Sofía y Letizia, dos formas muy distintas de ser reina de España

Registrado
9 Ago 2014
Mensajes
4.742
Calificaciones
21.540

Nuevo libro sobre Leti de la escritora y periodista Carmen Duerto. Claro Leti es la Reina periodista roja choni que dice palabrotas, con minifalda de Valdebernardo. La reina Sofia es una reina al estilo clásico, con perfecto saber estar y educada. La noche y el día.

Sofía y Letizia, dos formas muy distintas de ser reina de España​

La escritora y periodista Carmen Duerto publica el 31 de agosto el libro Letizia. Una mujer Real (ed. Harper Collins). Te adelantemos en exclusiva uno de sus capítulos más interesantes, el que habla de cómo Doña Sofía y Doña Letizia tienen dos formas muy distintas de ejercer su papel de reina.​

Las reinas Letizia y Sofía juntas en un acto oficial. /gtres

Las reinas Letizia y Sofía juntas en un acto oficial. / GTRES
CARMEN DUERTOLunes, 29 agosto 2022, 09:25
Para entender algunas de las reacciones de la reina Letizia hay que fijarse en las vivencias que tiene en los años en los que es considerada una ciudadana sin responsabilidades en la más alta institución de este país. En la que, por cierto, no tiene más papel que, como dice el príncipe de Asturias el día de la pedida de mano en el palacio de El Pardo, «asegurar un eslabón en la cadena», ya que, a falta de una ley propia que regule a la familia real, en la Constitución al consorte del rey o de la reina se le da únicamente el cometido de dar continuidad a la línea dinástica y a una regencia en caso de fallecimiento del titular, y solo hasta la mayoría de edad del heredero.

El artículo 58 de la Constitución española de 1978 es muy claro: «La reina consorte o el consorte de la reina no podrá asumir funciones constitucionales, salvo lo dispuesto para la regencia». Es decir, que doña Letizia no está obligada a estar presente en las tomas de posesión, ni siquiera en la de l primer Gobierno que se forma recién proclamados reyes, cuando promete su cargo Mariano Rajoy como presidente ante el jefe del Estado en el palacio de la Zarzuela ni cuando cuatro días después las dos ministras, Soraya Sáenz de Santamaría y Dolores de Cospedal, del PP, prometen sus cargos y los once ministros restantes lo juran.

Doña Letizia no está presente en el Salón de Audiencias junto al rey no porque no pueda, sino porque no lo estiman necesario. Ella a esa hora prepara sus propias audiencias del día. A las once recibe a la redacción de la revista Mía con motivo de su treinta aniversario y cuarenta y cinco minutos después se encuentra con los representantes de la campaña «Un juguete, una ilusión» de Radio Televisión Española.
Portada del libro Letizia, una mujer real (ed. Harper Collins).

Portada del libro Letizia, una mujer real (ed. Harper Collins).
Curiosamente, es una jornada de reencuentro con colegas de profesión y optan porque el jefe del Estado acuda solo a la toma de posesión del nuevo Gobierno de España. La respuesta oficial que me dan es contundente: —Que doña Sofía estuviera en las tomas de posesión no era trascendente constitucionalmente.
La Casa quiere poner de manifiesto que esto es un proceso constitucional, que no tiene nada que ver con presencias institucionales que doña Letizia pueda tener en otros ámbitos. Por otro lado, no hay nada que impida que ella asista. La reina claro que puede acompañar al rey, pero esto es un proceso constitucional y doña Letizia no tiene ninguna competencia ahí.
Puede interpretarse que con su ausencia, y dado los momentos tan complejos en los que nos encontramos, lo mejor es mantener un perfil bajo que no dé pie a centrarnos en sus estilismos para la ocasión, y con ello se pueda eclipsar el hecho en sí de que por fin tengamos un Gobierno después de casi un año en funciones.

Es una interpretación con respecto a l a costumbre iniciada por su suegra. Doña Sofía sí que ha podido ser un ejemplo, como dice Letizia cuando entra en la familia Borbón, pero los tiempos entre ambos reinados son diferentes. Ya lo dice Felipe el día de su proclamación como rey: —Es un a monarquía renovada para un tiempo nuevo. Nada extraño, pero sí una diferencia más con respecto a la anterior monarca. Doña Sofía siempre ha acompañado al rey en el Salón de Audiencias, ubicada a la derecha de don Juan Carlos, en esos actos.

Hace años hablé de este asunto con el entonces jefe de la casa real, Sabino Fernández Campo, y me dijo que era la propia Sofía quien insistía en acudir a las tomas de posesión del Gobierno: —La reina no tenía postura allí. Lo discutimos y alegué para apoyar a doña Sofía, puesto que tenía un interés enorme en estar presente en la toma de posesión de los Gobiernos, que no iba como testigo de la ceremonia, sino que lo hacía como dueña de la casa donde la ceremonia se celebraba y luego felicitaba y saludaba a los invitados.

La única explicación sobre su presencia en esos actos es que era la dueña de la casa. No es la única costumbre que va a modificar. Letizia obvia el uso de mantilla y traje largo negro en los actos castrenses, aunque como princesa sí que acude vestida de esa guisa. También varía la composición de su agenda: si la reina Sofía se ha dedicado más a labores sociales o musicales, la reina Letizia va a optar por un papel más «ejecutivo», como ser embajadora especial de la FAO para la nutrición.
Tampoco parece que le guste mucho que hinquen la rodilla ante ella. Desde luego a Letizia no le gusta hacerlo. Le cuesta entender que a don Juan Carlos, antes de pasar a ser emérito, tenga que hacerle la reverencia en público, es su suegro. Y casi se podría afirmar que prefiere un tratamiento menos reverencial, especialmente cuando se le escapan expresiones poco regias, como hacer con las manos el ademán deportivo de falta de tiempo o expresiones coloquiales.

También, ese intento por llevar una vida familiar normal, distinguiendo entre horario laboral y familiar, cuando acude de compras por Madrid, sale con sus amigas de copas o con el rey al cine vestida con ropa tan informal que llaman la atención sus amplias camisetas con mensaje, los pantalones rotos o las gorras con visera caladas para no ser reconocida.

Si doña Sofía opta por estar presente en los juramentos de los ministros y presidentes de Gobierno ante el rey en el palacio de la Zarzuela, queda claro que lo hace a título particular y com o anfitriona del lugar en el que se encuentran los representantes institucionales, que es su casa. Porque esa es la paradoja de ese palacio, que es sede de la Jefatura del Estado y a la vez la residencia de los ahora reyes eméritos.

Doña Letizia desde el primer momento prefiere no estar presente en esas tomas de juramento de autoridades porque no tiene la obligación. El suyo es un trabajo sin estatutos y tanto doña Sofía como doña Letizia van moldeándolo según sus preferencias y necesidades.

Como tampoco existe la figura de la reina madre, reina emérita, reina viuda o similar, y que es algo que la emérita ni imagina ni le gusta, porque no se ve como tal ni quiere serlo. En su fuero interno, para una mujer educada para ser soberana, cuando un rey muere no hay opción: ha muerto el rey, viva el rey. Sin continuidad
 
Lo raro es que fuesen iguales, teniendo en cuenta que una es hija de reyes y la otra es plebeya.
 
Una que envejece dignamente y la otra que va mutando de cara una vez por semana, procurando parecer una adolescente a los 50 años

Una que besaba la mano de su suegra en señal de respeto y cariño y la otra que trompea a la suya a la salida de misa

Una que entiende que reina se ES a cualquier hora todos los dias y otra que quiere laburar part time cada tanto porque todavia no entiende de que va la cosa

Una de Grecia y Hannover y la otra Rocasolana

Todo muy hermoso, pero acá no hay comparacion posible porque una es una Señora y la otra es una fulana
 
Sofía es de la realeza desde la cuna y ha recibido la educación necesaria para cumplir con su papel.
Letizia es un piojo resucitado venido a más, que nunca ha querido aprender y rompe toda las reglas.
Esa es la gran diferencias entre las dos.
 
Back