Plácido Domingo. Acusado por 9 mujeres.

Myron Farber del New York Times se negó a facilitar sus fuentes. Briam Karem de la cadena KMOL-TV se negó a facilitar sus fuentes. Vanessa Leggett, Judith Miller.... y suma y sigue...

Sí, pero en un juicio por difamación hay formas de constatar si el periodista fabricó la información con la intención de perjudicar a la otra parte o realmente publicó algo basándose en información de terceros. Ojo, el juicio por difamación no prueba que las fuentes digan la verdad, sino que realmente existen y por lo tanto el medio, así como el periodista, no obraron con mala intención.

Hoy en día hay formas más sofisticadas de llevar a cabo un juicio. Al periodista se le pueden pedir extractos de entrevistas (manipulando la voz o entregando materiales que no aporten datos de identidad), correos electrónicos (lo mismo, ocultando ciertas informaciones), registros telefónicos (para verificar que sí llamó a las ciudades que dijo llamar), pasajes de avión (si es que hubo traslados).

Ya no estamos en los tiempos del Watergate, donde el periodista apuntaba de oído los testimonios. Y siempre todo buen periodista guarda la bitácora de su investigación o es capaz de reproducirla, es decir sin dar nombres, el periodista puede reconstruir de dónde inició la idea de investigar ese tema y cómo lo hizo. Si las fechas de los hechos reconstruidos coinciden con la realidad, allí ya tiene mucho ganado. Allí están de ejemplo varios casos de periodistas que han mentido dentro de medios grandes. Ahora no recuerdo el nombre, pero hay incluso una película con Hayden Christensen sobre el tema. Una vez sembrada la duda, el medio simplemente se dedicó a constatar datos contextuales de los artículos que ese periodista escribió: ¿Llovió el día que dijo que llovió? ¿Realmente dura el viaje lo que él dice que duró?

Si Plácido quiere puede judicializar el tema, porque tiene recursos para hacerlo. Y el juez tiene, hoy en día, muchos mecanismos para probar si el medio obró de mala fe o fue irresponsable en su tratamiento de la información. La cuestión es que la mayoría de la gente no judicializa casos de difamación, porque se ha extendido la idea de que la libertad de expresión es un derecho absoluto. Y no, es un derecho de doble vía: se ejerce con responsabilidad y no está por encima de otros derechos, como el del buen nombre. Otra cosa son esas megacausas, tipo Watergate o el caso Clinton, fundamentadas en un bien superior para la comunidad, cosa que acá no opera. A la opinión pública no la afecta si PD es un abusador de mujeres o no.
 
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yo creo que a muchos les incomoda el #metoo. a lo mejor les gustaría que todo quedara en la esfera de lo privado, situaciones "sin importancia" como antiguamente, que te tocaban el muslo o te intentaban robar un beso o te llamaban a casa insistentemente y no pasaba nada.
O igual lo que hacían era cruzarle la cara al susodicho baboso, plantarle cara y asumir las consecuencias, pero con integridad. No esperar 30 años para decirlo, aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid.

¿O es que las mujeres somos frágiles damiselas que no podemos plantar cara a un abusón?
Mira, yo lo hice, y me costó un curro genial, pero tan pichi.
 
No hay más que ver en este foro que a una periodista (hablo de Karmele sí) se le pone de vuelta y media encima aludiendo a su físico (como dicendo sí anda, PD se iba a liar con esta) pues como para salir a dar la cara
Como me menicionas de forma subliminal, te repetiré que lo de Karmele, es porque en mi opinión es tonta, friki y tiene credibilidad cero.
Y que es fea, pues también, pero no era por eso.
 
O igual lo que hacían era cruzarle la cara al susodicho baboso, plantarle cara y asumir las consecuencias, pero con integridad. No esperar 30 años para decirlo, aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid.

¿O es que las mujeres somos frágiles damiselas que no podemos plantar cara a un abusón?
Mira, yo lo hice, y me costó un curro genial, pero tan pichi.

Pero no todas son iguales
Ole tu que estés tan pichi
Otras necesitan hasta terapia
Además que ganan ahora?
 
Sí, pero en un juicio por difamación hay formas de constatar si el periodista fabricó la información con la intención de perjudicar a la otra parte o realmente publicó algo basándose en información de terceros. Ojo, el juicio por difamación no prueba que las fuentes digan la verdad, sino que realmente existen y por lo tanto el medio, así como el periodista, no obraron con mala intención.

Hoy en día hay formas más sofisticadas de llevar a cabo un juicio. Al periodista se le pueden pedir extractos de entrevistas (manipulando la voz o entregando materiales que no aporten datos de identidad), correos electrónicos (lo mismo, ocultando ciertas informaciones), registros telefónicos (para verificar que sí llamó a las ciudades que dijo llamar), pasajes de avión (si es que hubo traslados).

Ya no estamos en los tiempos del Watergate, donde el periodista apuntaba de oído los testimonios. Y siempre todo buen periodista guarda la bitácora de su investigación o es capaz de reproducirla, es decir sin dar nombres, el periodista puede reconstruir de dónde inició la idea de investigar ese tema y cómo lo hizo. Si las fechas de los hechos reconstruidos coinciden con la realidad, allí ya tiene mucho ganado. Allí están de ejemplo varios casos de periodistas que han mentido dentro de medios grandes. Ahora no recuerdo el nombre, pero hay incluso una película con Hayden Christensen sobre el tema. Una vez sembrada la duda, el medio simplemente se dedicó a constatar datos contextuales de los artículos que ese periodista escribió: ¿Llovió el día que dijo que llovió? ¿Realmente dura el viaje lo que él dice que duró?

Si Plácido quiere puede judicializar el tema, porque tiene recursos para hacerlo. Y el juez tiene, hoy en día, muchos mecanismos para probar si el medio obró de mala fe o fue irresponsable en su tratamiento de la información. La cuestión es que la mayoría de la gente no judicializa casos de difamación, porque se ha extendido la idea de que la libertad de expresión es un derecho absoluto. Y no, es un derecho de doble vía: se ejerce con responsabilidad y no está por encima de otros derechos, como el del buen nombre. Otra cosa son esas megacausas, tipo Watergate o el caso Clinton, fundamentadas en un bien superior para la comunidad, cosa que acá no opera. A la opinión pública no la afecta si PD es un abusador de mujeres o no.

Lo has explicado divinamente
Aún así seguro que alguno vuelve a salir con el tema de las denuncias anónimas :banghead:
 
Como me menicionas de forma subliminal, te repetiré que lo de Karmele, es porque en mi opinión es tonta, friki y tiene credibilidad cero.
Y que es fea, pues también, pero no era por eso.

Ni me había percatado que habías sido tú la que había puesto la foto de Karmele de esa época. Pero vamos te agradezco que salgas a reconocer la autoría.
A veces ni miro de quién es el comentario pero no es nada personal, es que me da como igual.
 
Sí, pero en un juicio por difamación hay formas de constatar si el periodista fabricó la información con la intención de perjudicar a la otra parte o realmente publicó algo basándose en información de terceros. Ojo, el juicio por difamación no prueba que las fuentes digan la verdad, sino que realmente existen y por lo tanto el medio, así como el periodista, no obraron con mala intención.

Hoy en día hay formas más sofisticadas de llevar a cabo un juicio. Al periodista se le pueden pedir extractos de entrevistas (manipulando la voz o entregando materiales que no aporten datos de identidad), correos electrónicos (lo mismo, ocultando ciertas informaciones), registros telefónicos (para verificar que sí llamó a las ciudades que dijo llamar), pasajes de avión (si es que hubo traslados).

Ya no estamos en los tiempos del Watergate, donde el periodista apuntaba de oído los testimonios. Y siempre todo buen periodista guarda la bitácora de su investigación o es capaz de reproducirla, es decir sin dar nombres, el periodista puede reconstruir de dónde inició la idea de investigar ese tema y cómo lo hizo. Si las fechas de los hechos reconstruidos coinciden con la realidad, allí ya tiene mucho ganado. Allí están de ejemplo varios casos de periodistas que han mentido dentro de medios grandes. Ahora no recuerdo el nombre, pero hay incluso una película con Hayden Christensen sobre el tema. Una vez sembrada la duda, el medio simplemente se dedicó a constatar datos contextuales de los artículos que ese periodista escribió: ¿Llovió el día que dijo que llovió? ¿Realmente dura el viaje lo que él dice que duró?

Si Plácido quiere puede judicializar el tema, porque tiene recursos para hacerlo. Y el juez tiene, hoy en día, muchos mecanismos para probar si el medio obró de mala fe o fue irresponsable en su tratamiento de la información. La cuestión es que la mayoría de la gente no judicializa casos de difamación, porque se ha extendido la idea de que la libertad de expresión es un derecho absoluto. Y no, es un derecho de doble vía: se ejerce con responsabilidad y no está por encima de otros derechos, como el del buen nombre. Otra cosa son esas megacausas, tipo Watergate o el caso Clinton, fundamentadas en un bien superior para la comunidad, cosa que acá no opera. A la opinión pública no la afecta si PD es un abusador de mujeres o no.

manipulando la voz: a día de hoy, con los avances tecnológicos que hay, no hay manipulador de voz que no pueda ser desencriptado si hay orden judicial
entregando materiales que no aporten datos de identidad: ¿ como cuál? notas manuscritas?
correos electrónicos: para que los correos electrónicos puedan servir como pruebas hay que facilitar los datos de los informantes en el correo, no vale con: tengo muchos correos, porque te los puedes haber enviado hasta tú mismo con varias cuentas ( pruebas falsas...)
registros telefónicos: facilitando registros telefónicos no proteges la identidad de las fuentes, te pillan a tus fuentes en cero coma...
pasajes de avión: Un pasaje de avión no demuestra nada, salvo que alguien ha realizado un viaje, que pudo ser por los motivos más variopintos...

De verdad que no es tan fácil salir de un juicio de estas características protegiendo a las fuentes y no facilitando la información. De todas formas ya se ha preocupado de facilitar la identidad de una persona, que sustenta un poco las otras fuentes...
 
Lo ha dicho Vesper, te lo pongo en negrita para que lo veas bien.
Gracias. La verdad es que @vesper ahí no ha estado acertada al explicarse.

Cualquier medio de investigación se nutre de filtraciones, claro que sí. Pero una cosa es que seas un tabloide que publica cualquier chivatazo tanto si es verdad como si no, que un medio serio y respetado que contrasta las informaciones.

Garganta Profunda es el chivato más famoso de la Historia. Pero sus filtraciones no se publicaron hasta que no se pudieron contrastar. He ahí la diferencia.
 
Cierto, pero si no coges el teléfono tampoco sabes el contenido, puedes suponer, pero nada más...
Si te dejan mensajes, sí.

One night, she said, she agreed to meet Domingo about 11 p.m. “and then I had a full-blown panic attack. I freaked out, and I just kept not answering the phone. He just filled up the machine, calling me until 3:30 in the morning.”

She said she didn’t report his behavior because “that just wasn’t done” and also feared any misstep could kill her career.
 
Ya, pero la investigación no se ha publicado ( aunque fuera incluyendo denuncias anónimas), se ha publicado un artículo de opinión basado en unos relatos.
Esto es una mentira más grande que la Catedral de Burgos.

La investigación se ha publicado, no hay más que leerla. Y no hay en ella ni una sola opinión de la reportera. No es un artículo de opinión, es un artículo de investigación.
 
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