SATANISMO Y ASESINATOS RITUALES/JUAN IGNACIO BLANCO



Primer programa de tres sobre el triste suceso conocido como los asesinatos de Alcasser.

En estos primeros tres programas que comienzan recordándonos los tristes hechos de Alcasser mas que de una cloaca deberíamos estar hablando de un sombrío bosque; un oscuro, frio y tenebroso bosque habitado por los seres mas malvados que podamos imaginar.

Apartando las primeras espinas nos adentraremos por un sendero plagado de obstáculos y allí en lo más recóndito, desde la penumbra, podremos observar a lo lejos unas destartaladas casetas: habremos llegado a La Romana.

En este primer programa trataremos de mostrar todo lo que la prensa trato de mantener ignorado y ofreceremos una versión alternativa a la oficial que tal vez y de una vez por todas logre abrir la portezuela de la ignominia donde han situado a Fernando Garcia y a Juan Ignacio Blanco, verdaderos adalides de intentar clarificar estos luctuosos asesinatos.




En este segundo programa de Sepamos la verdad nos adentraremos en los detalles mas sórdidos de estas muertes.

Intentaremos dilucidar porque una investigación supuestamente exhaustiva llevada a cabo por seis forenses en primera instancia y más tarde por el Profesor Frontela y su ayudante no consiguió desvelar la identidad de todos los participantes en estos crímenes.

La sentencia en los hechos probados paso de puntillas por aspectos tan relevantes como el encontrar huesos no pertenecientes a las tres niñas en la fosa o la no recuperación de las balas utilizadas en los asesinatos.
Una misteriosa cruz de Caravaca, una mano que se esfuma sin dejar rastro y los dantescos rastros de la orgia sexual a la que tuvieron que ser sometidas estas pequeñas nos indican que nos encontramos frente a monstruos y no simples rateros con ganas de marcha.




Ultimo programa de la serie.

Si en los dos anteriores podcast pudimos observar toda una serie de contradicciones y despropósitos en el descubrimiento de los cadáveres y la realización de las autopsias, en este tercero, que describe todo lo que aconteció en el juicio el nivel se elevó hasta el esperpento digno de Ramón del Valle-Inclán.

Informes periciales que tardaban años en llegar, secretarias judiciales que terminan juzgando parte del sumario, visionados de cinta de video de las autopsias donde ni hay imagen ni sonido, abogados acusadores que terminan defendiendo la no implicación de Miguel Ricart y son tachados de conspiranoicos y un “aparato del estado” que, como una apisonadora, sigue defendiendo como verdad oficial que fuesen creíbles los papelitos de Angles.

El descubrimiento a última hora de nuevas pruebas por el profesor Frontela que no pertenecen ni a Miguel Ricart ni a Antonio Angles y la “supuesta fuga” de este último dan pie a abrir el mal denominado Sumario B de Alzira. Esta nueva investigación y la más que improbable captura de Angles siguen obstaculizando la búsqueda de la verdad.
 

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