Leonor cumple 15 años. Octubre 31, 2020

No se nota que intente allanarle el camino a las hijas sino todo lo contrario. Porque continúa demostrando que solo es una desequilibrada y soberbia que no realizado ninguna labor importante para su pueblo y ni siquiera ha representado exteriormente a España ni con simpatía ni con saber estar ni con profesionalismo. En fin, un fracaso incluso para esforzarse en aprender a comunicarse bien en inglés. Porque aprender a leer fonéticamente un párrafo y/o aprenderse una frase de memoria no significa saber comunicarse en otro idioma.
Lo de desequilibrada lo mostró de manera indiscutible en la visita a Somao. Vaya día que tuvo. Y no hay que olvidar que Leo vive con eso.
 
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La heredera cumple 15 años. ¡¡¡Felicidades!!! En algunos países este momento es el paso "formal" de la niñez a la vida de mujer, joven, pero mujer. Una " señorita" dicen las viejas de pueblo.
La entrada a la adolescencia y juventud de herederos e hijos de herederos la hemos visto hasta el cansancio. En su vida escolar, en su vida de esparcimiento y en los deportes que practican con hermanos, primos y amigos.
Hoy corren rios de tinta sobre Leonor, princesa de Asturias. En toda la prensa monárquica, en la prensa baba, entre los plumillas nos cuentan lo guapa, educada, encantadora y exitosa que es la joven. Poliglota, culta, deportista de excelencia, buena intérprete de cello y aprendiz de ballet con muy buenos resultados. Amiga leal y sencilla, tanto puede compartir sus momentos de ocio con la realeza como con niños de algún pueblo español. Dulce, pícara y atenta a su alto rango. Hermana protectora y ya con un estilazo que marca tendencia. Todo eso, y mucho mas, en las páginas de Hola y demás pasquines.
¿De quien hablan? Porque la niña de rulos que no podian tener quieta los 4 primeros años a la engolada adolescente, entrenada en hablar en otras lenguas durante 5 u 8 minutos, que vimos 3 o 4 veces el año pasado y el actual no concuerda con esa descripción.
Recuerdo, muy claramente, una niña que veiamos 3 veces al año en la Misa de Pascuas, en el posado de Marivent, el 12 de Octubre (desde que su padre es rey) con el plus de alguna ida al hospital si abuyayo se operaba. Esta niña/ adolescente caminaba con desgano e inseguridad, distraída, como sin norte y reaccionando a los empujones, pellizcos y bolsazos de la dulce madre. Buscando, siempre, una mano preferentemente del padre. Sosa y mal vestida. Temerosa de las miradas maternas.
Entre la niña rubia natural, cálida y super inteligente (prensa baba) y la desganada, de pocas luces pero altanera criatura que exige reverencias y que pide que se la llame alteza (detractores mobarquicas) ¿qué hay?. Porqué como, hasta el año pasado, ha vivido oculta, rodeada de total secretismo todo son suposiciones. Desde que sus padres pretendian total normalidad en su vida y por eso no la mostraban a que la chica tenia algún tipo de discapacidad por eso tanto secretismo. ¿Cuál es la verdad?
Porqué ahora que la vemos mas seguido encontramos una chica que protagonizó el Palmagate, por presion de quienes la rodean, (tirón de orejas materno mediante) que se la disputan como botín de guerra) pero que no reaccionó como una chica con una mediana educación sino como alguien que tiene pavor a su madre y olvida todas las formas. Vimos la chica que se quemó con la sopa y quedó como una tontorrona ( ante las risas de su espabilada hermana menor). Una chica que mal vestida, poco acorde a su edad dio su primer discurso en los PPAA. Notorio era lo muy ensayado que estaba, la mano de mami tras la voz engolada y poco naturalidad de la chica. Vemos una adolescente que de a poco va ocupando el lugar que le corresponde junto a un padre tan soso y corto como ella, pero que es donde debe estar.
De la super pluscuamperfecta heredera a esa chica anodina, sin carisma, guapa pero muy sosa y vulgar ¿cuál es la verdadera leonor?
De los otros herederos y sus hermanos sabemos desde que nacieron que hacen y que harán. Sus viajes, sus intercambios estudiantiles y su vida social y deportiva. Los hemos visto interactuar y hablar con fluidez, al menos, en inglés. Los vemos esquiando, montando, jugando hockey o corriendo carreras con sus padres o sólos. Contestan con soltura las preguntas que les hacen y se muestran naturales. A Christian de Dinamarca lo conocemos desde sus berrinches infantiles al joven lord que es ahora. Lo mismo Ingrid de Noruega. Menos expuesta pero igualmente segura en su rol Amalia de los P. Bajos. Dejo a Estelle y los Cambridge pirque son muy niños aún. Pero sabemos de ellos mas que de las borbies girls.
A los 15 años Felipe empezó a cumplir funciones especiales, representando a su padre inclusive un par de veces en el exterior. ¿Puede Leonor representar a su padre o a la corona, sola, en un acto? Puede pasar revista a las FFAA? Sin sus padres y sin su hermana. ¿Puede inaugurar una escuela, un kinder o la sala de un hospital? Sola, totalmente sola. O seguirá oculta, mostrándose con padres y hermana para cualquier acto.
El año que viene o el otro deben decidir si entra en la milicia o no, que tipo de estudios hará una vez que deje el colegio.
Es llamativo que al hablar de 15 años de la heredera solo se mencionen su estatura, su abundante y esplendida cabellera y sepamos tan poco o nada de sus logros academicos, sociales y deportivos.
Sorprendente ¿no?
Coti,no lo has podido redactar mejor,cómo me gustaría q esto saliera de las páginas del Hola! o diez minutos lecturas etc,pero la realidad está aquí, en un foro con opiniones del pueblo llano, eh ahí la verdad,mil bingos para ti coti !!!!!!
 
MONARQUÍA
15, años, tiene Leonor

La Reina Letizia, de protagonista con Felipe VI a vía secundaria de la heredera​

BAJO REGISTRO
  • EDUARDO ÁLVAREZ
Sábado, 31 octubre 2020 - 00:30
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La Reina ha cedido en los últimos grandes actos el protagonismo a la Princesa Leonor, que hoy cumple 15 años, consciente de que debe ganar peso institucional. Pero la asignatura pendiente de la Consorte sigue siendo redefinir su rol.
Doña Leonor y su madre, la Reina, en Asturias

Doña Leonor y su madre, la Reina, en Asturias GTRES
Las comparaciones son tan odiosas como inevitables. En el caso de la Monarquía, resulta imposible no establecer paralelismos entre miembros con el mismo rango de distintas generaciones, entre otras razones porque la propia institución los fomenta por su simbolismo. Y, así, en el 15 cumpleaños que hoy celebra la Princesa de Asturias es imposible no preguntarse si seguirá los pasos de su padre. Fue a esa edad cuando Don Felipe empezó a desempeñar funciones institucionales de verdad, que incluyeron sus dos primeros viajes oficiales al extranjero y su estreno en las audiencias en Zarzuela. Hay también paralelismos entre Doña Letizia y Doña Sofía en sus papeles como reinas y madres, por mucho que hayan cambiado las cosas en estas décadas.
A las dos les une haber sido progenitoras muy protectoras, estrictas en la educación y de carácter controlador;han sido tan cariñosas como severas con los suyos. Doña Sofía, eso sí, fue más consentidora con Felipe, su ojito derecho, que con Elena y Cristina. José Antonio Alcina, quien fuera preceptor del Príncipe, relata en Felipe VI. La Formación De Un Rey cómo la Consorte de Juan Carlos I exigía estar al tanto de los más mínimos detalles de sus hijos sin delegar en nadie.
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Doña Letizia se parece bastante a su suegra en esta esfera. Pero hay una notable diferencia. Mientras Doña Sofía vivió con naturalidad que sus tres hijos estuvieran presentes desde bien niños en la retina de los españoles a través de abundantes imágenes e instantáneas tanto de actos oficiales como de eventos de naturaleza familiar e íntima, la actual Reina ha procurado con obsesión que la Princesa Leonor y la Infanta Sofía crecieranalejadas de los focos. Nunca se han visto por ejemplo fotos en actividades de recreo con otros amigos como sí sucedía con su padre o sus tías.
En España estamos mucho más familiarizados con los retoños de los Windsor o de los Mónaco que con nuestra futura Reina, a la que estos 15 años hemos visto en ocasiones más que contadas. Hasta hace relativamente poco, las fotografías o vídeos difundidos por Zarzuela han llegado a cuentagotas y, salvo en momentos del calendario muy puntuales como las vacaciones de agosto en Marivent, las dos niñas han crecido ajenas a los posados.
Doña Letizia mira a la Princesa de Asturias

Doña Letizia mira a la Princesa de AsturiasGtres
Expertos en Monarquía consultados por LOC han alertado durante años del error que suponía mantener tan escondidas a Leonor y Sofía. Desde que la heredera cumplió los 14 años, es cierto que ha variado algo la estrategia y las dos han empezado a ganar algo de presencia pública.Pero de un modo todavía tan titubeante que, sin ir más lejos, la pasada primavera, durante el estado de alarma, este suplemento se hizo eco de las críticas que generó que durante meses no se supiera nada de la heredera del trono, mientras las nuevas generaciones de todas las familias reales europeas infundían ánimo a sus conciudadanos en momentos tan adversos.
Se acaban de vivir dos grandes acontecimientos para la Corona, los actos del 12 de Octubre en el Palacio Real con motivo de la Fiesta Nacional y la ceremonia en Oviedo de entrega de los Premios Princesa de Asturias, en los que no pasó desapercibido cómo Doña Letizia cedió todo el protagonismo a sus hijas, y en especial a la heredera. Más allá del papel constitucional del Rey y de su primogénita, la Familia Real despierta un innegable interés también por cuestiones mundanas. Y con la decisión de la Reina de no estrenar vestuario en estos actos, al margen de objetivos como transmitir imagen de austeridad en plena pandemia, desde luego logró que todos los titulares y crónicas sociales los monopolizaran sus hijas. Nada se deja al azar.
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Como es inevitable, Doña Letizia está cada vez más cerca de perder el papel de mamá gallina. Y en 2021 se avivarán debates sobre la heredera del trono que no pueden seguir dormidos, como lo relativo a su futura formación, tanto académica como militar, asunto no menor que exigirá diálogo y acuerdos entre Zarzuela y Moncloa.

NUEVA ERA EN PALACIO​

Pero el creciente protagonismo de la Princesa Leonor coincide en el tiempo con la redefinición inconclusa del papel como Consorte de Doña Letizia. La pandemia lo ha puesto todo patas arriba, también en la Jefatura del Estado. Se ha visto desde marzo el gran esfuerzo de los Reyes porreadaptar sus agendas y su acción a unas circunstancias tan complicadas. De hecho, durante las semanas de confinamiento de primavera Don Felipe y Doña Letizia dispararon su actividad -lo que fue acompañado de un cambio copernicano en la estrategia de comunicación de Zarzuela- y la Reina se convirtió en la consorte europea más activa ante la gravísima crisis global. Acompañando al Rey o en solitario, multiplicó sus audiencias y sus actos y al fin empezó a tener una agenda propia robusta, después de años como Reina tan desdibujada como desperdiciada.
Los conocedores de la institución y las organizaciones con las que colabora de forma más estrecha coinciden en la magnífica preparación de Doña Letizia y en el rigor con el que aborda sus funciones. Nada queda de la periodista que, tras convertirse en Princesa en 2004, se mostraba insegura y tardó varios años en adaptarse a las exigencias protocolarias, a su rol institucional y a la difícil realidad que se vivía en el seno de una familia real que ahora sabemos estaba desestructurada.
El caso es que, ya como Reina, desde 2014, su papel de representación de la Corona siempre ha estado muy por debajo del que por ejemplo desempeñan Máxima de Holanda o Matilde de los belgas.
Pero es visible el cambio experimentado estos últimos meses, como parte del plan de la Monarquía tanto para mostrar ejemplaridad en tiempos de coronavirus como para superar la crisis reputacional provocada por los escándalos económicos de Juan Carlos I.
En lo que respecta a la imagen, Doña Letizia ha apostado por la austeridad y la sobriedad máxima. En su vestuario -lleva meses sin estrenar apenas nada-, en sus complementos, en su peinado y hasta en sus ademanes, alejados de la impulsividad que tanto le cuesta controlar -por eso a veces sigue protagonizando escenas tan vehementes como cuando en junio pidió imperativa al Rey que se apoyara en la barra-.
Y, en lo institucional, su actividad sigue siendo mucho más intensa que antes de esta crisis, cuando había semanas enteras en las que su agenda estaba vacía, algo muy criticado. Esta misma semana, sus actos oficiales han incluido una reunión de trabajo con una delegación del Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad, una de las causas, junto a la lucha contra las Enfermedades Raras, en las que está más volcada. También un encuentro con la Junta Directiva de la Asociación Women in a Legal World y una audiencia a un grupo de las entidades creadoras de la nueva Cátedra para la promoción de la mujer en vocaciones (STEM) en la formación profesional para la movilidad sostenible, de la Universidad Pontificia de Comillas. Los últimos son gestos de apoyo a las políticas de igualdad y al emprendimiento femenino en los que -basta revisar la agenda de este año- la Consorte se está volcando especialmente, pese al boicot de la ministra del ramo, Irene Montero, quien sigue desdeñando apoyarse en ella a pesar de la coincidencia de objetivos entre la Reina y su Ministerio.
Se sigue echando en falta, eso sí, una agenda más ambiciosa y abierta a más causas y colectivos. Ello también permitiría a la Corona renovar y modernizar su imagen, asociarla a nuevos sectores sociales, en un momento en el que está tan zarandeada por algunos grupos políticos. Doña Letizia nunca ha perdonado a su suegro Don Juan Carlos que con sus actos causara graves daños a la institución que quienes más los van a sufrir son sus hijas. Hoy ella, como madre y como Reina, intenta allanarles el camino.

MONARQUÍA
15, años, tiene Leonor

La Reina Letizia, de protagonista con Felipe VI a vía secundaria de la heredera​

BAJO REGISTRO
  • EDUARDO ÁLVAREZ
Sábado, 31 octubre 2020 - 00:30
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La Reina ha cedido en los últimos grandes actos el protagonismo a la Princesa Leonor, que hoy cumple 15 años, consciente de que debe ganar peso institucional. Pero la asignatura pendiente de la Consorte sigue siendo redefinir su rol.
Doña Leonor y su madre, la Reina, en Asturias

Doña Leonor y su madre, la Reina, en Asturias GTRES
Las comparaciones son tan odiosas como inevitables. En el caso de la Monarquía, resulta imposible no establecer paralelismos entre miembros con el mismo rango de distintas generaciones, entre otras razones porque la propia institución los fomenta por su simbolismo. Y, así, en el 15 cumpleaños que hoy celebra la Princesa de Asturias es imposible no preguntarse si seguirá los pasos de su padre. Fue a esa edad cuando Don Felipe empezó a desempeñar funciones institucionales de verdad, que incluyeron sus dos primeros viajes oficiales al extranjero y su estreno en las audiencias en Zarzuela. Hay también paralelismos entre Doña Letizia y Doña Sofía en sus papeles como reinas y madres, por mucho que hayan cambiado las cosas en estas décadas.
A las dos les une haber sido progenitoras muy protectoras, estrictas en la educación y de carácter controlador;han sido tan cariñosas como severas con los suyos. Doña Sofía, eso sí, fue más consentidora con Felipe, su ojito derecho, que con Elena y Cristina. José Antonio Alcina, quien fuera preceptor del Príncipe, relata en Felipe VI. La Formación De Un Rey cómo la Consorte de Juan Carlos I exigía estar al tanto de los más mínimos detalles de sus hijos sin delegar en nadie.
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Doña Letizia se parece bastante a su suegra en esta esfera. Pero hay una notable diferencia. Mientras Doña Sofía vivió con naturalidad que sus tres hijos estuvieran presentes desde bien niños en la retina de los españoles a través de abundantes imágenes e instantáneas tanto de actos oficiales como de eventos de naturaleza familiar e íntima, la actual Reina ha procurado con obsesión que la Princesa Leonor y la Infanta Sofía crecieranalejadas de los focos. Nunca se han visto por ejemplo fotos en actividades de recreo con otros amigos como sí sucedía con su padre o sus tías.
En España estamos mucho más familiarizados con los retoños de los Windsor o de los Mónaco que con nuestra futura Reina, a la que estos 15 años hemos visto en ocasiones más que contadas. Hasta hace relativamente poco, las fotografías o vídeos difundidos por Zarzuela han llegado a cuentagotas y, salvo en momentos del calendario muy puntuales como las vacaciones de agosto en Marivent, las dos niñas han crecido ajenas a los posados.
Doña Letizia mira a la Princesa de Asturias

Doña Letizia mira a la Princesa de AsturiasGtres
Expertos en Monarquía consultados por LOC han alertado durante años del error que suponía mantener tan escondidas a Leonor y Sofía. Desde que la heredera cumplió los 14 años, es cierto que ha variado algo la estrategia y las dos han empezado a ganar algo de presencia pública.Pero de un modo todavía tan titubeante que, sin ir más lejos, la pasada primavera, durante el estado de alarma, este suplemento se hizo eco de las críticas que generó que durante meses no se supiera nada de la heredera del trono, mientras las nuevas generaciones de todas las familias reales europeas infundían ánimo a sus conciudadanos en momentos tan adversos.
Se acaban de vivir dos grandes acontecimientos para la Corona, los actos del 12 de Octubre en el Palacio Real con motivo de la Fiesta Nacional y la ceremonia en Oviedo de entrega de los Premios Princesa de Asturias, en los que no pasó desapercibido cómo Doña Letizia cedió todo el protagonismo a sus hijas, y en especial a la heredera. Más allá del papel constitucional del Rey y de su primogénita, la Familia Real despierta un innegable interés también por cuestiones mundanas. Y con la decisión de la Reina de no estrenar vestuario en estos actos, al margen de objetivos como transmitir imagen de austeridad en plena pandemia, desde luego logró que todos los titulares y crónicas sociales los monopolizaran sus hijas. Nada se deja al azar.
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Como es inevitable, Doña Letizia está cada vez más cerca de perder el papel de mamá gallina. Y en 2021 se avivarán debates sobre la heredera del trono que no pueden seguir dormidos, como lo relativo a su futura formación, tanto académica como militar, asunto no menor que exigirá diálogo y acuerdos entre Zarzuela y Moncloa.

NUEVA ERA EN PALACIO​

Pero el creciente protagonismo de la Princesa Leonor coincide en el tiempo con la redefinición inconclusa del papel como Consorte de Doña Letizia. La pandemia lo ha puesto todo patas arriba, también en la Jefatura del Estado. Se ha visto desde marzo el gran esfuerzo de los Reyes porreadaptar sus agendas y su acción a unas circunstancias tan complicadas. De hecho, durante las semanas de confinamiento de primavera Don Felipe y Doña Letizia dispararon su actividad -lo que fue acompañado de un cambio copernicano en la estrategia de comunicación de Zarzuela- y la Reina se convirtió en la consorte europea más activa ante la gravísima crisis global. Acompañando al Rey o en solitario, multiplicó sus audiencias y sus actos y al fin empezó a tener una agenda propia robusta, después de años como Reina tan desdibujada como desperdiciada.
Los conocedores de la institución y las organizaciones con las que colabora de forma más estrecha coinciden en la magnífica preparación de Doña Letizia y en el rigor con el que aborda sus funciones. Nada queda de la periodista que, tras convertirse en Princesa en 2004, se mostraba insegura y tardó varios años en adaptarse a las exigencias protocolarias, a su rol institucional y a la difícil realidad que se vivía en el seno de una familia real que ahora sabemos estaba desestructurada.
El caso es que, ya como Reina, desde 2014, su papel de representación de la Corona siempre ha estado muy por debajo del que por ejemplo desempeñan Máxima de Holanda o Matilde de los belgas.
Pero es visible el cambio experimentado estos últimos meses, como parte del plan de la Monarquía tanto para mostrar ejemplaridad en tiempos de coronavirus como para superar la crisis reputacional provocada por los escándalos económicos de Juan Carlos I.
En lo que respecta a la imagen, Doña Letizia ha apostado por la austeridad y la sobriedad máxima. En su vestuario -lleva meses sin estrenar apenas nada-, en sus complementos, en su peinado y hasta en sus ademanes, alejados de la impulsividad que tanto le cuesta controlar -por eso a veces sigue protagonizando escenas tan vehementes como cuando en junio pidió imperativa al Rey que se apoyara en la barra-.
Y, en lo institucional, su actividad sigue siendo mucho más intensa que antes de esta crisis, cuando había semanas enteras en las que su agenda estaba vacía, algo muy criticado. Esta misma semana, sus actos oficiales han incluido una reunión de trabajo con una delegación del Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad, una de las causas, junto a la lucha contra las Enfermedades Raras, en las que está más volcada. También un encuentro con la Junta Directiva de la Asociación Women in a Legal World y una audiencia a un grupo de las entidades creadoras de la nueva Cátedra para la promoción de la mujer en vocaciones (STEM) en la formación profesional para la movilidad sostenible, de la Universidad Pontificia de Comillas. Los últimos son gestos de apoyo a las políticas de igualdad y al emprendimiento femenino en los que -basta revisar la agenda de este año- la Consorte se está volcando especialmente, pese al boicot de la ministra del ramo, Irene Montero, quien sigue desdeñando apoyarse en ella a pesar de la coincidencia de objetivos entre la Reina y su Ministerio.
Se sigue echando en falta, eso sí, una agenda más ambiciosa y abierta a más causas y colectivos. Ello también permitiría a la Corona renovar y modernizar su imagen, asociarla a nuevos sectores sociales, en un momento en el que está tan zarandeada por algunos grupos políticos. Doña Letizia nunca ha perdonado a su suegro Don Juan Carlos que con sus actos causara graves daños a la institución que quienes más los van a sufrir son sus hijas. Hoy ella, como madre y como Reina, intenta allanarles el camino.
¿De verdad alguien ha notado que la actividad de Letizia es mucho más intensa?
Quieren colarnos a Leonor, entre otras razones porque la imagen de su madre no es un activo para la monarquía (nunca lo ha sido) y piensan que la niña puede subir esa popularidad, y porque quieren dar continuidad a la institución y hacer que nos olvidemos cuanto antes de JC.
 
¿Alguien se cree que baila ballet? Si eso fuese verdad tendría un andar armonioso y con la espalda recta y no desgarbado y con los hombros caídos. ¿Dónde ensaya, en la Zarzuelilla, tiene profesor/a privado/a? ¿Y dónde actúa, en las cenas familiares Rocasolaneras?
Parecen Infantas de clausura, jamás se les ha visto en la playa, ni jugando al tenis, ni montando a caballo ni haciendo vela. ¿Qué co&o hacen en su tiempo libre? Y si hacen algo normal ¿por qué no hay ni una foto de ellas?¿Tienen fotos, aunque sea privadas, de su vida cotidiana?¿Tienen fotos con sus amigas-compañeras de colegio?
Lo de estas niñas es como un expediente X, llevan una vida parecida a las niñas de Tita Cervera.
Espero que en pocos años salgan en el chester o en casa de Bertin Osborne (porque reina no va a ser ni en sueños) y cuente lo aburrida que ha sido su adolescencia, y lo estrambótico que era su padre, y explique lo del manotazo a la yaya, y cuándo se enteró de que los Reyes eran los padres, y las barbacoas con el yayo con la gorra p'atrás, y......... Bueno, se puede ganar la vida solo con un programa para ella solita.
Se podría titular SÁLVAME DEL TRONO.
 
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