Profecías de Nostradamus para la casa de Borbón

Lees y Te hacen reír sin tener ganas.
Cuando se marchó el ex rey fuera de España NADIE SABÍA DONDE HABÍA IDO.
Ahora te cuentan hasta las conversaciones a puerta cerrada que han tenido JA,JA, JA.
 

Como interpretáis estas profecías?. Me asombra que Nostradamus hablara de la dama griega, pero no tiene elegante belleza creo yo. Lo de los árabes pueden ser los radicales que viven en toda Europa. El tiempo de las profecías no es fijo.​

¿EL FIN DE LA CASA DE BORBÓN?

Otra de las profecías, viralizada en internet, es la que se refiere a una crisis en el seno de la monarquía española que desembocaría con un posible asesinato de Felipe VI (1968- ), y que se desprende de las siguientes cuartetas:
- La dama griega de elegante belleza, feliz de virtudes innumerables, será traslada fuera del reino hispánico, cautiva prisionera morirá de muerte miserable (IX, 78).
- Demasiado buen tiempo de bondad real, hace y deshace pronto y súbita negligencia: Creerá ligero (superficial) el fallo de la esposa leal, y será condenado a muerte por su benevolencia (X, 43).

Para los entusiastas de Nostradamus, esta profecía parece presagiar un acontecimiento calamitoso sobre la Casa de Borbón, que adquiere linaje griego en el matrimonio de Juan Carlos I (1938- ) y doña Sofía de Grecia (1938- ). En la segunda cuarteta, hay quienes pretender advertir un anuncio de futuras desavenencias entre Felipe VI y su esposa Letizia Ortiz (1972- ) que tendría como consecuencia un final dramático para el monarca…

Sin embargo, resulta arbitrario atribuir estas cuartetas a un futuro inmediato que afecta a la Casa Real, cuando el vidente galo no aporta fechas concretas para unas profecías que abarcan desde el momento de su publicación… hasta el año 3797.

Nostradamus: ¿trágico final para Felipe VI?​

En sus Centurias, Nostradamus dedicó una especial atención al futuro de España. Según sus intérpretes, Nostradamus advierte los peores presagios para Felipe VI…​

Narciso Peñafiel
28/05/2021 (13:50 CET) Actualizado: 01/06/2021 (11:27 CET)
Nostradamus: ¿trágico final para Felipe VI?
Nostradamus: ¿trágico final para Felipe VI?

1555 es el año en el que se imprime en Lyon (Francia) la primera edición de Las profecías del señor Michel Nostradamus, más conocidas como Las Centurias. Su publicación cosecharía un enorme éxito, aunque, también, sentimientos enfrentados. Por un lado, la alta nobleza, en cuyos divertimentos de salón no podía faltar la consulta a los oráculos, esperaba la siguiente entrega de las cuartetas de Nostradamus (1503-1566) con avidez. Mientras el campesinado, cuya subsistencia tanto dependía de las nubes que se tejieran en el cielo, encajaba las funestas profecías como una llamada al mal tiempo y contemplaba de una manera más inquisitiva la figura del vidente. Y es que, el futuro presagiado por el "mago de Provenza" no resultaba nada halagüeño…

En la epístola dirigida al rey de Francia en 1558, Enrique II (1319-1559), Nostradamus anuncia que "se producirán muy graves guerras y batallas, y serán las villas, las ciudades y los castillos y toda suerte de edificios quemados… y antes de estos acontecimientos, algunos pájaros insólitos chillarán en el aire ‘Huy, Huy’, desvaneciéndose completamente al poco rato". ¿Es ésta la descripción que haría un hombre del siglo XVI si contemplara aviones de combate bombardeando una ciudad?

En lo que atañe a España, el vidente galo la menciona en casi una treintena de ocasiones, convirtiéndolo en escenario de los acontecimientos más apocalípticos... En una pretendida III Guerra Mundial –siempre según sus intérpretes– donde el terrorismo islámico asolaría Europa, España parece convertirse en epicentro de este conflicto: "De la feliz Arabia, nacerá poderoso en la ley mahometana, vejará España, conquistará Granada…" (V, 55). ¿Vislumbró el más célebre profeta de todos los tiempos un futuro apocalíptico para España?

¿UNA III GUERRA MUNDIAL… EN ESPAÑA?

Como es sabido, las profecías de Nostradamus están escritas en un encriptado lenguaje metafórico, tan enrevesado, que exige ser traducido por expertos comentaristas. Así, por ejemplo, de las estrofas "Por las comarcas del gran río bético, lejos de Iberia en el reino de Granada: Cruces rechazadas por gentes de Mahoma, uno de Córdoba traicionará el país" (III, 20), hay quien advierte el vaticinio de una ofensiva islámica que asolará España. Así lo argumenta Gonzalo Echeverri, jurista y autor de Nostradamus y la Guerra Islam-Occidente (2004): "Esta cuarteta es una de las más reveladoras respecto de los sucesos que vendrán, pues no cabe la menor duda y, no puede haber ninguna confusión de que después de la expulsión de los mahometanos de la península ibérica en el año 1492 por los Reyes Católicos, España nunca se ha visto invadida por los islámicos".

Sin embargo, los intérpretes de Nostradamus ignoran el contexto histórico en el que fueron escritas sus profecías: la expulsión de los árabes en España no tuvo lugar en 1492 (antes del nacimiento de Nostradamus), sino a partir de 1609… más de medio siglo después de que las Centurias fueran publicadas. Así pues, es absolutamente imposible determinar a qué período concreto de la historia se refieren estas profecías, ya que, en tiempos de Nostradamus, el islam no había abandonado la península ibérica.

¿EL FIN DE LA CASA DE BORBÓN?

Otra de las profecías, viralizada en internet, es la que se refiere a una crisis en el seno de la monarquía española que desembocaría con un posible asesinato de Felipe VI (1968- ), y que se desprende de las siguientes cuartetas:
- La dama griega de elegante belleza, feliz de virtudes innumerables, será traslada fuera del reino hispánico, cautiva prisionera morirá de muerte miserable (IX, 78).
- Demasiado buen tiempo de bondad real, hace y deshace pronto y súbita negligencia: Creerá ligero (superficial) el fallo de la esposa leal, y será condenado a muerte por su benevolencia (X, 43).

Para los entusiastas de Nostradamus, esta profecía parece presagiar un acontecimiento calamitoso sobre la Casa de Borbón, que adquiere linaje griego en el matrimonio de Juan Carlos I (1938- ) y doña Sofía de Grecia (1938- ). En la segunda cuarteta, hay quienes pretender advertir un anuncio de futuras desavenencias entre Felipe VI y su esposa Letizia Ortiz (1972- ) que tendría como consecuencia un final dramático para el monarca…
Sin título

Felipe VI de España (Fuente: Wikipedia)

Sin embargo, resulta arbitrario atribuir estas cuartetas a un futuro inmediato que afecta a la Casa Real, cuando el vidente galo no aporta fechas concretas para unas profecías que abarcan desde el momento de su publicación… ¡hasta el año 3797! Asimismo, los investigadores críticos sobre la obra de Nostradamus como

James Randi (1928-2020) advierten que las profecías de los videntes son lo suficientemente ambiguas como para ajustarse arbitrariamente a cualquier acontecimiento ocurrido a posteriori. Aun así, los entusiastas de Nostradamus argumentan que los peores presagios para Felipe VI están próximos a cumplirse…

@Madrilera

Gracias por traerlo :)

La verdad que cuando dormía Nostradamus…? :D

Con todo lo que vio y además tuvo tiempo de ver lo que pasaría con las monarquías y los Kennedy,etc…? :D :D
Dios! :D
 
Por decir algo bueno
Porque...

Te vas a una recepción, misa o similar por la muerte de la reina así??
Para mi Doña Sofía falló en el atuendo
Y falló en el móvil colgado, te buscas un bolso más grande
¡El móvil colgado!, No lo había visto😦😦😦 qué cutre...como si fuera un atareado currante que no puede dejar de coger el teléfono... qué mal
 
Es que con sólo leyendo el lenguaje corporal, muchas veces, ya se ve si una persona servirá para el oficio.

Una Monarquía, que es una institución tan caduca, carca, encorsetada... donde una reina debe saber moverse, mantener las formas, que para el resto de los mortales puede ser una tontería, pero que para una institución es primordial, porque viven de eso... es que el tonto del niñato, a sus 36 primaveras, cuando se la presentaron, no fue capaz de darse cuenta que la periodista, no sólo suponía un peligro para la institución por todo lo que se podía filtrar, sino que esta elementa no servía.

Lo vió el padre, pero falta saber qué pasó para que la cosa siguiera adelante.

Y, al cabo de 19 años de casados y 8 de reina, ya ves que cuando saluda a una personalidad como es un embajador, aún le salen coletillas como "saluda como un hombre!"

No me extrañaría que se cargase a la institución. Además, no sé dónde lo leí que la habían colado para hacerla petar.
Pues, ahí está... ahora, más segura que nunca.
Ya no aparece amargada, con aquellos malos modos de antaño, en los actos institucionales, porque ahora tiene el mando y el mango por la paella.
Nabiu, yo soy de las convencidas de que todo el affaire del enamoramiento y posterior boda estuvo diseñado milimetricamente. Se la metieron por los ojos y se la pusieron a tiro, buscando a una trepa con mucho bagaje conquistador y con más recorrido que un boeing 747.
A mí esa boda me pareció un dislate y una tomadura de pelo para los de siempre.
La liZta está ahí para implosionar la Monarquia cuando interese. A él, con semejante esposa, según se ha dicho por activa y por pasiva de largo y complicado historial amoroso, le tienen cogido por partes muy delicadas y así, cuando sea el momento adecuado, con tirar de noticias comprometedoras, está resuelta la patada en las reales posaderas del Bobón.
ZuperliZta es el caballo de Troya de la Monarquia, no me cabe ninguna duda.
 
Última edición:
Es la parte mala de que abdicara Juan Carlos que esta choni tuviera el poder.

Ella es feminista, progre y todo lo demás por eso hizo ese comentario de que solo la saludaran con la mano ella es un marimacho hiperoperada.

El lenguaje corporal de Leti se ve a la legua como es. Una persona poco recomendable y nada de fiar.

A mi Felipe me parece majo. Pero al casarse con esta, perdió todo su pedigrí
A mí él no me merece ningún respeto, empezando por el poco que se tuvo a sí mismo, por no decir a los paganinis de siempre, a la hora de escoger esposa, saltándose a la torera las normas impuestas por su propia dinastía y colocándonos a una auténtica impresentable que siempre tiene que dar muestras fehacientes de su falta de profesionalidad, educación, cercanía y humildad para con los que pagamos su regalada vida, esa que ni en sueños, jamás habría imaginado.
Igualmente, ya he observado en unas cuantas fotografías, que mira de medio lado, como con temor, recelo y desconfianza, tratando de escudriñar más allá de lo que se ve. El es como ella, excepto que la LiZta, de momento, está ahí para taparle sus vergüenzas. Mientras nos fijamos en la choni, el queda en segundo plano.
 
Aquí explican muy bien porque Leti es la que estropea el reinado de Felipe. Junto con los demás hijos políticos.

Fue investigada de forma intensiva durante seis meses por el CNI a petición del monarca Juan Carlos que Desconfiaba de ella. Como no encontraron nada relevante, el compromiso se hizo público, para desagrado del rey Juan Carlos al que Letizia no le gustaba por plebeya, divorciada, «roja» y periodista. Que mal la investigaron que no descubrieron ni sus abortos.

La extraña relación del rey Juan Carlos con sus yernos y su nuera: insultos a Letizia, desconfianza con Iñaki Urdangarin y ninguneo a Jaime de Marichalar​

Las relaciones familiares de nuestra casa real son complejas y cómo ha tratado (y trata) el rey Juan Carlos a la reina Letizia, Jaime de Marichalar e Iñaki Urdangarin es una prueba de ello.​

La infanta Cristina junto a Iñaki Urdangarin y su padre, el rey Juan Carlos I./gtres

La infanta Cristina junto a Iñaki Urdangarin y su padre, el rey Juan Carlos I. / GTRES
SILVIA VIVAS Lunes, 26 septiembre 2022, 14:33
La imagen de la reina Letizia, muy seria, sentada junto a su suegro, un sonriente Juan Carlos de Borbón, se ha convertido en la metáfora gráfica de la poca sintonía que ha existido siempre entre el emérito y las parejas de todos sus hijos, de Letizia Ortiz a Jaime de Marichalar e Iñaki Urdangarin.
De su infancia a su triunfo absoluto como reina de España: los 50 años de Letizia Ortiz, en imágenes
Del primero al último, los yernos y la única nuera del emérito han sufrido en público y en privado los desaires del que fuera hasta 2014 el máximo responsable de la monarquía española. De hecho, la realidad parece apuntar a que el rey Juan Carlos ha opinado y conspirado contra las parejas de sus hijos demasiado a menudo.

El rey Juan Carlos y la reina Letizia: tensión desde el primer día​

Sin duda la relación más viciada de todas las que el emérito ha mantenido con las parejas de sus hijos la protagoniza Letizia Ortiz. De aquellos polvos vienen los lodos actuales y las imágenes de la abadía de Westminster.
Suegro y nuera no empezaron con buen pie. Afirman los expertos en nuestra casa real que antes de la boda que convertiría a Letizia Ortiz en princesa de Asturias la periodista fue investigada de forma intensiva durante seis meses por el CNI a petición del monarca. Desconfiaba de ella.

Como no encontraron nada relevante, el compromiso se hizo público, para desagrado del rey Juan Carlos al que Letizia no le gustaba por plebeya, divorciada, «roja» y periodista. Algo que llama la atención (y es una auténtica paradoja) ya que el propio Juan Carlos de Borbón mantuvo una relación íntima de 30 años de duración con una periodista, Queca Campillo.

Los desplantes privados a la actual reina de España por parte de su suegro fueron múltiples en el pasado y continúan a día de hoy. Se sabe que se refería a ella como «la nieta del taxista», su círculo de amistades la conocían como «la jolines» y el escritor Leonardo Faccio describió en «La reina impaciente» que al emérito le hacía mucha gracia que el personal de Zarzuela la llamara «la chacha».

Pero el más doloroso de esos desplantes se produjo sin lugar a dudas tras producirse el famoso rifirrafe de la catedral de Palma con la reina Sofía, momento que el rey Juan Carlos zanjó pronunció el ya famoso «Felipe, coxx, divórciate de una vez».

Era la segunda vez que recomendaba a su hijo seriamente que abandonara a su mujer. La primera ocurrió, según Jaime Peñafiel, en 2013, en el verano en el que Letizia llegó más tarde que nadie a Marivent y abandonó la isla antes que el resto de la familia real dejando atrás a su marido y sus dos hijas.

El exilio en Abu Dabi no ha suavizado las cosas entre suegro y nuera: el rey Juan Carlos y los amigos que le quedan en España consideran a Letizia el origen de la caída de la popularidad del monarca y la responsable del rechazo de Felipe VI hacia su padre.

Así se lo hizo saber veladamente el propio monarca a su última confidente, la periodista francesa Laurence Debray, declaraciones que le valieron un nuevo enfrentamiento con su hijo la única vez que ha pisado España desde que la abandonó en 2020.

La relación de Juan Carlos de Borbón e Iñaki Urdangarin: de la desconfianza inicial al desprecio final​

Aseguran en el documental de HBO sobre el emérito, «Salvar al rey», que desde el primer día Juan Carlos de Borbón desconfió del jugador de balonmano del que se había enamorado perdidamente su hija menor, la infanta Cristina.
Tanto es así que le pidió a su mejor valedora ante la prensa, s u amiga íntima Queca Campillo, que filtrara información a la prensa rosa sobre la pareja para intentar dinamitar la relación en sus inicios. Más tarde el propio monarca tuvo que parar el sabotaje al comprobar que su hija estaba convencida de haber encontrado a su amor verdadero.

Iñaki Urdangarin tenía todo lo que no le gustaba al emérito en la pareja oficial de una infanta: a pesar de sus éxitos deportivos era un plebeyo sin aparente oficio ni beneficio fuera de los canales deportivos. Y le advirtió después de la boda: «Mi hija no puede vivir en un piso».

Espoleado por su suegro y el apoyo a prueba de balas de su mujer, el ex jugador olímpico se reconvirtió en hombre de negocios para pagar un nivel de vida digno de una infanta y las reformas del palacete de Pedralbes.
Durante un tiempo parecía que Urdangarin se convertiría en lo que el rey Juan Carlos sí deseaba en la familia real e incluso de puertas afuera compartían sonrisas y «campechanía» cuando coincidían en cenas y comidas familiares.

Pero, en realidad, el emérito veía en este yerno a alguien con quien compartía demasiadas cosas, incluida su «afición» a las relaciones extramatrimoniales y el dinero. La cronista real Pilar Urbano ya advirtió durante el juicio del caso Nóos que poseía pruebas al respecto de la afición de Urdangarin por las mujeres: «Tengo emails que demuestran que Urdangarín ha tenido aventuras con otras mujeres».
Pero la procesión iba por dentro, concretamente, desde el mismísimo CNI. Mientras sonreía públicamente Juan Carlos de Borbón vigilaba estrechamente a su yerno y sus actividades comerciales desde que fundó el Instituto Nóos. De hecho «sugirió» al Centro Nacional de Inteligencia que monitorizara sus actividades, llamadas y copiara los correos electrónicos de su yerno.

Cuando estalló el escándalo el emérito dejó de lado a Urdangarin sin pestañear. Pilar Urbano lo tiene aún más claro: al jugador olímpico le llegó la cárcel porque el rey así lo quiso. «Si él lo hubiera querido, este escandalazo no hubiera sucedido», aseguró en una entrevista.
Durante el juicio del caso Nóos el emérito se encargó de «blindar» a la infanta Cristina a toda costa ( le pagó la mejor defensa posible e incluso habló con el fiscal del caso) al tiempo que la presionaba para que se divorciara de Urdangarin.

Finalmente, ese divorcio no llegaría como quería el emérito, pero lo que no consiguió ni un juicio, ni el exilio en Ginebra, ni la cárcel, ni la pérdida de títulos, lo logró una exclusiva en Lecturas años más tarde.
Las imágenes de Iñaki Urdangarin intimando con una compañera de trabajo dinamitaron su matrimonio con la infanta e hicieron que el emérito hablara de él por última vez: « ¡Pero qué hijo de p*ta! -dijo al enterarse de la noticia antes de añadir- A este ni un duro, de este tío no me habléis más».

El rey Juan Carlos y Jaime de Marichalar: el desencuentro con el más cortesano de sus yernos​

El primero en foguearse oficialmente con el emérito fue Jaime de Marichalar quien, a priori, debería haber respondido a los requisitos exigibles para un pretendiente de infanta, pero ni siquiera él logró la aceptación total de su suegro.

De raíces aristocráticas, centrado en la infanta Elena al mil por mil ( algunos como la reina Sofía desconfiaban, de hecho, de tanta devoción), Jaime de Marichalar llegó a la corte de Zarzuela dispuesto a convertirse en el cortesano más fiel a la figura del rey Juan Carlos.

Por su parte el padre de la infanta Elena no compartía ese entusiasmo por intimar, de hecho, al conocer el noviazgo no se fio del «parece un buen chico» inicial y pidió al Ministerio de Asuntos Exteriores que revisaran la vida parisina de su futuro yerno.

Así fue como el rey Juan Carlos descubrió que Marichalar había inflado su currículum (ni era economista ni alto cargo del Credit Suisse) pero aún así transigió con la relación, todo fuera por casar a su primogénita.

Tras la boda lo que peor llevaba el monarca eran los alambicados modales de su yerno que llamaba «madame» a su propia mujer. Sin tuteos, bromas ni chistes guarros el rey Juan Carlos tenía poco que rascar de Jaime de Marichalar cuando coincidía con él. Su estrafalaria forma de vestir hizo el resto.

La única actividad que el rey disfrutaba al lado de Marichalar era la de intentar escandalizarle. Afirma Pilar Eyre que en un gran premio de Fórmula 1, en Montmeló, Juan Carlos de Borbón le dijo a su Marichalar señalando a las azafatas del evento: «¿Has visto? Esas sí son t*tas y no las que tiene tu mujer». Marichalar no supo qué contestar.

A pesar de la evidente falta de sintonía entre ellos y el ninguneo posterior tras el divorcio, Marichalar ha continuado manteniendo su lealtad al rey Juan Carlos intacta y su carta de defensa al emérito tras su marcha a Abu Dabi fue tan sorprendente como criticada por su nivel de lo que las redes calificaron de «patetismo». Si su ex suegro le agradeció el detalle, desde luego, no ha trascendido.
Me repito más que el ajo. El yerno guapo solamente era “el chico de los recados”. De qué iban a pringarse todos los que lo hicieron, perteneciendo encima a la Administración española, si no supieran que tenía la aprobación y el apoyo Real.
Prueba de ello son esas fotografías con su hija, yerno y amiguita rubia, con la que pretendía un segundo matrimonio.
Con respecto al otro yerno, proveniente de una familia de la aristocracia menor, venida a menos encima, mi opinión es que se emocionó en exceso al saberse el elegido para casarse con la mayor, a pesar de que la chica tenía sus “peculiaridades” y esa ilusión por figurar y salir del anonimato, le llevó a desbarrar para terminar siendo un personaje estrafalario y bastante ridículo. La caricatura de un cortesano.
En cuanto a la griega siempre considerada una auténtica profesional, tengo que discrepar. Supongo que el desastre de su matrimonio sería el motivo por el cual repetía una y otra vez que sus hijos se casarían por amor.
Esta señora no los ha sabido educar, algo primordial en cualquier familia y no digamos si es la que representa a un país. Dejación de funciones, diría yo.
Si se pertenece a una Monarquia, es evidente que se tienen muchos privilegios, pero los derechos conllevan obligaciones y ahí es donde está el quid de la cuestión. Matrimonios calamitosos, sin pies ni cabeza, siendo quiénes eran sus hijos y quiénes los pretendientes.
En lo relativo al niño, tanto elegir, tanto seleccionar, tantas objeciones, para qué, la está muy bien empleado. Cero dignidad.
Al final, despreciada y arrumbada hasta por su hijo del alma, marioneta de una maleducada arribista, como demuestra continuamente. La única de las conZuertes que se sepa, que ha sido capaz de montar un numerito, el de la Catedral de Palma, que ha dado la vuelta al Mundo.
 
Última edición:
A mí él no me merece ningún respeto, empezando por el poco que se tuvo a sí mismo, por no decir a los paganinis de siempre, a la hora de escoger esposa, saltándose a la torera las normas impuestas por su propia dinastía y colocándonos a una auténtica impresentable que siempre tiene que dar muestras fehacientes de su falta de profesionalidad, educación, cercanía y humildad para con los que pagamos su regalada vida, esa que ni en sueños, jamás habría imaginado.
Igualmente, ya he observado en unas cuantas fotografías, que mira de medio lado, como con temor, recelo y desconfianza, tratando de escudriñar más allá de lo que se ve. El es como ella, excepto que la LiZta, de momento, está ahí para taparle sus vergüenzas. Mientras nos fijamos en la choni, el queda en segundo plano.
Ya pero es distinto. Juan carlos es rey por pertenecer a una familia real.
Leti es reina por matrimonio.
Precisamente han dejado a Juan carlos en segundo plano, por eso nos toca Leti que no es nada bueno tampoco
 
Back