Sobreviven por los que están fuera. Matrimonios cuyo esposo trabaja en EEUU por ejemplo y desde allí manda dinero...Eso ha mejorado mucho las cosas. En uno de los hoteles donde me alojé, en Varadero, había bufete libre y muchos cubanos de los que tenían familiares trabajando fuera y cuando venían se podían permitir el hotel. Me llamaba la atención las cantidades pantagruélicas de comida que se llevaban a la mesa. Lo comenté con el director, que era español por cierto, y me dijo que todos los días tenían que resolver problemas de atracones, que se ponían malísimos de tanto comer, según él, por el hambre que habían pasado, aún les quedaba el trauma, y aunque en aquel momento ya no había tanto problema de comida (aunque sí de variedad), en cuanto veían tanta comida se volvían locos.
En Santiago lo que me encontré fue muchísimo alcoholismo en hombres y mujeres. Veías a parejas al final del día zigzageando y apoyándose el uno en el otro.
También hay mucha prostit*ción masculina, tíos que te siguen si te ven sola... o jóvenes que podrían ser tus hijos insinuándose para prostituirse.
