el problema que tiene esta señora es que no se deja ayudar ni asesorar, es esa ignorancia atrevida, que te impide mejorar o aprender. Es tan soberbia que se cree que se sabe todos los trucos de la cámara, y la realidad es que en 6 años de reinado, la monarquía está bajo mínimos, que caen como un tiro a muchos, pasan de ellos una mayoría, y tiene un pequeño porcentaje de fans, que su hija inspira poquísimo y ella aún erre que erre porque se cree la mejor. Puedes ser torpe, poco agraciada para las relaciones sociales, pero tienes todo el tiempo del mundo en su caso y un dineral, para pulirte, para aprender. claro que para eso DEBE SABER ESCUCHAR. Y LO DUDO.A mi lo que me vuela la cabeza sobre la orden de "apóyate en la barra" es que esta mujer lleva unos buenos 17 años sin ejercer la profesión de la que todavía se considera una autoridad sin precedentes. Añádanle que desde entonces, teniendo los medios para formar un equipo con lo mejor de la consultoría de imagen, proyección, comunicación pública, imagen no verbal, refinamiento, mercadeo, etc. nunca se ha dejado asesorar y actúa como la encargada de las estrategias de mensaje y proyección de la monarquía. En esa escena de "apóyate en la barra" ella está haciendo de "directora de campaña" como en los EEUU, los consultores de imagen que traen para mirar horas de vídeo y después te dicen que si te apoyas en la barra te ves más cercano y más confiable. Es controladora al máximo y siempre ha sabido demasiado poco y tenido demasiado poca experiencia como para hacer efectivamente lo que se empeña en hacer. Por eso siempre lo hace tan mal y es tan poco apreciada. Es falsa, tensa, controladora, histérica, poco cortés.
OT: También de ahí que la imagen de Leonor cuando la comparan con las otras herederas europeas o hijas de reyes no herederas pero de su misma edad llame tanto la atención porque las otras, para bien o para mal, se ven naturales, con apariencias que parecen reflejar sus personalidades, desenvueltas, con personalidad propia, relajadas. Pero bajo el pretexto de que tengan vida normal, Letizia se ha empeñado por su personalidad controladora y, tal vez, por sus complejos y carencias, en crear una imagen de tanta perfección para la heredera que la hace ver subnormal y lerda.