Poesía Eres Tú...

La niña de Guatemala


Quiero, a la sombra de un ala,
Contar este cuento en flor:
La niña de Guatemala,
La que se murió de amor.

Eran de lirios los ramos,
Y las orlas de reseda
Y de jazmín: la enterramos
En una caja de seda.

…Ella dio al desmemoriado
Una almohadilla de olor:
El volvió, volvió casado:
Ella se murió de amor.

Iban cargándola en andas
Obispos y embajadores:
Detrás iba el pueblo en tandas,
Todo cargado de flores.

…Ella, por volverlo a ver,
Salió a verlo al mirador:
El volvió con su mujer:
Ella se murió de amor.

Como de bronce candente
Al beso de despedida
Era su frente ¡la frente
Que más he amado en mi vida!

…Se entró de tarde en el río,
La sacó muerta el doctor:
Dicen que murió de frío:
Yo sé que murió de amor.

Allí, en la bóveda helada,
La pusieron en dos bancos:
Besé su mano afilada,
Besé sus zapatos blancos.

Callado, al oscurecer,
Me llamó el enterrador:
¡Nunca más he vuelto a ver
A la que murió de amor!

Por José Martí

La has escuchado cantada por Los Olimarenios?
 
O Namoro
Música: Fausto
Letra: Viriato Cruz
Intérprete: Sérgio Godinho

In: De pequenino se torce o destino, 1976; Mandei-lhe uma carta em papel perfumado,
e com letra bonita dizia, ela tinha
um sorriso luminoso, tão triste e gaiato
como o sol de Novembro, brincando de artista
nas acácias floridas na fímbria do mar.
Sua pele macia era suma-uma,
sua pele macia cheia de rosas;
seus seios laranjas, laranjas do Loge;
eu mandei-lhe essa carta e ela disse que não
Mandei-lhe um cartão que o amigo Maninho
tipografou: "por ti sofre o meu coração",
num canto 'sim,' noutro canto 'não',
e ela o canto do 'não' dobrou.
Mandei-lhe um recado pela Zefa do sete,
pedindo e rogando, de joelhos no chão,
pela Senhora do Cabo, pela Santa Efigénia,
me desse a ventura do seu namoro,
e ela disse que não.
Mandei à Vó Xica, quimbanda de fama,
a areia da marca que o seu pé deixou,
para que fizesse um feitiço bem forte e seguro,
e dele nascesse um amor como o meu,
e o feitiço falhou
Andei barbado, sujo e descalço
como um monangamba procuraram por mim:
Não viu, ai, não viu, ai, não viu Benjamim?
e perdido me deram no morro da Samba.
Para me distrair levaram-me ao baile
do Sr. Januário, mas ela lá estava
num canto a rir, contando o meu caso
às moças mais lindas do bairro operário
Tocaram a rumba e dancei com ela,
e num passo maluco voamos na sala,
qual uma estrela riscando o céu,
e a malta gritou: "Aí, Benjamim!"
Olhei-a nos olhos, sorriu para mim,
pedi-lhe um beijo, lá lá lá lá lá,
lá lá lá lá lá. E ela disse que sim
 
Menino do Rio
Caetano Veloso
Menino do Rio
Calor que provoca arrepio
Dragão tatuado no braço
Calção corpo aberto no espaço
Coração, de eterno flerte
Adoro ver-te...
Menino vadio
Tensão flutuante do Rio
Eu canto prá Deus
Proteger-te...
O Hawaí, seja aqui
Tudo o que sonhares
Todos os lugares
As ondas dos mares
Pois quando eu te vejo
Eu desejo o teu desejo...
Menino do Rio
Calor que provoca arrepio
Toma esta canção
Como um beijo...
 
Alguien le dice al tango
Tango
Música: Astor Piazzolla
Letra: Jorge Luis Borges
Tango que he visto bailar
contra un ocaso amarillo
por quienes eran capaces
de otro baile, el del cuchillo.
Tango de aquel Maldonado
con menos agua que barro,
tango silbado al pasar
desde el pescante del carro.

Despreocupado y zafado,
siempre mirabas de frente.
Tango que fuiste la dicha
de ser hombre y ser valiente.
Tango que fuiste feliz,
como yo también lo he sido,
según me cuenta el recuerdo;
el recuerdo fue el olvido.

Desde ese ayer, ¡cuántas cosas
a los dos nos han pasado!
Las partidas y el pesar
de amar y no ser amado.
Yo habré muerto y seguirás
orillando nuestra vida.
Buenos Aires no te olvida,
tango que fuiste y serás.
 
Milonga de Calandria
Música: Juan Sosa
Letra: Jorge Luis Borges

Servando Cardoso el nombre
y no Calandria el apodo;
no lo sabrán olvidar
los años, que olvidan todo.

No era un científico de esos
que usan arma de gatillo;
era su gusto jugarse
en el baile del cuchillo.

Cuántos veces en Montiel
lo habrá visto la alborada
en brazos de una mujer
ya tenida y ya olvidada.

El arma de su afición
era el facón caronero.
Fueron una sola cosa
el cristiano y el acero.

Bajo el alero de sombra
o en el rincón de la parra,
las manos que dieron muerte
sabían templar la guitarra.

Fija la vista en los ojos,
era capaz de parar
el hachazo más taimado,
¡feliz quien lo vio pelear!

No tan felices aquellos
cuyo recuerdo postrero
fue la brusca arremetida
y la entrada del acero.

Siempre la selva y el duelo
pecho a pecho y cara a cara,
vivió matando y huyendo.
Vivió como si soñara.

Se cuenta que una mujer
fue y lo entregó a la partida;
a todos, tarde o temprano,
nos va entregando la vida.
 
Podrá nublarse el sol eternamente,
Podrá secarse en un instante el mar,
Podrá romperse el eje de la tierra
Como un débil cristal.

¡Todo sucederá! Podrá la muerte
Cubrirme con su fúnebre crespón,
Pero jamás en mí podrá apagarse
La llama de tu amor

Gustavo Adolfo Bécquer
 
José Antonio

Por una vereda viene,
cabalgando, José Antonio,
se viene desde el barranco
a ver la flor de Amancáes.

En un berebere criollo
va a lo largo del camino,
con jipijapa, pañuelo
y poncho blanco de lino.

Mientras corre la mañana
su recuerdo juguetea,
y con alegre retozo
el caballo pajarea.

Fina garúa de junio
le besa las dos mejillas,
y cuatro cascos cantando
van camino de Amancáes.

¡Qué hermoso que es mi chalán!
¡Cuán elegante y garboso!
Sujeta la fina rienda
de seda, que es blanca y roja.

¡Qué dulce gobierna el freno
con sólo cinta de seda,
al dar un quiebro gracioso
al criollo berebere!

Tú, mi tierra, que eres blanda
le diste ese extraño andar,
enseñándole el amblar
del paso llano gateado.

Siente cómo le quitaste
durezas del berebere,
que allá en su tierra de origen
arenas le hacían daño.

Fina cadencia en el anca,
brillantes se ven las crines,
y el nervio tierno y alerta
para el deseo del amo.

Ya no levanta las manos
para luchar con la arena:
quedó plasmado en el tiempo
su andar de paso peruano.

¡Qué hermoso que es mi chalán!
¡Cuán elegante y garboso!
Sujeta la fina rienda de seda,
que es blanca y roja.

¡Qué dulce gobierna el freno
con sólo cinta de seda,
al dar un quiebro gracioso
al criollo bere-bere!

José Antonio, José Antonio,
¿Por qué me dejaste aquí?
Cuando te vuelva a encontrar
que sea junio y garúe.

Me acurrucaré a tu espalda,
bajo tu poncho de lino,
y en las cintas del sombrero
quiero ver los amancáes

que recoja para ti,
cuando a la grupa me lleves
de ese tu sueño logrado,
de tu caballo de paso.

¡Aquel del paso peruano!

A José Antonio de Lavalle y García, barranquino, gran señor peruano, angustiado desde su juventud por la desaparición irreparable de nuestras esencias, por ejemplo: el caballo de paso. Desaparecía este admirable animal de trabajo y viajes largos. José Antonio tenía un potro, y del embride de éste con una yegua moqueguana, propiedad de un señor chino, brotaron todos los ambladores de hoy.

Para gloria de José Antonio, los criadores actuales de nuestro país (angustiados, como es natural, por una u otra cosa) siguen perfeccionando el genotipo y varios paises sudamericanos se surten de este animal nuestro. En California, inclusive, hay un cálido lugar, Lomita, donde lo crían bajo el nombre de The Peruvian Paso Horse.

José Antonio me contó tanto de este caballo que le hice esta canción, pero no me la oyó. Por eso la letra tiene la fuga al final, que dice: José Antonio, ¿porqué me dejaste aquí?. Y cuando algunas señoras la cantan con ira, yo digo: NO, si la canción es de amor. El señor se me murió. Era un señor muy viejo, muy amigo de mi padre y muy amigo mío.

Chabuca Granda
 

  1. Te quiero como gata boca arriba,
    Panza arriba te quiero,
    Maullando a través de tu mirada,
    De este amor-jaula
    Violento,
    Lleno de zarpazos
    Como una noche de luna
    Y dos gatos enamorados
    Discutiendo su amor en los tejados,
    Amándose a gritos y llantos,
    A maldiciones, lágrimas y sonrisas
    (De esas que hacen temblar el cuerpo de alegría).

    Te quiero como gata panza arriba
    Y me defiendo de huir,
    De dejar esta pelea
    De callejones y noches sin hablarnos,
    Este amor que me marea,
    Que me llena de polen,
    De fertilidad
    Y me anda en el día por la espalda
    Haciéndome cosquillas.

    No me voy, no quiero irme, dejarte,
    Te busco agazapada
    Ronroneando,
    Te busco saliendo detrás del sofá,
    Brincando sobre tu cama,
    Pasándote la cola por los ojos,
    Te busco desperezándome en la alfombra,
    Poniéndome los anteojos para leer
    Libros de educación del hogar
    Y no andar chiflada y saber manejar la casa,
    Poner la comida,
    Asear los cuartos,
    Amarte sin polvo y sin desorden,
    Amarte organizadamente,
    Poniéndole orden a este alboroto
    De revolución y trabajo y amor
    A tiempo y destiempo,
    De noche, de madrugada,
    En el baño,
    Riéndonos como gatos mansos,
    Lamiéndonos la cara como gatos viejos y cansados
    A los pies del sofá, de leer el periódico.

    Te quiero como gata agradecida,
    Gorda de estar mimada,
    Te quiero como gata flaca
    Perseguida y llorona,
    Te quiero como gata, mi amor,
    Como gata, Gioconda,
    Como mujer,
    Te quiero.

    Gioconda Belli
  2. Este poema iría bien en el post de gatos,Ambers ;)
 

  1. Te quiero como gata boca arriba,
    Panza arriba te quiero,
    Maullando a través de tu mirada,
    De este amor-jaula
    Violento,
    Lleno de zarpazos
    Como una noche de luna
    Y dos gatos enamorados
    Discutiendo su amor en los tejados,
    Amándose a gritos y llantos,
    A maldiciones, lágrimas y sonrisas
    (De esas que hacen temblar el cuerpo de alegría).

    Te quiero como gata panza arriba
    Y me defiendo de huir,
    De dejar esta pelea
    De callejones y noches sin hablarnos,
    Este amor que me marea,
    Que me llena de polen,
    De fertilidad
    Y me anda en el día por la espalda
    Haciéndome cosquillas.

    No me voy, no quiero irme, dejarte,
    Te busco agazapada
    Ronroneando,
    Te busco saliendo detrás del sofá,
    Brincando sobre tu cama,
    Pasándote la cola por los ojos,
    Te busco desperezándome en la alfombra,
    Poniéndome los anteojos para leer
    Libros de educación del hogar
    Y no andar chiflada y saber manejar la casa,
    Poner la comida,
    Asear los cuartos,
    Amarte sin polvo y sin desorden,
    Amarte organizadamente,
    Poniéndole orden a este alboroto
    De revolución y trabajo y amor
    A tiempo y destiempo,
    De noche, de madrugada,
    En el baño,
    Riéndonos como gatos mansos,
    Lamiéndonos la cara como gatos viejos y cansados
    A los pies del sofá, de leer el periódico.

    Te quiero como gata agradecida,
    Gorda de estar mimada,
    Te quiero como gata flaca
    Perseguida y llorona,
    Te quiero como gata, mi amor,
    Como gata, Gioconda,
    Como mujer,
    Te quiero.

    Gioconda Belli
  2. Este poema iría bien en el post de gatos,Ambers ;)
Me encanta el poema.Va bien aquí y con los gatos,sí.
 

Temas Similares

2
Respuestas
23
Visitas
969
Back