Carlos I, el hombre que supo reinar.

“Si todos permanecemos unidos, habremos ganado el futuro”. Con este mensaje ponía fin a su primer discurso Don Juan Carlos de Borbón, tras ser proclamado Rey de España

El valor de la herencia política del Rey, al conducir a España de la dictadura a la democracia, es incalculable


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Juan Carlos de Borbón y Borbón, se convirtió en Rey de España bajo el nombre de Juan Carlos I el 22 de noviembre de 1975. Al frente de la Corona española durante 39 años, ha protagonizado el sexto reinado más largo de la historia de España, convirtiéndose en el monarca que más tiempo ha estado en el trono desde 1746. La dinastía de los Borbón, reinante en España desde 1700, retomaba la Corona tras un paréntesis de 44 años, desde que fuere proclamada la república el 14 de abril de 1931.

Nuestro futuro se basará en un efectivo consenso de concordia nacional”​

JUAN CARLOS I

Con estas palabras sentaba Don Juan Carlos las bases del que sería su reinado durante el acto de su proclamación como Rey de España aquel sábado 22 de noviembre de 1975.

El joven Rey, nacido Juan Carlos de Borbón y Borbón 37 años antes (la víspera de Reyes de 1938) en Roma, donde residía la Familia Real en el exilio, era el segundo hijo de los Condes de Barcelona, Don Juan de Borbón (1913-1933) y María de las Mercedes de Borbón y Orleans (1910-2000).
Tres años después de su nacimiento, el 15 de enero de 1941, su abuelo el rey Alfonso XIII había abdicado de sus derechos en su hijo, el infante Don Juan. Juan Carlos, su hijo primogénito varón se convirtió en el siguiente en la línea de sucesión. El joven príncipe estudió en Laussane y Estoril hasta que en 1948, a la edad de 10 años, sus padres y el general Franco acordaron, según las Bases Institucionales de la Monarquía Española de 1946, que realizara una educación acorde con su futuro en España. Debía recibir formación militar, estudios universitarios, prácticas en las principales instituciones del Estado y viajes por España y el exterior a fin de familiarizarse con la realidad del momento.
Así en 1955 inicia su formación militar como oficial en las academias del Ejército de Tierra, de la Armada y del Aire en Zaragoza, Marín (Pontevedra) y San Javier (Murcia). Y entre 1960 y 1961 estudia Derecho, Economía, Política y Filosofía. Tras finalizar su formación universitaria se traslada a vivir al Palacio de la Zarzuela. El 14 de mayo de 1962 contrae matrimonio en Atenas con la princesa Sofía , hija de los reyes de Grecia, a la que había conocido en Londres en la boda de los Duques de Kent. Tras la ceremonia, la joven pareja se instala en el palacio de La Zarzuela.
El matrimonio dará a luz a su primogénita, la Infanta Elena, el 20 de diciembre del año siguiente en Madrid. Dos años después, el 13 de junio de 1965, nace su segunda hija la Infanta Cristina y el 30 de enero de 1968 nace su tercer hijo, el heredero, el Infante Felipe, que en 1977 recibirá el título de Príncipe de Asturias.

El 22 de julio de 1969, las Cortes Españolas le designan como sucesor de Francisco Franco en la Jefatura del Estado con el título de rey.
Pocos años después, en 1974 y 1975, llega su oportunidad cuando debe asumir de forma interina la Jefatura del Estado por la enfermedad de Franco. Superada la prueba, el 22 de noviembre, las Cortes le proclaman rey de España.

Destacamos los momentos más significativos de su reinado:
- Entre 1975 y 1977 Juan Carlos pilota la transición de la dictadura a la democracia con maestría. Adolfo Suárez y Torcuato Fernández-Miranda, presidentes del Gobierno y las Cortes, desempeñan un papel esencial, convirtiéndose en colaboradores clave y bastiones esenciales del tránsito.
- La aprobación por referéndum el 15 de diciembre de 1976 de la Ley de la Reforma Política abriría paso a un período constituyente para elaborar la Carta Magna.
- 14 de mayo de 1977. Su padre Don Juan, Conde de Barcelona, renuncia oficialmente a sus derechos dinásticos a favor de su hijo Don Juan Carlos.
- 15 de junio de 1977. España vive sus primeras elecciones democráticas. Los reyes no votan, para mantener a la Corona al margen de los partidos políticos.
- El 25 de octubre de ese mismo año se firman los Pactos de la Moncloa, que suavizarían la delicada coyuntura socioeconómica que atravesaba el país, poniendo los cimientos para garantizar la paz social.
- 6 de diciembre de 1978. Los reyes acuden a votar junto al pueblo español, que aprueba en referéndum la Constitución que establece la monarquía parlamentaria como sistema político: el monarca es Jefe del Estado, árbitro y moderador del funcionamiento de las instituciones, así como responsable de la jefatura suprema de las Fuerzas Armadas.
- 23-24 de febrero de 1981. El rey interviene para frenar el intento de golpe de Estado a cargo de un grupo de militares y guardias civiles. Su acción representa un punto de inflexión en el proceso de transición que consolida definitivamente la democracia española y la imagen del monarca dentro y fuera de España.
- 20 de mayo de 1982. Juan Carlos recibe en Aquisgrán el Premio Carlomagno por su contribución a la construcción europea.
- 28 de octubre de 1982. Felipe Gonzalez gana las elecciones presidenciales y, contra todo pronóstico, las relaciones con el Rey son cordiales de antemano.
- 10 de mayo de 1984. Juan Carlos I se convierte en el primer jefe de Estado en visitar la URSS.
- 22 de septiembre de 1986. El rey interviene en la Asamblea de las Naciones Unidas donde reclama la Soberanía de Gibraltar.
- 18 de julio de 1991. De la mano del monarca, España promueve la celebración de la I Cumbre Iberoamericana.
- 30 de octubre de 1991. Se celebra en Madrid la Conferencia de Paz para Oriente Medio, en la que Juan Carlos ejerce un papel mediador en el conflicto.
- 1992, año de España. Se celebra la II Conferencia Iberoamericana y los reyes presiden la Exposición Universal de Sevilla y los Juegos Olímpicos de Barcelona. Gran aficionado al deporte, sobre todo al esquí y la vela, Juan Carlos había participado en los Juegos Olímpicos de Múnich de 1972, como regatista representando a España en la modalidad de Dragon Open. La celebración de estos Juegos enaltece a la familia real: el príncipe Felipe , enarbolando la bandera española en la ceremonia de apertura de los mismos, se convertirá en un estandarte de alcance internacional.
- 1 de abril de 1993. Muere Don Juan, padre del rey.
- 7 de octubre de 1993. Visita de Estado a Francia con discurso ante la Asamblea Nacional, que rompió la tradición de no permitir a los jefes de Estado intervenir en la tribuna de la Cámara.
- 2 de enero de 2000. Muere en Lanzarote la madre del rey, María de las Mercedes de Borbón, condesa de Barcelona.
- 22 de noviembre de 2000. El rey celebra el 25 aniversario de su proclamación destacando el protagonismo del pueblo.
- 1 de abril de 2001. Los reyes refuerzan la identidad hispana de Estados Unidos con un viaje a Washington y a los estados de Texas, Mississippi y Florida, durante siglos bajo la Corona Española .
- 22 de mayo de 2004. El príncipe de Asturias, heredero de la Corona, contrae matrimonio en Madrid con la periodista Letizia Ortiz.
- 31 de octubre de 2005. Nace en Madrid la primogénita de los Príncipes de Asturias, la Infanta Leonor, segunda en la línea de la sucesión.
- 29 de abril de 2007. Nace la Infanta Sofía, segunda hija de los príncipes y octava nieta de los Reyes.
- 15 junio de 2007. Discurso del Rey por el 30 aniversario de las primeras elecciones democráticas, en el que pidió unidad frente al terrorismo.
- 10 de noviembre de 2007. El rey espeta al presidente de Venezuela, Hugo Chávez: “¿Por qué no te callas?, en la XVII Cumbre Iberoamericana de Chile. Su exhortación adquiere eco internacional.
- 8 de mayo de 2010. Extirpan a Juan Carlos I un nódulo en el pulmón de carácter benigno.
- 12 de diciembre de 2011. La Casa del Rey aparta al duque de Palma, Iñaki Urdangarín, esposo de la infanta Cristina, de las actividades oficiales por “su conducta no ejemplar” tras ser imputado por presuntas irregularidades en el Instituto Noos.
- 18 de abril de 2012. Juan Carlos de Borbón pide perdón públicamente al afirmar: “Lo siento mucho, me he equivocado y no volverá a ocurrir”, tras hacerse publico que había acudido a un safari en Botsuana, en medio de la crisis, durante el cual sufrió una fractura de cadera de la que tuvo que ser operado en Madrid.
- 16-18 noviembre de 2012. Participa en la XXII Cumbre Iberoamericana, que se celebra en Cádiz. Durante su intervención anunció que sería intervenido quirúrgicamente para implantarle una prótesis en la cadera izquierda, el 23 de noviembre.
- 8 febrero de 2014. La infanta Cristina declara como imputada por supuestos delitos de fraude fiscal y blanqueo de capitales.


 

La «emocionante» proclamación de Don Juan Carlos, primer paso de la democracia

Se produjo 44 años después de la salida al exilio de Alfonso XIII, en una «intensa» ceremonia que fue seguida por más de 300 millones de personas.

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Habían pasado 44 años desde la instauración de la Segunda República y la salida al exilio de Alfonso XIII, por lo que la coronación de su nieto, tan solo dos días después de la muerte del general Franco, era un capítulo importantísimo para la historia de España: la restauración de la monarquía casi medio siglo después.

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Cuando a las 12.30 horas el mayordomo comunicó al conde de Mayalde que los Príncipes acababan de llegar al Congreso de los Diputados y se dirigían al hemiciclo «entre la intensa emoción y expectación que embargó el ánimo de todos los presentes», contaba ABC, la mayoría de la gente ni tan siquiera sospechaba que en realidad estaban a punto de vivir el primer paso para el restablecimiento de la democracia.

Una idea de la importancia histórica de aquella ceremonia es que la jura fue retransmitida por televisión a más de 30 países y seguida por más de 300 millones de telespectadores en todo el mundo. De Francia a Nicaragua o de Dubái a Brasil, pasando por Suiza, Alemania, Austria, Italia, Jordania, Marruecos, Chile, Venezuela, Costa Rica, Colombia o El Salvador, por enumerar algunos.

Cuando a las 12.30 horas el mayordomo comunicó al conde de Mayalde que los Príncipes acababan de llegar al Congreso de los Diputados y se dirigían al hemiciclo «entre la intensa emoción y expectación que embargó el ánimo de todos los presentes», contaba ABC, la mayoría de la gente ni tan siquiera sospechaba que en realidad estaban a punto de vivir el primer paso para el restablecimiento de la democracia.

Una idea de la importancia histórica de aquella ceremonia es que la jura fue retransmitida por televisión a más de 30 países y seguida por más de 300 millones de telespectadores en todo el mundo. De Francia a Nicaragua o de Dubái a Brasil, pasando por Suiza, Alemania, Austria, Italia, Jordania, Marruecos, Chile, Venezuela, Costa Rica, Colombia o El Salvador, por enumerar algunos.

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Madrid, vacía​

Desde tempranas horas de aquel 22 de noviembre de 1975, en los alrededores de la Carrera de San Jerónimo –con Franco aun sin enterrar– se concentraron decenas de miles de personas, hasta el punto de que, según contaba ABC, «una gran zona de Madrid se quedó vacía porque todos aquellos que prefirieron vivir estos momentos históricos en la calle, se encaminaron hacia los alrededores de las Cortes».

«Se respira algo indescriptible –añadía este periódico–. Entre el público comienza la impaciencia. Unos se encaraman a los balcones y a los salientes de las fachadas. Los minutos de espera se hacen largos. Las pancartas, algunas de ellas todavía plegadas, esperan con impaciencia poder alzarse sobre las cabezas del pueblo madrileño. Una mujer grita: “¡Ya viene! ¡Ya se oyen las motos!”».

A Don Juan Carlos y Doña Sofía les acompañaban Don Felipe, Doña Elena y Doña Cristina, acompañados por los tres miembros del Consejo de Regencia, cuya entrada en el Congreso fue recibida con «una gran ovación». Don Juan Carlos vestía el uniforme de capitán general y de su cuello pendía el Toisón de Oro; la Princesa, traje largo de manga larga, color fucsia; las infantas de terciopelo verde, y Don Felipe (que en aquel instante pasaba a ser heredero de la Corona, sin saber aun si con el título de Príncipe de Asturias o Príncipe de España), traje oscuro y corbata negra.

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«Una nueva etapa»​

«No puedo más, ¡viva el Rey!», «jamás olvidaré estos momentos en todo lo que me queda de vida», «ahora entra como Príncipe y luego le veremos salir como Rey», son algunos de los testimonios que se recogen a los pies de los leones de San Jerónimo.

Había llegado el gran momento. Y el discurso de coronación del Rey, interrumpido hasta en cinco ocasiones por los aplausos, fue alentador para quienes pedían un sistema democrático, al recordad con autoridad que una sociedad libre y moderna requiera la participación de todos. «Hoy comienza una nueva etapa de la historia de España. Esta etapa que hemos de recorrer juntos se inicia en la paz, el trabajo y la prosperidad, fruto del esfuerzo común y de la decidida voluntad colectiva», aseguraba Don Juan Carlos. Y añadía: «La Monarquía será el fiel guardián de esa herencia y procurará en todo momento mantener la más estrecha relación con el pueblo. La institución que personifico integra a todos los españoles, y hoy en esta hora trascendental os convoco porque a todos nos incumbe por igual el deber de servir a España. Que todos entiendan con generosidad y altura de miras que nuestro futuro se basará en un efectivo consenso de concordia nacional».

Y acabó pidiendo «a Dios ayuda para todos». «Os prometo firmeza y prudencia. Confío en que todos sabremos cumplir la misión en la que estamos comprometidos. Si todos permanecemos unidos habremos ganado el futuro. ¡Viva España!».

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«Más futuro que pasado»​

El aplauso del hemiciclo duró varios minutos. Una nueva etapa se iniciaba en la historia de España, y la prensa nacional y extranjera era consciente de ello. «Jamás un Rey podrá tener tantos ciudadanos dispuestos a participar», aseguraba «Mundo Diario». «Llega al poder un hombre con mucho más futuro que pasado», podía leerse en «El Correo Catalán», que titulaba su editorial del día siguiente «Expectativa esperanzada». «A Don Juan Carlos de Borbón, ya Rey, se le ha concedido por el destino una gracia: la de ser el Príncipe que abra las puertas de otra historia», afirmaba el «Diario de Barcelona».

Poco después de la histórica coronación, el Rey nombraba como nuevo presidente del Gobierno, en sustitución del inmovilista Carlos Arias Navarro, a un hombre joven de perfil reformista llamado Adolfo Suárez, que no tardaría en entregarse de lleno a la labor de democratizar el régimen desde dentro.

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Un Rey para la nueva España


Maricruz Sánchez (SPC) - domingo, 22 de noviembre de 2020

Juan Carlos I se convirtió hace ahora 45 años en el Jefe de Estado de un país que acababa de enterrar a Franco y que transitaba entre el deseo de modernidad y el miedo a los cambios​

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Tras más de cuatro décadas de dictadura y con una España aún conmocionada por la reciente muerte del caudillo, que se debatía entre el deseo de modernidad y el miedo a un futuro sin la figura autoritaria que había dirigido su destino, Juan Carlos de Borbón era proclamado Rey hace ahora 45 años. Solo dos días después del fallecimiento del generalísimo, el 22 de noviembre de 1975, tuvo lugar la ceremonia histórica en el Congreso de los Diputados. Un acto solemne en el que el nuevo Soberano estuvo acompañado por su esposa, Doña Sofía, y sus tres hijos, el Príncipe Felipe y las Infantas Elena y Cristina.

Fue el estreno del Monarca de una nueva España. La confirmación de un Jefe del Estado que llevaba mucho tiempo preparándose y que tenía claro su objetivo: llevar a los españoles a las urnas para aprobar la Constitución, el pasaporte hacia la democracia. Así se ganó el corazón de su pueblo durante años, además de con su simpatía. La población salía a la calle para mostrarle su cariño, en una nación que dejaba atrás el blanco y negro para modernizarse a todo color.

Superadas con éxito las trampas de los afines al régimen, que preferían que el Rey fuese el malogrado Duque de Cádiz Don Alfonso de Borbón porque estaba casado con la nieta del dictador, Juan Carlos I, primo suyo, recibió el mando de un país casi tan dividido como en las vísperas de la Guerra Civil. Nadie apostaba por él. Ni los franquistas, que no tardaron en llamarle traidor, ni la izquierda más a la izquierda, la del PCE, que le consideraba un vil heredero de la dictadura.
El Príncipe Felipe y sus hermanas, las Infantas Cristina y Elena, el día de la proclamación.
El Príncipe Felipe y sus hermanas, las Infantas Cristina y Elena, el día de la proclamación. - Foto: EFEEn esa convulsa sociedad, con casi todo en contra, tuvo que empezar a fajarse el Monarca. Un terreno pantanoso para forjar un liderazgo, pero que supo sortear con éxito y que mantuvo hasta su abdicación en su Heredero, casi 40 años después, el 19 de junio de 2014.

Hijo de Don Juan de Borbón y nieto de Alfonso XIII, no tuvo una infancia fácil. Nacido fuera de su país, en Roma, donde su familia se había refugiado tras la proclamación de la II República, pasó sus primeros años en unas condiciones de una extrema dureza emocional, algo que le marcó desde niño.
Separado de su familia por imposición de Franco, fue traído a España con 10 años para ser educado bajo la férrea supervisión de preceptores guiados por el régimen, sabedor el dictador de que en un futuro aquel niño sería Rey.
Don Juan Carlos hace un brindis junto a la princesa Gracia de Mónaco, en la cena de gala en honor a su designación como Soberano.
Don Juan Carlos hace un brindis junto a la princesa Gracia de Mónaco, en la cena de gala en honor a su designación como Soberano.Lo que no podía intuir el caudillo es que, de una manera tan frágil como inteligente, el joven Monarca rompería con el pasado para que España tuviera una democracia parlamentaría, con todos los derechos de los que había sido privada.

Arquitecto de unos años claves, que trajeron al país el mayor período de prosperidad y paz de su Historia reciente, ahora el ahora Rey Emérito no pasa por su mejor momento debido a unas investigaciones judiciales sobre su fortuna que amenazan con empañar su legado.
 

Un Rey para la nueva España


Maricruz Sánchez (SPC) - domingo, 22 de noviembre de 2020

Juan Carlos I se convirtió hace ahora 45 años en el Jefe de Estado de un país que acababa de enterrar a Franco y que transitaba entre el deseo de modernidad y el miedo a los cambios​

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Tras más de cuatro décadas de dictadura y con una España aún conmocionada por la reciente muerte del caudillo, que se debatía entre el deseo de modernidad y el miedo a un futuro sin la figura autoritaria que había dirigido su destino, Juan Carlos de Borbón era proclamado Rey hace ahora 45 años. Solo dos días después del fallecimiento del generalísimo, el 22 de noviembre de 1975, tuvo lugar la ceremonia histórica en el Congreso de los Diputados. Un acto solemne en el que el nuevo Soberano estuvo acompañado por su esposa, Doña Sofía, y sus tres hijos, el Príncipe Felipe y las Infantas Elena y Cristina.

Fue el estreno del Monarca de una nueva España. La confirmación de un Jefe del Estado que llevaba mucho tiempo preparándose y que tenía claro su objetivo: llevar a los españoles a las urnas para aprobar la Constitución, el pasaporte hacia la democracia. Así se ganó el corazón de su pueblo durante años, además de con su simpatía. La población salía a la calle para mostrarle su cariño, en una nación que dejaba atrás el blanco y negro para modernizarse a todo color.

Superadas con éxito las trampas de los afines al régimen, que preferían que el Rey fuese el malogrado Duque de Cádiz Don Alfonso de Borbón porque estaba casado con la nieta del dictador, Juan Carlos I, primo suyo, recibió el mando de un país casi tan dividido como en las vísperas de la Guerra Civil. Nadie apostaba por él. Ni los franquistas, que no tardaron en llamarle traidor, ni la izquierda más a la izquierda, la del PCE, que le consideraba un vil heredero de la dictadura.
El Príncipe Felipe y sus hermanas, las Infantas Cristina y Elena, el día de la proclamación.
El Príncipe Felipe y sus hermanas, las Infantas Cristina y Elena, el día de la proclamación. - Foto: EFEEn esa convulsa sociedad, con casi todo en contra, tuvo que empezar a fajarse el Monarca. Un terreno pantanoso para forjar un liderazgo, pero que supo sortear con éxito y que mantuvo hasta su abdicación en su Heredero, casi 40 años después, el 19 de junio de 2014.

Hijo de Don Juan de Borbón y nieto de Alfonso XIII, no tuvo una infancia fácil. Nacido fuera de su país, en Roma, donde su familia se había refugiado tras la proclamación de la II República, pasó sus primeros años en unas condiciones de una extrema dureza emocional, algo que le marcó desde niño.
Separado de su familia por imposición de Franco, fue traído a España con 10 años para ser educado bajo la férrea supervisión de preceptores guiados por el régimen, sabedor el dictador de que en un futuro aquel niño sería Rey.
Don Juan Carlos hace un brindis junto a la princesa Gracia de Mónaco, en la cena de gala en honor a su designación como Soberano.
Don Juan Carlos hace un brindis junto a la princesa Gracia de Mónaco, en la cena de gala en honor a su designación como Soberano.Lo que no podía intuir el caudillo es que, de una manera tan frágil como inteligente, el joven Monarca rompería con el pasado para que España tuviera una democracia parlamentaría, con todos los derechos de los que había sido privada.

Arquitecto de unos años claves, que trajeron al país el mayor período de prosperidad y paz de su Historia reciente, ahora el ahora Rey Emérito no pasa por su mejor momento debido a unas investigaciones judiciales sobre su fortuna que amenazan con empañar su legado.

No vendría mal poner en el capítulo siguiente que toda ese rumbo y parafernalia ocultaron el falso juramento de JC y su consiguiente traición a unos principios que había prometido cumplir.

¿Lo sabías?
 
Cuando proclamaron rey a JC, el 22 de Noviembre de 1975, yo tenia tan solo 3 años y medio. Por lo tanto no guardo ningún recuerdo del evento, me he informado de muchas cosas siendo ya mayorcita y en la era de internet.
 
Debería pasar a la historia: "Porqué Juan Carlos no hizo de intermediario con empresas europeas? Porque no le pagaban comisiones.
 
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