Qué leer.

Zamiatin y Orwell: Nosotros y 1984




Idioma original: Ruso (Nosotros) / Inglés (1984)
Año de publicación: 1920 (Nosotros) / 1949 (1984)
Valoración: De recomendable a muy recomendable

Vamos a hablar hoy de dos de las más famosas distopías del siglo XX, con permiso de "Un mundo feliz". "1984", uno de los libros clave de mi biografía lectora, ya tuvo su reseña en este blog, pero son tantos los puntos en común con "Nosotros" que, tras la lectura de este, se hace necesaria una "reseña comparada".

Lo primero que hemos de tener en cuenta a la hora de comparar ambas obras es que "Nosotros" fue publicada en 1920 y "1984" en 1949. Esos veintinueve años de adelanto por parte del ruso son un punto importante a favor de este último (luego veremos por qué).

Otro punto a tener en cuenta, de cara a entender ambas obras, es la experiencia personal de los dos autores. Por un lado, Zamiatin fue, al menos en un primer momento, un bolchevique convencido que tuvo la oportunidad de trabajar en una Inglaterra industrial en la que en taylorismo campaba a su anchas. Por su parte, Orwell también simpatizó con la revolución rusa, pero los tristemente célebres "Procesos de Moscú" y su experiencia en la Guerra Civil Española le llevaron a adoptar posturas claramente antiestalinistas. Veremos después esta influencia.

Para no extenderme más de la cuenta, allá va un pequeño resumen de las semejanzas y diferencias de ambas obras, excluyendo comentario alguno acerca del final de las mismas, por si alguien quiere descubrirlo por sí solo:

SEMEJANZAS:
  • Ambas obras se sitúan en mundos futuros aparentemente ideales (obvio, son distopías) y gobernados por un poder omnímodo semejante a un Dios: El Benefactor en "Nosotros" y el Gran Hermano en "1984".
  • Las sociedades representadas en ambos libros (en "Nosotros" llamada Estado Único) son estados ideales de "no libertad" y están compuestas por seres que no son más que millones de células de un único y poderoso organismo.
  • El protagonista principal es parte más o menos importante del engranaje del poder: D-503 es el constructor-jefe de una nave que llevará las bondades del Benefactor a toda la galaxia, mientras que Winston Smith trabaja en el Ministerio de la Verdad manipulando hechos históricos por el bien del Gran Hermano.
  • El amor es la cuña por la que entran las dudas a los protagonistas principales. Gracias a la aparición de un personaje femenino (I-330 en "Nosotros" y Julia en "1984"), tanto D-503 como Winston Smith entrarán en contacto con seres apartados de esas sociedades supuestamente ideales.
  • Englobaré en este punto lugares, entidades, artilugios, etc que ponen de manifiesto un claro paralelismo entre ambas obras. En primer lugar, indicamos los que aparecen en "Nosotros" y después su equivalente en "1984": las Tablas de la Ley y la Telepantalla, los Guardianes y la Policía del Pensamiento, el otro lado del Muro Verde o la Casa Antigua y el mundo de los proles, la Sala de Operaciones y la habitación 101... Las semejanzas son enormes y la impresión de plagio planea sobre la obra de Orwell.
DIFERENCIAS:
  • Mientras que "1984" está narrada en tercera persona, "Nosotros" está narrada en primera persona a través de anotaciones que sugieren la idea de un informe o un cuaderno de bitácora. Esta estructura hace que la narración sea, en mi opinión, menos fluida que en "1984".
  • En "Nosotros" el Estado Único es una especie de nuevo paraíso, un mundo puro y feliz, ideal, racional y preciso. En "1984", aunque desde el poder se traslada una imagen semejante, el mundo no es así; se trata de una sociedad permanentemente en guerra en la que la pobreza salta a la vista. De hecho, el propio Winston Smith vive casi en la pobreza.
  • "1984" es una novela mucho más política (aún) que "Nosotros", que es más simbólica y abstracta. Además, en "Nosotros" hay un mayor componente de ciencia-ficción.
  • En "Nosotros" se dejan ver críticas mucho más evidentes contra la religión, contra el arte socialista y contra el proceso tecnológico que lleva a formas de organización de la producción tales como el taylorismo. "1984", por contra, se centra en un plano más político.
  • Las imágenes de "1984" son más crudas e impactantes que las de "Nosotros". "1984" es más sucia. Solo recordar la habitación 101 se me ponen los pelos de punta.
CONCLUSIÓN:

Antes de nada, hay que reconocer el mérito de los precursores y, aparentemente, Zamiatin lo fue. Siempre es más difícil crear un "universo" que desarrollarlo. Digo esto porque da la impresión de que Orwell se inspiró (¿tal vez, plagió?) en "Nosotros" a la hora de escribir "1984", lo que a su vez no es óbice para admitir que también la perfeccionó. Porque creo, sinceramente, que la narración de "1984" es mucho más completa, ágil y entretenida que la de "Nosotros", la cual pierde fuelle a mitad de la novela. Por otro lado, las referencias e imágenes de "1984" me parecen me parecen más cercanas para un lector actual que las de "Nosotros", de ahí que el grado de identificación con aquella sea mayor, al menos para mi.

En definitiva, y admitiendo los no pocos méritos del "Nosotros" de Zamiatin, me quedo con "1984", la cual seguirá siendo una de mis novelas de cabecera (ay, cuánto peso tiene la adolescencia!). Eso sí, gracias a Zamiatin, parte de ese halo mítico de la obra de Orwell se perderá para siempre, como lágrimas en la lluvia. -)
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Yo he leído 1984 pero no NOsotros. Y siempre había oído que Orwell se inspiró en Nosotros. Se supone que Orwell era anarquista aunque lo acusaron también de ser espía soviético. Pero por sus obras parece más bien lo primero. De hecho amplió la crítica contra el Estado contemporáneo totalitario.
 
Cayo es mortal, Juan Andrés Saiz Garrido



Isla del Náufrago. Segovia, 2017. 326 pp. 19 €

Ignacio Sanz

Este libro que ahora reseño se ha escrito muchas veces, pero como toda historia de amor llega a nosotros renovado y único porque habla de un ser irrepetible. Hace tres años, en primavera, leí en Jaén una variante de este. Aquel se titulaba La que no tiene nombre, su autora era la escritora colombiana Pilar Bonet y el homenajeado era un hijo desaparecido en Nueva York. Pero diría más, de la misma estirpe que este libro podría catalogarse El río, de Ana María Matute, que describe un pueblo con sus idas y venidas, con sus montes y sus ríos, con sus juegos, sus paisajes y sus personajes. Y todo lo escribe Ana María Matute para que el pueblo riojano de sus ancestros, en el que ha pasado los felices veranos de su niñez, no quede hundido para siempre bajo las aguas del pantano que le van a caer encima.
Juan Andrés Saiz Garrido (El Espinar, Segovia, 1952) se ha bregado en muchas tribunas periodísticas y ha escrito un puñado de libros, pero es, sobre todo, el autor de Los gabarreros de El Espinar, un magnífico libro de etnografía, un clásico que ha tenido la virtud de cambiar la percepción del pasado de un pueblo serrano a través de la descripción del oficio. Los gabarreros salían de casa cada mañana con un caballo matalón y un hacha; se dedicaban a recoger las leñas muertas en los extensos pinares de las laderas del Guadarrama, una actividad durísima en la que trabajó su padre en los años cincuenta. Tatán, el nieto de aquel gabarrero, deslumbrado por la naturaleza en sus años adolescentes, quiso ser agente forestal. Y lo consiguió. Tuvo varios destinos en los que ejerció su trabajo. Pero, como todo espíritu inquieto, no paró de viajar: Europa, Mozambique, Bolivia. Además de aquellos viajes, casi siempre con fines solidarios, cultivaba la música y la poesía en medio del silencio de las aldeas castellanas semivacías en la que vivía en comuna con otros compañeros de oficio. Y el amor, también cultivó el amor en grandes dosis.
A la vuelta de uno de aquellos viajes, ante las molestias crecientes que le invadían, se hizo unos análisis en el Hospital de Cruces. Le detectaron un tumor de los malos. Apenas tenía treinta años. En ese momento arranca el libro, atravesado por una melancolía que se nos clava en el corazón. No estamos ante una biografía al uso. Aquí el padre se sirve de recuerdos que llegan a los días infantiles para describirnos en sus detalles mínimos, las querencias, las manías y el carácter de un hijo rebelde, a veces esquinado, pero siempre especial, sensible, capaz de deslumbrarles a todos en momentos de desconcierto. Es muy emocionante, por ejemplo, la relación que Tatán establecía con sus novias una vez que se había terminado el hechizo. Siempre quedaba un hilo de cariño que seguía alimentando el vínculo sentimental. Sin que aflorara una pizca de resentimiento.
En fin, estamos ante un libro elegiaco en el que se describe la enfermedad, pero sobre todo los recuerdos, los amigos, las amantes que llenan de luz las páginas. Ningún padre se resigna ante la muerte de un hijo. Cuando esto sucede, el escritor puede contarlo. Es una manera de aliviar el dolor, de perpetuar su memoria. Siempre se dice que se marchan los mejores. Esa sensación tenemos leyendo estas páginas, atravesadas por el dolor y el cariño a partes iguales. Hay momentos poéticos y emocionantes que confirman el valor terapéutico. de la literatura.
Los que no conocimos a Tatán tendremos gracias a su padre un retrato de ese hijo que se ha hecho un hueco imborrable en nuestro recuerdo.
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Tiene que ser aquí, Maggie O’Farrell



Trad. Concha Cardeñoso Sáenz de Miera
Libros del Asteroide, Barcelona, 2017. 470 pp. 23,95 €

Care Santos

Lo primero que hay que advertir a quienes crean haber hecho el descubrimiento literario de la década es que Maggie O’Farrell ya tenía dos novelas traducidas al castellano, ambas publicados por Salamandra, ambas tanto o más recomendables que ésta: La extraña desaparición de Esme Lennox e Instrucciones para una ola de calor. Las inercias, a menudo incomprensibles, del mercado editorial, resultan en rápidos olvidos y también en súbitos encuentros. Sea como sea, es ahora Libros del asteroide quien nos devuelve a esta novelista irlandesa de 45 años, y lo hace con una novela poderosa y de calado, acaso algo más ambiciosa que las anteriores —a las que ya no les faltaba ambición— que en los pocos meses que lleva en el mercado se ha convertido en una de esas recomendaciones que hacen en voz baja los libreros de verdad a sus clientes menos conformistas. Yo aprendí hace ya tiempo a obedecer este tipo de mandados de los libreros. Siempre me han proporcionado deslumbrantes descubrimientos, Maggie O’Farrell ha sido el más reciente de ellos, pero también uno de los mejores.
¿Por qué nos deslumbra una novela? No es sencillo, pero voy a aventurar una respuesta. Por su capacidad de contar verdades al mismo tiempo que construye un envolvente mundo de ficción. Entre las verdades que a mí me interesan como lectora y como ser vivo están las que hacen referencia a la condición humana, al profundo desvalimiento que sentimos las personas, a nuestra necesidad de encontrar alguien, algo, alguna parte donde ponernos a salvo; nuestra, a menudo, incapacidad profunda para lograr todo eso. De todos los modos posibles de crear mundos de ficción me interesan los formalmente complejos, elaborados. Los que se basan, no en la concatenación cronológica de acontecimientos sino en otro tipo de disposición más aleatoria, más real, tal vez más personal: la que tiene que ver con el desorden del universo y no con el orden de la irrealidad. Me interesan, creo, las ficciones que de tan desordenadas terminan por parecerse a la verdad. Y esos son los dos motivos más importantes por los que me interesan las novelas de Maggie O’Farrell.
Tiene que ser aquí narra, sobre todo, la historia de una desaparición y de un encuentro. La desaparición es la de Claudette Wells, una actriz en lo más álgido de su carrera que decide apartarse del mundo. Tiene un hijo, una madre y un amante —el padre de la criatura— que serán también personajes importantes. El encuentro es el de Claudette con Daniel Sullivan en un camino enfangado y remoto de la igualmente remota Irlanda. Comienza como un tropezón cómico, o cómico-dramático, y termina siendo el único argumento de la obra. Daniel, a su vez, tiene una madre, un padre, un hijo y una hija. Las relaciones que establece con todos ellos ofrecen varios capítulos jugosos. Las vicisitudes de la extraña pareja Daniel-Claudette, la personalidad arrebatadora de ella, el amor que se profesan y los escollos del camino hacen el resto, hasta armar un argumento envolvente que emociona como sólo lo hacen ciertos pasajes de la vida real.
Hay muchas cosas en el estilo de O’Farrell que podrían justificar la lectura de sus libros, pero añadiré solo dos: su capacidad, resaltada docenas de veces, para crear personajes verosímiles, atacados de las mismas debilidades, miedos y problemas que todos nosotros y embarcados en esa lucha de por vida. Qué brillantes y mesurados los diálogos, en ese sentido, qué imprescindibles. En segundo lugar, su habilidad para transportarnos a través de una trama que parece irrelevante pero que está surcada de cuestiones de gran calado, de principio a fin, sin resolver todos los interrogantes —¿acaso lo hace la vida?— pero ofreciéndonos las respuestas que esperamos. Maggie O’Farrel es una narradora imponente que nada tiene que envidiarle a Jonathan Franzen o a James Salter, de quienes podría ser una lejana pariente irlandesa. Una de mis novelistas favoritas desde antes de acabar esta novela y comenzar a rastrear las anteriores.
Sólo queda rogar a los editores para que nos ofrezcan más de su obra. Y conminar a los lectores a leerla sin demora.
http://latormentaenunvaso.blogspot.com.es/2017/06/tiene-que-ser-aqui-maggie-ofarrell.html
 
Zoom: Bola de sebo, de Guy de Maupassant


Idioma original: francés
Título original: Boule de soif
Año de publicación: 1880
Traducción: Ana Becciu
Valoración: muy recomendable

Aunque no parezca demasiado sugerente, el título de este emblemático relato de Guy de Maupassant -clasicorro donde los haya de las letras francesas- hace referencia al objeto de deseo alrededor del que gira toda la trama: una joven y rolliza prost*t*ta que huye de un Rouen ocupado por las tropas prusianas en una diligencia que comparte con un grupo de probos ciudadanos, eximios representantes de la burguesía, e incluso la nobleza, bienpensante local.

No voy a contar aquí el argumento con más detalle (por si a alguien le suena la premisa, hay que señalar que sirvió de inspiración a otro célebre clásico, esta vez del cine: La diligencia, de John Ford) para no destripar, a quien no lo conozca, este relato, el cual, por lo demás, avanza con el trote infatigable de un tiro de caballos; sólo comentaré que no es la prost*t*ta quien sale peor parada, precisamente, a ojos del lector ni del propio escritor; bien al contrario, Maupassant muestra una exquisita empatía hacia ella, mientras que es evidente el desprecio que le provocan sus compañeros de viaje, monjas y progre barbudo incluidos.

Por otro lado, quizá sea este el punto más flaco del, en todo caso, excelente relato: que la ironía, por no decir sarcasmo y la crítica contra el establishment burgués de la época, contra su cobardía, mezquindad e hipocresía, son tan evidentes, que tal vez lastren un poco (ojo, sólo un poco) la dinámica de la propia narración. La cual, en compensación, se ve impulsada por un estilo vigoroso, pero pródigo en detalles y aún sutilezas, que la lleva en volandas hasta el inevitable (y lo siento por si esto se ve como un SPOILER) y desolador final.

Y aunque no era mi intención al releer esta historia y plantearme su reseña, uno no puede dejar de acordarse del momento que estamos viviendo, cuando cada día nos llegan noticias, revelaciones y comentarios sobre violencia sexual, sobre abusos y acosos a mujeres; nos llegan tantas discusiones sobre lo que resulta sexista y lo que no y por qué o por qué no; tantos ataques epatantes y defensas que provocan sonrojo; tantas opiniones, interesadas o no, tanto ruido de fondo, en suma, que uno lee esta historia que avanza en una diligencia a través de la nieve que cubre Normandía, escrita hace ciento treinta y ocho años, y piensa que Maupassant (que tampoco es que fuera un santo varón de la lucha por la igualdad de género, precisamente), ya nos dijo con suma claridad que lo que importa, al fin y al cabo, lo que debemos respetar antes que nada es el dolor, la humillación, las lágrimas de quien ha sido víctima de violencia, de abuso, de acoso, de vejación... Todo lo demás, no digo que sobre, pero igual tampoco hace tanta falta.
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Bola de sebo solo es uno del montón de cuentos impresionantes de Maupassant. También es muy famoso "El collar", que es muy impactante. Hay una edición con los cuentos completos. Y fué autor del impactante "Bel Ami" -el arribista que usa a las mujeres para su ascenso - y de "Pierre y Jean" - el tormento del hermano mayor al descubrir que su hermano es hijo de otro hombre, no de su padre -

He aqui el cuento completo "El collar".Se lee en un suspiro.

http://ciudadseva.com/texto/el-collar/

Edito: Me encantaria comentar el cuento.
 
Última edición:
Yo he leído 1984 pero no NOsotros. Y siempre había oído que Orwell se inspiró en Nosotros. Se supone que Orwell era anarquista aunque lo acusaron también de ser espía soviético. Pero por sus obras parece más bien lo primero. De hecho amplió la crítica contra el Estado contemporáneo totalitario.

"Nosotros" me parece más espectacular, con un mundo basado en las matemáticas y la gente con nombres matemáticos. La ciudad con paredes de cristal y mil cosas más que callo para no spoilear. Zamiatin fué maltratado por sus camaradas bolcheviques, sobre todo tras la llegada de Stalin al poder. Prohibieron publicar y representar todas sus obras, hasta que logró, tras una carta personal a Stalin, que le dejase marcharse de la URSS con su mujer. Tuvo suerte, porque poco después Stalin decidió que los criticos estaban mejor muertos que exiliados.
 
Bola de sebo solo es uno del montón de cuentos impresionantes de Maupassant. También es muy famoso "El collar", que es muy impactante. Hay una edición con los cuentos completos. Y fué autor del impactante "Bel Ami" -el arribista que usa a las mujeres para su ascenso - y de "Pierre y Jean" - el tormento del hermano mayor al descubrir que su hermano es hijo de otro hombre, no de su padre -

He aqui el cuento completo "El collar".Se lee en un suspiro.

http://ciudadseva.com/texto/el-collar/
buenos días, amiga @Lady Susan Vernon , te agradezco tus visitas y cariño con que has entrado en este recién nacido Hilo, me honra que postees en él, se bienvenida.
De los cuentos de Maupassant, el que más me aterra es "El Horla", con un final impactante; aquí lo posteo.
Os pido que no leáis el final directamente antes de entrar en todo el argumento desde el principio, sería quitarle todo sentido a la narración, como un "spoiler" para que nos entendamos.
Que tengas un maravilloso Sábado Santo, extensible por supuesto a resto de forer@s y visitantes.
Serendi,

http://ciudadseva.com/texto/el-horla/
 
Última edición:
Última edición:
"Nosotros" me parece más espectacular, con un mundo basado en las matemáticas y la gente con nombres matemáticos. La ciudad con paredes de cristal y mil cosas más que callo para no spoilear. Zamiatin fué maltratado por sus camaradas bolcheviques, sobre todo tras la llegada de Stalin al poder. Prohibieron publicar y representar todas sus obras, hasta que logró, tras una carta personal a Stalin, que le dejase marcharse de la URSS con su mujer. Tuvo suerte, porque poco después Stalin decidió que los criticos estaban mejor muertos que exiliados.

Si, se salvó por pelos. Mucha suerte tuvo.
El compositor Shostakóvich vivía pensando que cualquier noche iba a venir los servicios secretos para detenerlo y enviarlo a Siberia.
Apunto el libro para leerlo.
 
Bola de sebo solo es uno del montón de cuentos impresionantes de Maupassant. También es muy famoso "El collar", que es muy impactante. Hay una edición con los cuentos completos. Y fué autor del impactante "Bel Ami" -el arribista que usa a las mujeres para su ascenso - y de "Pierre y Jean" - el tormento del hermano mayor al descubrir que su hermano es hijo de otro hombre, no de su padre -

He aqui el cuento completo "El collar".Se lee en un suspiro.

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Edito: Me encantaria comentar el cuento.


Hay un poema de karmelo C. iribarren que resume mejor que nada ese cuento. Pero no lo encuentro.

Es el hombre que va a acostarse.
Entonces, el otro hombre, aquél que podía haber sido y no fue, se le acerca y le pregunta: ¿Por qué?
 
Las gigantescas torres ruinosas y abandonadas que se elevan hacia el cielo en los aledaños de la Melbourne de un futuro lejano son el último testimonio de una civilización que se autodestruyó a mediados del siglo XXI. Un brillante hombre de teatro pretende reconstruir lo que pudo ser la vida humana en aquellos ya lejanos años de convulsiones sociales, trastornos climáticos, superpoblación, carestía e irremediables crisis. Al hacerlo descubrirá nuestro mundo y el de nuestros hijos, el mismo que los habitantes de estas primeras décadas del siglo XXI estamos destruyendo con una extraña mezcla de saña, codicia y estupidez. El círculo vicioso está hoy a punto de cerrarse: faltan sólo unos años.

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¡Absolutamente genial, obra maestra de la literatura de anticipación distópica!

Grandes personajes humanos, de carne y hueso, sin estereotipos, sorprendentes, sobreviviendo en un mundo que parece que está al caer para el presente.​
 
TENTACION

János Székely



Béla, el protagonista de Tentación, vino al mundo en la primavera de 1913 en una aldea de la campiña húngara, un lugar donde el hambre era el pan de cada día y Budapest una ciudad mágica llena de promesas. Ya en la capital y empleado como botones en un gran hotel, el joven Béla experimenta el límite del hambre y del agotamiento sexual, descubriendo lo mejor y lo peor de la sociedad que le rodea.

Tentación es uno de los grandes textos del siglo XX: en él su autor condensó todo el talento, el humor corrosivo y la ironía que distinguen a los buenos perdedores.


Sobre la emocionante vida del autor,que se fué a Estados Unidos y creó fabulosos guiones de cine:

http://www.elmundo.es/cultura/2015/07/11/55a0106046163ffb2e8b45b6.html
 
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