Sánchez ejecuta la primera gran remodelación de la coalición

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Pedro Sánchez en una imagen de archivo.
Pedro Sánchez en una imagen de archivo.
Irene Castro
10 de julio de 2021 09:37h
21
@irecr
El día ha llegado: Pedro Sánchez ejecuta este sábado la primera gran remodelación del Gobierno de coalición. La crisis de Gobierno será este mismo sábado, según ha adelantado la Cadena SER. Será hoy cuando Sánchez comunique al rey la nueva composición del Ejecutivo, tal y como establece la ley, y posteriormente dé a conocer los nombres de los nuevos ministros. Los cambios afectarán a carteras importantes del Ejecutivo, pero no a los cinco ministerios de Unidas Podemos, según acordaron Sánchez y la vicepresidenta tercera, Yolanda Díaz, en una conversación esta semana.
Sánchez ha comunicado los cambios a los miembros del Gobierno este mismo sábado por la mañana. Pasadas las 11:30 horas todavía había ministros a los que afecta la remodelación que desconocían su futuro inmediato.
El presidente lleva semanas preparando esta amplia remodelación del gabinete con la que pretende dar un impulso político a la acción del Gobierno coincidiendo con la recuperación económica gracias al avance de la vacunación. Con la inmunidad de grupo cerca y con los fondos europeos que permitirán salir de la crisis que deja la pandemia, el presidente quiere reforzar al Ejecutivo para encarar la segunda parte de la legislatura.
La idea inicial era llevar a cabo la remodelación en otoño, coincidiendo con el 40º Congreso del PSOE, pero la decisión se aceleró, tal y como adelantó elDiario.es, tras las elecciones madrileñas del 4 de mayo en las que los socialistas se hundieron y con el proceso de concesión de indultos que se abrió después. Sánchez decidió entonces acometer la crisis de Gobierno antes de las vacaciones de agosto.
Sánchez ha llevado con especial celo las decisiones sobre la nueva composición del gabinete. "Es inescrutable", reconocía este mismo viernes una la de las personas de su máxima confianza.
En las últimas semanas Sánchez no ha seguido la máxima de negar la remodelación del gabinete hasta el momento en el que se ejecuta como hacían sus antecesores y no la ha descartado públicamente disparando la incertidumbre en los ministerios. Lo que sí ha asegurado en los últimos días es que no era una "prioridad" y que estaba concentrado en el proceso de vacunación y la recuperación económica.
"Respecto a la crisis, lo he dicho en otras ocasiones, la prioridad es la que es: recuperación y vacunación y, por tanto, nada nuevo que añadir al respecto", respondió Sánchez este jueves, en su última aparición pública en Lituania, a los periodistas que le preguntaron sobre el alcance de la crisis y si afectaría a la vicepresidenta primera, Carmen Calvo.
Sánchez abordó con Díaz esta semana por teléfono la crisis de gobierno y acordaron que no afectará a ninguna de las cinco carteras que corresponden a Unidas Podemos. Además de la vicepresidencia tercera y Trabajo, al socio minoritario le corresponden Igualdad (Irene Montero), Derechos Sociales y Agenda 2030 (Ione Belarra), Universidades (Manuel Castells) y Consumo (Alberto Garzón). Precisamente el líder de IU ha protagonizado una polémica con la parte socialista del Gobierno por la campaña que lanzó su ministerio para reducir el consumo de carne.
Según las normas de funcionamiento de la coalición, ante una reestructuración se tienen que mantener "el número de áreas gestionadas por el PSOE y por Unidas Podemos y su peso relativo en el conjunto del Gobierno en los términos acordados al inicio de la coalición" y si los cambios fueran "sustanciales" sería necesario abrir una negociación integral para revisar las "cuestiones esenciales". Con el liderazgo interno de Díaz recién estrenado y la reciente elección de Belarra como secretaria general de Podemos, no era un momento para abrir en canal el bipartito.
 
El jefe de gabinete de la Presidencia, Iván Redondo, y la vicepresidenta primera del Gobierno, Carmen Calvo, en una Conferencia Sectorial de Seguridad Nacional
El jefe de gabinete de la Presidencia, Iván Redondo, y la vicepresidenta primera del Gobierno, Carmen Calvo, en una Conferencia Sectorial de Seguridad Nacional Borja Puig de la Bellacasa / Moncloa
Esther Palomera / Irene Castro
10 de julio de 2021 11:51h
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@estherpalomera@irecr
Pedro Sánchez prescinde de Carmen Calvo como vicepresidenta primera en la nueva remodelación del Gobierno y también del que ha sido su jefe de gabinete en Moncloa, Iván Redondo. Félix Bolaños, hasta ahora uno de los hombres de máxima confianza del presidente en Moncloa, será el ministro de Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática en sustitución de Calvo, según han informado fuentes gubernamentales a elDiario.es. La salida de Calvo supone un ascenso para Nadia Calviño, que será vicepresidenta primera, según ha informado El País.
En los últimos días se había especulado con la posibilidad de que la número dos del Gobierno abandonara el Ejecutivo, después de una supuesta pérdida de confianza del presidente con motivo de la negociación de la Ley Trans, que enfrentó a Calvo con la titular de Igualdad, Irene Montero, durante meses. Al final, Sánchez tuvo que apartarla de la negociación para desencallar el texto. Desde entonces cada vez que se le preguntaba por su continuidad ella misma decía que era una competencia exclusiva del presidente, que los ministros están "a su disposición" y que lo que más le importaba era sacar al país de la pandemia. "Lo demás evidentemente no es tan importante", añadía. Desde su equipo, no obstante, trasladaban con insistencia que la complicidad y confianza de Sánchez en ella no había sufrido cambios, algo que negaban otros ministros, con quien Calvo también había mantenido duros enfrentamientos.
Bolaños, que hasta ahora era secretario general de Presidencia del Gobierno, será quien asuma ahora esa cartera. Hombre de confianza de Sánchez, ya ha trabajado en la coordinación del Gobierno en los últimos años. Abogado de profesión y con carrera en el Banco de España, Bolaños ha estado en la sala de máquinas de las grandes decisiones del Gobierno, como la elaboración de los expedientes de los indultos o el proceso de exhumación de Franco del Valle, que fue el momento en el que apareció por primera vez ante las cámaras.
Los cambios no solo afectan a la estructura ministerial. Iván Redondo, el hombre que susurraba al oído del presidente y de media docena de periodistas, el “todopoderoso” peón, el asesor que estaba dispuesto a “tirarse por un barranco” por Pedro Sánchez sale del Gobierno. Y no por voluntad propia. De hecho, el viernes noche nada sabía de lo que tramaba el presidente. Tampoco de su salida del Ejecutivo. No en vano, desde hace días desde su círculo más estrecho habían transmitido con rotundidad que la crisis de gobierno que preparaba el presidente no sería antes del otoño. Redondo tenía una cita en Mérida este mismo sábado para visitar el teatro romano con unos amigos, que tuvo que suspender de inmediato cuando Sánchez le comunicó los cambios. Con él abandona también el gabinete la vicepresidenta primera, Carmen Calvo, su eterna "enemiga íntima" en un gabinete en el que chocaron desde el primer día por la coordinación de los ministerios.
Pedro Sánchez prescinde también de los servicios de su todopoderoso jefe de gabinete, Iván Redondo, después de no pocos enfrentamientos con la plana mayor del PSOE, desde donde se le acusaba de interferir en asuntos que no tenían que ver con su competencia gubernamental e intentar tomar el control de un partido en el que ni siquiera militaba. Experto en comunicación política, propaganda e intriga, se le consideraba la persona más influyente de La Moncloa. Ningún otro jefe de gabinete tuvo antes tanto poder como el que acumulaba Redondo, que fue asesor de varios dirigentes del PP antes de serlo de Sánchez.
Experto en colgarse en exclusiva las medallas de los aciertos y endosar a los demás los fracasos, no había ministro ni dirigente socialista que no se quejara de sus “maniobras”, de su gestión de la comunicación del Ejecutivo y, sobre todo, de su obsesión por trabajar para sí mismo. Tanto que cuando se atribuía los méritos de las decisiones políticas, parecía como si Sánchez estuviera a su servicio, lo que despertaba la queja permanente de la dirección socialista.
Acostumbrado a trabajar lejos de los focos, no se arredró ante la virulencia de la oposición ni rehuyó los ataques y proclamó su fidelidad absoluta a Pedro Sánchez hasta el punto de sostener en el Parlamento: “Un asesor se tira a un barranco por su presidente. Yo me tiro por él. Ahí estaré con él hasta el final”.
Redondo no estará ya hasta el final y, aunque fuentes de su entorno, sostienen que el presidente le ofreció una cartera ministerial para que siguiera formando parte del proyecto, él mismo la declinó, después de exigir una reordenación de competencias con la que no transigió el presidente. Nunca fue un hombre que se restase relevancia, como evidenció en el inicio de su comparecencia ante la Comisión de Seguridad Nacional del Congreso . “Soy consciente de la importancia de mis palabras y de mis silencios”, advirtió.
A Redondo le sustituirá como jefe de gabinete un veterano socialista conocedor del funcionamiento del partido, del que fue secretario de Organización en los tiempos de Alfredo Pérez Rubalcaba: Óscar López, que hasta ahora era presidente de Paradores. En el primer mandato de Sánchez como secretario general, López fue portavoz en el Senado, pero en la batalla de las primarias se posicionó con Patxi López.
 

Las claves del nuevo Gobierno de Pedro Sánchez​


Ignacio Escolar
@iescolar

Cambios en el Gobierno para portda

10 de julio de 2021 22:37h
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1. Tres años después de su llegada a la presidencia, y con treinta meses de legislatura por delante, Pedro Sánchez revoluciona el Gobierno con una reforma de calado; más ambiciosa de lo que casi todos en el propio Consejo de Ministros esperaban y que le permite recuperar iniciativa política. Salen tres pesos pesados del Ejecutivo: la vicepresidenta Carmen Calvo, el ministro de Transportes José Luis Ábalos y el jefe de Gabinete Iván Redondo. Y entra una nueva generación de dirigentes socialistas, mujeres en su inmensa mayoría, con experiencia en gestión municipal y capacidad de convertirse en cartel electoral de sus territorios en el futuro.

2. Nadia Calviño asciende a vicepresidenta primera, pero no aumenta sus competencias. Mandará lo mismo, que ya era mucho, por lo que supone el Ministerio de Economía con la llegada de los fondos europeos. Pero quien será la mano derecha de Pedro Sánchez y heredará las funciones de coordinación del Gobierno y de la coalición que tenía Carmen Calvo será Félix Bolaños, nuevo ministro de Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática.

3. Antes de que llegara esta crisis, Félix Bolaños ya era una de las personas clave en el Gobierno. Ya gestionaba en la práctica muchas de las competencias que, hasta hoy, no tenía formalmente. Junto con Iván Redondo, era el dirigente que más tiempo pasaba con el presidente y ejecutaba buena parte de sus decisiones. En el organigrama de facto, Bolaños era mucho más que un secretario general de Presidencia: más que muchos ministros. En el nuevo organigrama, será nominalmente un ministro, pero asumirá funciones que, hasta ahora, tenía una vicepresidenta.

4. Asciende Félix Bolaños como hombre fuerte, sale Iván Redondo, con el que hace tiempo chocaba. "Además de saber ganar y saber perder, hay que saber parar", ha dejado escrito Redondo en su despedida. El jefe de Gabinete que más poder ha acumulado en un Gobierno español asegura que es él quien lo deja porque ya ha cumplido una etapa y para centrarse en su vida personal (un relato del que otras fuentes en La Moncloa discrepan). Sale después de acompañar a Pedro Sánchez desde la oposición a La Moncloa y diseñar, para bien y para mal, buena parte de las decisiones estratégicas más importantes de estos últimos tres años. Entre sus mayores éxitos, la campaña de Salvador Illa en Catalunya. Entre sus grandes fracasos, la campaña del PSOE en las madrileñas. Su perfil técnico y no político, su influencia sobre Sánchez y su pasado como asesor del PP le labraron muchas enemistades en el Gobierno y en el partido desde el primer momento –empezando por la exvicepresidenta Carmen Calvo y siguiendo por la vicesecretaria general del PSOE, Adriana Lastra–. Hace unos meses, Redondo cumplió 40 años.

5. Sale Carmen Calvo, cuya retirada estaba cantada y tiene más que ver con el agotamiento en un puesto que exprime a las personas y requiere de mayor empuje político. También con su carácter explosivo, que hizo descarrilar algunas negociaciones delicadas con Unidas Podemos, como la de la 'ley trans' (que luego arregló, desde la cocina, Félix Bolaños).

6. No hay mucha sorpresa en lo de Calvo. Sí en la caída de José Luis Ábalos, que tampoco seguirá como número tres del PSOE en el próximo congreso. Tanto Ábalos como Calvo formaban parte del núcleo duro de fieles de Pedro Sánchez, de los que estuvieron a su lado cuando casi todos los líderes del partido le abandonaron. Desde La Moncloa apuntan como argumentos para su cese el desgaste de su figura política y también la necesidad de un relevo generacional en el nuevo PSOE, donde sí seguirá Adriana Lastra pero no la mayoría de los sanchistas de la primera hornada.

7. Con esta crisis de Gobierno –que llega poco después de la derrota definitiva de Susana Díaz– se cierra del todo la guerra civil en el PSOE que supuso el comité federal del 1 de octubre de 2016 y la posterior victoria de Sánchez en las primarias. Salen los fieles más fieles del sanchismo, entran en el Gobierno varios dirigentes socialistas que estuvieron en bandos rivales al de Pedro Sánchez en aquellas primarias. Óscar López –el sustituto de Redondo– apoyó a Patxi López. Y casi todas las nuevas ministras –Pilar Alegría, Diana Morant e Isabel Rodríguez– estuvieron del lado de Susana Díaz en 2017.

8. La nueva portavoz del Gobierno y ministra de Política Territorial, Isabel Rodríguez, es de Abenojar (Ciudad Real). La nueva ministra de Educación, Pilar Alegría, de Zaragoza. La nueva ministra de Ciencia, Diana Morant, es de Gandía (Valencia). La nueva ministra de Transportes, Raquel Sánchez, es de Gavà (Barcelona). Todas ellas tienen experiencia municipal. Todas comparten una generación, están en los cuarenta y algo, y no conocieron el franquismo. Todas militan desde hace años en el PSOE. Y todas ellas tendrán desde el Gobierno la oportunidad de convertirse en referentes del partido y suceder a los barones (y varones) del PSOE en estos territorios.

9. El nuevo Gobierno bate un nuevo récord de mujeres (el 63%). Entre ellas, la jueza madrileña Pilar Llop, que cambia la presidencia del Senado por el Ministerio de Justicia. A efectos de protocolo es una degradación; era la cuarta autoridad del Estado. Pero sin duda sale ganando con el cambio, porque la visibilidad del Senado es casi nula y porque asume una de las carteras con más proyección política, y donde más queda por hacer. La Justicia sigue siendo uno de los frentes abiertos del Gobierno: por el 'lawfare' de la derecha y buena parte de la judicatura, por el bloqueo del PP a la renovación del CGPJ y por la enorme tarea pendiente de la nueva ley que dará la instrucción a los fiscales. Llop, desde Justicia, se sitúa también como posible cartel electoral del PSOE para las elecciones de Madrid, dentro de dos años.

10. En Exteriores, Arancha González Laya paga las consecuencias de la crisis diplomática con Marruecos, un conflicto que ni este Gobierno ni ningún otro se pueden permitir. Y entra José Manuel Albares, al que Sánchez asciende tras ser embajador en París y su paso por el gabinete de Moncloa.

11. Tras solo unos meses en Política Territorial –donde solucionó el importante conflicto de los interinos–, Miquel Iceta pasa a Cultura y Deporte; no por propia voluntad y después de que Sánchez explorase otros perfiles para el puesto. Sustituye a José Manuel Rodríguez Uribes, del PSOE-M, que no ha logrado aprovechar la cartera para convertirse en un posible candidato para Madrid, como esperaba Sánchez. A Iceta le tocará gestionar una cartera llena de incendios tras la crisis que ha supuesto la pandemia para la cultura.

12. Óscar López, el nuevo director de Gabinete de Sánchez en sustitución de Redondo, fue durante muchos años uno de los amigos personales más cercanos a Pedro Sánchez. Con él compartió aventuras de juventud, cuando ambos trabajaban como asesores en el Parlamento Europeo. Ambos eran hijos políticos de Pepe Blanco. Igual que el tercero del grupo, Antonio Hernando –algunos en el PSOE llamaban con maldad a este trío "el guapo, el feo y el malo" (o "el alto", en otra versión del mismo apodo)–. Y cuando 'el guapo' llegó a la secretaría general del PSOE, en 2014, sus dos viejos amigos le acompañaron en el ascenso. Hasta que llegó el comité federal del PSOE de 2016, donde un golpe palaciego forzó la dimisión de Sánchez por su oposición a permitir la investidura de Rajoy.

13. Sánchez tardó mucho en perdonar a Hernando, alguien con el que hablaba casi más que con su mujer: todas las noches, antes de acostarse, hasta que le traicionó. Hoy está fuera de la política. Óscar López apostó por Patxi López y quedó apartado, pero nunca cayó del todo en desgracia; Sánchez le dio después uno de los puestos más cotizados en la administración, la presidencia de Paradores. Ahora le recupera para su núcleo duro, en un puesto donde la confianza es imprescindible.

14. Mientras Félix Bolaños se va a ocupar de la gestión política, Oscar López llevará la gestión estratégica, las campañas y la comunicación. De su gabinete seguirá dependiendo la Secretaría de Estado de Comunicación, donde el relevo de Miguel Ángel Oliver se da por seguro en unos días –tras la crisis de Gobierno, llegarán después los cambios en muchas Secretarías de Estado–. Para ese puesto, clave para el Gobierno, se espera un nombramiento menos periodístico y más político.

15. Cambia medio Gobierno en el lado del PSOE. Pero no se mueve una sola cartera en Unidas Podemos. A pesar de que inicialmente se barajó una reducción de puestos en el Consejo de Ministros –dos menos para el PSOE, uno menos para UP–, la operación fue imposible por el delicado equilibrio interno de una vicepresidenta y posible candidata electoral (si es que ella quiere, que aún no es seguro) que orgánicamente no milita ni en Podemos ni en los comunes ni en IU.

16. ¿Las prioridades del nuevo Gobierno? Dejar del todo atrás la pandemia, gestionar una recuperación económica que será explosiva, combatir la desigualdad que ha dejado esta crisis, aprovechar unos fondos europeos que pueden transformar para siempre la economía española, cuidar las relaciones internas de una coalición donde siguen saltando demasiadas chispas innecesarias (la última, la de la carne)... Y también sobrevivir a una oposición que sigue sin dar cuartel, todavía inconsciente de que a este Gobierno, que a la derecha se le está haciendo tan largo, aún le quedan dos años y medio por delante.


Ha dejado a dos dinosaurios que están rodeados de franquistas, y apoyan con su silencio y su dejar hacer. Me refiero a la cantinerita Robles y a Marlaska.

La una con su benevolencia con sus militares a pesar de las difusiones con sus chats de matar a 26 millones de personas, que ella ni ha investigado ni piensa hacerlo, mas bien mira para otro lado.

El otro, Marlasca por las conductas de la policía en las manifestaciones tanto de izquierdas como de derechas, en las cuales, la policía actúa de una manera o de otra. Para unos palos, para otros selfis con ellos.

Son dos pesos muertos que se debiera haber quitado de en medio porque están muy cuestionados.

He oído que quiere mimetizar a UP como si fueran sus ministros y ministras un apéndice de su partido. Otra cosa es que lo consiga. Tanto Diaz, como Belarra y Montero son mujeres de garra que no creo que se dejen engatusar por el muñeco de plástico y sus adlálateres.
 
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