Tema para hablar sobre la política de Venezuela

VENEZUELA
Guaidó nombrará "embajador" de Venezuela en España a Antonio Ecarri
Hasta ahora era diputado por el estado de Carabobo y profesor titular de la universidad de esa localidad
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Antonio Ecarri será el embajador de Guaidó en España / YOUTUBE

Juan Guaidó
VICTORIA GARCÍA
Madrid
05/02/2019 - 16:30 h. CET

Tras el reconocimiento de España a Juan Guaidó como "presidente encargado" de Venezuela, éste ya ha elegido a su representante en nuestro país. Antonio Ecarri Bolívar será el embajador que designe Guaidó en España tras la reunión de la Asamblea Nacional venezolana de este martes.

España reconoce a Guaidó como presidente de Venezuela y le insta a convocar elecciones "con garantías"
Ecarri es diputado de la Asamblea venezolana por la región de Carabobo y profesor titular de la universidad de esa localidad, además de vicepresidente nacional de la formación Acción Democrática.

En las elecciones regionales de 2017, Acción Democrática obtuvo 1.700.224 votos y la totalidad de gobernadores de la oposición, lo que le convierte en el segundo partido más votado de Venezuela y el primero en la mesa de unidad nacional.

https://cadenaser.com/ser/2019/02/05/internacional/1549379388_739863.html

¿Que va a pasar con los actuales embajadores? ¿Que va a hacer España con el embajador actual en -venezuela? ¿Lo va a destituir?

¿Que va a hacer Maduro con el actual embajador en España? ¿Lo va a destituir?

¿Vamos a tener cuatro embajadores a la vez?
 
Una solución pacífica para Venezuela
Pedro Sánchez ha perdido la oportunidad de postularse como mediador hacia unas elecciones que eviten el enfrentamiento civil y el intervencionismo estadounidense.



Pedro Sánchez ha reconocido como jefe de gobierno de Venezuela a un presidente autoproclamado en un mitin, bajo la dirección de Trump, en una nueva injerencia golpista de Estados Unidos en Latinoamérica que puede provocar una guerra. Lamentable. Ha perdido una oportunidad histórica de postularse como mediador hacia unas elecciones que desencallen el barco y eviten el enfrentamiento civil y el intervencionismo estadounidense. Ha inclinado la balanza hacia el caos cuando podía inclinarla hacia la paz.

España y la UE podían haber roto la reacción en cadena orquestada por Estados Unidos y facilitar una salida pacífica, pero nuevamente han hecho el papel de segundones y se han alineado con la ultraderecha encabezada por Trump, propiciando un conflicto bélico. Están provocando la lógica resistencia del madurismo, sus seguidores y sus aliados internacionales contra la posible invasión militar con la que la Casa Blanca amenaza. Y luego dicen que esto no es un golpe de Estado.

La situación del país es crítica, aunque como en tantos sitios del mundo, pero llegados a este punto de ebullición, se requiere una solución urgente que no puede ser una marioneta en manos de Washington que ahonde aún más la brecha social. Como ha dicho Pepe Mujica, “a Estados Unidos le importa un carajo la democracia. Y a Maduro tal vez tampoco”. Estoy con el ex presidente uruguayo, que se ha ofrecido para conducir una negociación: garantizar la paz pasa por unos comicios a los que no se presenten ni Maduro ni Guaidó, personajes que polarizan a la población.

Esto no sólo sacaría al país del atolladero, también al chavismo. Le daría una oportunidad de buscar a otro líder que rescate el proyecto bolivariano del hundimiento. Echo en falta que la izquierda española, además de criticar al imperialismo yanqui y al bloque neoliberal, reconozca el enorme descontento de la sociedad venezolana y la urgencia de encontrar un recambio para Maduro, antes de que entierre el cambio chavista. ¿De verdad no hay nadie mejor que él?

En Venezuela se juega también el futuro de la izquierda latinoamericana, y por ende mundial, frente al avance neocon y ultraliberal que busca acabar con los únicos países socialistas que le ponen freno. El capitalismo ya ha empezado la guerra sin tiros, económica y mediática, para tumbar al régimen venezolano —señala Mujica— pero por eso precisamente se necesitan proyectos y líderes que movilicen a la sociedad a favor, no en contra. Como bien sabía Chávez, la única manera de parar a la apisonadora del capital es tener al pueblo de tu lado.

https://www.eldiario.es/carnecruda/lo-llevamos-crudo/salida-pacifica-Venezuela_6_864473567.html
 
CRISIS EN VENEZUELALas dictaduras buenas: España exige a Venezuela lo que no pide a regímenes absolutistas


Los sucesivos gobiernos han cuidado sus vínculos con regímenes absolutistas como Arabia Saudí o Emiratos Árabes Unidos. En América Latina, hoy en el foco por Venezuela, el Ejecutivo de Sánchez no se muestra tan estricto ante la grave situación que atraviesa Guatemala.





El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez./EFE


BILBAO
04/02/2019 23:01 Actualizado: 04/02/2019 23:01
DANILO ALBIN

El infierno tiene mil nombres. Dhahban, para desgracia de sus residentes forzosos, es uno de ellos. Así se llama una de las cárceles más siniestras del régimen saudí: detrás de sus muros se producen toda clase de violaciones a los derechos humanos. La electrocución y flagelación son dos de los métodos favoritos de los carceleros. Lo saben sus víctimas y lo sabe la comunidad mundial, gracias a las denuncias formuladas por Amnistía Internacional y Human Rights Watch. Lo sabe también el Gobierno de España, aunque parezca precisamente lo contrario.

Arabia Saudí es sinónimo de dictadura, torturas y persecución política. También de negocio para la industria armamentística española: independientemente de los crímenes que comete dentro y fuera de sus fronteras –en Yemen se calculan ya más de sesenta mil muertos-, el Gobierno de Pedro Sánchez permite que se sigan comercializando productos de guerra con el tiránico régimen de la dinastía Al Saud.



“Estamos hablando de un país donde se cometen gravísimas violaciones de derechos, pero en el que priman los intereses económicos ligados a la venta de armas”, señala a Público el director de la sección española de Amnistía Internacional (AI), Esteban Beltrán. En su último informe, esta organización destacó que en ese país árabe “se detuvo a muchos defensores y defensoras de los derechos humanos y personas críticas con el gobierno, y algunos fueron condenados a largas penas de cárcel en juicios sin las debidas garantías”. “Varios activistas chiíes fueron ejecutados, y muchos más fueron condenados a muerte en juicios manifiestamente injustos ante el Tribunal Penal Especializado”, subrayó.

Para distintos expertos, el reino saudí es la mejor muestra –aunque no la única- del doble rasero que impera en la política de relaciones internacionales desarrollada por España. “Arabia Saudí es, sin dudas, el ejemplo más bestial. En ese país se producen una serie de vulneraciones de derechos civiles que no se registran en Venezuela”, destaca el politólogo Alejandro Pérez.

No muy lejos de Arabia Saudí se encuentra otro régimen absolutista con el que España mantiene relaciones normalizadas: Emiratos Árabes Unidos. “Las relaciones entre España y EAU han sido tradicionalmente excelentes y han conocido en los últimos años un desarrollo notable tras la visita a Abu Dhabi del presidente Rodríguez Zapatero en octubre de 2011, la primera de un presidente de Gobierno española los EAU, y la visita de Estado de SM el rey Juan Carlos I en mayo de 2014”, subraya el Ministerio de Exteriores en la ficha sobre este país. En tal sentido, señala que “la relación bilateral atraviesa por un excelente estado que se plasma en los frecuentes encuentros celebrados entre ambos gobiernos a través del mecanismo de Consultas Políticas, de la Comisión Económica Mixta, de las numerosas visitas y de la colaboración en varios foros”.

El optimismo gubernamental choca con los datos disponibles en el informe 2017-2018 de Amnistía Internacional, en el que se señalaba que allí las autoridades restringen arbitrariamente el derecho a la libertad de expresión y de asociación, “valiéndose de leyes antiterroristas y sobre la difamación criminal para detener, enjuiciar, condenar y encarcelar a personas críticas con el gobierno y a un destacado defensor de los derechos humanos”. Además, “continuaban en prisión decenas de personas condenadas en juicios injustos, entre ellas presos y presas de conciencia”, al tiempo que “las mujeres seguían estando discriminadas en la legislación y en la práctica”.

Israel y Marruecos
Rafael Escudero, profesor de Filosofía del Derecho de la Universidad Carlos III de Madrid y autor de varias publicaciones sobre memoria histórica y derechos humanos, cita también otros dos países con los que España mantiene excelentes relaciones: Israel y Marruecos. “Son casos muy flagrantes, donde según Naciones Unidas se vulneran los derechos humanos”, subraya en relación a los ataques contra la población palestina por parte de Israel y la represión salvaje hacia los saharauis a cargo de Marruecos.

“Lo que ocurre es que hay un doble rasero en función del interés: en aquellos sitios donde tenemos potentes intereses económicos, bajamos el estándar, pero lo subimos donde no los tenemos”, afirma Escudero. Por su parte, Gonzalo Fernández, investigador del Observatorio de Multinacionales en América Latina (OMAL) y coordinador de la ONG Paz con Dignidad-Euskadi, lo resume con otra frase: “El dinero es el dinero”. “Al final, los gobiernos de turno asumen como propio los intereses económicos de las grandes empresas”, sostiene.

Desde las oficinas de la ONG vasca Mugarik Gabe (Sin Fronteras), Jesús González Pazos apunta que ese doble rasero es “evidente” en la propia América Latina. “Guatemala está en una situación de casi autogolpe de estado –subraya-. Su gobierno lleva meses intentando expulsar a la Comisión Internacional de Lucha Contra la Corrupción que se conformó a instancias de las Naciones Unidas, y allí se violan continuamente los derechos humanos”. “En este caso, el Gobierno de Pedro Sánchez, al igual que el anterior, no ha amenazado ni dado ultimátums”, remarca.

Las cartas de Amnistía
Tampoco se sabe si el presidente habló de derechos humanos con el presidente de China, Xi Jinping, durante el encuentro que ambos mantuvieron a finales de noviembre pasado en Madrid. Lo cierto es que antes de esa reunión, Amnistía Internacional dirigió una carta al Gobierno español para que tuviera en cuenta ese asunto. Beltrán indica que se trata de una práctica habitual “cada vez que un presidente o el ministro de Asuntos Exteriores se reúne con representantes de un país donde hay graves violaciones de los derechos humanos”. “Lo hicimos con China, lo acabamos de hacer con México, lo hemos hecho con Venezuela y también con la visita del Parlamento Europeo a Nicaragua. También lo haremos con la próxima visita del Rey de Marruecos”, comentó.

El responsable de AI en España remarcó que esta organización “no toma posición ninguna sobre la crisis de legitimidad en Venezuela”, ni tampoco se posiciona “sobre si el Ejecutivo español debe reconocer o no a determinado gobierno”. “No es una cuestión de romper con unos o abrazar a otros, sino que se tenga una cierta coherencia en la política española en materia de derechos humanos en sus relaciones con otros países”, precisó.

Para el politólogo Héctor García, la pregunta debería ser “con qué estados no mantiene relaciones España por violaciones a los derechos humanos”. A su juicio, “la política internacional es muy hipócrita”. Además del caso de Arabia Saudí, el experto también advierte sobre la situación con Marruecos: “se impone siempre el interés de vecindad por encima de las violaciones que comete el régimen, ya sea con su propia población o con el Sahara”.

El ejemplo de Guinea Ecuatorial
A la hora de analizar este asunto, Natalia Millán, profesora de Relaciones Internacionales en la Universidad Complutense de Madrid (UCM), considera que en materia de política exterior existe una “agenda dura”, marcada por los intereses que tanto los gobiernos del PSOE como del PP han considerado fundamentales: “la economía (básicamente en forma de negocios de las empresas); la provisión energética (mantener relaciones con países de los que dependemos energéticamente) y la lucha contra la inmigración ilegal, que los estados europeos consideran un tema de seguridad y no de derechos humanos”. “Luego hay una agenda blanda de derechos humanos, que se considera secundaria y que se descarta totalmente cuando puede entrar en colisión con la agenda dura”, explica.

En un informe elaborado en 2014 junto al profesor de Ciencias Políticas de la UCM Guillermo Santander, Millán identificó a Guinea Ecuatorial como uno de los ejemplos más claros de la política de España en materia de relaciones exteriores. “Es un país que tiene una dictadura férrea en la que se registra una vulneración sistemática de los derechos humanos”, remarcó a la investigadora a Público. A pesar de ello, los sucesivos gobiernos han mantenido estrechos vínculos con las autoridades de ese país. “A través de las relaciones diplomáticas y económicas, los diversos gobiernos españoles han mostrado su apoyo al régimen del presidente Obiang”, afirmaban ambos expertos en su informe.

Lejos del paraíso
¿Y dentro de casa cómo andamos? España, según coinciden en señalar los expertos consultados, también tiene sus sombras en materia de derechos humanos. Esteban Beltrán pone el foco en los perjuicios provocados por las políticas de austeridad en áreas como la salud o la vivienda, así como los recortes en materia de libertad de expresión que se produjeron gracias a la Ley Mordaza, ), con 73 mil sanciones impuestas en dos años y medio.

“Hablamos también de la inmigración, en la que apreciamos una doble situación: por un lado hay un discurso positivo de este gobierno sobre los inmigrantes, pero por otro lado estamos viendo cómo mantienen de forma injustificada a dos barcos sin que puedan ejercer sus labores de vigilancia en el mar de Libia, o cómo se producen devoluciones en caliente de personas que pueden ser maltratadas en Marruecos”, señaló.

Rafa Escudero agrega a esa lista la situación de las víctimas del franquismo, una materia en la que “Naciones Unidas le dice a España que lleva años sin cumplir la legalidad internacional”, mientras que Jesús Pazos, de la ONG Mugarik Gabe, recuerda que dentro de pocos días habrá varios independentistas catalanes en el banquillo. “Dar lecciones a Venezuela por parte del Gobierno español es, cuando menos, bastante discutible”, añadió.

https://www.publico.es/internaciona...venezuela-no-pide-regimenes-absolutistas.html
 
Venezuela: ¿vais a perpetrar otra carnicería?
Pedro Luis Angosto

05 de Febrero de 2019(12:14 h.)
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Liderados todavía por Estados Unidos, el mundo entero vive un proceso de vuelta al feudalismo

Una de las cosas que más sorprende de lo que está pasando en Venezuela es la manipulación informativa -como en tantas otras cosas- y política con la que tratan de hacer ver a la población de muchos países, que lo que ocurre en ese país es un problema nacional, propio, algo de lo que depende su futuro y su bienestar. No hay medio que escape a esta conjura de los necios, pues entre todos han colocado al país en el epicentro de la política mundial sin que exista motivo para ello, al menos el que exponen diaria y machaconamente los medios que toman a las personas por imbéciles y asesados.

Venezuela es un estado que no tiene ningún peso en la política internacional, la única relevancia, la única notoriedad real que la ha llevado a las primeras páginas de periódicos, informativos y redes sociales es que es uno de los países más ricos en materias primas del mundo. Posee las mayores reservas de petróleo, oro, gas natural y bauxita, teniendo además enormes cantidades de hierro, diamantes, esmeraldas, coltán, fosfatos, manganeso y niquel, es decir, es uno de los países más ricos del mundo en materias primas imprescindibles para el mundo rico Occidental, dándose el contraste, como en todos los países similares como Congo, Nigeria, Irak, Sudán, Libia o Senegal, de que pese a sus inmensa riqueza en recursos naturales son países que no pueden desarrollarse a través de ellas debido a la codicia de los países más ricos del mundo. En el caso de los países africanos porque han sido sometidos desde su independencia a procesos bélicos interminables que han cambiado sus fronteras, su régimen político y la vida de sus ciudadanos hasta someterlos a la miseria más destructiva y alienante; en el caso de Venezuela porque la revolución bolivariana, en buena medida, respetó a la oligarquía que gobernó la nación desde que se separó de España, una oligarquía tradicionalmente golpista, corrupta, educada en Estados Unidos y con una sentida docilidad hacia el amo norteamericano.

Esas élites gobernantes que dominaron la vida del país al dictado de Estados Unidos durante doscientos años, continúan poseyendo buena parte de la renta nacional y controlan los canales de distribución de alimentos y productos de primera y segunda necesidad sin que el régimen nacido de la revolución bolivariana haya sido capaz de crear redes paralelas que sustituyan a las manejadas por la oligarquía, lo que ha provocado, junto al bloqueo de Estados Unidos y otros países, escasez de muchos productos mientras se pudrían en los almacenes de los puertos o de los centros de distribución de los venezolanos más ricos y patriotas. De modo que tenemos tres causas que explican las carencias que hoy sufren algunos habitantes de ese país: un boicot comercial directo e indirecto liderado por Estados Unidos y seguido por sus países satélites; un boicot interior urdido por la oligarquía tradicional y una falta de decisión del Gobierno para intervenir o hacer que funciones las redes de distribución. Si a eso añadimos que Estados Unidos y sus amigos petroleros han hecho fluctuar a la baja el precio del petróleo como arma para combatir a sus “enemigos” y apropiarse de lo que no es suyo por mucho tiempo, tenemos la ecuación perfecta que nos llevará, en breve, a contemplar como el amigo americano destroza otro país con la connivencia y el aplauso de los corifeos que le acompañaron en tantas otras matanzas.

Pero además, caben otras consideraciones. De todos es sabido que China lleva muchos años penetrando en América Latina y en África, ganando terreno a los yanquis en el mundo que posee abundantísimos recursos naturales, aunque no lo hace mediante la guerra o el golpe de estado, procedimiento habitual de los hijos de Monroe, sino mediante tratados, obras públicas, créditos y otras fórmulas mucho más sibilinas. Con la llegada de Trump a la Presidencia de Estados Unidos, la nomenclatura del país -que varía poco de un presidente a otro- vio propicio el momento de poner coto a la expansión china, primero declarándole una guerra comercial, después dando un golpe de fuerza en Venezuela, lo que sin duda haría ver a la potencia oriental y a todo el mundo que Estados Unidos sigue siendo la potencia hegemónica y le aseguraría combustible y otras riquezas al menos para los próximos cincuenta años, dejando aplazado sine die esa cosa tan pregrina e insustancial que es el cambio de modelo energético hacia fuentes que no dañen al Planeta.

Liderados todavía por Estados Unidos, el mundo entero vive un proceso de vuelta al feudalismo, a un mundo ya conocido donde individuos y países han de rendir vasallaje a individuos y países más poderosos si quieren sobrevivir o vivir con un poco de holgura. Quien no rinde vasallaje es un enemigo declarado al que hay que combatir y exterminar mediante todos los medios al alcance, incluida la guerra y la aniquilación del país. Nadie se puede mover, las decisiones no las toman los ciudadanos al votar a sus representantes, sino que se toman al margen de lo que digan los pueblos en los despachos de los grandes rectores de la globalización capitalista. Da igual que la diferencia entre ricos y pobres sea cada vez mayor, que en los países occidentales las bolsas de pobreza sean cada vez más grandes, que la miseria se generalice; importa un bledo que las temperaturas lleguen a extremos difícilmente soportables para la vida humana, que el mar esté lleno de plástico y mierda, que los bosques mengüen a ritmo inquietante, que los ríos apesten, que los derechos de los ciudadanos se pisoteen, aquí lo único que importa es que las grandes corporaciones que dominan el mundo global sean cada vez más grandes, más poderosas, más ricas, hasta que se conviertan, por su ceguera, en las más ricas del cementerio en que se convertirá la Tierra en breve de no ser capaces de acabar con esta locura de destrucción y muerte.

Venezuela es una pieza más. Poco importa si las elecciones que tan a menudo se han celebrado allí sean limpias o no; poco si el pueblo sufre carencias y necesidades; nada si se respetan los derechos humanos, ahí tenemos como ejemplo a países amigos tan democráticos como Arabia, Marruecos, Egipto o los Emiratos Árabes para demostrarlo; lo que de verdad importa es hacerse con el control de las materias primas y demostrar quien tiene los coj*nes más gordos, aunque sea a costa -como tantas otras veces- de la vida de millones de personas. El seguidismo respecto a Estados Unidos que de nuevo ha mostrado la Unión Europea, demuestra su debilidad, la falta de un proyecto exterior propio y el miedo atroz a quedarse fuera del reparto de la tarta que ahora mismo, como si estuviésemos en pleno colonialismo, se está disputando. En cuanto a España, con la honrosa excepción de Rodríguez Zapatero, no se pueden hacer las cosas peor: Con Venezuela compartimos cultura y lengua, nuestra labor allí estaba muy bien representada por lo que estaba haciendo el expresidente socialista. Reconocer a un presidente ultraderechista que se autoproclama, si no trajera consecuencias sangrientas detrás, sería un dislate impropio de una diplomacia seria y de un país soberano al que le unen muchas cosas con otro que también lo es. Por demás, España tiene muchísimos problemas que resolver en su interior que siguen sin soluciones, entre otros el empobrecimiento progresivo de su población, la corrupción endémica heredada del franquismo, el avance de los ultras y el blindaje -como ahora gusta decir- de los servicios y derechos púbicos fundamentales.

https://www.nuevatribuna.es/opinion...rar-otra-carniceria/20190205121446159834.html
 
Una interesantísima perspective presentada por la agencia periodísitica independiente estadounidense Moderate Rebels, que entrevistan a la catedrática de periodismo brasileña Alina Piva. Durante la entrevista, revelan los estrechos vínculos del corrupto y desprestigiadísimo Guaidó con los gobiernos de EE.UU. y Canadá, así como la tergiversación mediática que se ha hecho a nivel global de la realidad diaria que vive el pueblo venezolano.

El escandaloso atropello a la soberanía venezolana por parte del entente industrial-militar estadounidense que ha conseguido que Trump ejerza las mismas funciones que estaban destinadas a Hillary Clinton, quiere apoderarse del petróleo, el cobalto, la bauxita, el oro y los diamantes de Venezuela antes de que los desmanes de Macri inviertan la balanza política en el sur de América Latina y el asqueroso cripto-fascista Bolsonaro se quede aislado. Lo más increíble es que el supuesto cúlmen de la democracia pluralista que es la Unión Europea, se haya prestado a apoyar semejante atropello... Pero claro, las fabulosas riquezas descubiertas en el centro del país exigen que todos los gobiernos se dobleguen ante los intereses corporativistas... :rolleyes:

Por cierto, no saber inglés no es excusa para no ver el vídeo y enterarse de LA REALIDAD - YouTube tiene un sistema de traducción immediata de subtítulos, así que podéis verlo sin problemas y no hay excusas para no informarse.

 
Última edición:
Nooooo, por supuesto que nooooo... Las carnicerías son patente de corso de la izquierda. Están acostumbrados a tratar con toda la casquería política. :watching::watching::watching:
 
Donde esta el 90% a favor de Guaidó que dice el Partido So Español? De ser asi, habría un clamor en la calle. ayer, hoy, mañana ... de ser asi, a estas alturas Maduro estaba OUT. Y sigue IN.
 


Exactamente. Vuelvo a colgar este artículo que lo explica todo:

El ambicioso proyecto que podría convertir a Venezuela en una potencia minera
Publicado: 14 ago 2016 04:08 GMT | Última actualización: 14 ago 2016 13:24 GMT
reservas minerales en la zona, ubicada en el estado Bolívar, asciente a más de dos trillones de dólares. La cifra no es despreciable para el país petrolero, cuya economía monoproductora ha sufrido el embate de la caída sostenida de los precios del crudo.

El objetivo del ambicioso plan de desarrollo, que ha levantado duras críticas por parte de la oposición y ciertos sectores del chavismo, prevé implantar un modelo de "minería ecológica", con respeto al ambiente, que permita superar la matriz monoproductiva y generar una nueva fuente de ingresos para el país.

Freno a calificadoras
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Reuters
La movida de Venezuela también frena a las calificadoras. Hasta hace poco, la "Santísima Trinidad" de Moody's, Fitch y S&P había elevado el riesgo del país a tal punto que la nación quedaba como la peor del mundo para las inversiones, ni siquiera superada por Siria en guerra o Grecia en 'default'.

Pero la situación ha ido mejorando. El cambio de "parecer" de las calificadoras tiene mucho que ver con la gigantesca reserva aurífera de Venezuela, que ahora será certificada por Gold Reserve. El Ejecutivo suscribió convenios con la empresa canadiense para comprobar que el país tiene unas 7 mil toneladas de oro.

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Reuters
La certificación de la reserva demostraría que Venezuela es el segundo país con más oro en el mundo, solo superado por las 8.133 toneladas del mineral precioso que posee EE.UU. Esa jugada le abre las puertas a la nación para obtener financiamiento en condiciones más ventajosas, ya que el encadenamiento productivo y el flujo de divisas está garantizado con el proyecto minero.

Además del oro, se estima que en la zona hay 33,8 millones de quilates de diamante, 3.644 millones de toneladas de hierro, y gigantescos yacimientos probados de bauxita, cobre, coltán y otros minerales, refiere la Gaceta Oficial 40.855, que decreta la creación del Arco Minero.

Modelo mixto
El esquema propuesto para los inversionistas es la creación de empresas mixtas, en las cuales el Estado sea titular de 55% de las acciones y tenga igual porcentaje del total de las ganancias, detalló el presidente Nicolás Maduro la semana pasada en una reunión realizada con firmas internacionales en el Banco Central de Venezuela (BCV).

Hasta ahora, las empresas que han manifestado su deseo de unirse al proyecto son de origen ruso, canadiense, británico, surafrincano, estadounidense, chino y australiano.

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Reuters
Las empresas podrán establecerse en los cuatro bloques en que está dividido el Arco Minero, cada uno de ellos con potencialidades específicas: el primero, llamado Juana La Avanzadora, principalmente posee coltán (un componente escaso, declarado estratégico para la industria de la tecnológica), oro, bauxita y diamante; el segundo, denominado Manuelita Sáez, tiene oro y diamante; el tercero, Negra Hipólita, se caracteriza por el hierro, oro, diamante y bauxita; y el cuarto, Josefa Camejo, está constituido principalmente por yacimientos auríferos.

Polémica ambiental
La oposición, que busca la salida del presidente Nicolás Maduro, se ha negado a apoyar la propuesta del Arco Minero. Parte del chavismo, también. Las razones que esgrime el segundo grupo de detractores es el impacto ambiental que la actividad generará en la zona, considerada uno de los pulmones vegetales y con las mayores reservas hidrológicas del país.

El Ejecutivo ha asegurado que los proyectos respetarán no sólo la naturaleza, sino a las poblaciones indígenas que viven en la zona y capacitará a los pequeños mineros, que actualmente explotan a menor escala los recursos auríferos, para que utilicen métodos de impacto mínimo al ambiente.

Según el plan del Estado, únicamente se intervendrán las áreas donde ya se ha iniciado la explotación minera, mediante proyectos que contarán con tecnología de punta para el procesamiento de los minerales que incluyen plantas de tratamiento de agua, lo que minimizará el daño a las cuencas fluviales.

Oportunidad estratégica
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Reuters
Para Venezuela, el año 2016 ha sido de grandes dificultades económicas. En enero, el presidente Maduro tuvo que anunciar la caída de 4.200% de ingreso del país, por concepto de renta petrolera, en comparación con el mismo mes de 2010.

Por eso, la necesidad de captar recursos, más allá de la industria petrolera, es estratégica. El 55% de utilidad que podría percibir el país por una actividad altamente lucrativa, así como por impuestos y regalías asociadas, le permitiría al país contar con una nueva fuente de ingresos de gran cuantía que, en poco tiempo, estaría en capacidad de revertir el modelo monoproductor de hidrocarburos.

La idea del Ejecutivo no es únicamente explotar los recursos minerales sino darles valor agregado con el desarrollo del sector industrial nacional, lo que generaría -en principio- más de 20.000 empleos directos y más de 70.000 indirectos, y ampliaría la presencia del Estado en las zonas mineras, que históricamente han sido dominada por mafias violentas que viven de la explotación ilegal.

Se prevé que Venezuela puede percibir por esta actividad, anualmente, entre 3.000 y 4.000 millones de dólares, cifra que podría ascender en la medida en que crezcan las inversiones y se consolide la industria.
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Por cierto, el detonante de esta crisis han sido los acuerdos firmados entre Venezuela y Rusia para la explotación del Arco Minero del Orinoco, del que varias compañías transnacionales como Anglo American plc, Freeport, Luksic Group, querían apoderarse. Ya se ve por donde van los tiros: si un gobierno no permite la destrucción de su medio ambiente debido a la explotación indiscriminada de sus recursos por parte de organismos corporativos, es "dictatorial" y "represor" y hay que destruírlo... Es el precio a pagar por no querer rendir la soberanía de los recursos nacionales a los intereses de los yanquis y sus aliados.
 
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