El Mundo Orbyt.
POR LUCAS DE LA CAL
19/06/2016
TORBE
E X P E D I E N T E
AL MENOS 10 IMPLICADOS
El rey del por** casero, su socio mafioso, las testigos protegidas, el cámara arrepentido... Contamos, desde dentro, el oscuro escándalo que ha salpicado a famosos futbolistas. “Organizaba orgías con ellos en un chalet y nos pagaba el doble por callarnos”, confiesa L.
Cuando presencié cómo 30 hombres hacían un bukkake a una joven de 18 años, nunca habría imaginado que acabaría escribiendo estas líneas. Duele pensar que esa chica ha podido hacer 30 felaciones contra su voluntad. Simplemente repugnante.
Esta historia podría haber inspirado un macabro filme de terror. Y sus aventuras, una desoladora novela pornográfica. Del inocente chaval de Portugalete que salió de un colegio del Opus Dei, al productor por** entre rejas —por supuesta agresión sexual y presunta corrupción de menores y blanqueo de capitales—, han pasado 29 años.
Ahora —con 47— el sello policial de Ignacio Allende Fernández (Torbe para el gran público) llama la atención. Ojos cansados. Aspecto desaliñado. Aunque da más escalofríos la fotografía de su socio Borys, que traía a mujeres engañadas de Ucrania y Rusia para grabar los vídeos. Ambos están en la cárcel desde el pasado 25 de abril. Operación Universal bautizó el caso la Policía.
EL CÁMARA. Dentro del universo Torbe comentan que todo esto se veía venir. «Es listo, pero no inteligente. No es un tipo legal y siempre estaba con trapicheos chungos», cuenta un cámara que ha trabajado durante años para el productor y actor por**. Grababa, entre otras cosas, bukkakes. Esta semana se ha escrito mucho sobre este género por**gráfico en el que muchos hombres eyaculan sobre una persona. Una práctica que nació en Japón como castigo sexual a una mujer infiel, y que las testigos protegidas del caso aseguran haber sufrido en sus carnes. Según sus declaraciones, Torbe las sometía a vejaciones extremas como tragarse el s*men de 100 hombres y grababa orgías masivas que después enviaba a futbolistas y famosos.
Presencié en directo uno de los bukkakes que se emitieron en la web Putalocura. Entré en la guarida del autodenominado «rey del por** casero» (calle Irún, Madrid) para hacer un reportaje sobre el auge del por** amateuren tiempos de crisis y me encontré con una escena muy dura pero con gran éxito entre los hombres que navegan en sesión oculta por internet buscando estos vídeos.
Sábado seis de la tarde, 30 hombres citados por email llegan al piso con sus analíticas de VIH en la mano. Algunos aparecen en traje. Otros, en chándal. Se quitan la ropa y unos pocos se ponen sus accesorios para que no los reconozcan. La máscara de un león, un antifaz, una gorra. Los hay de todas las edades. Altos y bajos; gordos y cachas; calvos con pelos en la espalda... Hasta hay un jubilado de 60 años al que su mujer le ha dado permiso para venir. Ninguno cobra nada por estar aquí. No preguntan ni quién es la chica. Simplemente les gusta y les excita la situación. Muchos se definen como fans de Torbe.
De la habitación donde las chicas se desnudan delante de la webcam sale una joven sevillana de 18 años. Es su primerbukkake. Si se traga el s*men de todos los hombres, Torbe le paga 400 euros. Si no, 250. Todo en negro, claro. Elige lo primero.
La chica se desnuda y se pone de rodillas... La escena dura 20 minutos. Lo veo con estupor detrás de los dos cámaras y de la asistente de producción. Torbe está al otro lado dirigiendo. Al terminar, la joven se va al baño a limpiarse mientras los hombres se quedan de charla bromeando con la situación. Denigrante.
Entiendo la sensación que debió de sentir Mario Piqueras, el cámara arrepentido e imputado por retirar el dinero «ilícito» en efectivo. El sumario del caso expone grabaciones de este empleado con otro compañero. Dice que no quiere grabar más llantos reales.
En la actuación de la sevillana, recién cumplida la mayoría de edad, nadie acabó llorando. Las chicas que han destapado toda esta trama sí que derramaron lágrimas. «Me obligó a realizar escenas y actos sexuales con él y también a participar en los siete bukkakes que hice con más de 50 hombres», cuenta una ante el juez. Supuestamente, Torbe ofrecía a estas chicas 200 euros por ir a su casa y que posaran para él mientras les hacía fotos eróticas. Después las amenazaba con hacer públicas las imágenes si no accedían a participar en los bukkakes y a grabar durante horas delante de sus webcams.
Pero lo más duro de la investigación es el informe de la Brigada Contra la Trata de Seres Humanos. Señala que Torbe tenía un acuerdo con el empresario ucraniano Borys Malynovskyi, apodado el Ruso, para traer de Europa del Este a chicas, algunas menores, y presuntamente obligarlas a grabar vídeos extremos con decenas de hombres. Si no hacían todo lo que les ordenaba, no cobraban. La única de estas chicas que ha denunciado cuenta cómo en muchas ocasiones acababan la escena vomitando por las situaciones salvajes y límites a las que tenían que llegar. El plan de Borys, que financiaba todas las operaciones enviando dinero a una cuenta bancaria en Hong Kong a nombre de Ignacio Allende, era montar una web en Ucrania para colgar estos vídeos. Ya los comercializaba en la República Checa.
En el informe y las fotos del sumario a los que tenemos acceso vemos cómo el Ruso sale del aeropuerto protegido por cinco escoltas. En la zona de llegadas de pasajeros se encuentra con Liudmyla Sova —conocida como Mila—, otra de las protagonistas de la trama. La mujer ucraniana se encargaba de encontrar y engañar a las chicas para que participaran en los vídeos. Las recogía en el aeropuerto de Barajas y las llevaba hasta el estudio de Torbe. Por cada grabación, el productor recibía cerca de 7.000 euros. Él no participaba activamente en las escenas, pero era consciente de los abusos.
Era su negocio oculto. Pocas de sus chicas españolas sabían de la existencia de Borys o de Mila. Hablamos con dos de esas chicas que han trabajado para el hombre que se hizo famoso por una serie pornográfica en la que se disfrazaba de sacerdote y simulaba tener relaciones con colegialas. Hay todo tipo de opiniones. Están las que no se llegan a creer todo lo que está saliendo en la prensa. «Torbe es un guarro y pagaba muy mal, pero nunca he visto que obligara a una de nosotras a hacer algo que no quisiéramos», dice Lucía, de 20 años. «Todos sabíamos lo que había detrás de Putalocura. [Torbe] Hacía un poco de madame. Alquilaba un chalet donde organizaba las orgías y allí se llevaba a sus colegas futbolistas. Yo estuve con jugadores que en ese momento eran yougurines poco conocidos, pero que ahora son estrellas en sus equipos. Nos pagaba el doble por estar calladas y no salir a contarlo en los medios», cuenta una chica que quiere ser citada como L.
TESTIGOS PROTEGIDOS. Aquí entra el escándalo que saltó antes del partido inaugural de España en la Eurocopa de Franciay que desveló en primicia la periodista del eldiario.es Laura Cornejo. Según el sumario publicado, el futbolista Iker Muniain y otro compañero tuvieron relaciones sexuales con una chica (testigo protegida, a la que la policía llama TP3), presuntamente contra su voluntad. Una cita en un hotel propiciada por Torbe y pagada, supuestamente, por el portero David de Gea.
Hace unos meses, a través de varios grupos de Whatsapp nos llegó un vídeo de cuatro segundos en el que una joven enseñaba los pechos al grito de «Aúpa Athletic». Esta semana hemos conocido que fue Torbe quien, con la promesa de ganar mucho dinero acostándose con un futbolista, convenció a la chica (TP2, entonces menor de edad) a grabar el vídeo para enviárselo a jugadores del equipo de San Mamés. La joven ha declarado, además, que Torbe la drogó y abusó de ella en octubre de 2015. Todo grabado. Cuando la menor se enteró de que el vídeo estaba circulando, llamó al productor por** y éste le dijo que le pagaba 25.000 euros si no daba su nombre. «Te amenazaba con mandar los vídeos a tus padres», dice en su declaración en el Juzgado de Instrucción número 29 de Madrid. La madre de la chica ha dado de baja su móvil por miedo a amenazas.
Un engrilletado y nervioso Torbe negó todas las acusaciones en su declaración. Lleva 55 días recluido en el módulo 3 de la prisión de Estremera, al lado de otro reo muy mediático, Francisco Granados. Las primeras páginas del expediente Torbe están escritas. Pronto sabremos cómo de oscuro es el punto final
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POR LUCAS DE LA CAL
19/06/2016
TORBE
E X P E D I E N T E
AL MENOS 10 IMPLICADOS
El rey del por** casero, su socio mafioso, las testigos protegidas, el cámara arrepentido... Contamos, desde dentro, el oscuro escándalo que ha salpicado a famosos futbolistas. “Organizaba orgías con ellos en un chalet y nos pagaba el doble por callarnos”, confiesa L.
Cuando presencié cómo 30 hombres hacían un bukkake a una joven de 18 años, nunca habría imaginado que acabaría escribiendo estas líneas. Duele pensar que esa chica ha podido hacer 30 felaciones contra su voluntad. Simplemente repugnante.
Esta historia podría haber inspirado un macabro filme de terror. Y sus aventuras, una desoladora novela pornográfica. Del inocente chaval de Portugalete que salió de un colegio del Opus Dei, al productor por** entre rejas —por supuesta agresión sexual y presunta corrupción de menores y blanqueo de capitales—, han pasado 29 años.
Ahora —con 47— el sello policial de Ignacio Allende Fernández (Torbe para el gran público) llama la atención. Ojos cansados. Aspecto desaliñado. Aunque da más escalofríos la fotografía de su socio Borys, que traía a mujeres engañadas de Ucrania y Rusia para grabar los vídeos. Ambos están en la cárcel desde el pasado 25 de abril. Operación Universal bautizó el caso la Policía.
EL CÁMARA. Dentro del universo Torbe comentan que todo esto se veía venir. «Es listo, pero no inteligente. No es un tipo legal y siempre estaba con trapicheos chungos», cuenta un cámara que ha trabajado durante años para el productor y actor por**. Grababa, entre otras cosas, bukkakes. Esta semana se ha escrito mucho sobre este género por**gráfico en el que muchos hombres eyaculan sobre una persona. Una práctica que nació en Japón como castigo sexual a una mujer infiel, y que las testigos protegidas del caso aseguran haber sufrido en sus carnes. Según sus declaraciones, Torbe las sometía a vejaciones extremas como tragarse el s*men de 100 hombres y grababa orgías masivas que después enviaba a futbolistas y famosos.
Presencié en directo uno de los bukkakes que se emitieron en la web Putalocura. Entré en la guarida del autodenominado «rey del por** casero» (calle Irún, Madrid) para hacer un reportaje sobre el auge del por** amateuren tiempos de crisis y me encontré con una escena muy dura pero con gran éxito entre los hombres que navegan en sesión oculta por internet buscando estos vídeos.
Sábado seis de la tarde, 30 hombres citados por email llegan al piso con sus analíticas de VIH en la mano. Algunos aparecen en traje. Otros, en chándal. Se quitan la ropa y unos pocos se ponen sus accesorios para que no los reconozcan. La máscara de un león, un antifaz, una gorra. Los hay de todas las edades. Altos y bajos; gordos y cachas; calvos con pelos en la espalda... Hasta hay un jubilado de 60 años al que su mujer le ha dado permiso para venir. Ninguno cobra nada por estar aquí. No preguntan ni quién es la chica. Simplemente les gusta y les excita la situación. Muchos se definen como fans de Torbe.
De la habitación donde las chicas se desnudan delante de la webcam sale una joven sevillana de 18 años. Es su primerbukkake. Si se traga el s*men de todos los hombres, Torbe le paga 400 euros. Si no, 250. Todo en negro, claro. Elige lo primero.
La chica se desnuda y se pone de rodillas... La escena dura 20 minutos. Lo veo con estupor detrás de los dos cámaras y de la asistente de producción. Torbe está al otro lado dirigiendo. Al terminar, la joven se va al baño a limpiarse mientras los hombres se quedan de charla bromeando con la situación. Denigrante.
Entiendo la sensación que debió de sentir Mario Piqueras, el cámara arrepentido e imputado por retirar el dinero «ilícito» en efectivo. El sumario del caso expone grabaciones de este empleado con otro compañero. Dice que no quiere grabar más llantos reales.
En la actuación de la sevillana, recién cumplida la mayoría de edad, nadie acabó llorando. Las chicas que han destapado toda esta trama sí que derramaron lágrimas. «Me obligó a realizar escenas y actos sexuales con él y también a participar en los siete bukkakes que hice con más de 50 hombres», cuenta una ante el juez. Supuestamente, Torbe ofrecía a estas chicas 200 euros por ir a su casa y que posaran para él mientras les hacía fotos eróticas. Después las amenazaba con hacer públicas las imágenes si no accedían a participar en los bukkakes y a grabar durante horas delante de sus webcams.
Pero lo más duro de la investigación es el informe de la Brigada Contra la Trata de Seres Humanos. Señala que Torbe tenía un acuerdo con el empresario ucraniano Borys Malynovskyi, apodado el Ruso, para traer de Europa del Este a chicas, algunas menores, y presuntamente obligarlas a grabar vídeos extremos con decenas de hombres. Si no hacían todo lo que les ordenaba, no cobraban. La única de estas chicas que ha denunciado cuenta cómo en muchas ocasiones acababan la escena vomitando por las situaciones salvajes y límites a las que tenían que llegar. El plan de Borys, que financiaba todas las operaciones enviando dinero a una cuenta bancaria en Hong Kong a nombre de Ignacio Allende, era montar una web en Ucrania para colgar estos vídeos. Ya los comercializaba en la República Checa.
En el informe y las fotos del sumario a los que tenemos acceso vemos cómo el Ruso sale del aeropuerto protegido por cinco escoltas. En la zona de llegadas de pasajeros se encuentra con Liudmyla Sova —conocida como Mila—, otra de las protagonistas de la trama. La mujer ucraniana se encargaba de encontrar y engañar a las chicas para que participaran en los vídeos. Las recogía en el aeropuerto de Barajas y las llevaba hasta el estudio de Torbe. Por cada grabación, el productor recibía cerca de 7.000 euros. Él no participaba activamente en las escenas, pero era consciente de los abusos.
Era su negocio oculto. Pocas de sus chicas españolas sabían de la existencia de Borys o de Mila. Hablamos con dos de esas chicas que han trabajado para el hombre que se hizo famoso por una serie pornográfica en la que se disfrazaba de sacerdote y simulaba tener relaciones con colegialas. Hay todo tipo de opiniones. Están las que no se llegan a creer todo lo que está saliendo en la prensa. «Torbe es un guarro y pagaba muy mal, pero nunca he visto que obligara a una de nosotras a hacer algo que no quisiéramos», dice Lucía, de 20 años. «Todos sabíamos lo que había detrás de Putalocura. [Torbe] Hacía un poco de madame. Alquilaba un chalet donde organizaba las orgías y allí se llevaba a sus colegas futbolistas. Yo estuve con jugadores que en ese momento eran yougurines poco conocidos, pero que ahora son estrellas en sus equipos. Nos pagaba el doble por estar calladas y no salir a contarlo en los medios», cuenta una chica que quiere ser citada como L.
TESTIGOS PROTEGIDOS. Aquí entra el escándalo que saltó antes del partido inaugural de España en la Eurocopa de Franciay que desveló en primicia la periodista del eldiario.es Laura Cornejo. Según el sumario publicado, el futbolista Iker Muniain y otro compañero tuvieron relaciones sexuales con una chica (testigo protegida, a la que la policía llama TP3), presuntamente contra su voluntad. Una cita en un hotel propiciada por Torbe y pagada, supuestamente, por el portero David de Gea.
Hace unos meses, a través de varios grupos de Whatsapp nos llegó un vídeo de cuatro segundos en el que una joven enseñaba los pechos al grito de «Aúpa Athletic». Esta semana hemos conocido que fue Torbe quien, con la promesa de ganar mucho dinero acostándose con un futbolista, convenció a la chica (TP2, entonces menor de edad) a grabar el vídeo para enviárselo a jugadores del equipo de San Mamés. La joven ha declarado, además, que Torbe la drogó y abusó de ella en octubre de 2015. Todo grabado. Cuando la menor se enteró de que el vídeo estaba circulando, llamó al productor por** y éste le dijo que le pagaba 25.000 euros si no daba su nombre. «Te amenazaba con mandar los vídeos a tus padres», dice en su declaración en el Juzgado de Instrucción número 29 de Madrid. La madre de la chica ha dado de baja su móvil por miedo a amenazas.
Un engrilletado y nervioso Torbe negó todas las acusaciones en su declaración. Lleva 55 días recluido en el módulo 3 de la prisión de Estremera, al lado de otro reo muy mediático, Francisco Granados. Las primeras páginas del expediente Torbe están escritas. Pronto sabremos cómo de oscuro es el punto final
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