Premios Princesa de Asturias - 21 de octubre 2016

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Yo, McGurk, jamás he insultado ni criticado salvajemente a esas niñas. Tienes razón, la culpa es del sistema. Yo también quiero cambiarlo. Ahora bien: no podemos tratar a estas niñas con parámetros que aplicaríamos a cualquier niño normal. A mí me hace mucha gracia que, para lo que interesa, estas niñas sean protegidas con leyes que estén hechas para proteger también al resto de niños. Sin embargo, bien que se saltan las leyes en el resto de ocasiones. Porque, sus privilegios y su posición, ¿en qué legislación serían considerados justos? ¿Las tenemos que proteger como niñas normales y aguantar que estén por delante de los demás niños con leyes hechas a su medida?
No, yo por ahí no paso.
Yo tampoco, Caro, pero de ahí a exigirle a las niñas que hagan cosas que no son de niñas por haber nacido en una familia en concreto va un mundo. No por exigirle a Leo y Sofi que hagan determinadas cosas que no corresponden con su edad van a ser más felices o a salir de la pobreza otros niños.

Hagámoslo al revés, despojemos a estas niñas de privilegios medievales de los que ningún niño o adulto debería disfrutar (y, de hecho, no disfrutan) en una sociedad igualitaria, para que muchos más niños, ellas incluidas, puedan gozar de los derechos de los que son titulares, en tanto que niños.
 
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