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berta1994
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Lo de las campanadas ya se veía venir... Aunque yo sustituiría a Putiño y Milarios por ella.Pues no sé que le habrá pasado porque todavía no hay nada nuevo en el blog y al parecer no da las campanadas en Telecinco
Yo no soporto a esas dos,pero la otra sería inaguantable si le conceden eso.Sólo se hablaría de su vestido y seguro que aprovechaba para decir algo de sus ex....quita quita,no
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berta1994
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tienes razón. Deja, deja nos tendrian que haber dado las campanadas de teleYo no soporto a esas dos,pero la otra sería inaguantable si le conceden eso.Sólo se hablaría de su vestido y seguro que aprovechaba para decir algo de sus ex....quita quita,no
a las cotis de cotilleando. - Registrado
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Yo no soporto a esas dos,pero la otra sería inaguantable si le conceden eso.Sólo se hablaría de su vestido y seguro que aprovechaba para decir algo de sus ex....quita quita,no
Intentaría ponerse algo más atrevido que la Pedroche
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berta1994
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Alba Carrillo, en su blog: “Me gustan las suegras malas, que te sonríen con cariño, pero por detrás…”
La suegra perfecta es la Preysler. Como fuera el mismísimo Carlos V, con una ojeada controla todo el imperio familiar…
Por albacarrillo -
24/11/2017 09:02
¡Oh, las suegras! Esos seres maravillosos que de no existir habría que inventarlos… Me gustan las suegras malas, las que hacen comentarios hirientes cuando el hijo se va al baño y, a la vuelta, sonríen delicadamente. Las suegras a las que se les olvidan las nueras cuando escriben a los Reyes Magos. Esas que se te plantan los fines de semana en casa o durante las vacaciones y se quejan de todo. Si te toca una de esas, sufrirás mucho. Pero son personajes tan escalofriantemente perversos que me encantan.
En el panorama famoso patrio hay toda clase de suegras. La suegra Rampunzel es tipo Isabel Pantoja. Son aquellas madres que han querido sobreproteger tanto a sus hijas que han terminado consiguiendo el efecto contrario. En cuanto los hijos han podido volar, han salido por pies. Me imagino a Chabelita tirándole sus castaños cabellos por las rejas de Cantora a Alberto Isla y a Dulce gritando: “¡No trepes por el pelo de mi niña!”, mientras se bebe el Vivesoy con el dinero de Albalá.
La suegra perfecta sería sin duda la Preysler. Es estupenda, viste correctamente, su tono de voz es el mismo siempre, pase lo que pase. Pero es la Dama de Hierro. Se coloca su cota de maya en las tinieblas y consigue, con voz de pajarito, salirse con la suya. No le tiembla el pulso: ni para firmar talones ni para tachar invitados en la lista de bodas. Es capaz de convencer a su yerno de acabar viviendo en su casa y, al estilo Carlos V, controlar todo su imperio familiar. Para ser su yerno tienes que cumplir lo que yo llamo las 3 ENGAS: que vENGAS, que convENGAS y, sobre todo, que tENGAS.
La suegra croqueta es el estilo de mi ex suegra. Son lo que yo llamo Maris de primera. El peinado suele ser de casco de moto, cortito pero muy ahuecado. Cuando llegan a casa parece que han salido corriendo del cochete de la Nasa y se les ha olvidado quitarse el casco. Son las típicas que tienen como plato estrella las croquetas, empanadillas, patatas alioli… Te repasan de arriba a abajo la casa y su frase clave es: “Yo no me meto en nada”, o “sólo lo hago por ayudar”, mientras revuelven en tus cajones.
La suegra fontanera en donde colocaría claramente a mi madre. Son apañadas, y sirven lo mismo para un roto que para un descosido. Te cuelgan un cuadro, te arreglan la caldera y si no te arranca el coche, te hacen un puente con un chicle. Son algo así como las MacGyver de las suegras. Si eres patoso o poco resuelto, pueden llegar a cansarte por el sentimiento de inferioridad que pueden generar.
La suegra Real es otro clásico. Aquí hay dos posibilidades: la discreta y silenciosa, como por ejemplo la reina emérita doña Sofía, o la reina Isabel de Inglaterra que, aunque tiene más años que el tiranosaurio rex, sigue dando miedo. No duda, no tiembla y no hay quien le chiste. Cada vez que la veo me vienen a la mente las orejas de su hijo y la pobre Lady Di. Una suegra así debe ser un suplicio.
Todas tienen algo en común y es que son terriblemente auténticas. Yo pienso ser una suegra mala, de libro, una mezcla de todas. Encerraré a mi hijo hasta los 40 años, después le animaré a venirse a vivir a casa con su mujer mientras sonrío y les ofrezco unos Ferrero para conquistarlos. Me peinaré a lo mari y les haré para cenar orejas de cerdo empanadas como plato estrella. Les colgaré los cuadros, les supervisaré las cañerías y les abrillantaré el suelo, mientras me hago la discreta, con muy mala leche. Viva las suegras y si son famosas… ¡más!
http://www.semana.es/las-perlas-de-alba/2017/11/24/67/
La suegra perfecta es la Preysler. Como fuera el mismísimo Carlos V, con una ojeada controla todo el imperio familiar…
Por albacarrillo -
24/11/2017 09:02
¡Oh, las suegras! Esos seres maravillosos que de no existir habría que inventarlos… Me gustan las suegras malas, las que hacen comentarios hirientes cuando el hijo se va al baño y, a la vuelta, sonríen delicadamente. Las suegras a las que se les olvidan las nueras cuando escriben a los Reyes Magos. Esas que se te plantan los fines de semana en casa o durante las vacaciones y se quejan de todo. Si te toca una de esas, sufrirás mucho. Pero son personajes tan escalofriantemente perversos que me encantan.
En el panorama famoso patrio hay toda clase de suegras. La suegra Rampunzel es tipo Isabel Pantoja. Son aquellas madres que han querido sobreproteger tanto a sus hijas que han terminado consiguiendo el efecto contrario. En cuanto los hijos han podido volar, han salido por pies. Me imagino a Chabelita tirándole sus castaños cabellos por las rejas de Cantora a Alberto Isla y a Dulce gritando: “¡No trepes por el pelo de mi niña!”, mientras se bebe el Vivesoy con el dinero de Albalá.
La suegra perfecta sería sin duda la Preysler. Es estupenda, viste correctamente, su tono de voz es el mismo siempre, pase lo que pase. Pero es la Dama de Hierro. Se coloca su cota de maya en las tinieblas y consigue, con voz de pajarito, salirse con la suya. No le tiembla el pulso: ni para firmar talones ni para tachar invitados en la lista de bodas. Es capaz de convencer a su yerno de acabar viviendo en su casa y, al estilo Carlos V, controlar todo su imperio familiar. Para ser su yerno tienes que cumplir lo que yo llamo las 3 ENGAS: que vENGAS, que convENGAS y, sobre todo, que tENGAS.
La suegra croqueta es el estilo de mi ex suegra. Son lo que yo llamo Maris de primera. El peinado suele ser de casco de moto, cortito pero muy ahuecado. Cuando llegan a casa parece que han salido corriendo del cochete de la Nasa y se les ha olvidado quitarse el casco. Son las típicas que tienen como plato estrella las croquetas, empanadillas, patatas alioli… Te repasan de arriba a abajo la casa y su frase clave es: “Yo no me meto en nada”, o “sólo lo hago por ayudar”, mientras revuelven en tus cajones.
La suegra fontanera en donde colocaría claramente a mi madre. Son apañadas, y sirven lo mismo para un roto que para un descosido. Te cuelgan un cuadro, te arreglan la caldera y si no te arranca el coche, te hacen un puente con un chicle. Son algo así como las MacGyver de las suegras. Si eres patoso o poco resuelto, pueden llegar a cansarte por el sentimiento de inferioridad que pueden generar.
La suegra Real es otro clásico. Aquí hay dos posibilidades: la discreta y silenciosa, como por ejemplo la reina emérita doña Sofía, o la reina Isabel de Inglaterra que, aunque tiene más años que el tiranosaurio rex, sigue dando miedo. No duda, no tiembla y no hay quien le chiste. Cada vez que la veo me vienen a la mente las orejas de su hijo y la pobre Lady Di. Una suegra así debe ser un suplicio.
Todas tienen algo en común y es que son terriblemente auténticas. Yo pienso ser una suegra mala, de libro, una mezcla de todas. Encerraré a mi hijo hasta los 40 años, después le animaré a venirse a vivir a casa con su mujer mientras sonrío y les ofrezco unos Ferrero para conquistarlos. Me peinaré a lo mari y les haré para cenar orejas de cerdo empanadas como plato estrella. Les colgaré los cuadros, les supervisaré las cañerías y les abrillantaré el suelo, mientras me hago la discreta, con muy mala leche. Viva las suegras y si son famosas… ¡más!
http://www.semana.es/las-perlas-de-alba/2017/11/24/67/
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berta1994
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Pobre la futura nuera de la PITA.
Alguna vez logrará escribir un articulo sin hablar de Feli y allegados?
Alguna vez logrará escribir un articulo sin hablar de Feli y allegados?
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Patética es poco para describirla. Y que ridícula criticando el peinado de la madre de Feli, que yo considero una señora guapa pero que viste y se peina acorde con su edad, no como Lucia que insiste en parecer una colegiala.
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Y sin molestar a Anita Boyer y al Verdasco, se le nota la envidia en cada palabra
Alba - PITA, tú que eres tan "leída". Esa "malla" a la que supones usa la Preysler, se escribe con LL, la maya con Y es una indígena perteneciente a dicha etnia: la Maya, que vivió en México y parte de Centroamérica
Cuando no menciona a su ex marido, menciona a la suegra, y si no al hermano de Feli,etc,etc... Qué fijación obsesiva se le ha quedado por todos ellos, y eso que sólo estuvo casada un mísero año; que si llega a estar 20, qué habría hecho, por Dior?
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La felicidad de FELI es el rencor con el q habla.Esta claro q no lo ha superado ni de lejos.ES un coñazo tener a una ex asi pero da satisfaccion q este jodida intimamente en el fondo demuestra q tenias razon.ESperemos q le dure menos q los 18 años q le dura a Potorra.....
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Mientras tanto, parece que el Feli se ha comprado un perrito- Registrado
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Es cierto, pero yo creo que Feli ya está aburrido de que estén hablando todo el tiempo de él en esos programas y que no pueda tener vida privada sin tener a los paparazzi husmeando e inventado historias. Aunque Feli no es de exponer en exceso la vida privada en instagram, últimamente está mucho menos activo en las redes sociales y básicamente se limita a lo deportivo, creo que no quiere dar pie a que los programas del cotilleo cojan sus propias fotos para armar follón.
