Las fiestas de fin de año me encontraron con pintores en mi casa, visitas familiares y en víspera de vacaciones. En los "huecos" y "escapadas" entraba a Cotilleando casi a escondidas para visitar el joyerío y las lecciones de Candela. Le hice alguna pregunta en público y no tuve respuesta. Un día puso brevemente que se estaba reponiendo de un resfrío y no quise molestarla con un privado. Solía responderme y enseñarme mucho tanto de joyas como de política internacional de Oriente Medio. Llegó enero y me extrañaba su ausencia. Me sorprendí un día cuando alguien comentó que Cumelén había fallecido unos meses antes y partí a mi viaje con esa tristeza. No me pregunten por qué, no lo sé, pero sentía la necesidad de al regresar a casa ingresar al foro y ver que estaba Candela activa y presente. Fueron varios los días en los que pensé en ella. Y de vuelta en Argentina, en la rutina, ingresé con "miedo" porque algo dentro me lo decía. Fue simplemente confirmarlo con una inmensa pena. Entiendo lo que sienten cada una de las foreras. ¿Cómo explicar en mi casa a mis hijos o a mi marido la pena? Una amiga virtual de la que tengo muchas fotos, compartidas con su habitual generosidad, y con la que nunca me vi personalmente. Su nombre real, creo que Dolores, seguirá siendo una intriga.
Maestra en don de gentes y en tantas otras lides, vehemente para sostener tus posturas políticas y sociales, te extrañaré mucho. Gracias por tus tantas lecciones, Candela Paz.
Maestra en don de gentes y en tantas otras lides, vehemente para sostener tus posturas políticas y sociales, te extrañaré mucho. Gracias por tus tantas lecciones, Candela Paz.